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96. Reflexionando con Vegeta, El Misterioso Zircón Aparece.

En el capitulo anterior: Luego de asaltar la capital nuestro protagonista finalmente encuentra a los políticos a cargo de la Federación a los cuales sorprendentemente decide perdonarles la vida a cambio de capitular la rendición Federal no sin antes hacer una pequeña, pero reprochable demostración de crueldad para que no cupieran dudas de que el destino de la Federación ahora estaba en las manos de Black, ante esto los representantes de la Federación acceden a capitular la paz con el Imperio el cual si bien reconoce la soberanía Federal a su vez le impone duras sanciones en el ámbito económico y militar pasando a absorber toda la industria bélica Federal transformando al Imperio Infinito en la única potencia imperante en el universo.

Al propagarse las noticias por el universo una mitad celebra la victoria mientras otra lamenta la derrota, dentro de esta mitad el General Vesta y Mabus Herzog descargan sus respectivos malestares culpándose mutuamente del desastroso resultado de la guerra.

De vuelta con nuestros héroes Black libera a los muchachos para que se unan a la fiesta mientras intenta convencer a Vegeta de conversar un rato a solas respecto a cierta inquietudes.

Todo lo anterior nos deja con las siguientes preguntas ¿Será fructífera la conversación con Vegeta? ¿El fin de la Federación supondrá el fin de Mabus Herzog? ¿Qué hará el general Vesta al respecto? ¿Será este el inicio de una traición?

Vegeta y yo caminamos hasta una sala con una ventana que daba con el espacio, entonces invité al príncipe de los saiyajin a tomar asiento para comenzar a hablarle:

- Dime Vegeta, te noto algo tenso este último tiempo ¿Por qué?

- No es nada – dijo Vegeta en tono cortante.

- Pues yo creo que sí y creo que todo esto de la guerra te trae recuerdos de tu antigua vida como guerrero conquistador del espacio ¿O me equivoco?

- Odio admitirlo, pero es así – admitió el príncipe.

- Ya veo, extrañas las batallas, el matar a tus oponentes sin piedad y aniquilar cuantos mundos se te crucen ¿Verdad?

- Bueno... Sí, a veces me gustaría volver a mis antiguas andanzas y también descargarme de todo lo que esa sabandija de Vesta me molestó.

- Entiendo y ¿Qué me dirías si te digo que puedes volver a ellas? – le propuse.

- Y ¿Cómo lo harás si la guerra terminó? – cuestionó Vegeta.

- Bueno, esa es la versión oficial – contesté – pero no todos obedecen a la primera, verás existe una alta probabilidad de que en los siguientes días surjan un montón de grupos rebeldes negándose a aceptar la rendición y es ahí en donde tú entrarás a escena.

- Entonces ¿Quieres que yo me haga cargo de los rebeldes?

- Así es y para que sea más entretenido, puedes usar todos los métodos que estimes convenientes.

Vegeta lo pensó unos segundos para después contestar:

- Pues me interesa.

A lo cual le aclaré:

Eso sí no te excedas mucho, oh cierto, al final organizaré el torneo que prometí, pero tendrá que ser después de eliminar a Mabus Herzog.

- Bien – dijo Vegeta.

- Bueno, si quieres puedes ir a reunirte con Son Goku si gustas.

- No gracias, mejor iré a entrenar debo estar listo para ganar ese torneo.

- Pues en ese caso puedes usar las máquinas de gravedad que hay en los gimnasios yo por mientras me haré cargo de algunos asuntos administrativos.

Vegeta asiente y se retira de la habitación para decir:

- Muy bien, mientras Kakarotto pierde el tiempo en su fiesta y tú en tu papeleo yo entrenaré hasta superarlos a ambos, ya lo verán.

Entonces el príncipe de los saiyajin se va a entrenar mientras yo salgo hacia mi oficina para hacerme cargo de algunas tareas administrativas, una vez en mi oficina comencé a revisar los reportes a lo largo de todo el territorio Imperial y Federal para asegurarme de que todo estuviese en orden cuando de pronto recibo un mensaje del jefe de la DIDAA al cual contesté diciendo:

- Diga.

