POV Julie
Después de eso volví a casa, en mi motocicleta, pasando a ver a los Lily y a Richard, dado que los preparativos de la casa estaban casi terminados, me dieron una lista de las preparaciones faltantes, estaban orgullosos de los resultados, dado que el jardín terminó siendo algo maravilloso de apreciar, además de los pequeños detalles en el jardín trasero, como lo era el pequeño quiosco.

Llevé el refrigerio a mi tío, esta vez no había sido seguida por nadie, lo que me tranquilizaba un poco, pero algo me decía que en parte no era buena señal, el rostro desanimado de Jasper me lo decía, al final no me dijo nada del por qué entro de forma tan abrupta a la sala de música, no sabía que pensar, mi mente estaba en blanco.

Ya estaba por cumplir mi tercer mes aquí en Forks, la llegada de Bella estaba a la vuelta de la esquina, lo presentía, no podía pasar esto justo antes de eso… Bella es la pareja destinada de Edward, no yo, es injusto que el destino me ponga en ese dilema, pero… dejando eso de lado… yo no sé si estoy dispuesta a iniciar una nueva relación, tal vez Edward ya no parece tan traumado como en el libro, pero ¿qué hay de mí?

Ha pasado mucho tiempo desde lo que tuve con Luke… pero es la persona de la que me enamoré tan profundamente, no estoy segura… no negaré que Eduardo tiene su encanto, resulta agradable cuando lo conoces mejor, es tonto, si, también es un completo idiota a veces, pero separando lo que leí de lo que conozco de él, es que no es malo.

Si Jasper no es pareja de Alice, ¿Qué posibilidad había de que Bella no fuera la compañera de Edward? ¿Por qué tengo que estar preguntándome todo esto? Me reproché molesta mentalmente… Jasper era caso aparte, además de que solo éramos amigos y él no me veía de esa forma.

Fue entonces que otro detalle llegó a mi cabeza, Alice estaba emocionada… ¿ella había visto este futuro? yo tal vez podría ver el futuro, pero no lo deseaba, ¿si acepto seré plenamente feliz? Mi alma está cansada, solo quiero atesorar a mi familia y protegerla, incluso en eso fallé.

Me aterra la inmortalidad, mi felicidad siempre ha sido ligada a una vida de contantes perdidas… “siempre voy a estar contigo, no te dejaré sola, no importa que tanto tarde en llegar a ti, ya lo hice una vez ¿recuerdas?” esas fueron las palabras de Luke cuando fui en busca de mi padre.

—¡Julie! ¡te buscan! — gritó Charlie desde abajó, fue entonces que me di cuenta de que me había quedado absorta en mis pensamientos y la noche ya había caído.

—¡voy! — dije extrañada — ¿Quién me busca a esta hora? — la respuesta llegó cuando bajé las escaleras encontrándome con Eduardo — Eduardo. — dije inconscientemente y sonrió.

—¿no se llamaba Edward? — dijo Charlie mientras entraba a la cocina, por lo que reímos.

—Al parecer el si recuerda mi nombre — dijo mientras se acercaba a mi indeciso.

—Mira que reprocharme por mi forma de hablarte horas después de haberme dicho lo que sientes por mi… no es nada atractivo.

—Lo siento — dijo al instante — no quería incomodarte, solo que tenía que decirte algo… no era mi intención presionarte, no quiero forzarte a aceptar, no tienes que pensar tanto en eso… aunque me hace feliz que realmente lo consideres, lo que quiero decir

—Tranquilo, está bien, solo no sé qué responder todavía — dije sonriendo suavemente.

Sentí la presencia de Jasper cerca, al parecer Edward no se había percatado, por lo que supongo que no ha de estar pensando en nada apropósito para no ser descubierto, ¿por qué habrá venido él aquí?

—Solo… sabes que no importa cuanto tiempo tenga que esperar… — dijo y sonreí de forma triste.

Es cierto, no es relevante para el dado que es inmortal, pero para una persona como yo… que no ha logrado pasar de veinticinco años… en dado caso que no sintiera nada por Bella, nada asegura que yo sea su compañera, no está en mis planes revelar mi esencia a los demás… si no soy su pareja el ambiente será incómodo después de que ella o él lleguen, además de mi muerte prematura, que no estoy segura de a qué edad llegué.

