98. Los Secretos de Mabus Herzog.
En el capítulo anterior: La búsqueda de Mabus Herzog continúa incesante por el Universo 6, pero las cosas se complican por culpa Zircón el cual llama a los Federales a revelarse contra el Imperio provocando alzamientos y revueltas en el territorio ocupado entorpeciendo la búsqueda del malvado Mabus. Por su parte el susodicho intentó recuperar su ejército con la orden 6-16 sin conseguir resultados satisfactorios, desesperado y con el Imperio pisándole los talones Lord Mabus considera liberar a Apofis para sembrar el caos en el universo, pero Vesta consigue persuadirlo retardando así la salida de la "Aberración Genética". Finalmente en uno de sus tantos mensajes el misterioso Zircón revelando finalmente la ubicación de Mabus Herzog a nuestros héroes y a todo el Universo 6 ¿Qué hará Mabus Herzog ahora? ¿Black irá por Mabus o esperará un poco más? ¿Apofis será liberado finalmente? ¿Cuál será el gran plan del General Vesta?
Sector C1, Galaxia 3, Vacío interestelar. En ese lugar se hallaba el planeta móvil de Mabus Herzog sentado en su oficina agarrándose la cabeza con ambas manos meditando acerca de su pasado y de su proceder en el futuro mientras se repetía en su mente:
- "No puedo perder el control de todo, no puedo perder el control de mi destino ni de mi entorno, yo debo controlarlo todo, mi destino no puede depender de otros, es la única forma en la que puedo vivir en paz conmigo mismo".
De pronto el general Vesta entra en escena notando la preocupación de su jefe para luego decirle:
- Lo noto preocupado señor.
- ¿Tú que crees? – respondió Mabus con sarcasmo.
Vesta solo suspira y Mabus Herzog le dice:
- Cómo sea ¿Ya terminaste tu entrenamiento?
- Así es mi Lord, creo que ahora tengo más dominio del nuevo poder que el suero Alpha me ha proporcionado.
- Muy bien ¿Has sabido algo de la situación en los frentes?
- Los trabajadores fueron trasladados al sector F-5 para proceder a su transformación, por otro lado, nuestros ejércitos de androides han conseguido repeler las incursiones de los rebeldes y tomar algunos puestos de avanzada de estos, aunque no puedo decir lo mismo del Imperio, su avance continúa implacable, además que el Asesino Legendario Hit ya ha acabado con varios de sus agentes dobles y también están usando los Devastadores de Mundos para acabar con los mundos señuelos y los planeta factoría – informó Vesta.
- Maldición – refunfuñó Mabus – las brechas cada vez están más abiertas, no podemos seguir perdiendo posiciones ni recursos de esta manera.
- Podríamos conseguir más territorios si atacamos a los rebeldes que son la fuerza más débil, además su gente será de gran utilidad para transformarlos en zombies y seguir fortaleciendo nuestra área de influencia.
- Pues en ese caso me temo que usted tendrá que regresar a la acción general si queremos concretar nuestra expansión, especialmente contra el Imperio – sugirió Mabus.
- Entiendo su punto Lord Mabus, pero si salgo al frente de batalla ¿Quién lo protegerá del Asesino Legendario Hit o de Black?
- No tienes que preocuparte de mí seguridad Vesta, con Apofis será más que suficiente para mantenerme a salvo de cualquiera de esos tontos.
A lo cual Vesta respondió con escepticismo:
- La verdad no creo que sea necesario sacar a Apofis mi Lord, puedo asegurarle que conmigo es suficiente.
- Agh... ¿Todavía sigues con eso? – reclamó Mabus.
Pero Vesta se justificó diciendo:
- Es que creo que lo mejor sería reservar a Apofis para un momento más oportuno, me refiero a que si él es tan maravilloso como usted afirma creo que Apofis sería más útil en el campo de batalla que como un simple guardaespaldas.
