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Minho fue a su habitación y después de unos minutos, el menor apareció.

─¿Te desenojaste? ─le pregunta Minho con gracia.

─Vine porque quiero ver una película.

─¿No viniste por mí?

─No, sigo enojado. ─Jisung se sube a la cama y se acuesta al lado del mayor, dejandl un poco de espacio entre ellos.

Minho se ríe y lo agarra del mentón para darle un beso.

─Fue un chiste, tonto.

─No jodas así que soy sensible.

─Bueno, mi amor. ¿Querés elegir la película? ─Lee se acerca más a Jisung y se recuesta sobre su hombro.

El menor elige una película alzar, ya que sabía que no la verían completa.

En un principio, todo estaba tranquilo, los dos estaban entretenidos con la película, sin embargo, de un momento a otro, Jisung se puso muy mimoso y empezó a acariciar zonas bastante peligrosas.

Minho se estaba sintiendo un poco nervioso, pero, a Jisung no le importaba porque continúa tocando sin disimula la zona cercana a su entrepierna.

─Min... ─Su voz sale con un tono meloso y juguetón. ─Estoy aburrido, ¿no querés que juguemos a algo?

─¿A qué querés jugar? ─pregunta tímido sin poder mirarlo.

Incluso si Minho era bastante atrevido por chat y decía muchas cosas subidas de tono, en la vida real era muy tímido para estas cosas. Tal vez, su timidez se desprendía de la poca experiencia que tenía en lo sexual o tal vez, era parte de su personalidad.

─Jueguemos a piedra, papel o tijera, él que pierde se tiene que sacar una prenda.

Minho lo mira y asiente con su cabeza, sabiendo donde terminarían con el juego.

La primera ronda la gana el menor, y Minho se saca la remera.

Jisung sonríe pícaro al ver el hermoso torso de Lee, no estaba muy trabajado pero tenía buena forma y a Jisung se le hacía agua la boca.

La segunda ronda la gana Minho, y le pide que se saque la remera, pero, Jisung se levanta de la cama y se saca los pantalones, dejando ver la lencería que llevaba debajo de la prenda.

─¿Te gusta? ─cuestiona, dándose media vuelta y mostrándole lo lindo que quedaba aquella prenda sobre su trasero.

─Me encanta...

Jisung le sonríe y vuelven a jugar.

Minho gana nuevamente, y Jisung se quita la remera dejando más embobado a Lee.

El menor es hermoso. Tiene su torso trabajado, pero, mantiene una cintura delgada y pequeña, sus piernas se notan trabajadas, y su culo pomposo es una maravilla. Su cuerpo se veia fuerte pero delicado a la vez.

Unas rondas más pasan, y quien las ganas es Jisung, que deja completamente desnudo al mayor, embobado por el cuerpo contrario.

Han gatea sobre la cama hasta llegar a donde estaba Minho, y sin preguntar nada, se sube a su regazo, apoyando sin disimulo su culo sobre el crecimiento miembro de Lee.

No esperaba que Minho estuviera tan dotado, y si bien, lo había comprado hace algunos días atrás, todavía le sorprendía. Minho es atractivo, tenía buen cuerpo, su personalidad es maravillosa, ¿y hasta su amigo tenía un tamaño agradable? El hombre perfecto sin dudas.

─Hanji... ─jadea el mayor, al sentir como Jisung empieza a moverse sobre su pene.

─¿Qué pasa, mi amor? ¿Te gusta?

─Jisung, quiero tocarte...

─¿Y qué te lo impide, amor?

─¿Puedo? ─cuestiona tímido.

Jisung le sonríe, agarra sus manos y las deja en su trasero.

─Me volves loco, amor ─dice, empezando a acariciar y apretarle el trasero.

El menor era una deliciosa, desde lo pies a la cabeza era precioso y extremadamente sexy.

Jisung se agacha para besarlo, comenzando un beso desordenado y plagado de deseo.

Solo eran toques, besos y roces pero eran magníficos, los dos lo disfrutaban y de a poco, se iban sumergiendo en la éxtasis, en el pleno placer.

De un momento a otro, Minho con cuidado, empujó a Jisung hacia el otro lado de la cama, tomándolo por sorpresa.

─Ponete en cuatro ─ordena.

Jisung lo obecede sin protestar. A él le gustaba dominar, pero también amaba que sean dominantes con él y más si se trataba de Minho.

─Que buen culo tenes, amor... ─Minho se acerca a sus nalgas y las muerde, simultáneamente las apreta a sus gustos.

─A-Ah, Minho...

El nombrado separada los glúteos de Jisung, dejando a su merced el agujero del menor. Minho le vuelve a dar otra nalgada, y separa de nuevo sus glúteos para sumergirse en ellos. Empieza a chupar y lamer con desespero el agujero.

Jisung jadea moviendo sus caderas hacía atrás, buscando más contacto. Minho lo nalgea, encantando al escuchar sus jadeos.

El placer cobraba sentido nuevamente y el éxtasis se volvía más intenso.

Minho introduce un dedo en el interior de Han, y este gime fuerte. Empieza empujar su dedo hacia adentro sin dejar de chupar, mientras Jisung se sumergen por completo en el placer.

A Jisung le encantaban los juegos previos, amaba que lo toquen y le den atención, pero, hoy tenia tanta ansias por sentirlo a Minho, quería tenerlo adentro.

─Honnie, no puedo esperar más...

─¿Estás ansioso, Jisung?

─Sí, quiero tenerte adentro...

─Hanji, ¿vos te bañaste hoy no?

Jisung lo mira desorientado, ¿por qué preguntaba eso en este momento?

─¿Por qué preguntas?

─Es que tenes un olor re rico y se re siente, sos un omega literalmente.

Jisung se ríe. Solo a Minho se le ocurre decir eso en un momento así.

─Dale, que estoy ansioso ─le dice Han, meneando su culo para provocarlo.

Minho saca su dedo y rápidamente va a buscar el lubricante, cuando lo encuentra, vuelve a posicionarse detrás del menor y se tira mucha cantidad sobre su miembro y la entrada de Jisung.

─Vas a gastar todo el lubricante de una sola vez ─le reprocha, obteniendo una nalgada como respuesta.

Minho se frota entre las nalgas de Jisung, y ambos gimen, tras unos segundos, alinea su pene en la entrada y lo introduce lentamente. Los dos gimen, pero Jisung lo hace más fuerte.

El mayor espera a que el menor se acostumbre a su tamaño, pensando que estarían un rato así, pero, tras uno minutos, Jisung es quien se empieza a mover. Así que Minho comienza con las embestidas.

─H-Honnie... No sos mi primera experiencia sexual, pero sí sos la más especial de todas ─dice apenas, entre jadeos y gemidos.

Minho lo agarra desde la cintura y hace que se enderece.

─Te quiero mucho, mi amor ─le susurra el mayor al oído.

Ambos se dejan llevar por el deseo y el éxtasis, ahora se desconectan del mundo para disfrutar del momento.

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