Puedo bien morir el día de mañana, y nada importaría, ¿Luke me habrá hecho caso? ¿habrá seguido con su vida como lo pedí? Me es imposible de imaginar, pero mi pecho se siente acongojado ante la más mínima posibilidad… soy egoísta… y si llego a ser igual con este vampiro, el hecho de que encuentre a su persona destinada me consumirá por completo.

Además, tengo que tomar en cuenta que Alice solo ve posibles futuros que se pueden ver afectados por nuestras decisiones o las elecciones de gente externa, sigo pensando que mi futuro es volátil al estar Isabella siempre asechando en él.

—¿pasa algo? — dijo y yo salí del río de pensamientos que me asechaban. Al instante negué con la cabeza.

—Nada, en absoluto — dije y él asintió, parece ser que todavía no se acostumbra al hecho de no poder leer mi mente.

—Esta bien… creo que es hora de irme — dije y asentí — descansa Julie.

Después de que verifiqué que Edward se había ido, noté que Jasper todavía seguía cerca, mentiría si dijera que no me alegraba eso, tenía curiosidad de su presencia aquí, por lo que subí rápidamente a mi habitación/ático, para abrir la ventana.

—Entra — susurré e instantes después escuché un suave golpe y lo vi sostenerse de la ventana.

Me asomé para ayudarlo, aunque sabía que no era necesario, él me sonrió nervioso.

—No te estaba espiando… lo juro — dijo desviando la mirada.

—No te creo del todo — dije sabía que eso lo había puesto algo inquieto — pero por esta vez no me molesta… vampiro bobito — dije despeinándolo suavemente. Al darme cuenta de lo que hacía desvié la mirada y me alejé un poco — y ¿Qué te trae aquí?

—Solo quería saber como estabas… puedo sentir las emociones de los demás y estaba algo preocupado por ti — dijo y lo miré extrañada, pero asentí.

—Según lo que sé, también puedes modificarlas a tu favor — dije y el asintió — lo que me causa curiosidad es ¿por qué no lo hiciste antes? Podías haberlo hecho y probablemente yo hubiera aceptado salir con tu hermano — dije y su expresión cambió, se encontraba serio.

—Yo jamás te haría eso… — dijo y esa confesión me hizo sentir un pequeño cosquilleo en mi pecho. — no deseo hacerte algo así, e incluso no puedo. — al instante desvió la mirada y me senté frente a él con curiosidad.

Recordé el suceso que pasamos en la escuela, primero pensé que se había preocupado por mí, y en parte estoy segura de que era así, pero al recordar su rostro, solo podía pensar que parecía sumamente abrumado, a tal punto que no podía controlarse… justo como yo…
—Explica eso — dije y el suspiró.

—Yo… desde que te vi… no podía percibir tus sentimientos — dijo y me miró fijamente nuevamente — al principio pensé que simplemente eras insensible, pero los dones de mis hermanos tampoco funcionaban contigo… cuando sufriste ese ataque de pánico en clases, fue como si un tornado de emociones llegara a mí, varios sentimientos intensos y abrumantes a niveles irreales, al instante solo pude pensar en buscarte…

—Si los sentiste… ¿por qué no los modificaste? — dije y llevó una mano a su pecho.

—No podía — dijo y lo miré con autentica confusión — tus sentimientos eran tan abrumantes que eran imposibles de contener, mucho menos modificar, al grado de llegar a mi y hacerme incapaz de controlarme… — dijo y su mirada se dirigió a la luna, que se apreciaba brillante por la ventana — solo deseaba abrazarte y reconfortarte, decirte palabras de aliento, pero cuando llegué a ti estabas en ese estado que hizo que me sintiera mal, no puedo meterme con tus sentimientos, no entiendo el por qué, pero eso me tranquiliza en parte.

—Entonces ahora si puedes sentirlos — dije curiosa.

—A veces, pequeños vestigios de ellos siguen siendo llamativos para mí, aunque son sutiles muchas veces. Me di cuenta de que no querías mostrar sentimientos a nadie, por lo que todo tu sufrimiento los guardaste muy bien, haciéndolo imperceptible para mi…

—Entonces ahora que no quiero hacer eso — dije esperando su opinión.

—Puedo percibir muchas cosas, tu tristeza y preocupación que te embargan de forma sutil y controlada por ejemplo… así te sentías hace un momento, cuando hablabas con Edward…

—Si… pero no era por él… en parte, gran parte de mi preocupación venía por mi… — dije y al instante sonrió y tomó mi mano.

—No tienes que sentirte así, Edward no te va a presionar — dijo y asentí.

—Pero sé que ustedes tienen una pareja destinada — dije y me miró fijamente.

—No quiero ilusionarme y terminar con el corazón roto — dije.

—¿Tienes miedo de salir lastimada? — dijo curioso. Suspiré.

—Más que miedo, creo que estoy cansada — dije y me miró con sorpresa, pero no quise decir nada más.

—Tu puedes rechazarlo si así lo deseas — dijo y alcé una ceja incrédula.

—Es tu hermano — dije con cierta incredulidad.

—Eso no significa que tenga la obligación de convencerte de salir con él, eres libre de elegir, incluso si no lo aceptas, nada cambiará para nosotros… — dijo y entrelazó nuestros dedos en señal de apoyo. — eso te lo puedo prometer.

—¿Y si acepto y salgo con él? — pregunté más interesada en la forma de pensar de él… nunca lo había visto hablar tanto.

—Te apoyaré y siempre estaré de tu lado, no permitiré que Edward te lastime — dijo y eso me pareció algo muy tierno, aun así, sentía que había algo más en sus palabras.

—¿crees que pueda ser feliz a su lado? ¿no saldremos lastimados al final si todo acaba? — pregunté a mi nuevo confidente — ¿crees que pueda ser una oportunidad para seguir adelante? — dije recordando la pintura hecha inconscientemente en aquella clase.

—No creo que Edward sea malo… — dijo sincero para mirar al cielo justo como yo lo hacía en ese momento — así que sí, puede ser un novio que te haga feliz y te cuide, no puedo decir que no saldrán lastimados si todo acaba, porque no lo sé, pero deseo que, si acaban, sea en buenos términos y puedas encontrar a alguien mucho mejor…

—¿y mi última pregunta? — dije viéndolo con ciertos sentimientos encontrados, era una pregunta que me importaba.

—Si quieres salir adelante… puede que hacerlo a su lado sea lo adecuado, sé que te respetara y no hará nada que no desees, es educado.

—Pensé que no venías a convencerme de ser su novia — dije con burla, pero el me miró tranquilamente y me sonrió.

—Es así, pero no negaré lo que es… — dijo — no puedo dejar de pensar que, aunque es arrogante, una chica como tu a su lado, le vendría bien… a todos en si… nos haces sentir más humanos, incluso aunque hablemos de nuestra condición…

—El estar con ustedes también le hace bien a mi vida… hacen que en mi mundo desmoronado pueda ver la belleza que existía incluso cuando me negué a verla…

Jasper se tensó y yo me puse alerta. Estábamos tan inmersos en nuestra plática que no nos percatamos de que Billy y Jacob se aproximaban a casa, me asomé y entonces vi que Jacob estaba disgustado, suspiré molesta.

—Tengo que bajar — dije teniendo una idea de a lo que venían.

—Pero… ¿no vienen en busca de tu tío? — dijo algo inseguro de dejarme marchar.

—Si, pero algo me dice que Billy trae a su hijo para darme unas disculpas que me debe — dije cansada.

Tal vez otro punto de salir con Edward sea el que Billy deje de intentar meter a Jacob en mi vida, no necesito que nos empareje de esa forma tan insistente, Jacob ya tiene claro que no le agrado en lo más mínimo, no puedo decir que me odia, pero una relación con él ya esta destinada a fracasar, ya que esta predispuesto a juzgarme y pensar mal de mí.

—Julie, el chico está muy molesto, no creo que sea — intento decir, pero le di un beso en la mejilla.

—Gracias, por venir y estar dispuesto a apoyarme, no pasará nada, se debe comportar, no es su casa, es de Charlie, y Billy también lo sabe. — dije y suspiró.

—Esta bien, pero no confíes tanto, me da mala espina. — dijo y reí.

—Si pasa algo te lo diré. — dije y asintió.

Cuando escuchamos que entraron, fue el momento adecuado para que Jasper saliera por mi ventana, suspiré y sonreí, era momento de ver a Billy y arreglar ciertas cosas, empezando con el hecho de que no deseo salir con su hijo, niño de sus ojos, dedicado y trabajador, amable y competente. Se nota que habla mucho de él ¿no?

Bajé las escaleras tranquila, repasando lo que diría, cuando me encontré con una estruendosa risa de parte de Billy, quien platicaba con tío Charlie, era un ambiente ameno y le hacía bien a él, por lo que me relajé.

—¡Julie! Que bien que te vemos, Charlie dijo que seguramente estabas muy cansada y te encontrabas descansando — dijo Billy mientras tío Charlie me miró con una ligera sonrisa.

—Si, es que después de mi incidente con el camión sin frenos, el doctor Cullen dijo que lo mejor era descansar lo suficiente — dije y Billy miró a tío Charlie confuso.

—Bueno… la verdad… — intentó decir, pero rio para interrumpirlo después.

—Tranquilo, me lo puedes explicar, mientras ¿Por qué no dejamos que los chicos charlen? Seguramente es una anécdota que Julie puede contarle a Jake — dijo de forma estratégica, evidentemente.

—No se si ella quiera contarla — dijo tío Charlie, desviando la jugada.

—O tal vez es algo que tu no quieres escuchar — pero Billy Black no se rinde y la acomoda nuevamente — son jóvenes Charlie, ella seguramente quiere contar esa anécdota con alguien de su edad, con esas emociones y deseos de adrenalina. — remató el ataque, mandando una señal a su defensa de confianza, es decir, le lanzó una mirada fulminante a Jacobo.

—No te preocupes Charlie, esta bien — dijo al instante y Charlie suspiró esperando mi respuesta, a lo que yo me abstuve de suspirar y solo asentí con la cabeza, después de todo, son amigos de tío Charlie.

—Puedes llamarme en cualquier momento. — dijo Charlie sabiendo que me sentía incómoda con Jacobo.

—No te preocupes, está bien — dije y me encaminé con Jacobo a la cocina.

—¿enserio estás bien con esto? — preguntó.

—No voy a incomodarlos, eso es todo — dije encogiéndome de hombros — así que, Billy te hizo venir a pedirme disculpas e iniciar de nuevo ¿o me equivoco? — dije con simpleza y lo oí resoplar.

—¿tu cómo sabrías eso? — dijo en mi dirección con molestia.

—No escucho una disculpa — dije mientras abría el refrigerador y sacaba la leche, después de todo, cereal y leche fría, eran la mejor combinación para hacerme recobrar energía.

—¿perdón? — dijo como si no creyera lo que le estaba exigiendo, parecía molesto.

—Te perdono, pero la próxima vez que me pidas disculpas tienes que practicar, ya sabes, para que suenes más sincero — dije y frunció el entrecejo. — poniendo esa cara y envejecerás mucho más rápido — canturree un poco mientras movía mi cereal y comenzaba a comer. Al ver que me miraba fijamente puse una cara pensativa — ah, ya ¿quieres cereal con lechita? — dije y frunció el ceño de nuevo. — es de mala educación mirar fijamente a una persona mientras come.

—Eres extraña — dijo por primera vez después de un rato.   

—Vaya, primera vez que me juzgas por ti mismo. — se molestó — ya, vamos a calmarnos (CALMARTE), ya que estamos, solo fingiremos que nos llevamos bien ¿sí? — dije y alzó una ceja.

—¿disculpa? — dijo y me mordí la lengua para no soltar otro comentario sarcástico. — ¿por qué haría eso? — ¡¿por qué este perro no entiende Merlín?!

—Haber, piensa un poco — dije con calma — Billy quiere que algo sudada entre nosotros.

—Quiere que seamos pareja, si — dijo asintiendo — pero no entiendo ¿de qué sirve fingir que nos llevemos bien?

—Si nosotros fingimos llevarnos bien, dejará de insistir y pensará que es el primer paso, dejaremos pasar el tiempo y cuando vuelva a insistir simplemente diremos que realmente somos amigos y no queremos arruinar la buena relación que tenemos, ya que tu y yo nos vemos casi como hermanos de otra madre — dije explicando de una vez por todas todo el plan, por lo que él quedó de piedra. Pero después frunció el ceño analizando mis palabras.

