Dentro de la profunda oscuridad, por extrañas razones mi cuerpo estaba cambiando, sentía mucho más pesado mis pectorales y mis perfectos glúteos...

-He muerto, ¿Quedaré atrapado en esta eterna oscuridad?, ¿El paraíso no era más hermoso? Tal vez sea el infierno, me lo imaginaba más tenebroso...

Al fin y al cabo estaba hablando solo y mucho menos podía confirmar con exactitud que las cosas que decía eran ciertas. Sin embargo, era agobiante esta oscuridad, una persona con autofobia estaría suicidándose...

-¡Saquenme de aquí!, Dioses, si así lo desean, pueden explotarme trabajando...

Al instante, unas esponjosas nubes atrajeron mi mirada. Un absoluto color azul rodeaba todo mi alrededor y extrañas, y gigantes criaturas volaban, majestuosos Dragones sobrevolaban el cielo con libertad y otras criaturas que yo mismo desearía saber que son

-Ya veo, el cielo... Hmmmmm, pensé que el paraíso sería algo más espectacular...

¿En que estoy pensando?, había un problema aún mayor... Estaba descendiendo y a... ¡Gran velocidad!. Peeeero... No creo que haya que preocuparse

Después de todo, este es el paraíso, el lugar donde nuestras almas pueden descansar... ¡En la tierra de Diosito!... De seguro algo amortiguará mi caida o como buen ente trascendental pueda flotar

Era cierto, nada sucedía

El mortal suelo, la tenebrosa superficie estaba cada vez más cerca... Supongo que es hora de gritar, la mejor técnica de supervivencia

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaa!- Grité como una completa niña asustada, con mis ojos cerrados y un miedo latente perforando mi corazón

Qué... ¡Qué extraño!. Ya debería ser comparable a un vidrio lanzado al suelo... Igual como corazón al ver que está con otra persona...

¿Volví a morir?

Imposible morir dos veces en un día... Abrí un poco mi tembloroso párpado y al aclarar mi mirada podía ver algo magistral, algo maravilloso y hermoso

Una bella mujer estaba cargandome y yo sin haberlo notado la abrazaba con gran fuerza, reconociendo como mi cuerpo temblaba como terremoto y en mis párpados se deslizaban unas asustadas lágrimas

-Ejejejeje... Hola- La saludo como si nada hubiera sucedido-

Al verla me puse a pensar... ¡UNA MUJER!, ¡TIENE UNA FUERZA COMPARABLE A LA DE UN TITÁN!, parece que ni se movió al recibir mi caída

No quiero ni pensar cómo será el hombre afortunado... ¡AUNQUE NO TIENE NADA QUE VER CON LO QUE PASA!

-Emmmmm, gracias... por salvarme...

¡¿DÓNDE ESTÁ MI DIGNIDAD?!, yo soy el que debería salvar a aquella damisela

-No hay de qué, pero...- La bella dama habla, señalando el cielo con curiosidad- ¿Por qué estabas cayendo?

-Buena pregunta, ni yo lo sé- Respondo rápidamente, la sinceridad es lo primero muchachos-

Ella al escuchar mi respuesta naturalmente levantó una ceja, era notable lo confundida que estaba

-¿Puedes bajarte?, no tengo mucho fuerza como para levantarte tanto tiempo- Exclama realmente exhausta, de seguro mi caida si debió afectarle-

-¡NO!- Grito con frustración

No quería molestarla, pero. ¡VAYA COMODIDAD!, primera vez que me cargan como una princesa, que maravilla. ¡ME APIADO DE LOS HOMBRES QUE NO PUEDEN RECIBIR TAL COMODIDAD!

