Héroe
Unos fuertes y espeluznantes sonidos interrumpieron la clase, y con ello, gritos de sufrimiento, horror y agonía.
Me encontraba en el salón de clases, este se ubicaba en el tercer piso de la escuela, todo provenía de los pisos inferiores, confusión y miedo recorría mi espalda.
Los sonidos eran disparos y estos cada vez se escuchaban más y más cerca, acompañado de los gritos de dolor.
La puerta de nuestro salón en un momento recibió fuertes golpes, gritos de auxilio provenía detrás de aquella puerta, decenas de vidas pidiendo ayuda.
Un compañero de clase abrió la puerta, no dudó en ayudar. Los estudiantes entraron como una estampida. refugiándose en las esquinas del salón, uno detrás de otro.
En el pequeño salón era notorio que había una gran cantidad de personas, alrededor de 80 personas, incluyendo profesores.
Me levanté de mi silla, ciertamente, estaba aterrado. Temblaba, al escuchar cada bala, su sonido apabullante incrustandose en mis oídos... Sin embargo, había que hacer algo. ¡Era una tontería quedarse aquí sin hacer nada!. Las opciones de vivir eran muy pocas... Había una anomalía en todo esto...
Miré a los estudiantes jóvenes, yo era el mayor. Estaba en el curso superior de la escuela...
¿Debería sacrificarme para preservar un futuro para esto jóvenes?...
No lo sé, ni siquiera los más fuertes y adulados pensarían en algo como eso...
¿Pelear por personas que te tratan como un estúpido?
¿Realmente debo hacer esto?
Ser un... ¿Héroe?...
No, eso solo pasa en los cuentos...
Una mano se apoyó en mi hombro. Solo eso me hizo tomar una decisión definitiva... cuatro personas, unos idiotas y grandes amigos también se habían decidido.
Rastus: Pelear o morir, no parece arriesgado ¿Verdad?.
Bromea, haciéndonos esbozar una pequeña sonrisa. Rastus, siempre nos hace reír y odiarlo por igual. Con una estatura promedio y un cabello igual a una esponja.
Arthur: Facilito, ¿Cuántos habrá que matar? Tengo unos cuantos cofres que abrir en un juego.
Si, el gamer Arthur, el más bajito, pero el más musculoso
Polux: Parecen ser solo unos 30...-Detrás de una pared miraba a lo lejos por el balcón-
Tristán: Algo realmente sencillo para nosotros.
Polux y Tristán; amigos inseparables, como hermanos, pero no.
—¿Están listos?. ¡¿ESTÁN LISTOS?!— Grito con todas mis fuerzas, haciendo desaparecer el miedo.
Ciertamente, estábamos horrorizados a pesar de ocultarlo. Aunque, una ardiente llama se reflejaba en nuestros ojos y nuestras armas estaban listas, unas escobas... ¿Espera que?... ESCOBAS, la mejor arma jamás creada.
La arma no importaba, lo único importante es cómo la uses.
—Comencemos con nuestra masacre, yo bajaré primero, esperen mi señal— Explico mi plan— Sus armas serán nuestra salvación.
Agarré con fuerza la escoba y me acerqué a un muro donde podía ver desde arriba quien subía las escaleras, era cuestión de esperar. Pero, la oportunidad se presentó bastante rápido.
Un matón tratando de parecer malo imploraba constantemente — ¡¿Dónde se escondieron?! ¡Igualmente van a morir! — Y sin el esperárselo salté encima, y lo único a lo que apunté fue a su ojo---------- La punta escoba vorazmente se adentró en aquella cavidad.
Mi rabia me impulsó a empujar con más fuerza la escoba. Su frágil ojo explotó, permitiendo que la punta perforara el cerebro, yo simplemente seguía empujando hasta que su boca, oídos y nariz brotara un gran torrente de sangre.
El hombre sin vida cayó a mi hombro... una vida subjetivamente arrebatada por mi---------------No tenía tiempo para pensar en eso...
El sonido de un arma eleva mi mirada, delante mío estaban apuntandome dos de sus compañeros... Aprietan sus gatillos y las balas comienzan a salir.