—Tiene sentido — dijo por fin. — eso si puede funcionar — dijo, pero se detuvo — pero ¿Cómo vamos a demostrar que somos buenos amigos?

—Pues podemos vernos de vez en cuando y decirnos un poco del otro en caso de que Billy pregunte, a veces tu padre es muy perceptivo — dije y asintió — bien Jacobo, empecemos — dije asintiendo.

—Es Jacob o Jake — dije molesto.

—Es una apodo de amigos — dije con simpleza.

—¿Cómo te diré yo? ¿ricitos de carbón? — dijo mientras veía mi cabello, realmente era una pésimo apodo. — ya, ¿ves que no te gusta?

—Ya entendí Jacobo, acepto ser carboncito — dije y alzó la ceja.

—Bien — dijo rendido.

Después de eso le conté la anécdota que él le contaría a Billy acerca de como metí un camión sin frenos al bosque para después saltar antes de chocar, al parecer la forma en la que lo contaba le agradó, ya que no se perdió detalles y no me interrumpió, pero se abstuvo de decir su opinión o expresar mucha emoción, ya que lo que sentía por mi prima resultaba ser más importante.

Al final se fue junto a Billy y pude “descansar” esa noche. Charlie pareció tranquilo cuando todo terminó, le dije que todo se solucionó y que intentaríamos ser amigos y conocernos mejor, eso lo hizo sonreír. Ya me esperaba un nuevo día, tal vez sería el momento perfecto para rechazar a Edward, ya que no estaba segura de salir con él.

(…)

Ya en la escuela, me encontraba en la clase junto a Jessica, quien me vio disimuladamente y me dio un golpe, una vez teniendo mi atención me señalo el asiento contiguo, donde se encontraba Eduardo, mirándome de reojo cada cierto tiempo, me envió un papelito con las palabras “tenemos que hablar”.

(…)

A la hora del almuerzo me llevó a hablar lejos, por lo que suspiré, y sintiendo sus presencias algo cerca rodé los ojos con molestia. Estaba segura de que Jessica iba a hablar conmigo acerca de Edward, pero parecía que su cabeza era un torbellino de pensamientos, lo que seguramente preocupó a los chicos.

—Si es que están cerca, creo que necesitamos privacidad, no es por nada, pero es una conversación de chicas — dije en un susurro, pero uno se quedó — más tarde cuando nos veamos voy a hacer un interrogatorio, saben que soy observadora, cuando descubra quien me anduvo espiando me va a conocer, y no como la dulce Julie, eso va especialmente para ti Eduardo. — terminé y ya se había marchado.

—Julie… le gustas a Edward Cullen — me dijo cuando salió de su organización mental.

—Si… creo que la cosas pasaron muy rápido, me lo dijo ayer — dije y me miró con sorpresa.

—Y le dijiste que sí ¿no? — dijo Jessica.

—Le dije que necesitaba tiempo — expliqué.

—¿qué? — dijo en shock.

—Es que necesito tiempo para pensarlo — dije y ella suspiró.

—Bien, tal vez no esta mal que te hagas del rogar — dijo y alcé una ceja — es que, creo que tu y Edward harían una bonita pareja — se sinceró y quedé de piedra — sé que no hace mucho yo estaba tras él, pero creo que realmente le gustas, y como dices, podemos encontrar a una persona que nos quiera tal y como somos.

—Es correcto — dije sonriendo.

—Creo que él te quiere, y no pudo haber elegido a una mejor persona, digo, eres grandiosa, sincera y algo gruñona y seria, pero una gran amiga — dijo y abrí los ojos con sorpresa — tal vez te gusta estar sola muchas veces, pero tengo que admitir que siento por momentos como si vinieras de otro mundo, no sé si me entiendes, como si solo estuvieras de paso… — dijo y sonreí tiene cierta sencibilidad al observar — sé que ellos también son así, pero lo tuyo es… me hace sentir miedo y ansiedad al mismo tiempo… — dijo intentando encontrar las palabras.

—Creo que entiendo… — dije tomando sus manos y ella respiró profundamente — quieres que nos demos una oportunidad… y así también podremos ser amigos y estar felices ¿no? — dije y asintió.

Si le dijera todos mis miedos, me diría cosas que ya sé, supongo que tiene sus razones, y tengo que darme una oportunidad…

—Lo siento, seguro te incomodé, no quiero que te cases con el, solo quiero que le des una oportunidad, a él nunca le interesó nadie — dijo y sonreí.