Al final la agarro con más fuerza, mi dignidad fue destruida hace ratito, entonces no hay nada que perder, aunque frente a tal calibre escultural como ella me hace sentir un poco menos hombre al hacer esto

Naturalmente término bajándome, arreglando mi cabello... perooooo... mi cabello de militar era ahora algo inexplicable; era como si de mi cabeza colgara la seda más fina y reluciente, con solo verla te podías sumir en el profundo invierno, en el frío polo norte; era tan largo que sus puntas tocaban mis rodillas, su suavidad era magistral

Con curiosidad comienzo a tocar mi rostro, era muy suave y pálido. Al querer tocar mi frente esta acción se vió interrumpida ya que tenía una cosa larga y puntiaguda, alcé mi mirada y efectivamente, tenía un cuerno gris incrustado en mi frente

—¿Qué es esto?...—Toco el largo cuerno de mi frente—

—¿Qué pasa?—Dice la chica enfrente mio, inclinando su cabeza tiernamente, maldición es ¡DI-VI-NA!.

—No, no es nada, solo estaba un poco sorprendido...—Dije eso y seguí tocando mi nuevo cuerpo, el sensacional cuerpo de una mujer...

—¿Terminaste?—La Chica, totalmente confundida se da un golpecito en su cabeza, pensando que estaba soñando—N-No puedo creerlo... ¿Cómo puede haber un elfo aquí? Se habrá escapado, seguramente, sus ropas hablan por sí solas—Susurraba para sí misma—olvidemos esto, tengo trabajo por hacer... pero... n-no puedo dejar aquí a un elfo...—Dice eso en voz alta y se da media vuelta.

La chica por alguna razón estaba bastante sonrojada, yo igual. Era la primera vez que veía a una mujer tan linda, las de mi barrio estarían como harpías si vieran a tal hermosura caminar por aquellas calles sin pavimentar.

Ella, con su cabellera igual al más fino terciopelo era iluminado por el sol, dándole un color brilloso, haciendo que su cabello violeta se volviera más hermoso; una trenza sostenía su cabello y le daban una bella forma, además de que era bastante largo, así atado le llegaba a su cintura, sin olvidar que sus puntas eran de un color azul, igual al cielo y sus ojos eran igual al color de su cabello, un violeta oscuro.

En su cintura tenía una espada y traía armadura de cuero en sus hombros y muslos. Ella tenía una falda un poco corta, pero debajo traía unos shorts negros y en su torso llevaba camisa manga larga blanca, es humana, y su altura no era realmente sorprendente, parecia medir un 1,65 metro, yo soy un poco más alto que ella, además de por alguna razón parecia seguir midiendo yo lo mismo

—Espera...—La detengo, sosteniéndola de su mano.

—¿Q-Qué sucede?...

—Necesito tu ayuda—Le miré con seriedad.

Le solté su mano, ella cerró sus ojos y con ansiedad rascó su cabello, buscaba una conclusión, era claro la buena persona que era.

—Bien, te ayudaré, pero...

—Pero...—Repito sus palabras.

—Quiero que te dejes besar de mi—Afirma con seriedad.

Acaba de decir... ¿Besar?, con solo escucharla me sonrojé, pero ella lo dijo sin ningún problema, puede ser que sea una tradición besar a los desconocidos... eso me gusta... podría convertirse en un pasatiempo, puede que en una adicción, pero algo bueno...

—Puedes hacerme lo que quieras—Con orgullo toco mi busto.

—¿Lo que quiera?—La mujer sonríe un poco, pero lo oculta con su mano.

—Si, pero... se amable...—Tal vez no sea una buena idea...

—¡¿En serio?!—Sonríe de par en par y da un salto, dando un pequeño aplauso—Vámonos entonces—Agarra de mi mano y comienza a jalarme.

—¿Ehhhh?, ¿Hacia dónde?...

—Ahora que lo pienso, no te he dicho mi nombre, soy Lilith. ¿Y tú?.

Un nombre... no lo había pensado, hay tantas cosas por pensar que ni eso he procesado..., necesito uno, uno bonito que me identifique en este nuevo comienzo, soy una mujer, tiene que ser un nombre DIVINO, MAGISTRAL, ESPLÉNDIDO.... Es difícil crear un nombre...

Lilith: Espera, hay un Guardia—Pone su dedo en su labio y se hecha a pensar—Ya sé—Chasquea sus dedos en señal de una maravillosa idea—

¿Y qué importa que haya un guardia? Y ¿Por qué hay un guardia?... Ah, ahora entiendo un poco...

Reencarné en una chica, en un mundo medieval. ¿Por qué lo digo?, por el inmenso castillo que está frente a mis ojos, además las casas están hechas de madera, bastante sencillas y anticuadas. Además, todos portan espadas y armaduras. Entonces, ¿También existe la magia?...

Lilith: —Se quita sus hombreras de cuero y empieza a desabrochar su camisa botón por botón. No pude evitar sonrojarme al verla desnudándose—Ponte esto—Me coloca delicadamente su camisa sobre mi cabeza ocultando levemente mi cuerno. Lilith tenía debajo de su camisa una camisa de tirantes blancas, Dañó mi ilusión, pero no está mal, tiene un maravilloso cuerpo, es la primera vez que veo un cuerpo tan perfecto.

—Segura que esto engañará al guardia, se nota claramente el cuerno—Me mira enojada y agarra mi cuerno y comienza a jalarlo—Me haces daño... ¡Duele!...

Lilith: Tranquila, confía en mí, solamente no mires al guardia—Suelta mi cuerno, Agarra mi brazo derecho y lo rodea sobre su brazo, dando un abrazo a mi brazo—Así estarás más segura... ¿Ok?...

Caminamos, adentrándonos en las grandes murallas por una gran puerta que custodiaba un guardia, por suerte el guardia, casi cayéndose por el sueño nos ignoró, con ello fue fácil entrar, pero las personas nos miraban, pero la camisa de Lilith ocultaba mi cuerno... pero...

¿Por qué me oculta?.

—Lilith—Le hablo a la chica a mi lado.

Lilith: ¿Qué pasa?—Voltea a mirarme, sin ocultar esa bella sonrisa.

—¿Por qué me ocultas?...

Lilith: ¡¿QUÉ?!¡...¿No lo sabes?!—De repente grita y al instante pone su mano sobre su boca al ver cómo los ciudadanos nos veían— eres un poco extraña...

Lilith: Eres una elfo, y como puedes ver yo soy una humana, y todos en esta ciudad, absolutamente, ¡todos son humanos!, eso hace que seamos enemigas—Toca con su pulgar la punta de mi nariz—Existen Tres Reinos en Guerra, estos son: los Humanos, Elfos y Vampiros...

—¿Entonces por qué me ayudas?—Le pregunto al instante.

Lilith: Siempre he estado interesada en los elfos, y además eres un poco tarada, pero—Pone su mano en mi mejilla y acerca su rostro al mío—eres bastante hermosa... Siento algo de atracción a ti...—Sonríe lamiendo sus labios...

Bastante extraña, parece que las más hermosas son las más extrañas...

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A pocos pasos estaba la casa de Lilith, aburrida, vieja y claramente más grande que el promedio de casas de la ciudad. Supongo que será complicado vivir en estos tiempos, extrañaré las viejas comodidades de mi casa...

Lilith con naturalidad entra en su casa y yo me acerco hasta la puerta, pero había algo que estaba ignorando, no podía ser todo tan hermoso como lo ha sido hasta ahora, tomo la camisa que ocultaba mi cuerno y desde la puerta miro con rabia las calles de la ciudad.

No podía ignorarlo más, apretaba mi puño con bastante fuerza.

Dos guardias y una indefensa niña elfo... Los guardias tenían apresada a la niña, sus lanzas atravesaban sus manos, los guardias caminaban con una sonrisa y la niña parecía muerta en vida, su sangre y lágrimas se habían secado al igual que su dolor.

Su rostro expresaba claramente que quería una muerte rápida y parecía que su sueño iba a ser cumplido...

En el centro de la ciudad había un gran público y en el medio una gran guillotina, que esperaba cumplir con su trabajo diario.

Cerré la puerta y seguí a Lilith.

Noté como me veía, contenía un gran remordimiento en su corazón. Es normal sentirse mal, pero hay que ser realistas... no hay nada que pueda hacer de momento.

Lilith dejó el tema de lado, ya que por alguna razón parecía estar temblando y en su voz se notaba su miedo

Lilith: En este punto quiero que no hables, déjame solucionar todo...