Instintivamente, el hombre que estaba inerte lo sostuve y me oculté, usándolo como un escudo.
Cientos de balas perforaron el cuerpo de su compañero, por suerte era lo bastante grueso, unas balas solo atravesaron mis extremidades. Sus cartuchos habían acabado y era momento de la señal.
—¡ATAQUEN!.
Como locos bajaron las escaleras, y acompañados de gritos, atacaron y robaron las armas
Arthur se apoderó de un arma mientras agarramos a un matón. Él con conocimientos, recargó y sin dudarlo apretó el gatillo
------BAM------
Una bala había perforado la cabeza del hombre que estaba sosteniendo, hasta que su fuerza desapareció y cayó
------BAM------
El otro había caído. Arthur había matado a dos personas sin titubear.
Era normal, estábamos trastornados, algo que nunca esperábamos hacer en nuestras vidas...
Un poco mareado dí unos pasos, pero algo bloqueó mi paso. Un charco de sangre y decenas de cadáveres------------------personas amables y bondadosas... Personas que conocía y pasé momentos.
¿Por qué sucedió esto?
Parecía un sueño...
Arthur: Centrate, hay que correr -Apoya su mano en mi hombro hablando, mientras su boca temblaba-
No lo había notado, decenas de matones corrían por los pasillos del segundo piso... todos a por nosotros.
La opción de vivir o ganar era solo una. "Una distracción", ellos estaban plantando bombas, la policía naturalmente ya había llegado. Pero, no podían hacer nada. Se podían escuchar los estruendos de las bazucas que poseían los matones... Había que distraerlos, sacarlos de su escondite para que la policía pudiera actuar o simplemente esperar a que esas bombas exploten, destruyendo el edificio; Matándonos consigo.
Estábamos en un problema, los matones estaban preparados para morir, habían venido aquí para morir y por supuesto... Matarnos.
Corrimos, habíamos bajado las escaleras precipitadamente y Polux habia resbalado------------------------------------------
No.................... no fue un error, al final de las escaleras... Sangre brotaba de su cuerpo... sangre salía de su frente... Un agujero...
Tristán: ¡POLUX!. ¡HERMANO! -Gritó con todas sus fuerzas, abrazando el cuerpo de su hermano-
Un amigo... había muerto...
Tristán perdió los estribos, agarró la segunda arma que habíamos arrebatado y... se dió la vuelta.
Allí Tristán subía las escaleras, subía hacia su muerte...
Había decidido una venganza mortal.
Rastus: ¡SIGAMOS!. ¡NOS DIO LA OPORTUNIDAD DE SEGUIR!
¿Cómo podía decir eso?... Son nuestros amigos... No, sus palabras tenían piedad, sus ojos desencadenadamente daban el paso de unas frias lagrimas.
Polux y Tristán... Su muerte no será juntos...
Corrimos sin ningún plan, solo se oían balas desde el piso superior, la vida de Tristán era historia...
Estábamos corriendo por nuestras vidas, unos idiotas... corriendo y corriendo.
No quería oír nada más, estábamos arrepentidos...
¿POR QUÉ TOMAMOS ESTA DECISIÓN?.
Unas gigantes lágrimas se dibujaban en mis ojos...
No era como lo esperábamos...
Rastus cayó..
Solo unas columnas nos separaban del campus, donde estaban todos los matones y su jefe...
Rastus, Polux y Tristan....
Arthur y yo estábamos absolutamente rodeados. Nuestras vidas estaban acabadas.
Arthur: ¡MUERAN!.
Rugió, desencadenando una rafaga de balas, acabando con la vida de cuatro terroristas.
Múltiples balas perforaron su cuerpo, todo su cuerpo estaba lleno de agujeros y, más y más seguían insertándose en él.
y...
cayó...
Yo estaba siendo evitado, no tenía un arma con la cual defenderme.
—Solo quedas tú— Ríe lleno de satisfacción— ¡TUS AMIGOS están MUERTOS!.
Rie...
Rie...
Y Rie...
—No queda mucho tiempo, acabemos con esto...— Piensa mientras jugueteaba con su arma de oro— acabemos esto a golpes, quiero divertirme un poco más. ¿De acuerdo?... Con esto seré muy famoso. ¡ESTARÉ EN TODAS PARTES DEL MUNDO CUANDO LOS MATE A TODOS!.