—Jessica — llamé su atención — me gusta la versión que estar formando de ti misma — dije y me sonrió con autentica felicidad — y me alegra estar presenciando ese cambio, esos primeros pasos en un camino que tu estas forjando con tus propias manos. — dije y me sonrió — tal vez realmente no es tan malo darle una pequeña oportunidad a Eduardo — dije pensativa y ella asintió contenta, aunque no sabía si era porque le gustaba hacer de celestina o porque ahora ella pudo aconsejarme con algo como amigas. Tal vez eran ambas.

Nos encaminamos a la siguiente clase, ella me convido de su desayuno en el camino, ya que se nos haría tarde si no era así, parecía renovada, realmente había cambiado en poco tiempo a mi parecer. Se podría decir que mucho del ambiente el la escuela había cambiado, comencé a integrarme a unos cuantos clubs de deporte, por Jessica, aunque solo era un apoyo.

Ahora muchas personas pensaban en su futuro y como seguir adelante fuera de Forks, otros veían acerca de los trabajos aquí mismo y como mejorarlo, eso mismo fue por influencia de Jessica, quien comenzó a correr la voz acerca de la “mentalidad innovadora de Nueva York” a lo que muchos reaccionaron bien, mientras que otros como muchos, fueron integrados por otros.

Eran pocos lo que parecían indecisos, o más bien inseguros ante las nuevas posibilidades, pero ya habíamos comenzado y avanzado incluso sin que yo me diera cuenta. Todo por el cambio de Jessica y Lauren ¿Quién lo diría? 

Al finalizar las clases, Alice me esperaba, estaba emocionada, yo rodé los ojos, seguramente Eduardo ya había leído la mente de Jessica, lo que me molestaba, ya le daría un brazalete para arreglar ese pequeño inconveniente. 

Al llegar a Eduardo me molestó un poco su sonrisa, por lo que entrecerré los ojos en su dirección algo molesta, y me desvié yendo hacia mi motocicleta, estaba por subirme y se aproximó a mi “corriendo”. Me subí a la motocicleta y cuando estaba a punto de arrancar se colocó frente a mi algo preocupado.

—Julie ¿qué pasa? — dijo consternado.

—Pasa que no me gusta que veas en la mente de las personas para averiguar mis decisiones y conversaciones — dije molesta.

—No era mi intención — dijo y alcé una ceja con incredulidad. — lo siento — dijo agachando la cabeza.

—Si quieres que esto funcione tienes que dejar de pedir perdón como si de una competencia se tratase. — dije sincera.

—¿Eso es un sí? — dijo y yo alcé una ceja.

—Tal vez si me lo pides de una forma distinta lo tomaré en cuenta y aceptaré — dije asintiendo y el sonrió como si ya lo esperara.

Al instante Emmet apareció con un gran letrero, Alice sostenía los globos y Rosalie traía unos cup cake, seguramente eso era idea de Esme, Jasper sonreía, pero algo me decía que esa sonrisa no llegaba a sus ojos, lo cual me dejó una sensación extraña, pero una parte de mi estaba feliz. Edward se arrodilló frente a mi y sentí como la primera capa de mi fortaleza caía.

—Julie Swan ¿me darías el honor de ser tu novio? — dijo y yo no pude evitar que una sonrisa escapara.

—Claro… Edward — dije y Alice parecía más feliz que nunca.

—Bienvenida a la familia Julie — dijo Emmet y Rosalie sonrió.

—la verdad es que Edward estaba aterrado ante la idea de ser rechazado — dijo Alice y reí, pues juraría que, si pudiera, Edward estaría sonrojado.

—Vaya, Eduardo aterrado y tímido el mismo día, eso si que es un logro — dije y comenzamos a reír.

—¿Puedo? — dijo Edward acercándose y yo le robé un beso en la mejilla.

—Que iniciativa — dije en tono burlón.

—Lo mismo digo — dijo y ahora el me robó un beso en la mejilla.

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Gracias por leer, realmente cuando la publiqué dude mucho del apoyo que podría tener, pero agradezco mucho el que le hayan dado una oportunidad

Nos leemos pronto💜💜💜💜