Habíamos llegado a la habitación del Rey, adentro nos esperaba un Rey, gordo y calvo, además de su hijo, un niño de tan solo 13 años.

Ashly y la mayoría de guardias se retiraron, cerrando las grandes puertas de la habitación del rey, una habitación bastante espaciosa y con múltiples decoraciones difíciles de comprender.

Allí estábamos las 6 elfas, contándome, además de tres guardias y uno de esos guardias era un elfo, diferente al que le pedí salvación.

Rey: Mira Elfo —Señala con arrogancia al guardia Elfo— no apartes la mirada ni un momento, comprenderás para que sirven esas inútiles elfas—Rompió a carcajadas junto a su hijo.

El Rey y su hijo comenzaron a desnudarse; naturalmente miré a otro lado, porque no queria vomitar.

Lo malo es que ser mujer es duro... a cada rato te quieren coger, maldición, ya veo porque el miedo es tan latente en las mujeres... Tengo que andar con cuidado, no quiero sufrir un lamentable destino, al final, mi alma es de hombre... Bueno, eso es un tema extenso...

Al final, un asco, solo falta esperar el mes, no bother, una maldición...

El Rey desnudo, agarró violentamente a una de las elfas y la lanzó a la cama, para luego rasgar su ropa, era natural escuchar los gritos de ayuda de mi camarada elfa.

Con ello, el plan había comenzado.

El momento de escapar de aquí era ahora.

Una pequeña llama nació de la palma de mi mano, incinerando la cuerda que custodiaba mis manos.

Wua, un pequeño gemido de sorpresa salió de mi boca al ver que había funcionado, leer ese libro de magia dió sus frutos.

Amelia: Ey—Golpeo suavemente al guardia Elfo que estaba en la puerta—Cuento con tu ayuda...—Desenfundó rápidamente la daga al lado de su cintura y la oculto rápidamente.

Aprovecho mientras los dos guardias estaban distraídos con el acto sexual del rey.

Elfo: Pero... En el pasillo hay decenas de guardias—Me susurra acercándose a mi.

—----------------Después de esto puede haber escenas de contenido explícito que pueden herir al lector—------------------------------

El Rey, introduciendo su pene repetitivamente en la vagina de la elfo... yo por mi parte, inhalé aire y lancé un grito.

Amelia: ¡Rey! ¡Hay fuego!.

Si, en una casa en lo más lejano de la ciudad estaba en llamas.

No era la gran cosa, pero los gritos de los ciudadanos alteraron al Rey.

—¡NOS ATACAN!.

El rey se detuvo, mostrando un gran terror, pero rápidamente se asomó por la por la puerta y gritó.

Rey: ¡VAYAN! ¡NO PIERDAN EL TIEMPO! —Grita a los guardias del pasillo.

—¡Si, señor!— Respondieron al unísono y comenzaron a correr los guardias.

Todos los guardias se fueron, incluyendo a Ashly. En aquel momento una retorcida sonrisa se apoderó de mí ahora hermoso rostro.

Esperé un momento hasta ver a los guardias salir del castillo, para ahora comenzar con el caos.

Amelia: Elfo, cierra la puerta, es hora de celebrar.

El elfo guardia empujó al Rey con fuerza, lanzándolo dentro de la habitación y cierra las grandes puertas.

Esto no tiene nada que ver conmigo, pero el Rey merece sufrir.

Amelia: Hermanas—Todos me miraron— Es hora de que jueguen.

Todos estaban conmocionados, yo había roto las cuerdas de mis muñecas, el Rey rápidamente gritó.

Rey: ¡Atrapenla!.

Amelia: Rey, elegiste mal a tu enemigo...—Le sonreí.

Uno de los guardias sin dudarlo me tomó del brazo, pero atrás a mi lado se escuchó un fuerte grito de furia del guardia elfo.

El guardia elfo alzó su espada con furia y se abalanzó contra el otro guardia de la habitación, tomándolo desprevenido y cortándole la cabeza en un instante.