- Quizás estés en lo cierto Vesta, pero prefiero asegurarme de antemano.
- Entonces ¿Piensa liberarlo, mi Lord? – preguntó Vesta preocupado.
Luego de una breve e incómoda pausa Mabus se decide:
- Viendo lo grave que está la situación y considerando que eres el más cualificado de los 2 en lo que respecta a mi seguridad tomaré tu consejo, no liberaré a Apofis del todo, pero lo sacaré de su estado de hibernación para mantenerlo a mi disposición en el corto plazo.
- Como diga Lord Mabus – pensando - "Justo como esperé, Apofis será el faro que guiará a Black para acá".
Entonces Mabus decide oprimir un botón enviando una señal eléctrica hacia el tanque de incubación de Apofis la cual hizo que el monstruo saliera de su estado de hibernación, pero medida que Apofis comenzaba a cobrar conciencia su ki comenzó a elevarse lentamente hasta estabilizarse en el poder correspondiente a su estado en reposo el cual no era para nada despreciable, por lo tanto su presencia no pasó desapercibida por nosotros quienes estábamos reunidos con todos los muchachos en una sala cuando de pronto sentimos un ki muy tóxico a la distancia:
- Tsk... Pero que peste energética siento... - dije incomodado.
- ¿También lo sentiste, Blacky? – preguntó Kale.
- Así es – respondí.
- También yo lo sentí – dijo Caulifla.
Por su parte Vegeta manifestó:
- Jamás había sentido una presencia tan pesada desde el torneo del poder.
- ¿Ribrianne? – le recordé.
- ¡No me la recuerdes, insecto!
Zamasu en tanto agregaba:
- Se lo que sea, es realmente aberrante.
- Es realmente incómoda – opinó Hit.
- Y lo peor es que está incrementando su poder lentamente – observó Kyabe.
- ¿De dónde vendrá? – preguntó Goku.
- A ver déjenme ver – les dije a todos.
Me concentré para visualizar la fuente de aquella pestilente energía, entonces para mi sorpresa su origen se encontraba en el mismo lugar de donde habían provenido los pulsos del ki del general Vesta y donde estaba aquel planeta, entonces intrigado por las características de esa energía decidí profundizar más mi vista para visualizar al individuo portador de aquel extraño poder, fue así que mi visión traspasó las rocas, pisos y pasillos pasando por la oficina de Mabus hacia unas escaleras las cuales estaban siendo transitadas por el General Vesta acompañado de Mabus Herzog, pero en lugar de detenerme ahí continué con mi exploración abriéndome paso por más pasillos, pisos y escalaras hasta dar con una gran habitación similar al laboratorio del Doctor Gero, repleta de cápsulas de incubación de cristal a los costados de las paredes con sus respectivos embriones y fetos en pleno desarrollo con excepción de una cápsula situada al final del laboratorio la cual se encontraba blindada con salvedad de una pequeña ventanilla desde la cual se vería al ser que se encontraba en su interior, entonces profundicé al máximo mi visión abriéndome paso a través de aquella ventanilla para toparme con par de ojos violeta como el de los Ángeles y cuando iba a acercarme para visualizar por completo a aquella criatura, esta clavó su mirada en mi como si supiera que la estaba observando enviando un fuerte golpe psíquico que nubló mi visión sacándome de golpe de mi trance:
- ¡Ahhh...! – grité sobresaltado.
- ¡Black! ¿Estás bien? ¿Qué ocurrió? – preguntaron todos.
A lo cual yo bastante agitado les respondí:
- Lo vi, lo vi.
- ¿A quién viste? – preguntó Caulifla.
- Al individuo del cual proviene aquel horrendo ki – les dije tratando de calmarme.
- Y ¿Cómo era? – preguntó Goku.