- Ya está resuelto el problema con la orden de anulación 6-16 su Majestad, ahora las unidades mecanizadas de la Federación pueden ser reprogramadas con toda seguridad.

- Excelente trabajo – sonreí satisfecho – envíe un mensaje a todos los servidores centrales de los sectores, todas las unidades mecanizadas de la Federación deben ser desconectadas del control de Industrias Herzog y pasar al control Imperial, de inmediato.

- A la orden mi Lord.

Luego continúo revisando los reportes de todos los sectores para ver si había focos de rebelión y en medio de mi búsqueda mi anillo comienza a brillar, entonces aparece Vados, por lo cual de inmediato le digo:

- Buenos días, tardes o noches Vados, es que no sé qué tiempo usar de referencia.

- No se preocupe por eso señor Black, buenos días.

- ¿A qué se debe este llamado?

- Es solo para felicitarlo por haber terminado con la guerra.

- Oh, gracias jeje de verdad lo agradezco – dije algo sonrojado.

- No hay de qué, no sabe lo contento que está el señor Champa.

- Me lo imagino, no obstante, si bien la guerra terminó aún no hemos podido encontrar a Mabus Herzog, así que es probable que todavía haya combates, pero estos serán menores – le aclaré al ángel.

- Entiendo – asintió Vados.

- Pero que Champa no se preocupe – dije – le garantizo que lo peor ya pasó.

- Bueno, eso parece – respondió Vados pensando – muy bien creo que es todo por ahora, nuevamente lo felicito por su trabajo y espero que todo se normalice pronto.

- Así será, adiós, Vados Sama – me despedí.

Vados se despide con una sonrisa y continúo con mi trabajo mientras de fondo se oye a los soldados celebrando y cantando por la victoria.

En paralelo a eso Mabus Herzog estaba sentado en su escritorio frente a unos sujetos encapuchados como él por lo que presumiblemente serían sus dobles, entonces el anciano magnate dijo:

- Ustedes quizás estén preguntándose por qué decidí traerlos a mi morada en lugar de contactarlos vía holograma.

Los encapuchados murmuran y Mabus complementa:

- La razón de fondo es para evitar que el Imperio intercepte nuestras conversaciones, por lo que al hacer esta reunión presencial lo que aquí se hable aquí se quedará.

Los encapuchados asienten y el magnate decide pasar al tema de fondo:

- En vista del peligro que corren mis activos frente a los intereses depredadores del Imperio, me he visto en la obligación de retirar todos mis fondos guardados en los bancos.

En eso uno de los encapuchados pregunta:

- Disculpe mi intromisión mi Lord, pero eso no podría provocar la quiebra de algunas de sus compañías.

- Me temo que ese es un riesgo que tendré que correr si quiero rescatar todo lo que tengo antes de que esos muertos de hambre del Imperio pongan sus garras primero – asumió Mabus con mucho dolor.

- Entiendo su punto mi Lord.

- Bien – el magnate continuó – como venía diciendo tengo que realizar esa operación rápido, pero si lo hago yo mismo existe el riesgo de que me descubran, por lo tanto, quiero que ustedes hagan los retiros por mi para luego dejar todo ese dinero en mi gran bóveda personal.

- ¿Pero y si nos descubren? – preguntó otro encapuchado.

A lo cual Mabus contestó:

- Si los descubren los eliminaré personalmente con el chip que tienen implantados, de esa forma no revelarán nada al enemigo y no se preocupen de la muerte y lo que venga después, esta será rápida e indolora y en lo que respecta a sus familias pues serán recompensadas por su esfuerzo y devoción, ahora retírense.

Los encapuchados hacen una reverencia, para luego retirarse y luego Mabus reflexiona:

- Me pregunto si estas alturas el General Vesta seguirá siendo de utilidad, me ha fallado demasiado, tal vez podría liberar a Apofis ahora mismo, pero no estoy seguro... Desde la última vez el General Vesta demostró tener un poder abrumador, según los aparatos él está en la magnitud 11 hablando en términos individuales y con sus clones se acerca a la magnitud 13, la misma de Apofis, si Vesta continúa progresando de esa manera podría tornarse en una amenaza para mis intereses en un futuro próximo... Pero primero lo primero, necesito ejecutar la orden 6-16 en todos los territorios para recuperar mi ejército y continuar con esta guerra directamente.

De pronto una voz suena en el fondo:

- Pues si quiere hacerlo necesita de un general que los dirija.

Desde las sombras aparece una figura conocida y Mabus exclama:

- ¡Vesta! ¿Desde cuándo está aquí?

- Pues acabo de llegar, mi señor.

Mabus nervioso piensa:

- "Espero que no haya escuchado lo que dije de Apofis o si no estaré frito, ahora con el dolor de mi alma tendré que tratarlo bien para no hacerlo enojar, o si no será mi fin"

Luego Vesta pregunta en tono serio:

- Lord Mabus, tengo una pregunta que hacerle.

Mabus con una gota de sudor en la frente contesta:

- Y cual sería mi querido amigo – buscando sonar amistoso.

Finalmente, Vesta le interroga:

- ¿Por qué no reubicó a los políticos como le sugerí?

A lo cual el señor Herzog responde tratando de excusarse:

- Bueno... Yo... Lo hice, di la orden para trasladarlos Vesta, pero hubo un pequeño problema, al parecer las transmisiones Imperiales entre las fuerzas del sector C1 y D1 ocasionó una interferencia que impidió que la orden fuera recibida, luego intentamos reenviar la orden numerosas veces, pero no hubo caso, al parecer los Imperiales llegaron antes a la capital de lo que teníamos presupuestado – intentado ocultar el hecho de que en realidad nunca mandó ninguna señal.

- Entiendo – dijo Vesta creyendo aparentemente en las palabras de Mabus – fue un caso fortuito, de todos modos, yo sabía que podría suceder algo así, por esa razón no llevé la batalla hacia la superficie del planeta, para no poner en riesgo a los políticos en caso de que estuvieran ahí – pensando - "crees que soy tan tonto como para no darme cuenta de que nunca dio ninguna orden de evacuación".

- Ya entiendo – dijo Mabus con incomodidad – entonces por eso hiciste lo que hiciste - pensando - "lo hizo a propósito para dejarme entre la espada y la pared y por poco lo consigue".

En ese momento ambos sujetos comienzan a intercambiar miradas de aparente amistad, pero que en el fondo se acusaban mutuamente los errores del otro, cuando de pronto una transmisión irrumpe en la escena interrumpiendo esa silenciosa batalla de miradas:

- ¿Qué es eso? – preguntó Vesta.

- No lo sé – contestó el magnate.

Por su parte en el Imperator de hallaban los soldados en un gran banquete, mientras en el fondo había grandes pantallas múltiples con distintos canales tanto Federales como Imperiales repitiendo una y otra vez la noticia de la victoria Imperial por sobre la Federación, entonces el Almirante Herse decide subirse al podio con una copa de champán para dirigir unas palabras a la bulliciosa multitud:

- ¡Señores! ¡Señores! – golpeando la copa con el tenedor.

Toda la multitud guardia silencio y voltea para mirar al Almirante el cual comienza a hablar:

- Muchas gracias, ahora que tengo su atención quiero expresarles mis más sinceras felicitaciones a todos y cada uno de ustedes por su desempeño en esta guerra, sin duda han demostrado a quien les habla y a su majestad su gran valor como soldados del Imperio Infinito, por lo mismo quiero hacer un brindis por todos los soldados del Imperio, por su Majestad, sus amigos y por la gloria eterna de nuestro Imperio ¡Salud!

- ¡Salud! – dijeron los demás.

Todos los presentes alzan sus copas para luego beber, mientras tanto Kale y Caulifla hablaban de la vida hasta que la saiyajin de los cabellos en punta le preguntó a su "hermana":

- Oye Kale.

- Dime, hermana – bebiendo algo de champán.

- ¿Por qué no le pides a Black que se nos una? Que se relaje alguna vez y deje todo ese papeleo para mañana.

A lo cual Kale hizo una pausa para luego suspirar:

- Sí, se lo diré hermana, aunque no será tarea fácil sacarlo de su "trabajo".

- Pues insístele, por algo tiene asistentes ¿No? – razonó Caulifla.

- Jajaja, Black es algo desconfiado, pero creo que entenderá – supuso la morena.

- Pues aquí los espero – dijo Kale.

Pero justo cuando Kale iba a partir para ir a mi oficina a pedirme que me uniera a la celebración, en los distintos canales que se veían en las pantallas múltiples comenzó a haber interferencia, de inmediato todos comenzaron a preguntarse qué sucedía:

- ¿Qué pasa...? ¿Y esa interferencia...? ¿Qué es...?

- Kale ¿Qué crees que sea eso? – preguntó Caulifla.

- No lo sé – respondió esta.

De pronto la interferencia termina en uno de los canales apareciendo un sujeto con capucha negra en un fondo violeta oscuro casi negro con un mensaje en letras rojas grandes que decía "Interrumpimos la programación habitual para dar un boletín especial" mientras había sonido de interferencia y estática de fondo entonces Kale le dice a Caulifla:

- No sé lo que sea, pero debo avisarle a Black de inmediato.

Kale corrió hacia mi oficina para darme la noticia:

- ¡Blacky!

- ¿Qué sucede amor?

- Necesito que pongas la televisión rápido.

- ¿Ok? – le dije algo confundido.

Encendí la televisión viendo el mismo sujeto encapuchado con el fondo oscuro y el mensaje en rojo, entonces decidí cambiar de canal, para ver si la interferencia era de un solo canal o era general, pero por más que cambiara de canal seguía viendo al mismo sujeto, al parecer el hackeo de señal había sido a nivel general, entonces Kale y yo nos quedamos mirando la televisión para saber lo que vendría después, entonces la interferencia comenzó a disminuir y una voz distorsionada comenzó a hablar:

- Ahora que hemos captado su aten... - interferencia - le pedimos a todos los habi... - interferencia - de la Federación que escuchen atentamente el presente boletín... - interferencia - durante años la Fede... - interferencia - Intergaláctica, ha vivido bajo el yugo opresor de Mabus Herzog... - interferencia - bastardo y asesino... tú gran hijo de... - interferencia - solo has desencadenado muerte, miseria y destrucción en todos los hombres, mujeres, ancianos y niños de la Federación... - interferencia.

En la guarida de Mabus Herzog el susodicho veía atentamente la televisión para luego decir con gran indignación:

- Pero quien se cree que es ese bastardo.

- Qué insolente – dijo Vesta con seriedad.

El mensaje continúa:

- Pero recientemente una nueva fuer... - interferencia - política ha surgido en el universo... se hace llamar Impe... - interferencia - Infinito, el cual nos ha invadido como parte del gran plan de Mabus Herzog para someter... - interferencia - a todos nosotros, ellos atacaron nuestro territorio, abusa... - interferencia - a nuestras mujeres y niños, torturaron y humillaron al nuestro pueblo...

Entonces yo digo:

- Eso es mentira.

Y el mensaje prosiguió:

- Y cuando llegaron a nuestra capital, los políticos como los traid... - interferencia - y cobardes que son cedieron a su voluntad... al final los Imperiales decían que nos liberarían del yugo de Mabus Herzog, pero solo lo hicie... - interferencia - para someternos a su nueva tiranía... - interferencia - al final Mabus Herzog y el Emperador Black son 2 caras de una misma mone... - interferencia - la moneda de la tiranía, por todo el daño que nos hizo Mabus Herzog, más la traición de quienes decían ser nuestros representantes y el sometimiento al totalitaris... - interferencia -Imperial es que llamo a toda la población Federal y en especial a los militares a que desconozcan este tratado nefasto y vuelvan a las armas contra el Imp... - interferencia - de Black y contra Mabus Herzog junto a su élite de oligarcas rastreros, y para que les quede claro ¡Yo soy el defensor de la libertad Federal, soy Zircón el libertador! Y que este nombre resuene en sus conciencias Emperador Black y Mabus Herzog... - interferencia - seré la voz que los perseguirá por el resto de sus días...

El mensaje termina dejando a todos boquiabiertos y pensativos, entonces Kale me preguntó:

- Entonces ¿Esto significa que la guerra continúa?

- No – negué rotundamente - solo contra Mabus Herzog, no sé quién sea ese tal Zircón, pero no logrará intimidarme con su mensaje pseudo revolucionario, además ya les advertí a los Federales a lo que exponían si se atrevían a rebelarse en mi contra.

- ¿Y qué harás con ellos? – preguntó la fémina.

- Bueno, esos rebeldes no son más que una minoría que esperan a que le demos más peso del que tienen, de ese modo generan la ilusión de que son muchos y que están en todas partes así que lo mejor que podemos hacer con ellos es no darles cobertura mediática mientras se los investiga para dar con todos ellos y eliminarlos de un solo golpe, pero de forma sutil.

- Ya entiendo.

- Además – agregué – dudo mucho que el mensaje de Zircón el efecto esperado ya que la mayoría de los militares están con los políticos y por añadidura con nosotros, por otro lado no olvidemos que yo tengo el control de casi todas las fuerzas Federales, por lo tanto aunque los rebeldes lograran llegar al poder, sería a duras penas y por si fuera poco estarían obligados a reclutar a los civiles para contar con las tropas suficientes quienes por su parte no tienen la experiencia en combate ni tampoco la disposición como para unírseles, los civiles ya fueron utilizados por los Federales en la guerra y dudo mucho que estén dispuestos a ser utilizados de nuevo.

- Es cierto – concordó Kale – además nosotros no somos tan malos como nos pintan, es obvio que ese mensaje está distorsionando la verdad y creo que la gente se lo crea.

- Así es y por lo mismo creo que ese mensaje iba más dirigido a los militares, el sector más adoctrinado y reaccionario de la población – supuse.

- Es verdad – asintió la morena.

Luego dije:

- Bien, entonces me reuniré con los almirantes y con los políticos de la Federación para que les ordenen a todos los ex altos mandos de la Federación reunirse en este sector y mantenerlo vigilados.

- ¿Cómo una especie de cuarentena?

- Así es, Kale.

Entonces procedo a contactar a todas las autoridades pertinentes para hablarles de mi plan. Por mientras en su guarida, Mabus Herzog caminaba nervioso de un lado a otros pensando en próxima movida, entonces el general Vesta decide sacarlo de su trance preguntándole:

- Lord Mabus ¿Qué tiene pensado hacer?

- ¡No lo sé! ¡No lo sé! – exclamó nervioso – Además de lidiar con Black y su Imperio ahora tengo lidiar con esos malditos rebeldes, tsk...

Mabus gruñe y luego dice:

- ¡Maldita sea! ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Quién diablos es ese tal Zircón que se atrevió a dirigirse a mí en esos términos tan vulgares?

- No tiene de que preocuparse, mi Lord de seguro ese tal Zircón es solo un caudillo exaltado, si lo ignora es probable que sus palabras se las lleve el viento.

- ¡Pero ese maldito se burló de mí! – insistió Mabus.

- Entiendo que se moleste – comprendió Vesta – a nadie le gusta que traten a su madre en términos tan vulgares, pero no es necesario hacerse problemas por...

- ¡Lo que mi madre haya sido o no sido, no me importa! – interrumpió Mabus - ¡El tema es que lo dijo para molestarme! ¡A mí! ¡AL GRAN MABUS HERZOG! ¡NADIE SE BURLA DE MI Y VIVE PARA CONTARLO!

- Pero mi Lord contrólese, recuerde su presión arterial – dijo Vesta.

- ¡Me vale mil años luz de verga! – dijo Mabus rojo de ira - ¡Liberaré a Apofis si es necesario para matarlo! ¡Y tú déjate de perder el tiempo, Vesta! ¿Quieres servir de algo? – apuntando a un monitor – Ejecuta la orden 6-16 para recuperar mi ejército para aniquilar a ese bastardo de Zircón, después me desharé de Black y sus amigos saiyajin para tomar el lugar que me corresponde como el único soberano del universo.

- Como ordene mi Lord – en el fondo riéndose de la actitud infantil de Mabus Herzog.

Vesta se dirige al monitor e introduce un código que le da acceso a la computadora central de Industrias Herzog y al radiotransmisor universal ubicado a menos de 1 pársec del planeta móvil de Mabus, entonces una vez conectado con ese transmisor procede a ejecutar la orden de anulación 6-16 junto con la orden de regresar a las cercanías del planeta de Mabus Herzog, de inmediato la señal es transmitida hacia todo el universo, entonces Vesta dice:

- Está hecho Lord Mabus, en cuestión de minutos recibiremos la respuesta afirmativa de las computadoras sectoriales y con ello todas nuestras naves regresarán a casa.

- Bien hecho Vesta, ahora me sentaré a esperar como la victoria llega servida en bandeja de plata – presumió Mabus.

- Como diga mi Lord, si no le molesta me retiraré para meditar en la estrategia adecuada para ganar – dijo el general.

- Has lo que quieras – contestó Mabus indiferente.

- Con su permiso.

El general Vesta hace una referencia y se aleja de la oficina de Mabus hacia una habitación en penumbras, entonces cierra las puertas para luego soltar una carcajada y cuando terminó una voz proveniente de un rincón oscuro le dijo:

- Ni me imagino la reacción del viejo.

- Pues solo puedo decirte que su reacción confirma que vamos por el camino correcto – dijo Vesta.

- Bien hecho, quizás los Imperiales no caigan en nuestro juego, pero Lord Mabus es demasiado orgulloso e imprudente, él se encargará de darnos la cobertura mediática que necesitamos.

- Y de ese modo nuestra causa ganará adeptos mientras Industrias Herzog se desmoronará a pedazos – complementó el general.

- Por cierto ¿Ya te ordenó ejecutar la orden 6-16 a nivel universal? – preguntó el sujeto de las sombras.

- Efectivamente, pero confío que los Imperiales ya ejecutaron el código anulación para desconectar a los androides y máquinas de los servidores de Industrias Herzog antes de que la orden 6-16 sea recibida.

- Sí – sonrió el tipo de las sombras – el código que les dimos hace unos días atrás, serían el rey de los tontos si desperdiciaran semejante regalo de nuestra parte.

- Así es mi estimado Zircón – dijo el general Vesta.

- Y como canta el dicho compañero Vesta...

- Si quieres un trabajo bien hecho – dijo Vesta.

- Debes hacerlo tú mismo – dijeron los 2.

Zircón y Vesta se dan la mano y Zircón se desvanece uniéndose a Vesta dando a entender que Zircón solo era un clon que había usado el general para transmitir aquel incendiario mensaje, entonces Vesta mirando su mano procede apretar su puño para decir:

- No creas que eres el único que puede planificar a largo plazo Mabus Herzog, tu reinado estará por llegar a su fin, podría matarte ahora mismo anciano, pero me daré el lujo de disfrutar como tu Imperio se desmorona bloque a bloque y aun así no te mataré solo para ver tu cara de impotencia al presenciar el ascenso de mi propio Imperio.

De vuelta al Imperator, luego de una larga y agitada reunión con los políticos y los militares nos enteramos que el mensaje de Zircón había sido captado a lo largo de todo el Universo 6, por lo tanto comenzamos a medir las horas en la que se produjo la interferencia en las diversas estaciones de transmisión tanto de los territorios Federales como de los territorios Imperiales para triangular el origen de la señal lo cual nos arrojó como resultado un punto en el sector K-3 como el punto de origen, entonces ordené preparar una flota pequeña para enviar una expedición a dicho sector para verificar la existencia de ese radio transmisor, pero justo en ese momento la computadora nos avisó que los receptores de las naves y las computadoras sectoriales habían captado una señal encriptada cuya frecuencia coincidía con la orden de anulación 6-16, pero no le dimos mayor importancia porque nuestros androides ya estaban desconectados de las computadoras así que esa señal en teoría no tendría efecto y si bien aún había algo de nerviosismo de nuestra parte los androides y las naves Federales no sufrieron ningún desperfecto ni se pusieron en nuestra contra, simplemente hicieron caso omiso a esa señal, entonces al igual que con el mensaje usamos los tiempos de recepción en las diversas computadoras para triangular el origen de la misma dando como resultado el sector J-4, entonces sospeché que ahí podría encontrarse Mabus Herzog así que ordené una segunda flota de exploración para que fueran a ese sector a verificar si había algo ahí.

Una vez terminada la reunión procedí a tomarme un merecido descanso, lamentablemente ese día que debía ser de celebración terminó de forma abrupta por el mensaje de Zircón dejándonos un sabor agridulce a todos.

Ya en la cama con Kale estaba algo preocupado mirando hacia el techo, entonces ella me dijo:

- Descuida, todo saldrá bien Black.

- Eso espero, la verdad no me gustaría que muriera más gente – dije pensando en mis decisiones anteriores.

- Yo tampoco – dijo la saiyajin recordando la masacre en la plaza – entonces respecto a lo que pasó cuando encontramos a los políticos.

- Oh eso – recordé.

- Esa gente que ordenaste fusilar ¿Los revivirás? – preguntó Kale.

- Me gustaría hacerlo, pero eso me quitaría credibilidad – contesté un poco dudoso.

- ¿Por qué? – cuestionó Kale.

Entonces yo un poco dubitativo le contesté:

- Porque si los Federales vieran que la gente que mato luego es revivida entonces ellos no tendrían nada que perder y podrían alzarse en mi contra una y otra vez, después de todo tarde o temprano los reviviría y esa es una garantía que no puedo darles, solo de ese modo entenderán que mi palabra se cumple con efecto inmediato y sin marcha atrás.

- Que crudo – dijo Kale algo triste.

- Sé que es cruel – pensando – pero así es la guerra, debes hacer lo necesario para mantener controlado a tu enemigo y muchas veces las circunstancias te obligan a hacer cosas que no te gustarían hacer, pero dadas las cosas no tienes opción de reflexionar, o lo haces o no lo haces, además en las guerras siempre pagarán justos por pecadores, negar esa verdad sería pecar de ingenuo por no decir estúpido.

- Lo sé, lo sé, pero ahora que terminó el conflicto supongo que ya no hay necesidad de eliminar gente, por lo menos gente inocente ¿Verdad? – preguntó la saiyajin.

- Supongo que sí, pero ¿A qué viene todo esto Kale?

- Es que yo... - algo insegura - me gustaría pedirte que ya no mataras a más gente inocente.

A lo cual doy un suspiro para decirle:

- Fue solo por esa ocasión, no creas que me gusta ir por la vida asesinando gente por capricho y aún si lo dije cuando estaba enojado no debes olvidar que cuando uno se enoja puede decir muchas tonterías, pero en realidad no las digo con sinceridad.

- Te entiendo – dijo Kale – pero debes saber que a mí no me gusta que mates gente inocente y mucho menos por capricho.

- Bueno, a nadie en su sano juicio incluyéndome le gustaría matar a gente inocente y mucho menos por capricho.

Por lo cual Kale me dijo:

- Entonces ¿Me prometes que ya no matarás a nadie más?

- Salvo si suponen una amenaza para ti o para la gente o para mí.

- Claro – asintió Kale.

- Pues en ese caso sí, prometo no matar a nadie más en la medida que no sean un peligro para todos nosotros – concluí.

- Gracias Black – Kale me abrazó.

- De nada y por favor, no creas que soy un asesino o un monstruo mi amor.

- Descuida amor, sé que no lo eres.

- También yo – la abrazo.

Finalmente, ambos logramos conciliar el sueño quedándonos profundamente dormidos. 

Continuará... 

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