La cabeza del guardia cayó al suelo, desprendiendo grandes cantidades de sangre, manchando las finas telas de la habitación.

—¡MALDITO!—Grita el guardia que me sostenía.

Tomé la daga y con rapidez la clavé en la garganta del guardia...

Fue una sensación asquerosa y la verdad, para nada placentera.

El guardia elfo aprovechando la oportunidad, vuelve a alzar su espada y la clava en el pecho del guardia, destruyendo su corazón y dejándolo sin vida al instante.

Me alejé un poco, tenía ganas de vomitar, pero me enderecé y recogí la daga, luego le dí un pequeño golpecito en el hombro al guardia elfo.

Las elfas luego de la masacre presenciada por sus ojos, una gran sed de sangre se mostró en sus ojos, la guardia que había sido violada golpeó al guardia de una patada.

Rey: ¡Espere!, ¡Les daré lo que deseen!—Rápidamente se levanta y se pone de rodillas, rogando por su vida.

Amelia: Hermanas, terminan rápido. El tiempo es corto.

Me apoyé en la puerta y solo observé el espectáculo.

La elfa que había sido violada tomó la espada de uno de los guardias sacrificados, la elfa sin piedad mete la espada en la boca del rey y otra elfa agarró otra espada. Ella agarra la espada y la introduce en el ano del Rey.

Ellas repetitivamente meten y sacan sus armas, era espeluznante, los chillidos que el Rey desprendían era realmente aterrador, la sangre salía a grandes cantidades y la poca fuerza del Rey no le permitía hacer nada.

Las otras 3 Elfas no se quedaron atrás.

Pobre niño... Quería detenerlas, era un niño de tan solo 14 años o eso parecía.

Las tres de forma independiente cooperaron para amarrar una soga al cuello del niño, el otro extremo de la soga fue amarrado a la pata de la cama.

El niño rogó por su vida, las elfas con sus ojos llenos de furia solo se reían... Aquí se podía ver la naturaleza humana...

Los fuertes gritos del Rey y del Niño hicieron que tapara mis oídos por tal sufrimiento que yo había provocado.

Amelia: Apúrense...—Miré al guardia Elfo y le ordené—Sal de la habitación y protégenos si llega alguien.

El guardia elfo obedeció y salió de la habitación, en cambio mis hermanas...

Seguían y seguían, introduciendo las espaldas más profundo, ya el Rey había quedado inconsciente, la sangre era bastante, era aterrador como los cuerpos de esas dos elfas estaban bañados en sangre.

Habían terminado, una de esas elfas cortó el cuello del Rey, dejando su cabeza en el suelo.

—Que asco Hermana, la sangre de ese cerdo está por todo mi cuerpo—Se quejaba mientras sostenía la cabeza del Rey.

Amelia: ¿Terminaron?...

Elfas: Si —Afirmaron al unísono.

Amelia: ¿Nos vamos?.

Por último, lanzaron al niño por la ventana, estrangulándolo con la soga.

Sus gritos eran notorios, seguramente muchos de los ciudadanos que se habían acercado al Castillo debido al temor de la guerra están ahora sorprendidos por ver el príncipe colgado de una cuerda.

Con ello los guardias parecían haber descubierto la mentira.

Todos a lo lejos, podía ver el escándalo y con ello corrieron con todas sus fuerzas al Castillo.

Déjenme explicarles:

El plan era sencillo, le había sugerido a Lilith algo extraño.

Amelia: Lilith, en 30 minutos quema una casa al otro extremo de la ciudad y grita "Nos atacan"... ¿Entiendes?.

Lilith: Sip, es algo bastante sencillo. ¿No necesitas nada más?.

Amelia: Nah, yo me encargo del resto, ah si, después de eso corre al otro extremo de la ciudad, ahí nos encontraremos.

Ese fue mi plan, por supuesto todo dependerá de la suerte y la suerte estuvo de mi lado.