5. UNA PRUEBA
—Creó que no tiene sentido de puntualidad...– Dijo Kiel esperando a su aprendiz en la sala de estudio
–joven maestro, no se moleste con ella, siempre es así, es totalmente inútil comparada con su hermana menor– Comentó una sirvienta que lo acompaño a la sala, al escuchar levantó una ceja curioso y con su regular mirada fría preguntó;
– ¿así hablas de tu señorita?
–Una arrastrada como ella no merece ser mi señora, solo la segunda niña y no retiraré lo dicho– La sirvienta se puso algo nerviosa pero siguió hablando aún así. Por otra parte el ojo azul estaba algo sorprendido de la actitud de la sirvienta, a punto de seguir hablando con esa mujer la puerta se abrió con gentileza
–Disculpe la tardanza joven maestro, me he perdido tratando de encontrar... a mi
Hermano... por qué claro que conozco está mansión– fue la excusa más rápida que se me había ocurrido puesto en verdad si me había perdido solo tratando de llegar. Instintivamente este cuerpo hizo una reverencia mostrando sus perfectos modales en etiqueta, su cuerpo reacciona a ello sin siquiera esforzarse, esto lo noto ayer que ceno, Freya lo había mencionado "sus modales son perfectos incluso después de perder la memoria"
–Comencemos señorita luna...– Dijo con total seriedad. Asentí y tome asiento y la mucama que se encontraba antes en la habitación salió sin decir nada
–Iniciemos por clases de contabilidad...– dijo mostrando un libro
Yo tenía entendido qué contabilidad solo se le enseñaba a los varones y a chicas de la alta sociedad con puestos importantes, las cuales siempre estudiaron con tutores, es altamente difícil o al menos eso me informo Freya esta mañana
La pelirrosa estaba mirando confundida sobre por qué eligió una materia tan complicada y más para Luna la cual se supone era una dama que se centraba en la etiqueta en vez de otros conocimientos
El me estaba mirando con una cara de completa satisfacción, como tratando de decir "sé que no puedes con esto, solo dilo"
–Está bien, ¿por dónde comienzo?– Contesté decidida con la mirada firme
Tanto mi doncella presenté como el se sorprendieron sobre mi respuesta, pensaron que me negaría al ser un tema algo complicado para "alguien como yo" pero no contaban con que yo soy de otro tiempo, para ser honesta le pregunté a la doncella sobre que trata la contabilidad y es prácticamente lo que vi en secundaria o preparatoria, así que sé que sería algo fácil
–Entonces señorita Luna, iniciemos por esto, este es un libro de cuentas, quiero que resuelva todo lo que pueda en una hora para ver qué tan lento debo de ir con usted...– Me molestó la mirada y sonrisa de que tenía, me miraba con demasiada superioridad lo cual me ponía realmente nerviosa... Freya interrumpió
– ¿Joven maestro no cree que el tiempo es muy poco?
–ah, al contrario es demasiado, estoy segura de que podré terminarlo en menos de una hora–
Contesté segura de mí interrumpiendo la respuesta de que fuera a darle aquel chico
El me miro con curiosidad pero a la vez estaba seguro de que mentía, en su imaginación yo lo hacía para alardear o simplemente me tomaba las cosas a la ligera, por ello quería darme alguna lección para que aprendiera a no alardear, propuso:
–Si terminas este libro en menos de una hora haré cualquier cosa que me pidas, pero si fallas le dirás a tu padre que no quieres que sea tu tutor para así ser libre de ti...
–Acepto– Contesté confiada, mi doncella estaba realmente sorprendida, no podía creer lo que decía, ella estaba segura de que no podría resolverlo, tan solo era sentido común
–Toma el cuadernillo, comienza el tiempo– hice los que me pidió y comencé a analizar los problemas
A... cómo lo creí... es como un libro de secundaria, y no sé si lo mencioné, pero estudie finanzas así que esto ya está ganado... esto es sumamente fácil... ¿enserio esto se considera ser un genio, solo hacer esto?... sé que la respuesta están bien, pero el método que uso es de mi mundo... no creo que usen este método, espero que no le preste mucha atención al álgebra... Pasaron 25 minutos cuando grite;
– ¡Terminé!
–a... debes sacar aún que sea tres cuartos del cuadernillo correcto...– agrego con una sonrisa en su rostro el pelo rubio
–El cuadernillo está totalmente correcto, verifíquelo– Respondí con confianza de mis respuestas, el tomo el libro y comenzó a ojearlo con una sonrisa y noto que ciertamente tenía todo contestado, su mirada cambio y comenzó a analizar si estaban bien o mal, después de media hora dejó caer el libro y su cara era totalmente la de un chico sorprendido
– ¡¿Qué-que demonios...?!– sus ojos y boca se abrieron mostrando su incredulidad ante mis respuestas
– ¿eso es todo lo que tenía que hacer?, es sumamente fácil, tanto así que me resulta aburrido
La pelirrosa estaba tratando de saber si mis respuestas eran correctas o erróneas, pero no lograba leer la situación
– ¡¿cómo pudo resolver todo bien...?!
