Capítulo 4 - Las gemas -
En la superficie de un planeta sin nombre, una enorme figura blanca de 15 metros de altura se alzaba sobre el desértico paisaje con un rostro de frustración...
- "¡MALTITA SEA!, No entiendo por qué nada funciona", Desde hace rato he estado tratando de pensar en cómo crear mis primeras gemas, lo cual me pone en un gran dilema... y es que, según los conocimientos que obtuve, para hacer gemas, normalmente necesitarías unas enormes maquinas llamadas extractores, las cuales sirven para extraer los minerales del suelo, los cuales se meten en una procesadora, la cual los purifica, separa y clasifica en diferentes tipos, como: silicatos, sulfuros, sulfosales, ferrosos, sedosos, etcétera, hasta que los diferentes tipos de piedras están listas. Luego de esto, se ponen en una cortadora que realiza y define el tipo de corte de la gema.
Posteriormente, las gemas ya cortadas se meten en los inyectores junto con alguno de los fluidos de mi cuerpo previamente codificado, y listo, solo hay que inyectar la gema en el subsuelo y esperar a que emerja. Sin embargo, en este momento no cuento con nada de eso, así que tengo que ingeniármelas como puedo, pero hasta ahora nada ha funcionado.
En ese momento una idea cruzó mi mente, - "¡LO TENGO!", grité al aire animadamente, al fin se me había ocurrido una forma para crear gemas sin necesidad de toda esa maquinaria, aunque solo puedo hacerlo de esa forma por que soy un diamante y mi poder es mucho mayor al de cualquier otro tipo de gema...
Usando uno de mis tantos poderes telequinéticos, la ferrokinesis, me enfoqué en los minerales ferrosos que están debajo de mí, en el subsuelo, específicamente estaba buscando Bismuto. Busqué durante un tiempo, hasta que lo encontré, una enorme veta de este mineral.
Me concentré en sacarlo a la superficie y para mi sorpresa, lo logré al primer intento.
- "Eso no me lo esperaba, nunca pensé que sería tan fácil", me dije a mi mismo, posteriormente, procedí a quitar las impurezas con mi control sobre los metales, una vez terminé de hacerlo, los separé en segmentos.
- "Ahora voy a invocar mi arma, estoy nervioso, nunca antes lo he hecho...", Dicho lo anterior, me concentré y en mi mano derecha, apareció una lanza cristalina de doble filo y con un listón legro amarrado justo antes de la punta, el cual colgaba hasta el suelo, esta era una de mis 4 armas, así es, tengo 4 armas, la lanza, espada, arco y escudo.
Una vez invocada mi arma, la use para realizar los cortes del Bismuto. De un solo segmento podrían salir de 8 a 10 gemas. Una vez cortadas con toda la precisión que pude, me concentré en mi codificación, procedí a programar mis lágrimas para con ellas, codificar las gemas de Bismuto y darles vida. Tan pronto como terminé, lloré, y mis lagrimas fluyeron desde mis mejillas hasta el suelo y como si estuvieran vivas, se impregnaron en las gemas de Bismuto haciéndolas brillar durante unos instantes.
- "Bien, ahora solo queda inyectarlas en el suelo y en aproximadamente 2 semanas estarán listas para surgir..."
Para hacerlo, decidí utilizar mi lanza como herramienta principal, alargándola hasta los 100 metros justo antes de golpear el suelo con ella, de esta forma, logré hacer 100 agujeros de un tamaño adecuado. Posteriormente, procedí a con el mango de mi lanza enterrar en los agujeros las 100 gemas de Bismuto burbujeadas. Una vez en su agujero, procedí a romper las burbujas plantándolas exitosamente.
- "Bueno, ahora solo tengo que hacer lo mismo con otros tipos de gemas diferentes"
Y así lo hice, en total, logré inyectar la cantidad de 500 gemas de diferentes tipos, 100 Bismuto, 30 Peridotos, 230 Cuarzos de todo tipo, 20 Jasper, 20 morganitas, 20 topacios, 10 ágatas, 10 zafiros, 10 rubíes, 20 nefritas y 30 lapislázuli.
- 'Con eso me bastará para al menos comenzar la colonización'. Pensé para mí mismo.
- Time skip 2 semanas -
Estoy muy nervioso, ya pasaron 2 semanas desde que inyecté las gemas, así que las primeras deberían surgir pronto... No se como reaccionarán al verme o si verdaderamente me serán leales. Aunque las codifiqué lo mas leales y devotas que pude, también les di libre albedrío, no quiero un ejercito de robot sin sentimientos, necesito personas, no maquinas...
Nada más terminar ese hilo de pensamiento, comenzaron a escucharse varias explosiones consecutivas de tras de mí.
Al darme la vuelta vi 3 gemas recién emergidas, un Bismuto y 2 Peridotos. Lo raro fue que, en lugar de ser de género femenino, todos eran del género masculino, lo cual me pareció extraño, ya que, de hecho, nunca especifiqué el género que tendrían. Sin embargo, ignoré ese detalle por el momento y me concentré en lo que dirían a continuación.
- "¡SALUDOS A MI DIAMANTE!" Dijeron todos haciendo el típico saludo en forma de rombo con los brazos.
- "¿Qué podemos hacer por usted mi Diamante?", preguntó uno de los Peridotos en una profunda reverencia, para seguidamente decir: - "Estoy seguro de que querrá que comencemos a trabajar en la construcción de una guardería para este planeta, ¿no es así?"
- "Estas en lo correcto", respondí, - "Necesitamos comenzar a construir una guardería y una planta de extracción, así como otros tipos de estructuras como: plantas de procesado, fabricas, laboratorios de investigación, portales y una base. Necesitamos aprovechar todos y cada uno de los recursos de este planeta para poder construir naves, armas y todas las gemas que sea posible, necesito un ejército para poder colonizar todo este sistema solar"
- "Se hará, mi Diamante. Pero si me lo permite, me gustaría también poder construir una sala del trono que esté a su altura mi luminoso Diamante. Es inaceptable que su brillantez no tenga un lugar adecuado desde donde gobernar en toda su magnífica gloria", dijo el Peridoto mirándome con ojos ansiosamente brillantes. De hecho, me pareció gracioso notar como sus pupilas tomaban forma de estrellas por la emoción de verme.
- "Concedido", respondí lo más serio que pude tratando de no reírme de su expresión, y es que de hecho era un peridoto bastante tierno, con a penas 150 centímetros de altura. Así como lo oyen, es de hecho, una gema bastante pequeña, pero es que las 3 gemas frente a mí, tienen una estatura mucho más pequeña de lo que deberían. Esto se debe en su totalidad, a la falta de recursos en este planeta, ya que las gemas, necesitan al igual que las plantas, un suelo fértil y rico en todo tipo de minerales y materiales orgánicos para poder emerger grandes y fuertes.
Aun así, esto no me disgustó en lo más mínimo, no me pondría con ningún tipo de prejuicios como lo hicieron los otros diamantes en la serie. Mientras me sean verdaderamente leales y hagan bien su trabajo, son bienvenidos.
- "Bien, te dejaré a cargo. A partir de ahora estarás encargado de supervisar el surgimiento de las otras 497 gemas restantes, una vez emerja uno de los 20 Ágatas que se están gestando en este momento, le pasarás el cargo de supervisor a él", le ordené, - "oh, y no olvides comenzar con las fábricas y la guardería tan pronto como tengas suficiente mano de obra. Los demás deberían emerger pronto"
- "Como ordene, mi Diamante", respondieron todos. Con lo anterior dicho, me fui caminando a un lugar apartado para practicar con mis poderes, necesito ser mucho más competente con estos si de verdad quiero sobrevivir en este mundo desconocido. además, ahora no estoy solo... Es mi deber como su Diamante, cuidar de todas mis gemas... ¿Hijos?
Supongo que sí, son algo así como mis hijos, después de todo, yo les di la vida.
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