En ese momento comencé a hacer memoria de aquella cosa:
- Lo único que vi fueron sus ojos y un poco de su piel, sus ojos eran morados como los de un Ángel y su piel azul como la de ellos, aunque en un tono más oscuro, pero eso fue todo lo que vi antes de que él o eso me sacara del trance.
- Qué extraño – dijo Kale.
Luego agregué:
- Pero eso no es todo.
Todos se voltean a mirarme y yo continúo:
- El ki de ese sujeto genera la misma sensación que solía sentir cuando meditaba durante la guerra hacia las profundidades del espacio, tal parece que aquello perverso que se tejía en las entrañas de la Federación corresponde a este sujeto.
- Y ¿Crees que tenga alguna relación con la fuerza oscura? – preguntó Caulifla.
- Lo dudo, porque Vados ya me confirmó que la fuerza oscura corresponde a una entidad que existe más allá del multiverso, aunque he de reconocer que esa cosa genera la misma sensación de desolación y podredumbre que la fuerza oscura como también su capacidad de nublar mi visión, pero a pesar de que su ki de ha estabilizado sea lo que fuere no tiene buena pinta ni para nosotros ni para nadie.
Ante esta última afirmación todos guardaron silencio quedándose con más preguntas que respuestas.
Por su parte otro par de ojos morados observaban atentos nuestra conversación desde una proyección de su báculo, era Vados quien con una expresión seria cambió la imagen de su proyección a la del planeta móvil de Mabus Herzog para luego decir en tono serio, pero a la vez preocupado:
- ¿Qué estás tramando ahora Mabus Herzog? Sea lo que sea presiento que no será nada bueno para el universo.
Volviendo al planeta de Mabus Herzog el viejo magnate ingresaba al laboratorio junto al General Vesta abriéndose paso por entre los tanques de incubación los cuales Vesta miraba con desprecio al considerarlo verdaderas aberraciones de la naturaleza, hasta que finalmente llegaron frente al tanque de incubación blindado en el que se hallaba Apofis se encontraba con los ojos cerrados, presumiblemente meditando, entonces Mabus dijo:
- Oh, ahí estás mi querida creación, mi Apofis.
De inmediato la criatura abrió los ojos para observar a través del cristal a su creador y al general Vesta el cual clavó su mirada en la criatura mostrando el desprecio que sentía hacia ella, entonces Mabus continúo hablando a la criatura:
- Apofis, no me caben dudas que serás el que me ayudarás a conseguir la victoria completa sobre la escoria Imperial.
Al oír eso Vesta carraspea y Mabus agrega:
- Pero tampoco puedo olvidar a Vesta quien será el que te guiará en esas campañas y te dará todo el conocimiento que necesitas para desempeñarte bien en lo que haces.
La criatura continúa mirando fijamente a Mabus y Vesta el cual no le quitaba los ojos de encima hasta que decidió interrumpir el sermón de Mabus para preguntarle de forma seria:
- ¿Entonces usted considera que Apofis será suficiente para vencer a Black y su Imperio?
Y Mabus con su tono arrogante de siempre contesta:
- Y no solo a Black, sino a cualquiera que pretenda interferir en mis planes, incluso a los mismos dioses.
Entonces un escéptico Vesta le pregunta al Magnate:
- ¿Y tiene algún plan de contingencia en caso de que Apofis fracase?
- Eso jamás, Apofis no fallará – aseguró Mabus.
- Pero en el hipotético caso de que falle ¿Tiene un plan B? – insistió Vesta.
- Tsk... Eres insistente Vesta, pero te lo diré de todos modos. Aunque tu no lo creas si tengo un plan B en caso de presentarse el improbable escenario de que mi preciado Apofis sea derrotado.
Vesta se sorprende y Mabus agrega:
- Y mi plan B consiste en llevarme a todo el universo y más allá conmigo al infierno o mejor dicho a la nada misma.
- ¿La nada misma? ¿Y cómo hará eso? – dudó Vesta.
- Con esto – indicando al centro del laboratorio.
El viejo magnate camina hacia el centro el laboratorio mientras sacaba un control remoto desde sus mangas para oprimir unos botones, entonces el suelo en el centro del laboratorio comenzó a abrirse para que desde las profundidades se elevara un gran pedestal de hierro cilíndrico con una apretura de vidrio a los costados desde las cuales emanaba un brillo morado que iluminó toda la habitación, entonces Vesta un tanto confundido preguntó:
- ¿Y eso se supone que es...?
- Esta mi solución final, general, es el arma más poderosa que el dinero puede financiar, el "Void Destroyer" un arma con una capacidad destructiva inimaginable por no decir infinita.
- ¿Y cómo funciona? – preguntó Vesta con intriga.
- Bueno, la clave del arma está en ese cubo de "energía del vacío" que está al centro.
Vesta observa el cubo reconociendo de inmediato aquel tipo de energía la cual era nada más ni nada menos que la energía Hakai o una muy parecida, entonces Mabus le explicó a Vesta el funcionamiento de aquella bomba:
- Y bueno el cubo de energía que ves ahí dentro es la fuente de poder de aquella bomba o mejor dicho el contenedor de la energía del vacío la cual fue conseguida por mis científicos después de sintetizar y depurar energía de vacío de los átomos hasta su estado más prístino creando una esfera de energía pura con la capacidad de destruir todo tipo de materia que entre contacto con ella utilizando la energía existente en el vacío al interior de los átomos, ya que según las investigaciones científicas se ha comprobado que los átomos están prácticamente vacíos.
- Es cierto – dijo Vesta – el núcleo atómico a pesar de concentrar más del 99,9% de la masa de un átomo apenas ocupa una diezmilésima parte del volumen total del átomo.
- Exacto – sonrió el magnate – entonces cuando la energía de vacío impregna un átomo, todo ese vacío repleto de energía es aprovechado por mi bomba para sobrecargar los núcleos atómicos desintegrándolos hasta convertirlos en un caldo de partículas subatómicas generando una gran explosión la cual propaga esa energía de vacío impregnando al resto de la materia circundante iniciando una reacción en cadena la cual terminará por acabar con todo el universo.
- Ya veo y si consideramos el hecho de que el espacio no es vacío, sino que por el contrario está repleto de hidrógeno y helio, eso le da a su bomba una capacidad destructiva infinita ¿Cierto?
- Tú lo has dicho, mientras haya materia por destruir la bomba puede continuar hasta sumir todo lo existente en la más absoluta y desoladora oscuridad.
- Me impresiona su ingenio Lord Mabus, pero todo tiene una debilidad y supongo que el Void Destroyer no es la excepción.
- Bueno, según lo que me dijeron los científicos las únicas formas de parar la reacción en cadena del Void Destroyer es mediante un vacío perfecto el cual solo puede darse en condiciones artificiales como al interior del cubo y la segunda forma es que una energía de magnitud superior doblegue a la energía de vacío hasta anularla por completo, pero eso es imposible – aseguró el viejo.
- Interesante – dijo Vesta con intriga.
Finalmente, Mabus aclaró:
- Pero esta arma solo la usaré en caso de que Apofis sea derrotado lo cual es imposible así que esta será la primera y última vez que podrás ver esta maravilla.
Mabus aprieta el botón guardando el Void Destroyer en las profundidades de su laboratorio para proceder a abandonarlo ante la mirada de Apofis, acto seguido, mientras Vesta y Mabus Herzog regresaban a la oficina el comandante Umijin le preguntó al magnate:
- Sabe Lord Mabus, algo que nunca he entendido ¿Por qué tiene esa obsesión por controlar el destino?
- Ay, Vesta, ya hemos hablado de este tema muchas veces, la única razón por la cual hago lo que hago es para poder darme el más grande lujo que todo mortal anhela, ser como un dios, tener el poder hacer lo que se me antoje, satisfacer todos y cada uno de mis caprichos y placeres sin preocuparme de las consecuencias y mi medio para conseguirlo es el dinero.
- Yo creo que el medio para conseguir lo que uno quiere es el poder bruto, la fuerza – opinó Vesta.
- Pero para que ese poder pueda cultivarse necesitas recursos y los recursos solo se consiguen con dinero – argumentó Mabus.
- Pero con el poder puedo conseguir los recursos que necesito quitándoselo a quien los tiene – contestó Vesta.
- Es cierto – concordó Mabus para después agregar – pero ¿Qué pasa si el dueño de los recursos tiene suficiente dinero para contratar alguien más fuerte para que defienda dichos recursos? Solo mírate, aparentemente todo lo que he conseguido ha sido gracias a tu poder, pero si vamos al por qué de las cosas tu no trabajaste para mí por tu cuenta, sino por el pacto que tenemos vigente de ayudar a tu planeta y la razón por la cual decidiste suscribir a ese pacto es porque en el fondo sientes preocupación por tu pueblo y he ahí la diferencia entre tu yo, tú como todos los demás seres vivos sientes preocupación por los demás lo cual te lleva a sacrificar algunos placeres para tu satisfacción personal y eso es lo que te vuelve débil por dentro.
Vesta guarda silencio aguantándose las ganas de despedazar a Mabus Herzog y el viejo continúa su sermón:
- En cambio, yo, no solo doblego al poder físico con el dinero, sino que también no me dejo someter por nadie ya que no siento apego por nada ni por nadie.
- ¿Ni siquiera por Apofis? – preguntó Vesta tratando de truncar la retórica de Mabus.
Mabus guarda silencio para luego contestar:
- Apofis es más que una herramienta, es una extensión de mí, Apofis y yo somos parte de un mismo individuo, pero en cuerpos separados, yo soy la mente y Apofis el músculo.
Vesta se lo queda viendo, pensando en las mil y una formas en las que podría matarlo, pero no podía hacerlo, ya que eso arruinaría sus planes por lo que se aguantó las ganas y Mabus le siguió hablando:
- Mire general, yo estoy convencido de que la libertad es poder y el poder te hace libre y durante años la historia nos ha demostrado que quien detenta el poder verdadero no es el virtuoso, ni el fuerte, sino el adinerado y no lo digo yo, lo dice la historia, lo dice la naturaleza, si te fijas los sujetos fuertes como tú están destinados a vivir como soldados luchando por nuestros intereses y los virtuosos como Black están destinados a vivir encerrados en oficinas haciéndonos el papeleo y refutando a nuestros detractores, en resumen los únicos que tienen el privilegio de hacer lo que quieran son los adinerados, somos los ricos los que tenemos la verdadera libertad o mejor el verdadero poder y eso lo sé porque lo vi con mis propios ojos – recordando.
<<Inicio del Flash Back>>
Hace 485 años atrás, en un planeta remoto se veía a un joven Mabus Herzog y su hermano menor regresando, después de jugar en la plaza, a su casa, una choza humilde y maltrecha solo para encontrar a su madre llorando desconsolada en su silla de ruedas, entonces el joven Mabus le pregunta a su madre:
- Madre ¿Por qué llora?
- Porque tu padre tuvo un accidente en el trabajo y el jefe lo despidió.
- Entonces eso significa que nosotros...
- Que tendrán que trabajar para mantener el hogar.
- ¿Trabajar? – preguntaron los hermanos.
- Así es, me gustaría poder trabajar, pero por estar inválida jamás me contratarán.
- No te preocupes mamá, nosotros ocuparemos el lugar de nuestro padre y daremos lo mejor de nosotros – dijeron ambos hermanos.
<<Fin del Flashback>>
- Después de eso mi hermano y yo nos presentamos para trabajar en las minas mientras mi madre cuidaba a mi padre el cual al igual que ella también había quedado parapléjico. Al poco tiempo mientras trabajamos nos dimos cuenta de que para el jefe nosotros éramos menos que escoria, por ser niños nos pagaban un salario miserable con el cual apenas podíamos sostenernos y debido a sus años como minero mi padre había contraído silicosis situación que empeoró aún más nuestra situación, muchas veces debíamos pasar hambre para poder costear las medicinas para mi padre por lo tanto comenzamos a hacer horas extras para conseguir más dinero, pero seguía sin ser suficiente, por otro lado comencé a darme cuenta de una situación bastante curiosa, cuando había una riña entre trabajadores el jefe los castigaba severamente, aún si la riña era pequeña, pero cuando el jefe abusaba de un trabajador nadie le hacía nada lo cual me llevó a preguntarme ¿Por qué nadie le daba su merecido al jefe? Entonces un día mientras regresaba a casa le pregunté a mi madre por el motivo de esa diferencia y lo que ella me respondió jamás lo olvidaré.
<<Inicio del Flashback>>
- ¡Mamá! ¡Mamá!
- Hola, hijo ¿Cómo estuvo su día?
- Muy cansador, mamá.
- Además, un compañero empujó a otro por el pozo – agregó el hermano de Mabus.
- Si, sí, yo lo vi y después llegaron los policías y se lo llevaron – dijo el joven Mabus.
- Oh, pero que terrible – dijo la madre.
Luego el joven Mabus agregó:
- Pero más tarde el jefe también empujó a un trabajador al pozo de la mina por haberlo insultado.
- Y también vino la policía – dijo el hermano de Mabus.
- Oh no – dijo la madre preocupada.
Y Mabus agregó:
- Pero el jefe les dijo que había ocurrido un accidente, les entregó dinero a los oficiales y estos se marcharon sin decirle nada.
- Pero al menos ustedes están bien, y eso es lo que más importa – dijo la madre.
No obstante, la duda carcomía al joven Mabus quien intrigado le preguntó a su madre:
- Pero Mamá, tengo una duda.
- ¿Cuál es, hijo?
- ¿Por qué la policía se llevó a nuestro compañero por empujar a alguien al pozo y al jefe no le hicieron nada?
En ese momento la madre de Mabus se queda pensando en cómo responderle a su hijo y después de unos segundos de silencio ella le dijo:
- Lo que pasa hijo es que la justicia solo existe para los que tienen dinero para pagar por ella, el resto de nosotros tenemos que cuidarnos por nosotros mismos, los ricos pueden hacer lo que quieren porque tienen dinero para pagar por todo lo que hacen, pero nosotros los pobres no podemos darnos esos lujos, nosotros tenemos que responder con nuestras vidas, es lo único que tenemos.
<<Fin del Flashback>>
- Desde aquel día entendí que la única forma de ser realmente libre en la vida era teniendo dinero, pero por mi condición económica no podía darme el lujo de robar ya que no tendría como librarme de aquello, fue así como comencé a idear planes y métodos para conseguir dinero hasta llegar a donde estoy ahora.
- Entiendo, Lord Mabus – dijo Vesta interesado.
De pronto una alarma de proximidad comienza a sonar y la computadora central avisa que un objeto había ingresado al radio de exclusión del planeta móvil, entonces Mabus dijo:
- Muéstrame ¿De qué se trata?
De inmediato la computadora proyecta una imagen en la pantalla mostrando una sonda espía Imperial la cual comenzó a monitorear la superficie del planeta, entonces Mabus de inmediato dice:
- ¡General Vesta, prepare las torretas y elimine a esa sonda de inmediato!
Pero Vesta le recuerda:
- Mi Lord, los sistemas de defensas están en hibernación, tendré que reiniciarlos para activarlos y eso tomará un tiempo – reiniciando el sistema.
- ¡Entonces salga en persona a eliminarla!
- ¡Cómo usted ordene! – dijo Vesta con una media sonrisa en su rostro.
Rápidamente Vesta sale para destruir la sonda mientras la misma comenzaba a mandar los datos hacia el Imperator, finalmente Vesta llega frente a la sonda justo cuando está ya había terminado de mandar la información y antes de eliminarla el general dijo:
- Espero que veas esto Black ¡HAAAAAA!
Y el general Umijin lanza una potente onda de ki usando mucho más poder del necesario a propósito para que nosotros lo detectáramos, entonces Vesta regresó donde Mabus Herzog el cual lo felicitó por sus acciones, pero Vesta le dijo:
- Lamento ser aguafiestas Lord Mabus, pero creo que esa sonda ya envío información suficiente para atraer al Imperio y seguramente al activar el sistema de armas también detectarán nuestra presencia.
- ¡MIERDA! ¡Entonces apágalo y reubiquemos este mundo! – gritó Mabus.
- Lamento ser pesimista, mi Lord, pero ¿A dónde? El Imperio ya tiene controlado casi todo el Universo, no hay donde huir.
- ¿Y qué propones genio? – lo desafió Mabus.
- Propongo que este lugar sea la tumba de Black y sus amigos, traigámoslo, démosle un cebo que sea irresistible para él – dijo Vesta mirando a Mabus.
Rápidamente Mabus rechazó la idea de Vesta diciendo:
- Estás muy loco si piensas que seré el cebo de Black.
- No me refería a usted, sino a un viejo amigo suyo y a la vez un colaborador del Imperio.
Al cabo de unos segundos Mabus hiló cabos:
- Ah... Ya entiendo tu plan... Te refieres a...
- Oh sí, Lord Mabus... - sonrió Vesta.
Volviendo al Imperator, el Virrey Sadala y Frost habían llegado mientras estábamos recibiendo las señales provenientes de la sonda espía confirmando la existencia de un planeta antes de interrumpirse repentinamente, seguida de otro intenso pulso de ki del general Vesta lo cual nos sacó de toda duda de que Vesta y en consecuencia Mabus estaban ahí, así que decidí contactar a los almirantes más cercanos para que reunir una gran fuerza militar para planificar el ataque y destrucción del último escondite del malvado Mabus.
Minutos más tarde las antenas del Imperator captaron otra transmisión, muy débil, proveniente de aquella zona extraña, por lo que sin dudarlo ni un segundo ordené poner la transmisión en la pantalla del puente de mando. Al poner la transmisión solo se vio una habitación pobremente iluminada con un sujeto sentado cuyo rostro de encontraba oculto entre las sombras, segundos más tardes una voz familiar comenzó a hablar:
- Ayúdeme, señor Black... Ayú... - interferencia - Por favor... - interferencia - mi mundo ya fue aniquilado... Pero al menos... El sacrificio de mi pueblo y el mío va... - interferencia - la pena, derrotaron a la Federación... - interferencia - pero esto no acaba todavía que... - interferencia - un enemigo y son Mabus y Vesta...
- ¿Sir Heobat? – dije sorprendido - ¡Rápido, arreglen la señal!
Los oficiales teclean los paneles para alinear mejor las antenas y captar la transmisión con más claridad, entonces Heobat continuó hablando:
- Ellos... Me han tenido prisionero... En ese mundo móvil durante 2 semanas – tosiendo - la verdad... No sé cómo pude sobrevivir tanto tiempo... Pero lo conseguí... Señor Black... Quiero que escuche con mucha atención por favor, quizás ellos ya se enteraron de esta transmisión, pero debe saber que Mabus Herzog está en este mundo – tosiendo – en persona, pero también debe saber que él está prácticamente acorralado por ustedes y por esa extraña rebelión que surgió hace unos días así que le puedo asegurar con toda certeza de que él no irá a ningún lado.
- Entiendo – dije prestando atención.
- Cuando lleguen aquí no intenten rescatarme, no vale la pena arriesgar tanto por tan poco, ustedes solo destruyan este mundo sin más reparo, esta es la última oportunidad que tienen para acabar con Herzog, Vesta y con...
- ¿Con qué? – le pregunté.
- Con eso... - alcanzó a decir Heobat.
La señal se corta repentinamente y me quedo pensando en lo que quiso decir, pero estaba sospechando que con "eso" se refería a la cosa que emanaba el ki pestilente que habíamos sentido anteriormente, entonces el Almirante Herse me preguntó:
- ¿Cuáles son sus órdenes señor?
- Reúnan la flota y traigan un par de Devastadores de Mundos.
- A la orden, mi Lord.
Y Kale me pregunta:
- ¿Pero qué pasará con Heobat?
- Cómo él bien dijo lo prioritario es acabar con Mabus Herzog, Vesta y "eso", pero nunca dijo cómo, así que me las arreglaré para acabar con esos 3 y de paso rescatar a Sir Heobat.
En eso Frost cuestiona:
- Pero ¿Qué sentido tiene rescatarlo si su planeta murió? Prácticamente es el último de su especie.
- Eso es cierto, Frost, pero no puedo ser tan cruel con él como para dejarlo morir y su raza con él.
- La verdad no logro comprenderte, Black – suspiró Frost.
- Ni te lo imaginas – concordó Vegeta.
De vuelta al planeta de Mabus, Sir Heobat se encontraba sentado mientras en su celda Vesta y Mabus Herzog le aplaudían desde un rincón oscuro:
- Bravo ¿Lo ve General Vesta? Él puede ser muy útil cuando se lo propone jajaja.
- Tiene toda la razón Lord Mabus.
A lo cual Sir Heobat respondió un poco esperanzado:
- No cantes victoria antes de tiempo "amigo".
- ¿Qué no lo haga? Cómo crees si acabas de guiar a Black y los tontos que lo siguen hacia su tumba, tal y como lo dije – se burló Mabus.
- ¡NO JUEGUES CONMIGO! – gritó Heobat.
Heobat se acerca agresivo hacia Mabus, pero Vesta se interpone entre el magnate y el ex gobernador del extinto planeta Mitt para decirle en tono burlón:
- Eh... ¿A dónde vas?
- Tsk... No importa, pero déjame advertirte de algo Mabus – dijo Heobat.
- ¿Y qué sería, Heobat?
- Usarme como carnada para atraer a Black será el último error que cometerás en tu vida – amenazó el exsenador.
- Sigue soñando, iluso – se burló Mabus.
- ¡NO! ¡Tú sigue soñando! – deliró Heobat – Pagarás por todos y cada uno de tus crímenes Mabus, todo el dolor que causaste, toda la sangre que derramaste y los mundos que aniquilaste, por todo eso y más aún pagarás, pero ¿Sabes que es lo mejor de todo?
Mabus solo guarda silencio para que Heobat continúe diciendo:
- Lo mejor de todo es que me aseguraré de estar vivo solo para presenciar, con mis propios ojos – indicándolos con sus dedos – tu caída – apuntándolo con ambas manos.
- Pues me temo que no tendrás ese lujo viejo amigo ¡General Vesta!
- Diga mi Lord.
- Asegúrate de que Heobat tenga una amplia vista de mi victoria, pero desde el más allá.
- Será un placer mi Lord – dijo Vesta tronándose los nudillos.
Luego Mabus salió de la celda de Heobat para decirle:
- Me gustaría quedarme a charlar más tiempo mi estimado Heobat, pero tengo ordenar la casa para recibir a nuestros invitados.
- ¡Eres un maldito! ¡Tú arrogancia te condenará Mabus! – gritó Heobat con impotencia.
Ante eso Mabus salió de la prisión para responderle a su examigo entre susurros:
- Pues a ti te condenó la esperanza, pobre iluso jajaja – riendo entre los gritos de Heobat de fondo.
Continuará...
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