–Ya se lo dije, es demasiado fácil, las matemáticas son la base de todas las ciencias, son esenciales, si no comprende las cuentas no podrá comprender el mundo–
–Necesita explicarme a detalle que significan esas letras..., esas fórmulas ¿Cómo es que las hizo?– Dijo después de rejuntar el libro y acercarlo a mí señalando las fórmulas que había utilizado, estaba realmente impactado ante mi respuesta
Después de durar una hora explicándole los procedimientos, tuve que decir que eran míos, que yo los inventé para no ser descubierta, mentí haciéndolo creer que lo pensé mientras estudiaba, que se me había ocurrido después de horas de estudio y que era buena idea hacerlo de esa manera, él estaba totalmente sorprendido, admiraba mi mente, su miraba cambio drásticamente a diferencia de antes, ahora su mirada estaba llena de brillo y tenía una sonrisa radiante, él estaba lleno de dudas y quería aprender, era la misma imagen de un genio hambriento de conocimiento pero lo interrumpí agregando
–He ganado la apuesta, ¿no vas a preguntarme qué quiero?–
— ¿Qué quiere que haga por usted, señorita Luna...?– Su mirada se tornó fría de nuevo, había pensado que lo único que me importaba era obtener algo de él, pero contesto aun así con educación.
Yo en verdad pude haberle pedido que me jurará lealtad, que me enseñará sobre maná o incluso que fuera mi esclavo, ya que se el peso que tienen sus promesas o tratos, pero solo quería una cosa por el momento
–Sigue siendo mi maestro para aprender juntos
Su rostro volvió a cambiar, sus ojos se abrieron y se ruborizó, coloco una mano en su cara para taparla un poco y contesto con una voz baja;
–Estoy encantado de que aprendamos juntos...
–Igualmente, maestro Kiel–
– ¿Por qué no sigues probándome, maestro?–Dije sin mala intención, puesto aún quedaban un par de oras para que la clase terminará.
Talvez fue la forma en que lo dije o las palabras en sí, pero se ruborizó aún más, asintió y procedimos con las demás materias, realmente fui muy buena en todo, incluso en lo que no sabía, como la alquimia, todo era fácil de recordar, no fui igual de rápida, pero retuve mucho conocimiento, lo único donde no tenía ni idea fue en la historia del imperio. Sin embargo podía ser que este reencarnar mejoraba mi memoria
–Fue un placer, señorita Luna...
–Realmente lo fue, mañana venga con algo más difícil
–Eso haré...– Se incoó frente a mi para besar mi mano despidiéndose, me sonrojé y no supe que decir, pero, aun así estaba contenta de que ya no me tratara fríamente como antes, ganar el aprecio de un chico con matemáticas nunca lo había pensado.
Ese chico era en sí una persona fría así que aún era notoria su seriedad y frialdad
Freya quien aún estaba presente se encontraba realmente sorprendida de mi habilidad, así que propuso tener una buena cena en el cuarto, accedí diciéndole que me llevara a mi habitación mientras esperaba la comida.
El Duque se encontraba en su oficina hablando con su segunda hija la cuál igualmente acababa de terminar con sus clases
– ¿Cómo te fue con tu nueva maestra de etiqueta Moon?– Preguntó el mayor mientras trabajaba en unos papeles
–Bien padre, fue casi excelente solo que aún soy algo torpe
–Haha, sé que eres excelente, por eso te cambie de maestra, ahora incluiremos clases de bordado tal y como querías, ya que lo has dominado todo
–Padre, quiero agregar a mis materias..., escuché que el maestro de mi hermana Luna tenía un libro de contabilidad, también me gustaría aprender... escuché eso de unas sirvientas, ya que el libro acababa de salir y decían que era muy difícil...
–Eso... está bien si quieres, pero puedo apostarte que el libro era de ese joven, no para enseñarle a Luna sino para él, la contabilidad es muy difícil, incluso yo me equivoco en los libros de cuentas, pero si lo quieres está bien, no te preocupes, ella no podría entender ni una sola página, es mala aprendiendo, es por eso que aún tiene la misma maestra de etiqueta con los mismos viejos trucos es por eso que le busque un maestro que no estaba dispuesto a enseñarle.
Aún después de escuchar eso estaba muy emocionada por recibir el permiso de padre y por tener una nueva maestra experta en etiqueta y temas sobre damas, en cambio su hermana mayor tendría uno que ni siquiera le enseñaría apropiadamente, la menor se dirigió hacia el Duque y lo abrazo mientras le agradecía por dejarla estudiar contabilidad, su padre agrego que añadiría a otro maestro más apto para enseñarle lo que tanto quería para que aprendiera lo mejor posible
Freya Hitoshi, Dama de compañía. 16 años
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro