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92. Asalto a la Capital Federal.

En el capitulo anterior: Luego de un cambio de estrategia el Imperio reinicia su ofensiva contra los Federales consiguiendo tomar rápidamente la mayor parte del territorio de los sectores C1 y D1. 

El General Vesta por su parte no puede hacer mucho contra esta masiva ofensiva por lo tanto decide replegarse con todas sus fuerzas hacia un sector seguro con el objeto de reunir las fuerzas suficientes para realizar su contraofensiva, pero en el proceso es regañado por Mabus Herzog quien considera estas movidas como una muestra de incompetencia por parte del general tensando aún más la relación entre ambos.  

Finalmente y luego de una complicada batalla el frente de Black consiguió pacificar el C1, mientras que el frente liderado por Kyabe está a poco de pacificar el sector D1, por lo tanto Black decide usar ese tiempo para meditar junto a Kale usando los ojos de Kaioshin para hallar a Mabus Herzog.

¿Será Black capaz de encontrar a Mabus Herzog? ¿Continuarán las tensiones entre el general Vesta y Lord Mabus? ¿Serán estas tensiones el preludio de una futura traición? 

Dentro del trance:

- ¿Pueden ver las estrellas?

- Sí – contestaron ambos.

- Bueno, esa es nuestra ubicación, al sur están Kyabe y los demás al parecer están haciendo muy bien su trabajo, más al suroeste tenemos a Hit quien se ha detenido un momento para comer algo antes de seguir con su búsqueda, luego en el centro y extremo sur tenemos a Frost y el Virrey de Sadala combatiendo en sus respectivos frentes de batalla.

- Increíble, se siente como si fuera una gigante observando todo desde afuera del universo – dijo Kale.

- Piénsalo como una proyección astral – le expliqué.

- Ya veo, entonces así se siente poder ver todo el universo como lo hace un Kaioshin, maravilloso – opinó la saiyajin.

- Exacto, ahora concentrémonos en nuestro objetivo Mabus Herzog – continué.

Zamasu y Kale asintieron y yo les dije:

- En estos momentos comenzarán a ver la imagen del mentón o la barbilla de Mabus Herzog, proporcionada por el general Vesta – poniendo la imagen al frente.

- Lo vemos – dijeron ambos – es ese verde, pálido y con un lunar debajo del labio ¿Cierto?

- El mismo – confirmé – ahora yo buscaré a todos los viejos que tengan un color de piel similar y quiero que ustedes me vayan avisando cuales de ellos tienen ese lunar debajo del labio así que atentos

- Ok – dijeron ambos.

De inmediato comencé a analizar todos los rostros de los ancianos de la Federación en especial los más ricos descartando a todos los que no tuvieran el color de piel del mentón que teníamos como referencia, una vez descartados comenzamos a analizar a todos los rostros de ese color piel para descartar a todos los que no tuvieran el lunar debajo del labio inferior, una vez descartados le dije a los muchachos:

- Estamos cerca ¿No se les escapó ninguno?

- Ninguno, descartamos a todos los que no tenían el lunar ¿Cierto Kale? – dijo Zamasu.

- Así es – contestó la saiyajin.

- Excelente ¿Cuántos individuos tenemos? – pregunté.

- 72 sujetos con un mentón similar – contó Kale.

- Muy bien, estamos a solo 72 sujetos de encontrar a Mabus Herzog – me sobé las manos.

- ¿Y cómo sabremos cuál de ellos es Mabus? – preguntó Kale.

Entonces se me ocurrió:

- Tendremos que entrar en sus cabezas y ver sus recuerdos y pensamientos.

- Eso se oye difícil – dijo Kale.

- Pues lo es, es difícil entrar a la mente de una persona sin que los pensamientos circundantes se crucen con los pensamientos de la persona en cuestión, pero no tendremos de otra entrar a 72 cabezas y desentrañar todos sus secretos, te advierto que algunas cosas que veremos tal vez no sean muy agradables.

- Descuida, Black, estoy dispuesta enfrentar lo que sea, tú me ayudaste a tener confianza en mí misma y ahora yo te ayudare a terminar con este conflicto, juntos como la pareja que somos.

- Gracias Kale, entonces comencemos con el primer sujeto, ojalá tengamos la suerte de dar con Mabus al primer intento.

- Pues ¿Qué esperamos? – dijo Zamasu.

- Bien – sonreí – entonces concéntrense que entraremos a la mente de estas personas.

Kale y Zamasu asintieron y procedí a cerrar mis ojos para entrar en la mente del primer viejo:

- Concéntrate, concéntrate, concen...

Cuando se pronto una voz conocida me interrumpió:

- Señor Black.

- ¡Ahhhh...! – gritamos los 3.

Al escuchar esa voz de inmediato salimos del trance y yo un poco molesto dije:

- ¿Quién se atreve a sacarnos de nuestra meditación? Y por sobre todo ¿Quién se atreve a llamarme señor Black?

De inmediato Kyabe nervioso a través de un holograma me dice:

- ¡Perdón! ¡Perdón! ¡No fue mi intención sacarlos de su meditación!

- ¿Kyabe? – preguntó Kale.

- ¿Qué necesitas? – pregunté.

- No nada, solo quería avisarle que Son Goku, Vegeta y la señorita Caulifla terminaron de pacificar el sector D1.

- Excelentes noticias, pues en ese caso debemos esperar a que las últimas flotas lleguen de sus misiones y con ello saltaremos al sector D0 – respondí.

- Respecto a eso la última flota llegó hace unos minutos así que estamos listos para partir – informó el saiyajin.

- Bien, entonces solo faltamos nosotros. ¡Almirante Herse! – lo llamé.

- ¡Si mi Lord! – contestó el almirante.

- ¿Nuestra flota está lista? – consulté.

- Pues sí señor, de hecho, está lista desde hace 40 minutos – informó.

A lo cual Kyabe se quejó:

- Tsk...

Entonces le pregunté:

- ¿Qué ocurre?

- ¿Por qué se enoja cuando le digo señor y no se enoja con el Almirante?

- Por un tema de edades – aclaré – tú y yo tenemos casi la misma edad así que es raro que nos tratemos de señor, de hecho, creo que también es raro que le digas señorita a Caulifla jajaja.

- Bueno... - dijo Kyabe.

Y yo interrumpí:

- No te preocupes, ahora vayan todos a sus posiciones de combate y esperen a mi señal para el hipersalto.

- ¡A la orden, Black! ¡A la orden, Señor Black! – dijeron el saiyajin y el almirante.

Luego de eso fui junto a Kale al puente de mando donde nos esperaba el almirante Herse, el capital y los generales, para finalmente dar un breve discurso antes de partir a la capital:

- Almirante, por favor póngame en comunicación con todas las naves y emisoras del Imperio, quiero que mi voz sea oída en todo el universo.

- Sí señor, pongan la frecuencia abierta – ordenó.

- ¡Si señor! ¡Abriendo todos los canales! ¡Frecuencia abierta! ¡Retransmitiendo! ¡Todo listo señor! – dijeron los oficiales.

El Almirante Herse me hace el gesto con el pulgar en alto y yo me pongo de pie frente a todos los presenten para iniciar con mi discurso:

- "Hoy día 2 de abril del año 781 será un día histórico tanto para el recién formado Imperio Infinito como también para todo el universo, este día será recordado por nosotros como el día en que dimos el golpe final al enemigo que nos abrirá las puertas a la victoria, mientras que para otros este día será recordado como el día en que las tinieblas de la opresión finalmente fueron eliminadas bajo la poderosa luz del faro de la libertad, este será el día en que el esfuerzo de billones de compatriotas de todas las razas, credos e ideologías será recompensado con la tan ansiada victoria y el pesar de las muertes de nuestros camaradas serán compensadas con la inmortalidad de sus almas en el Valhala de nuestra memoria y con la eterna felicidad y agradecimiento de todos nosotros por los logros obtenidos gracias a su devoción y compromiso para con el Imperio infinito, hoy día inicia una nueva era para el Universo un nuevo amanecer para todos nosotros y para ir finalizando camaradas, a partir de hoy los errores de la Federación serán corregidos, los humildes serán recompensados, los soberbios serán humillados, los responsables de todos estos crímenes contra la vida serán juzgados y castigados por sus pecados y los sedientos de justicia serán finalmente saciados junto con las billones de almas impotentes sacrificadas por esta élite asesina las cuales por fin podrán descansar en paz ¡Ahora camaradas, tomad las armas y cargad contra el enemigo sin piedad! ¡Viva la Libertad! ¡Viva el Imperio!"

- ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva! – gritaron todos eufóricos.

Luego de ese breve, pero motivador discurso procedí a dar la orden para ambas fuerzas de ataque saltaran a la hipervelocidad en dirección a la capital del sector D0.

Por su parte en el sector E0, se encontraba el general Vesta junto a una gran cantidad de soldados y androides que marchaban a su alrededor mientras pasaba revista a una fila de oficiales, generales, tenientes, almirantes y demás altos mandos de las Fuerzas Armadas Federales:

- En este preciso momento las fuerzas Imperiales han abandonado sus posiciones en los sectores C1 y D1 respectivamente y no tardarán en llegar a la capital D0.

Los altos mandos se miran entre ellos nerviosos y el general Vesta continúa:

- Nuestras mejores fuerzas se encuentran en la capital dispuestas a ofrecer la mayor resistencia posible para distraer al enemigo, una vez que las fuerzas enemigas estén completamente concentradas en la capital nosotros lanzaremos una ofensiva masiva desde todas las direcciones para rodear al enemigo creando una "bolsa de contención" de ese modo el enemigo será atacado desde adentro por la resistencia metropolitana y desde afuera por nosotros lo cual será demasiado para ellos obligándolos a pedir refuerzos lo cual a su vez dejará desprotegidas sus posiciones a lo largo del frente, con todo lo anterior tendremos tiempo para que nuevas unidades salgan de los centros de producción a reforzar nuestras filas por mientras nuestros técnicos trabajan duro para reactivar los androides que los Imperiales desactivaron en la frontera.

Los altos mandos nuevamente se miran entre ellos un tanto aliviados y el general Vesta continúa:

- Si todo sale de acuerdo a lo planeado nuestra ofensiva contra el imperio debería ser capaz de retrasarlos el tiempo suficiente para que las nuevas unidades se sumen a nuestras filas y los androides de las zonas fronterizas sean reactivados, cuando eso suceda nuestro ejército podrá recuperar las posiciones perdidas casi sin oposición por parte del enemigo, una vez devastadas las posiciones imperiales Black y los demás tendrán repartirse nuevamente para evitar más pérdidas territoriales, pero esta vez no seremos tan piadosos como antes, no señor, ahora seremos despiadados y nos aseguraremos de pulverizar y envenenar todos y cada uno de sus mundos para que Black no tenga Imperio que gobernar.

Los presentes aplauden y uno de los generales dicen:

- Una exposición magistral general, pero tengo una... Pequeña...Pero muy, muy, muy pequeña duda...

Un silencio incómodo se hace presente ya que Vesta era muy reconocido por su temperamento cambiante y por odiar a aquellos soldados que no entendían a la primera explicación así que estaban todos listos para ver una posible explosión de tripas y sangre, pero contrario a los temores de los presentes el general Vesta en un tono muy calmado y cortés dijo:

- Adelante, pregunte todo lo que quiera.

- ¿De verdad? – dijo aquel general sorprendido.

- Claro que es verdad, dígame cuál es su duda y con gusto se la resolveré.

Los presentes atónitos ante la inusual reacción del general comenzaron a murmurar, pero de pronto el general los miró de manera severa mandándolos a callar al instante, entonces el general le preguntó a su superior:

- Bueno... Se... Señor con todo respeto, pero esta operación podría poner en riesgo la integridad de los Senadores y de los funcionarios de la administración junto con infraestructura crítica de la Federación.

- Está en lo correcto camarada, pero ese punto ya está cubierto – contestó Vesta.

- ¿De verdad? – preguntó aquel general.

- Así es, Lord Mabus me dijo que se encargaría personalmente de evacuar a todo el personal relevante a una localización segura junto con resguardar la infraestructura crítica con las mejores defensas disponibles en la Federación.

- Me queda claro General Vesta.

- Muy bien – sonrió el Umijin para luego preguntar - ¿Alguien más tiene dudas?

Todos los altos mandos comienzan a murmurar y de pronto un grupo de ellos comienzan a alzar las manos para hacerles preguntas al general el cual dice:

- Veo que tenemos 12 potenciales preguntas, pero por una cuestión de itinerario solo responderé 2 más así que el resto pueden decir adiós.

Sin dudarlo Vesta apunta con su dedo a los altos mandos dudosos para proceder a disparar una ráfaga de rayos de la muerte matando a 10 de ellos al azar para luego decir:

- Así está mejor, espero que sus sucesores sean más competentes en cuanto a ustedes 2 pueden preguntar lo que sea, pero solo 1 pregunta por cabeza ¿Quedó claro?

- No... No... Señor ya no tenemos dudas, nos queda todo claro... - dijeron los altos mandos temerosos.

A lo cual Vesta respondió:

- ¿Ah? ¿Y por esto hicieron todo este escándalo? ¿Por nada? Muy bien entonces les daré mi respuesta.

Vesta nuevamente los apunta para desintegrarlos con un rayo mortal para concluir:

- Cuanto menos incompetentes haya la calidad de nuestras Fuerzas Armadas Federales mejorará ¿Entienden?

Todos los presentes responden aterrados:

- ¡Sí, General Vesta!

Ahora ahorren energías para la ofensiva, por mientras me pondré en contacto con los generales encargados de las Fuerzas Armadas de los Sectores D-1 y C0 para coordinar la ofensiva.

Mientras tanto de camino al sector D0 me encontraba reunido frente a mis soldados para darles algunas instrucciones de cómo proceder:

- Muy bien camaradas cuando lleguemos al sector D0, específicamente a la capital nos encontraremos con una resistencia implacable, quizás como nunca hayan visto en sus vidas y eso es de esperarse considerando que según nuestras fuerzas de inteligencia el 90% de los planetas cuentan con una dotación militar superior incluso a la de varios sectores combinados, nótese que hablo de cada planeta por sí solo.

Los soldados suspiran un poco asustados y yo continúo:

- Pero es no es todo, para colmo también nuestra inteligencia ha determinado que solo el planeta capital o sea D0 1° 1' 2" concentra más de la mitad de todo el armamento del sector D0, lo que se resume en un 25% de toda la fuerza Federal Disponible y para que se hagan una idea eso es casi el doble de todas las fuerzas Imperiales y de los Sistemas Miembros, incluyendo a la reserva recientemente movilizada.

De inmediato los soldados comenzaron a murmurar nerviosos:

- Santo cielo... 25% en un solo planeta... ¿Podrá Lord Black sea capaz de afrontar todo esto? Quizás sea demasiado hasta para él... Ese solo planeta tiene más fuerzas militares que todo el Imperio... Será nuestro fin...

Y yo continué explicando:

- Como podrán notar estas cifras hacen que todos los enjambres de androides y flotas que han visto durante la guerra no sean más que un pequeño saludo, esto camaradas míos es la verdadera cara de la Federación.

Todos los soldados se horrorizan, pero yo intento calmarlos y envalentonarlos diciendo lo siguiente:

- ¡Pero no dejen intimidar por los números!

De inmediato los murmullos callan y continúo:

- ¡Los únicos números que valen son los que miden la calidad no la cantidad! ¡No deben olvidar que desde el inicio luchamos contra un enemigo que nos superaba 100 a 1 y pese a la evidente desventaja numérica al final fueron nuestra fortaleza y buena estrategia la nos permitió avanzar hasta este punto!

- Es cierto... Tiene razón... Lo no sé... - murmuraron contrariados.

Entonces proseguí:

- Y tampoco deben olvidar que al llamar a los reservistas logramos incrementar el número de tropas al punto de cerrar la brecha numérica de 100 a 1 a solo 10 a 1, somos 10 veces más que al inicio de la guerra y si con una diferencia de 100 a 1 conseguimos los avances que conseguimos ¿Qué nos impide seguir avanzando, teniendo una diferencia de 10 a 1? Y eso que no estoy contando los androides desactivados que fácilmente podrán representar el 15% o 20% de toda la fuerza Federal, una cifra equivalente a la que enfrentaremos.

- Es verdad... Somos más... Podemos ganar... - se convencieron los soldados.

- Claro que se puede ganar – reafirmé con entusiasmo – ahora más que nunca considerando que los estamos asaltando en su propia capital, hazaña que ni con todos los números del universo a su favor pudieron conseguir los Federales contra nosotros ¿Y saben por qué? Porque además de poseer un mayor poder de pelea per cápita tenemos a nuestro favor una variable que no puede ser medida por los números y esa es la estrategia, así que si resultó en aquella ocasión en que éramos superados 100 a 1 pues con mayor razón nos resultará ahora que el enemigo nos supera solo por 4 a 1.

- ¡Si! – exclamaron los solados con las esperanzas renovadas.

- Así que no tienen nada que temer mis guerreros ya que tampoco estaremos solos en esta gran batalla, no solo me tendrán a mí, a Kale, a Zamasu y a los Bio Androides apoyándolos, también tendrán a Kyabe, Caulifla, Son Goku, Vegeta y a innumerables guerreros poderosos entre ustedes y si el General Vesta se aparece para molestarnos les aseguro que él no tendrá donde escapar, así que señores ¡Si se puede vencer a la Federación!

A lo cual los soldados comenzaron a gritar entusiasmados:

- ¡Si se puede! ¡Si se puede! ¡Si se puede! ¡Si se puede!

Luego espero a que los soldados terminaran de celebrar para concluir:

- Y ya para ir cerrando este sermón déjenme decirles que Kale, Zamasu, los Bio Androides y yo iremos al frente junto a los demás guerreros para despejarles el camino y distraer a los androides y guerreros más poderosos de la Federación, de ese modo ustedes no tendrán problemas en barrer a los demás guerreros, pero no deben olvidar que eso no garantiza que esta misión será fácil, muchos morirán, ese hay que aceptarlo, pero también deben aceptar que si trabajan juntos y son cautelosos pueden minimizar las bajas y mejorar su rendimiento en batalla así que ni se les ocurra ir por su cuenta, recuerden que la unión hace la fuerza.

Concluido el discurso los soldados aplauden motivados y regresan a sus posiciones para guardar energías y relajarse antes del combate más grande de sus vidas, yo por mi parte me quedé en el puente junto a Kale y Zamasu observando el espacio previsualizando los posibles escenarios y preparándome para cualquier cosa que viniera.

Después de casi media hora de viaje sonó la alarma de proximidad avisándonos que estábamos por llegar al planeta capital D0 1° 1' 2", entonces dije:

- Ya estamos cerca del planeta D0 1° 1' 2" preparen todo, escudos al máximo, baterías listas, los cazas comiencen a calentar los motores, misiles balísticos en fase de lanzamiento, soldados a sus posiciones, presuricen sus trajes y prepárense para salir al espacio, esta batalla será en su mayoría espacial. Kale, Zamasu vengan conmigo.

- Entendido – dijeron los 2.

Luego les dije:

- Nosotros lideraremos el asalto, a estas alturas las cosas se pondrán mucho más complicadas que antes así que no quiero que se limiten.

- Pero ¿Qué hay de la prohibición del señor Champa de usar todo nuestro poder? – preguntó Kale.

En eso aclaré:

- Bueno en realidad él nunca nos dijo que no pudiéramos usar todo nuestro poder, lo que nos pidió fue que no ocasionáramos demasiada destrucción y especialmente muertes lo cual no aplica en este caso ya que la mayoría de nuestros rivales son máquinas.

- Me queda claro – asintió Kale.

- ¿Y si aparece el general Vesta? – preguntó Zamasu.

- No debemos dejarnos engañar por sus clones, la mejor estrategia es noquearlo para que no mate a nuestros soldados y de paso neutralizar a la amenaza mayor – sugerí.

Zamasu y Kale asienten y para concluir les digo:

- Tampoco olviden mantener la coordinación con el equipo de Kyabe para que todo salga bien y para terminar les recalco, no se contengan contra el enemigo.

- Puedes contar con eso Black – dijo Kale con el pulgar en alto.

- Al fin haremos justicia contra estos miserables – manifestó Zamasu empuñando su mano derecha.

- ¡Así se habla, chicos! – sonreí.

De pronto la computadora dice:

- Tiempo estimado de llegada al planeta D0 1° 1' 2" 30 segundos.

Frente a eso digo:

- 30 segundos, solo 30 segundos ¡Todos en posición! ¡Escotillas listas!

- Arribo en 20 segundos – dijo la computadora.

Los soldados se ponen en posición, los artilleros y pilotos se preparan para recibir sus órdenes mientras todos observamos al espacio expectantes cuando la computadora inicia su cuenta regresiva:

- Llegando a destino en 10, 9, 8, 7...

Yo ansioso trago saliva mientras la cuenta regresiva continúa:

- 5, 4, 3, 2, 1.

En ese momento salimos de la hipervelocidad y frente a nosotros aparece un planeta rodeado por una nube compuesta por cientos de miles o incluso millones de cruceros Federales de todos los tamaños, lunas fortaleza, devastadores de mundos, estaciones espaciales de defensa planetaria y toda la parafernalia que se pudieran imaginar, de inmediato todos quedamos boquiabiertos por el tamaño de las fuerzas del enemigo, en ese momento el Almirante me dijo:

- Enemigo en rango de disparo, sus órdenes señor.

Y yo respondo:

- Espere que llegue la armada de Kyabe.

Luego una alarma de proximidad se enciende y la computadora dice:

- Flota masiva saliendo de la hipervelocidad detectada.

- ¡Debe ser Kyabe! – exclamó Kale.

- Eso espero – dije esperanzado.

Y para nuestra fortuna la armada de Kyabe aparece por el otro lado del planeta, en eso el saiyajin se pone en contacto con nosotros:

- Black, qué fortuna verlos a todos.

- Así es, Kyabe, al parecer calculamos bien, solo 30 segundos de retraso, nada mal para ser la primera vez que realizamos un movimiento de esa magnitud.

- ¿Cuáles son sus órdenes? – preguntó el pequeño saiyajin.

- Cerrar la tenaza sobre nuestros enemigos, que las naves se dispersen creando un perímetro alrededor de la fuerza enemiga.

De pronto Kale avisó:

- ¡Black! El enemigo a comenzado a disparar.

- Con eso me basta – sonreí - ¡ABRAN FUEGO!

Nuestras naves dejan caer una inmensa lluvia de fuego sobre la armada enemiga a la vez que comienzan a cerrarse alrededor de los Federales como ordené, por su parte los devastadores de mundos comienzan a lanzar sus ráfagas mortales contra nuestras naves provocando nuestras primeras bajas, pero nosotros respondimos con los proyectores láser destruyendo también varias naves, de inmediato el almirante Herse nos dice:

- Esos devastadores son demasiado molestos, debemos desplegar los cazas ya.

- Aun no, almirante, hay que esperar a cerrar el anillo, luego de eso saldremos todos a pelear.

Pero mientras decía eso un enjambre de miles de millones de androides y cazas enemigos comienza a atacar nuestras naves y Zamasu me dice:

- Pues me temo que tendremos que adelantar las cosas.

- Eso sí que no – afirmé.

Extiendo mi mano al frente para luego cerrarla destruyendo a todos los androides y luego comienzo a dar un pequeño espectáculo con mi telekinesis paralizando a los androides en vuelo para luego lanzarlos violentamente contra los demás enjambres bañando el espacio con explosiones, después comienzo a mover algunas naves federales para hacerlas chocar entre ellas, pero en ese momento un devastador de mundos disparó contra nuestras naves, entonces yo ni corto ni perezoso creo un escudo alrededor de las naves desviando los disparos contra sus propias naves, a lo cual el Almirante Herse me dice:

- Retiro lo dicho majestad, creo que con usted será suficiente para ganar este conflicto.

- No se impresione – dije paralizando los disparos de los androides – esto toma un poco de trabajo, pero cuando salga a combatir de verdad verá el verdadero espectáculo.

- Impresionante – admiró el almirante.

- ¡AHHHH! – esforzándome.

Luego de contener los disparos finalmente llegué a mi limite y con un fuerte empuje regresé toda esa ráfaga contra la flota enemiga dañando alguna de sus naves:

- Vaya, eso fue impresionante – dijo Kale.

- Así, pero ni te imaginas el esfuerzo mental que debes hacer para contener miles de millones de disparos al mismo tiempo – le dije con algo de cansancio.

Así continuamos resistiendo durante los primeros minutos del combate sufriendo una que otra pérdida hasta que el anillo se cerró, entonces el Almirante Herse me dijo:

- ¡El anillo está cerrado majestad!

Y yo con los brazos extendidos aguantando todos los disparos dije:

- Bien, entonces abran todas las compuertas y hangares para que soltar nuestra fuerza, qué las naves comiencen a avanzar al centro lentamente ¡AHHHHH! – reflejando todos los disparos contra el enemigo - ¡Ahora!

- (Almirante Herse) ¡Si señor!

- (Yo) ¡Y avisen a la armada de Kyabe que haga lo mismo! Chicos, prepárense que ahora si tendremos acción de verdad.

- (Kale/Zamasu) ¡Si!

En ese instante se abren las compuertas de todas nuestras naves dejando salir un enjambre de cazas, soldados, super androides, bio androides y obviamente nosotros para atacar directamente a las naves Federales, entonces yo entusiasmado le digo a Kale y Zamasu:

- ¡Muy muchachos! ¡Que empiece la diversión!

- ¡Vamos por ellos! – gritó Kale.

- ¡Que no quede ninguno! – exclamó Zamasu.

Entonces Kale y yo nos transformamos en Super Saiyajin 2 mientras Zamasu desata todo su poder y los 3 nos lanzamos contra las naves Federales:

- ¡AAAHHHHHHH...!

A su vez un enjambre de androides se lanzó contra nosotros, pero como podrían esperar nosotros de inmediato comenzamos a pulverizar a todos los androides que se nos cruzaran, por su parte el resto de nuestro ejército hacían los mismo, golpes iban y venían, pero en lo que respectaba el combate cuerpo a cuerpo nosotros teníamos todas las de ganar:

- ¡Tomen esto chatarras! ¡Triturador Cósmico! – grité.

- ¡Son demasiados! – dijo Kale – Necesitan un ataque masivo, algo como esto ¡Omega Bláster!

Kale lanza su omega bláster desintegrando una gran cantidad de robots y algunas naves Federales, luego Zamasu hace lo mismo con su ira divina y yo les digo:

- ¡No sean fanfarrones! ¡Aprendan del maestro!

Alcé mi dedo creando una Supernova para luego lanzarla contra un enjambre de androides acabando con todos ellos y con varias docenas de naves enemigas, entonces les dije:

- ¡Ja! ¿Cómo les quedó el ojo?

- Impresionante – aplaudió Kale.

- ¡Oye! – gritó Zamasu mientras golpeaba unos androides - ¿No has detectado el ki del general Vesta?

Mientras me libraba de unas nanomáquinas contesté:

- No, parece que no está aquí.

- Pues de ser ese el caso – dijo Kale vaporizando unos androides – no tenemos nada que temer por nuestros soldados.

- Así es – concordé – acabemos rápido con esto y tomemos la capital.

- ¡Sí! – asintieron la saiyajin y el shinjin.

Y así el combate continuó, Kale, Zamasu y yo competíamos por ver quien destruía más androides y naves, por su parte los bio androides y super androides despedazaban a sus contrapartes Federales sin mayores dificultades y el resto de los soldados trabajaban en equipo para eliminar a todos los androides que fueran posibles. Desde la distancia de veía un planeta rodeados por miles de destellos a su alrededor correspondientes a las explosiones de androides, cazas y cruceros tanto nuestros como del enemigo. Por mi parte continuaba volando entre los androides y naves enemigas arrasando con todo en mi paso, los androides intentaban cargar contra mí sin éxito alguno, su blindaje simplemente era insuficiente para soportar mis golpes, continúe volando lanzando rayos por todos lados mientras esquivaba los disparos de los cañones de las naves enemigas, fue entonces que decidí hacer una maniobra poco ortodoxa, volé hacia lo alto haciendo que todos los androides me siguieran para después encender mi aura y lanzarme a toda velocidad desintegrando a todos esos androides, acto seguido giré para impactar de frente contra un destructor Federal atravesándolo como si fuera papel, de inmediato la nave explotó debido el gran daño sufrido en su estructura interna, luego otras naves descargaron toda su artillería contra mí, pero fue inútil, me abrí paso entre las poderosas ráfagas del enemigo las cuales ni cosquillas me dieron para abrir mis brazos lanzando una tremenda ráfaga de ki cortante que partió a los cruceros en dos mientras nuevamente me abría paso dentro del crucero del centro atravesándolo por completo, los Federales intentaban todo lo que podían pero nada podían hacer contra aquel imparable rayo dorado que se movía a gran velocidad por el espacio atravesando y destruyendo a todos los cruceros que se interpusieran en su camino, de ese modo logré acabar con un centenar de cruceros hasta que decidí ir por un reto mayor, los devastadores de mundos así que nuevamente me abrí paso por entre las ráfagas de las miles de naves que me rodeaban poniendo apropósito frente al cañón principal de un devastador de mundos desafiándolo a disparar, cosa que hicieron, entonces yo convertido en un rayo dorado me lancé a toda velocidad con el láser verde de aquel planetoide atravesándolo sin mucho esfuerzo hasta llegar a la boca del cañón del planetoide, pero en lugar de detenerme continué adentrándome en la estructura de aquel hasta llegar a su reactor el cual atravesé provocando una reacción en cadena que culminó con la destrucción del planetoide junto con las naves que tenían cerca, fue ahí que dije en tono confiado:

- ¡Bah! ¡Yo creí que la verdadera cara de la Federación me daría más pelea! ¡Pero resultaron ser una completa vergüenza!

Ante esto el fuego de las baterías cesaron y los androides se mantuvieron inmóviles por unos segundos lo cual sorprendió a todos, entonces yo continué diciendo:

- ¿Qué pasó? ¿Acaso admitieron su inferioridad ante mí?

- ¡Cuidado, Black! – me advirtieron Kale y Zamasu.

- ¿Qué pasa? – pregunté.

De pronto todas las baterías de las naves junto a los cañones de los androides apuntaron a mí, ante eso dije:

- ¿Entonces quieren pelear todos contra mí? ¡Pues adelante! ¡Vengan a por mí! Es más, tráiganme al mismo general Vesta si quieren ¡Nadie puede vencerme insectos!

En eso las naves Federales me apuntan con sus rayos tractores dejándome inmóvil de la misma forma en que lo habían hecho nuestras tropas contra el general Vesta hace unos días, de inmediato sentí la atracción de todos esos rayos, entonces dije:

- ¿Qué clase de chiste aburrido es este?

Acto seguido todas las naves que me tuvieran a su alcance junto a los devastadores de mundos abrieron fuego contra mí, mientras una nube de androides se lanzaba contra mí, recibiendo todos los golpes y disparos del enemigo, de inmediato Kyabe, Goku, Vegeta y Caulifla – también convertidos en Super Saiyajin 2 – notaron eso:

- ¿Qué pasa? – preguntó Kyabe.

- Todas las naves están atacando a un solo punto – respondió Goku.

- ¿Acaso será? – supuso Vegeta.

- Sí, es Black ¡Debemos ayudarlo! – exclamó Caulifla.

Kyabe y compañía emprenden vuelo, pero son interceptados por unos androides de nanomáquinas y algunos mechabots, por otro lado, Kale y Zamasu intentan ir a ayudarme, pero al igual que Kyabe a sus amigos son interceptados por las naves Federales y los androides, por mientras en punto donde me encontraba se había convertido en una esfera incandescente que seguía creciendo a medida que recibía los disparos de los Federales, a medida que pasaba el tiempo más naves y androides se unían al espectáculo de los disparos a los cuales de sumaron misiles nucleares entre otros.

Mientras tanto en el Sector E0 el general Vesta se encontraba en el puente de mando de su nave cuando un androide le informó:

- General Vesta el Imperio comenzó su ataque a la capital.

- Muy bien – dijo el Umijin – informe a los generales de los sectores C0 y D-1 para que se preparen para dar el hipersalto a D0.

- A la orden, señor – se retiró el androide.

Vesta se queda mirando al espacio para luego dar un pequeño monólogo:

- Quizás no tenga el nivel de poder suficiente para destruir a Black y a los saiyajines que lo siguen como tampoco para derrotar a la creación de Mabus, pero si todo sale de acuerdo a mis planes podré manejar los eventos de tal forma para hacer que Black choque con Mabus Herzog y con su odiosa creación Apofis, de ese modo será Black y los saiyajines quienes se desharán de Apofis destruyéndose mutuamente en el mejor de los casos y ya con Apofis y los Saiyajin fuera del camino nada me impedirá acabar personalmente con el querido Lord Mabus tomando el control de todo el universo.

De vuelta en el sector D0, el intenso bombardeo continuó durante varios minutos hasta que de pronto entre la nube incandescente surgió un resplandor amarillo y luego de un grito disipé toda esa nube y volví a decir:

- ¡Quiero un verdadero reto! ¡Tomen esto! ¡HAAAA...!

Creé una onda explosiva de ki amarillo que cegó a casi todos presente la cual comenzó a expandirse consumiendo y vaporizando a todos los androides y naves que se encontraran frente a su camino y cuando esta explosión de ki alcanzó cierto tamaño comenzó a comprimirse arrastrando a todos los cruceros y androides que no fueron destruidos hacia el centro para finalmente colapsar como una supernova en miniatura que barrió con casi una cuarta parte de la fuerza Federal dejando boquiabiertos a todos los presentes, entonces dije:

- Espero que con esto les quede claro el error de su estrategia, cuando combatan a un enemigo poderoso ¡NUNCA! Deben atacarlo con una fuerza militar masiva ya que corren el riesgo de perder a todos sus soldados en el primer asalto – recordando cuando en la serie Nappa destruyó una flota de barcos y cuando Cell destruyó al ejército de la Tierra – pero ya es tarde para arrepentirse ¡Ahora tendrán que cargar con su error hasta la tumba!

Incrementó mi ki para luego concentrarlo y convertirlo en electricidad y finalmente decir:

- ¡Relámpago Cazador!

Y con eso cree una poderosa descarga eléctrica cuyos rayos alcanzaron a todos los androides y naves que se habían salvado de mi onda explosiva, luego de eso volé hacia donde estaba Kale quien me dijo:

- Vaya, sí que te tomaste esto en serio.

- Sí, es que tenía algo de ansiedad e ira reprimida por lo que necesitaba desatarme de alguna forma o de lo contrario iba a explotar – contesté.

Luego llegan Kyabe y los demás quienes dicen:

- Vaya demostración de brutalidad – dijo Caulifla.

- Hola Caulifla y sí, como le decía a Kale, era necesario desatarme un poco ya que estar tanto tiempo peleando contenido me fastidia un poco.

- Tienes razón, Black – concordó Goku.

Entonces les dije:

- Pero ¿Por qué debo ser el único que debe desatarse? Adelante chicos, desaten su poder y destruyan todo lo que vean como verdaderos saiyajines.

- Vaya, por fin dices algo inteligente – sonrió Vegeta.

- Así es – dije sonriendo con una vena en la cabeza – pero mejor ahórrate el comentario o de lo contrario tendré de que desatar mi poder contigo.

- Pues en ese caso acepto – dijo Vegeta desafiante.

Nervioso Kyabe se interpuso entre Vegeta y yo para decirnos:

- Eh... No es necesario pelear, tenemos cosas que hacer.

- Kyabe tiene razón – concordé – oye Vegeta.

- ¿Qué quieres, Black?

Una sonrisa se dibujó en mi rostro y le dije a Vegeta:

- Cuando termine la guerra haré un torneo de artes marciales para que ahí podamos arreglar todas nuestras diferencias y pelear con todo ¿Te parece?

- Entrenaré duro para ganarte Black – sonrió Vegeta.

Suspiré y concluí:

- Pues que así sea, ahora ¡A lo nuestro!

De ese modo los 6 saiyajin y Zamasu nos separamos para entrar en combate, la batalla prosiguió por varios minutos en los cuales nuestras fuerzas lentamente comenzaban a aplastar al enemigo, pero no contábamos con un pequeño problema y ese era que a medida que transcurría la batalla solo quedaban en pie las unidades más poderosas de la Federación especialmente los androides de nanomáquinas lo cual sumado a la cantidad escombros acumulados se convertían en un peligro latente que iba creciendo a medida que se acumularan los escombros y para empeorar las cosas el Almirante Herse me avisó que el radar del Imperator había detectado 3 flotas monstruosas saliendo de la hipervelocidad y no había pasado 3 segundos del reporte del Almirante cuando 3 inmensas flotas aparecen por el sur, este y norte rodeando nuestro anillo de ataque, todas lideradas por el general Vesta cuyo molesto ki se hizo sentir al instante, ante todo lo visto yo solo atine a decir 2 palabras:

- Oh no.

Continuará...

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