1. SUEÑO PROFUNDO
Mi nombre es Alejandra y terminé en el cuerpo de la villana de mi novela favorita, eso no es todo ¡Es la villana que más odio!
Estaba tomando un vaso de vino mientras me encontraba recostada sobre mi cama disfrutando el último capítulo de mi novela favorita "sobreviviendo de mi hermana" lloraba por la felicidad de los protagonistas pero...
—...Ah, la villana era una escoria, merece que haya muerto, tratando de ocupar el lugar de Moon, la protagonista femenina. Puf, Es decir, Moon, es la heroína de la novela además, es una chica muy lista y atractiva... ¿Cómo podría morir a manos de Luna?, solo era luna mala chica, una usurpadora que, en todo momento intento de todo para tomar el lugar de su hermana menor, ha... y termino cómo terminó. Desde un principio de la obra fue así
Nunca se supo el motivo de sus acciones, a simple vista se puede notar que no es más que envidia de su parte porque Moon aun siendo su hermana menor era perfecta a comparación suya, es muy notable que es mejor que ella
—Para empezar, a inicios de la novela el padre de las chicas da a conocer que la persona que ayudo a encontrar una solución para la sequía del oeste del imperio fue Moon y en consecuencia Luna intenta llevarse el crédito, incluso hizo un gran drama en un banquete, donde lloro lágrimas de cocodrilo intentando llevarse la fama y renombre de haber aportado la idea que salvo el oeste del imperio, que patético. No le resultó por la mala reputación que tenía y los rumores que circulaban sobre la envidia y mal trato hacia su pequeña hermana, todo porque ni siquiera le llegaba a los talones en habilidad y estudia además de no ser la primera vez que intentaba llevarse el crédito de lo que hacía. Es un buen final para los protagonistas y para ella también...
Luna termino muerta a manos del protagonista masculino, pero después de todo intento asesinar a su propia hermana, al final es solo el karma... aunque su hermano se suicidó después de eso al fallar en obtener venganza.
—Después de todo el hermano de ellas conspiró para matar a Moon, estúpida villana, de todas es la que menos soporto... me preguntó... ¿Cuánto he bebido?... todo me da vueltas... Tal vez... solo debo recostarme... y dormir un rato... o tal vez... no... Sería mejor... toda la noche...— Empecé a murmurar mientras sentía como mis parpados al igual que el resto de mi cuerpo pesaban cada vez más, de un momento a otro termine profundamente dormida... Tal vez eso era lo que esperaba...
Después de ese raro suceso pude abrir mis ojos lentamente con pesar, me sentía cansada y con sueño —Mm... No quiero... levantarme aún...— Fue lo que me limite a murmurar al no tener ganas de iniciar el día, sin pena alguna me di media vuelta en la cama para seguir durmiendo, abrí mis ojos un poco y note que algo no era normal
— ¿ah...? ¿Desde cuándo mi habitación tiene una ventana tan grande en la pared...?... ¡¿Dónde demonios estoy?!— Al percatarme de ese detalle me levanté exaltada y con rapidez de la cama para así poder observar el lugar donde me encontraba.
No era mi imaginación, no logré reconocer nada, ni siquiera la gran cama donde estaba dormida, comencé a pensar que fui secuestrada
— ¿pero quién rayos secuestraría a una chica normal de 18 años?... ¡Un pervertido! ¡De seguro fue un maldito pervertido!, ¡necesito salir de aquí! además... este cuarto se mira lujoso...
Tenía bastante miedo ante tal suposición... si estaba en lo correcto estaba en un gran problema. Empecé a merodear por el cuarto admirando lo grandioso que era, no tenía muchos objetos, pero era deslumbrante por si solo... era un cuarto blanco con detalles azules, como las cortinas, papel tapiz etcétera... sin mencionar que era muy extenso.
—No es tiempo para estar admirando el cuarto donde me tienen secuestrada... debo salir ya de aquí... todo se mira muy antiguo... será mejor que salga del cuarto con cuidado—Me dije tratando de guardar compostura y plantear que haría.
Empecé a dirigirme hacia la puerta con el mayor cuidado y menor ruido posible. Al abrirla noté que mi piel era más clara que antes... solo un poco pero era notable
— ¿Acaso estoy pálida?, ¿me habrán drogado con algo...?— Me pregunté susurrando viéndola con atención.
Abrí la puerta y dos mucamas al juzgar por sus prendas estaban fuera del cuarto, logré notar sus expresiones de desagrado y sorpresa al verme.
—Mierda...— Murmure para mí misma, pues al ver sus rostro estaba segura de que fui secuestrada. Me miraban con una mirada fulminante queriéndome matar con ella, retrocedí un paso lentamente mientras temblaba de los nervios
—Eh... yo... ¿Lo siento?... eh... será mejor que entre al cuarto... ha... ha...— Fue lo único que pudo salir de mis labios totalmente nerviosos y temerosos. Las mucamas me miraban desconcertadas
— ¿Qué haces fuera del cuarto vestida así?, ¿acaso has olvidado lo poco que sabes de etiqueta?— Pregunto una, mientras ambas señoras me miraban de arriba hacia abajo lentamente como si fuera una vil cucaracha.
No tenía ni la menor idea de que debía contestar, pensé que tal vez me vendieron a un raro prostíbulo, baje mi mirada para ver qué es lo que estaba vistiendo, era un pijama bastante extraña que nunca había visto
—Espera... ¿Quién me ha puesto esta ropa?— Observe la ropa que llevaba encima, era muy extraña, para ser exacta se miraba antigua, pero nueva... casi olvidó que estaban esas mucamas allí... de no ser porque una contesta me quedaría más tiempo analizándola.
—Freya, ella lo hizo, usted debería de ponerse ropa adecuada como su hermana, se nota la diferencia de habilidad entre ambas, o acaso... ¿está intentando llamar la atención? ¿Aún no se cansa de esto?
¿Freya?, ¿hermana? yo no tengo hermana, soy hija única, pero ¿por qué el nombre ese me sonaba?, no conseguía recordar de donde... no sabía ni que contestar, solo opte por quedarme en silencio tratando de procesar todo...
— ¿Acaso quiere que yo la ayude a cambiarse?, usted ni siquiera es digna de que yo la ayude, debería entrar de nuevo por esa puerta y así nos ahorra el asco de tener que verla—Con una risa burlesca hablaba la otra sirvienta, ambas me causaban repulsión...
¿Por qué están actuando así? Ni siquiera las conozco, más que todo me encontraba confundida y... ¿ofendida?
—No. No necesito de nadie para cambiarme. Si tanto asco dicen tener déjenme ir de este lugar.
—Si tienes tantas ganas de huir entonces toma un pedazo de vidrio y acaba con tu vida, será la mejor manera de escaparte— Dijo una de ellas mientras ambas se acercaban amenazantemente hacia a mí.
Me sentí molesta aun con la confusión, los nervios se habían marchado un poco aun así odie la forma en la que me hablaron, agregando que mi forma de ser era muy sensible así que me suelen afectar cosas así, no es muy amigable irle diciendo a una desconocida que acabe con su vida. Después de escucharlas tome un leve momento para pensar, no iba a ganar, eran dos contra una así que solo di un paso atrás y cerré la gran puerta del cuarto en sus caras para proceder a tirarme en el piso recargándome en la puerta, tratando de entender qué demonios era lo que estaba sucediendo, gracias al universo que no insistieron en abrirla
— tal vez no debí de hablar con ellas, ahh... No lo sé...— Talle mi rostro con mis manos en muestra de frustración, en consecuencia un mechón de pelo castaño claro como la miel callo sobre mi rostro
— ¿eh?, ¿de dónde viene este cabello?, podré estar loca, pero recuerdo que mi cabello es más oscuro... — Me levanté del piso y comencé a buscar por todo el cuarto un espejo para verme en él, mientras pensaba sobre qué tipo de fetiche raro tendría la persona que me secuestro para aclararme el cabello, deseaba estar soñando y despertar de esta rara pesadilla.
Comencé a tocar mi cabello y a tomar mechones para observarlo bien, estaba casi a la misma altura que mi cabello original, al igual era lacio, sin embargo era un color diferente al mío...
— ¿Acaso estoy enloqueciendo?— Pregunte a nadie en particular, solo en busca de aclaraciones divinas, voltee a ver mi cabello de nuevo, de reojo note un gran espejo blanco que por alguna razón no había visto antes, corrí hacia él y me analice a detalle de pies a cabeza...
—¡cabello castaño miel, largo y lacio, unos ojos azul fuerte como diamantes, o el mismo mar, una tez blanca y un pequeño lunar característico cerca del ojo derecho en forma de una pequeña luna! Estaba segura de que está persona no era yo pero...
— ¡¿quién rayos soy?! O más importante ¡¿por qué demonios estoy así?! ¡¿Por qué demonios me parezco a la villana que más odio?!— Exclame de la impresión, simplemente era increíble e irreal.
Alejandra Léger, 18 años (cerca de los 19), estudiante de contabilidad. ENTP-A
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