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Minho corría hacia el menor con los brazos abiertos y una sonrisa brillante dibujada en su rostro.

Apenas lo vio, una sonrisa se le formó y su mirada desinteresada tomó un brillo único, que aparecía solo cuando estaba con él. Su cara tomó por completo otra mueca, y se mostraba iluminada, como si tuviera al sol en frente de sus ojos.

Quizás, Jisung fue muy pelotudo durante tanto tiempo, que nunca notó en cómo el mayor lo miraba, como se alegraba cuando lo veía y como desaparecía todo el mundo cuando estaba él, porque cuando lo vio se soltó del agarre que tenía en su brazo y corrió hacía él con entusiasmo.

─¡Hanji! ─Minho lo abraza y alza dando una pequeña vuelta en el lugar. Jisung se ríe ante la acción. ─Te extrañe, mi amor...

─Nos vimos ayer, intenso.

Jisung agarra entre sus manos el rostro del mayor y le da un beso, Minho corresponde de inmediato.

Se separan con una sonrisa en sus rostros.

─¿Querés ir a comer, Ji? Podemos ir a mi casa y te cocino, o comemos unas hamburguesas por acá.

─Tengo ganas de comer hamburguesa con papas fritas.

─Tus deseos son órdenes, mi amor.

Minho entrelaza su mano con la contraria y ambos comienza a caminar hacía un local de comidas cercano.

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[ Unos momentos más tarde ]

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