Como si eso me importara.
No tenía un arma, solo quedaba terminar esto con mis propios puños.
Hasta que no pueda más.
Hasta que mi cuerpo suelte su última gota de sangre.
¡LOS VENGARÉ!.
Arthur, Rastus, Polux y Tristán... De alguna manera me observaban...
Ganar esta batalla es una obligación.
Ellos nunca... nunca fueron unos perdedores
Unos héroes...
De seguro deben estar riéndose al verme llorar y temblar como un bebé...
Muy bien.
Acabemos con esto.
—Te van a faltar más que palabras para matarme— Le muestro una sonrisa encantadora al enemigo.
El rostro de él no tardó en sumirse en la rabia.
Silencio y pasos acelerados... Poco a poco se acercaba con sus puños levantados...
Levanté mis puños hasta mi pecho como un boxeador y corrí hacia él...
En su rostro solo se presentaba una sonrisa. Al estar a un metro levantó su pistola y------------------
Muevo bruscamente mi cuerpo y la bala se incrusta en mi hombro, sin parar levanto mi puño izquierdo con todas mis fuerzas, impactando en su rostro... solo se movió un poco
Un mortal puño impactó en mi rostro, tirándome al suelo con facilidad...
¿Todo acabó?
Allí la sangre recorría mi hombro..
Mis ojos comenzaban a fruncirse de impotencia, todo poco a poco se oscurecía.
"El fin no llega hasta que tú lo hayas decidido"
Unas susurrantes voces pasaban a través de mi oído...
"Haz que tu alma arda"
"Conviértete en un monstruo"
"DESTRUYE TODO"
"TOMA LA VICTORIA"
"¡OBTÉN TU VENGANZAAAAAAAAAAA!"
Todos... todos me motivaban desde el más allá...
Mi mano derecha apretaba sin control alguno el cuello del hombre, mis venas sobresalen en todo mi cuerpo, la saliva de mi boca caía y mis ojos carmesí estaban envueltos en fuego.
Los quejidos de dolor del hombre alteraron a sus compañeros. SU FUERZA ERA INFERIOR A LA MÍA
—¡AYÚDENME!— Gritó, mientras estaba siendo asfixiado-
Allí estaba yo, sin haberlo notado estaba ahorcando con una sola mano al hombre... Estaba desenfrenado
Innumerables disparos comenzaron a atravesar el aire.
Inmesas y mortales rafagas de balas se incrustaban en mi cuerpo
Mis pies dejaron de responder y con fuerza, caí sobre el hombre, cayendo los dos al suelo
—¡MALDITO DEMONIO!— Exclamaba logrando agarrar con sus manos mis brazos, respirando pesadamente al haberse safado.
No...
No he acabado...
Rugí.
Desplacé mi boca hasta la nariz del hombre, mis dientes se clavaron en ella y forcejeo.
Su nariz se había separado de su cuerpo.
La sangre del hombre brotó sin parar, salpicando sobre mí...Más y más balas se incrustaron en mi.
Yo... envuelto en sangre parecía un Monstruo, sonreía mientras salvajemente mordía y masticaba la piel, los huesos y carne del hombre
Nadie me detenía, ni la fuerza de sus compañeros podían contra mi agarre.
En un minuto, el rostro del hombre era solo un cráter... Su vida había acabado hace segundos.
Me levanté sobre mis pies temblorosos... Miré el cálido firmamento...
Las personas a mi alrededor caían como muñecos a mano de la policía...
Sin embargo... Mientras miraba el cálido cielo... mi vida había acabado...
Mi fin... El fin de Phoenix era historia...
—Amigos... dí todo de mi...
Veía en el cielo el rostro de mis amigos, el de unos héroes.
—¿Lo hice bien?... ¿Conseguí la victoria?...
Sus rostro sonreía... y entre la sangre esbocé una pequeña sonrisa.
—Esperenme... n-nuestra... aventura... no h-ha acabado...
Levanté mi mano y todo se apagó
Una absoluta oscuridad me acogió.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro