El viaje de las almas
Los escombros y el cegador humo estaban por todas partes.
Poco a poco era visible mi alrededor, pero era aterrador.
Las cenizas de los que antes eran unos seres vivientes eran notables.
Astaroth: Vuelvan a su cuna almas perdidas.
A pesar de la gran oscuridad provocada por la destrucción, se podían ver seres resplandecientes encima de las cenizas.
Miles de almas volaban por todo el alrededor, lamentándose y llorando por lo que acababa de suceder.
Esos seres transparentes pero con una hermosa luz generaba en mí una pequeña impotencia, después de todo no sabía que había sucedido, pero era claro que yo fui el protagonista de la destrucción.
Pero.
Había una pequeña alma.
Una alma que reconocí al instante.
Intenté acercarme, ya tenía el control absoluto de mi cuerpo, pero una gran fatiga se apoderó de mi.
Caí de rodillas.
Mi cabeza dolía, generándome un doloroso mareo, pero necesitaba acercarme a aquella alma.
Arrastrándome por el suelo, gateando mientras de mi nariz y ojos mi sangre brotaba.
Había vuelto a mi forma original, yo era una pequeña luz blanca en aquel mar de oscuridad.
Amelia: Lilith.
La Alma me observaba con sus ojos transparentes.
La Alma al reconocerme se acerca a mi.
Lilith: No es tu culpa Amelia...
Ella coloca sus manos en mis mejillas, no podía sentir su tacto, pero podía ver como me tocaba.
Lilith: Este no será el adiós Amelia...
Los transparentes labios de Lilith se unen con los míos.
Poco a poco, la alma de Lilith se descomponía, poco a poco perdía su brillo, poco a poco perdía su existencia.
¿Era el adiós entre nosotros?.
Caí al suelo, desmayándome al ver el final de Lilith.
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Las pequeñas estrellas opacaban mi borrosa vista y la madera siendo tostada por el fuego predominaba en mis oídos.
Amelia: ¿Don... ¿Dónde estoy?.
Nao: ¿Amelia?.
Nao se apresura a acercarse a mi al oír mi voz.
Me levanto con dificultad, Nao me ayuda a hacerlo y podía ver al Guardián del Casco Einar sentado al lado de la fogata, pero sus extremidades estaban intactas.
Amelia: ¿Einar... y t-tus brazos?.
Sin respuesta alguna.
Al lado de Einar estaba el difunto cuerpo de Lilith, el cual era tapado por una sábana.
Un suspiro de melancolía salió de mi boca al recordar la muerte de mi amiga.
Me senté en el suelo deteriorado por la destrucción.
Mi cabeza seguía dando vueltas, sentía un gran vacío en mi interior ¿Era la falta de maná? pero ¿Dónde está Astaroth?.
Amelia: ¿Astaroth?...
Nao: ¿Astaroth?...
Amelia: No... No es nada ¿Qué sucedió?.
Nao me mira confundida y un poco asustada, pero vuelve a hablar, ignorando mis palabras.
Nao: Hubo una explosión y todos murieron, pero Einar me alejó de allí.
Eso lo sabía, pero tenía muchas más preguntas.
Amelia: ¿Cómo fue que llegaste Einar?.
Einar: Para invocarnos es necesario el sacrificio de un ser conocido.
Termina de hablar, volviendo al silencio.
Parece que es un requisito la muerte de un conocido para teletransportarse.
Pero ¿Cómo es que Astaroth controló mi cuerpo y cómo es tan poderosa y yo tan débil?.
Hay muchas incógnitas.
Einar se levanta y se da una vuelta.
Einar: Nos volveremos a encontrar, dale un entierro a Lilith, hasta luego.
El Guardián del Casco comienza a caminar, sonando el choque de entre las placas de su gran armadura, poco a poco se alejaba, pero no había nada que pudiera hacer, mi boca no hablaba.
¿Por qué nos abandonaba?.
¿Cómo es que me están sucediendo cosas tan malas?.
Poco a poco se alejaba Einar, dejándonos atrás.
Nao: ¿Qu-e... haremos?...
Podía sentir la tristeza de Nao, no por Einar, si no por no poder contar con alguien fuerte que le ayudara a sobrellevar lo que acababa de suceder.
Era mi deber... Después de todo casi la forcé a venir conmigo a pesar de saber todo lo que iba a suceder.
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Al final, concilié el sueño, con Nao en mis brazos dormida, con sus lágrimas secas en sus mejillas y el sol del amanecer iluminando todo el lugar.
Había pasado un día bastante trágico, podía ver como las moscas y los gusanos comenzaban a amontonarse en el cuerpo sin vida de Lilith.
Desperté a Nao, ahora la veía como alguien bastante adorable, después de llorar en mi hombro, contándome lo tanto que extrañaba a su familia y a su hermana, lo tanto que quería su venganza y lo tanto que haría por volver a tener a su lado a su hermana, además de lo tanto que le temía a la muerte.
Diciendo a cada rato que su única valiosa meta es revivir a su difunta hermana.
Revivir a alguien...
¿De verdad es posible algo como eso?
Con mi estado ahora recuperado, podía moverme con normalidad.
Tomé la espada que Nao llevaba en su cintura y la enterré en el suelo, con esfuerzo cavé un gran hoyo con la espada, para así enterrar el cuerpo de Lilith.
Mientras cavaba mis lágrimas salían, caían en la deteriorada tierra, recordaba la sonrisa de Lilith...
Al final ¿Qué era lo que tanto deseabas Lilith? Como fue que te arrebataron tu vida tan rápido. ¿Deseabas venganza o algo más? pero cómo fue que moriste más rápido que yo, tu parecías tener un sueño más hermoso que el mío
Que mentir, ni siquiera tengo una meta clara en este mundo...
Después de todo se sacrificó para yo poder seguir moviéndome como ahora lo estoy haciendo, de verdad se lo agradezco, gracias a ella puedo continuar con mi camino, mi camino de encontrarme con mis amigos...
Mis amigos puede que tal vez... No estén en este mundo, pero es algo que quiero comprobar...
Si es posible, quiero revivir a Lilith, hacer lo que desea Nao, revivir a su hermana, aunque sea imposible, quiero romper esas limitaciones con el poder de la magia.
Así que...
Este no es el adiós Lilith.
Haré lo imposible para que puedas cumplir tus sueños.
Tu muerte no será en vano.
Después de todo me acabas de dar una meta que cumplir.
Y es acabar con el que sea que me permita traerte a la vida...
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