—¿Puedo preguntar el por qué?.

Lilith: Mi hermana es... huh...—Tenía temor con lo que iba a decir— E-Es un guardia del Rey y... eso la hace una gran enemiga de los no-humanos.

Ciertamente era algo a lo que temer, pero hace unos minutos había muerto, si era necesario para conservar mi vida, no me importaría volver a pelear a muerte.

¡OMAIGODDDDD!, todos mis pensamientos en un instante se centraron en una sola cosa.

Ante mí había un espejo, el reflejo era inminente, algo que pocas veces se puede ver en este mundo.

Yo era... ¡DI-VI-NA!, sin más. Una hermosura sin precedentes, un ángel caído del cielo.

En medio de la oscuridad de la casa podía ver como el mi ahora plateado cabello ondeaba con el viento, como si la misma nieve fuera ahora mi cabello, pero, la sangre, la absoluta sed de sangre vivía en mis ojos, ojos carmesí, ojos con pupilas igual a la sangre, pero, mi piel pálida y delicada, suave y lisa, sin imperfecciones y completamente sacada de un cuento de hadas. Sin olvidar mi cuerpo escultural, la envidia de cualquier mujer que ha tocado la tierra, ni la Diosa más hermosa se podría comparar a tal cuerpo que ahora es mío.

—Vaya arsenal tengo en mi pecho, no esperaba tal tanque de guerra en mi cuerpo—Tocaba con delicadeza mis ahora compañeras de guerra.

Lilith: ¿Podrías dejar de ignorarme?...

—Perdona, era un asunto bastante serio...—Suspiro y vuelvo a hablar—Dejo mi vida en tus manos.

Caminamos sobre el suelo rústico de madera hasta entrar a la primera habitación, la sala principal.

Allí en el centro había una mesa de madera, y en su costado, estaba sentada una chica dándonos la espalda, era una réplica idéntica a Lilith, su única diferencia es que es un poco más mayor y musculosa. Ella con un gran semblante de concentración leía un libro y a su lado, tenía una larga espada, debía ser bastante precavida,

Solo con verlas a las dos era una completa maravilla, me decía a mi mismo. Phoenix, ¡Casate!, ¡CASATE JODER!, ¿Qué estás esperando?... Callate conciencia mía, me harás morir...

Lilith: Hola... Hermana...—Da una forzosa sonrisa.

Hermana de Lilith: Bienvenida, Lilith —Saludó sin dejar de ver su libro—Parece que trajiste Invitados...

Lilith: Emmm, si. Es una gran amiga, es un poco diferente, pero de seguro se llevarán muy bien... jeje...—Da una leve risa para ocultar su nerviosismo.

—Siento las molestias, me llamo Amelia, es un honor conocer a alguien como usted, siento que mi presencia es más que mínima con usted a mi lado—Respetuosamente le saludo desde atrás.

Hermana de Lilith: Ah, hola... Soy Ashly y no digas cosas como esas—Sin voltearme a ver ella seguía con su libro.

Que fría...

A mi lado Lilith me miraba, tratando de decir "No hacia falta que fueras tan formal, la vas a asustar..."... Vengo de una familia educada Lilith, seria una falta de respeto para mi y para mi familia no cumplir sus tradiciones señorita Lilith.

Con naturalidad tomé asiento en la silla de al lado de su hermana, unas gotas de sudor se deslizaban por mi frente, daba bastante miedo esta querida hermanita, ni el diablo era tan valiente...

Lilith más nerviosa que yo se dirigió a la cocina con pasos robóticos y...

Como era de esperarse.

Los ojos de Ashly se abrieron de par en par, era como si un espectro estuviera a su lado.

Ashly: Cuerno y orejas largas...

¡MISION FALLIDA!.

Sin tiempo para pensar, en un instante una larga espada rozaba mi cuello, por suerte la había detenido con mi mano, mis dedos hacían total fuerza, evitando tocar con mi palma la zona afilada de la espada, que grandes campeones son mis dedos, como serán tocando zonas íntimas...

Ashly y yo cruzamos miradas, por mi parte no iba a dejar que me cortara la cabeza. Una chispa de rabia se emanaban de nuestros ojos, claramente ninguno quería ser el perdedor.

Un pequeño grito provino de Lilith al vernos en esta esperada situación.

Lilith: ¡Hermana, espera!—Alejaba con todas sus fuerzas la espada de su hermana—Ella no es como los otros elfos, escuchame Hermana...

Joder, ¡ESTO SE VE MUY RACISTA!, si estuviera en mi mundo tremenda demanda le hubiera puesto.

Lilith: Hermanaaaaaa—--—Con lagrimas dibujandose en sus ojos, ella rogaba a su hermana—Confía en mí... Además, ella es muy linda—Para reforzar sus palabras, se alejó de su hermana y en cambio, se acercó a mí y me dió un fuerte abrazo en mi cabeza.

Ashly se detuvo por un momento, me miraba con sed de sangre en sus ojos, yo solo podía redimirme a sonreír tiernamente.

Por suerte, enfundó su espada y se levantó de su asiento, y sin ninguna palabra, dió media vuelta y se retiró...—Aunque por dentro yo estaba gritando de terror y HURRA, no pasó nada, con lágrimas en mis ojos solo podía dar una sonrisa...

Sin embargo... sabía que esto no iba a terminar bien...

Lilith: B-Bueno...—Con una risita se rasca su cabello— Ummm, de seguro se le pasará luego el enojo, siempre es así...

Amelia: Es bastante encantadora tu hermana... Jeje...—Es aterradora...

Lilith: Si... bueno, olvidemos eso. Debes tener hambre, soy una buena cocinera.

Amelia: Por favor deleitame.

A pocos pasos de la cocina Lilith se detiene y regresa a mirarme con unos ojos nerviosos.

Lilith: Emmm, Amelia... Supongo que no querrás comer carne de elfo... Jeje, es obvio—Regresa a la cocina—¿Que estoy diciendo? es claro que no, le prepararé otra cosa.

Canibalismo... je, la gente está un poco loca, ¿en qué mierda me han metido?, yo estaba bastante feliz en mi casa...

Mientras esperaba a Lilith eché un vistazo al libro que leía Ashly, un libro con una fachada increíble, parecía a esos libros legendarios de mangas, parecía con escamas de dragón el simple libro...

En resumen de lo que leí es:

Longus, así se llama este mundo. Un mundo donde la magia es prospera, y las batallas entre reinos es constante. El mundo está dividido entre tres razas principales, Humanos, seres de la luz Elfos y seres de la noche Vampiros. Además existen infinidad de razas como: Los Sátiros, Ninfas, Arpianos, Enanos... Etc...

Todo esto es regido y comandado por los Dioses, o mejor conocidos como Los Demonios y Los Ángeles. El odio que tienen estas dos razas ha hecho estragos en este mundo. Aunque una sola persona fue capaz de cambiar esto y prosperar la paz momentáneamente. Un Humano, que adaptó la forma de un Demonio y el interior de un Ángel. El Dragón...

El gran salvador de la existencia misma del ser Humano.

Dí un largo bostezo y estiré los brazos.

Quería seguir leyendo, pero lo que continuaba trataba exclusivamente sobre magia, algo que me interesaba y solo había leído sobre la Bola de Fuego, era realmente sencillo conjurarla, pero lo importante también era la genetica, sin embargo, debía pensar en mi situación y lo que sucedería a continuación, debía sacar una respuesta sensata a mi complicada situación.

Lilith después de todos los problemas en la cocina, casi 30 minutos, logró traerme un caldo con verduras y ensalada, no era vegano, pero tampoco era exigente, con tal de tener el estómago lleno no importaría comer cosas sencillas de preparar.

Amelia: Lilith, ¿Podrías contarme un poco de ti?—Dije eso mientras llevaba una cucharada de sopa a mi boca.

Lilith: ¿Eh?—Para de comer y comienza toser, ahogandose con la comida, una pregunta repentina sin lugar a dudas.

Golpee suavemente su espalda, pero debía centrarla en la conversación.

Amelia: ¿Por qué me ayudas?.

Lilith: Emmm—Termina de toser y vuelve a mirarme—Porque siempre he tenido curiosidad sobre los elfos, siempre me dijeron que eran unos psicópatas, que solo pensaban en su veneración a los Dioses de luz, pero parece que es falso.

Amelia: Ciertamente, pero eso no significa que debas darme un techo para dormir y además de comida, debes tener otro motivo.

Lilith: Si... Es cierto, me pediste ayuda y es cierto que tengo otro motivo... y es mas que todo, un favor, algo en lo que necesito ayuda y eres la indicada.

Amelia: ¿Ayuda?.

Lilith: Así es, quiero cumplir mi venganza y necesito tu ayuda, la ayuda de los elfos.

Dame un respiro Lady Lilith, no sé ni donde estoy parado y es la primera vez que veo a un elfo en mi vida... además de que voy a morir por los deseos de venganza de aquella dama enfrente mio.

¡OTRA VEZ! morir dos veces en un día puede ser un récord nunca antes visto, sin embargo. No hay vuelta atrás ahora, podría huir pero sería perjudicial.

Consejo de vida: Cuidado con los desconocidos y más si son hermosos, entre más hermosos, más locos, Lilith es la excepción... creo...