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74. Emboscada.

Y como un especial de 300 seguidores no puede ser un especial si no hay nada especial, pues aquí está la especialidad, haber subido capítulos 2 días consecutivos, más 1 de la historia del General Grievous, así que a seguir disfrutando con esta historia loca del kokun nigga, saludos a todos :v

[Más nostalgia]

En en capítulo anterior: Después de una semana combatiendo las cosas se equilibraron un poco en el frente norte, la ofensiva de los saiyajin es cada vez más lenta, los recursos comienzan a escasear en los mundos conquistados y las tropas deben dispersarse para asegurar más terreno, por otro lado en frente del centro está estancado y las hordas de la Federación avanzan imparables por el frente sur, horribles genocidios han tenido lugar a lo largo del frente, cientos de mundos han sido sacrificados y aun no hay rastros de Mabus Herzog, la situación en general está complicada para el Imperio en una guerra que parece estar lejos de terminar. Ahora nuestro protagonista se encentra en el planeta capital del sector C2, pero no hay rastros de seres vivos, después de enterarse de la verdad se da cuenta que todo fue una trampa del brillante General Vesta ¿Podrá nuestro protagonista salir de aquella trampa o el malvado general Vesta logrará salirse con la suya?  

Luego de desintoxicar el planeta y cuando todo parecía ir bien, una masiva emboscada protagonizada por el general Vesta se cierne sobre nosotros tomándonos aparénteme por sorpresa, entonces ahí estábamos nosotros dándonos la espalda creando un círculo, rodeados por millones de robots de todos los tipos imaginables, desde pequeñas sondas de ataque hasta los gigantescos mechas esperando el más mínimo movimiento para comenzar el ataque, entonces mientras estábamos todos en guardia le dije a los chicos, a los soldados y al Bio-Androide:

- Esperen a mi señal.

Todos asienten y los androides enemigos comenzaron a apuntar sus bláster contra nosotros hasta que de pronto dije:

- ¡Ahora!

De inmediato todos expulsamos una ráfaga de ki invisible que mandó a volar a una buena cantidad de androides y saltamos a la acción mientas que el resto de los robots disparaban todo contra nosotros, todo el cielo se inundó de una lluvia de ráfagas de plasma provenientes de los androides y del ki nuestro, los ataques iban y venían, los enjambres de androides se veían intimidantes por su cantidad, más no por su calidad ya que un golpe de cualquiera de nuestros soldados bastaba para volar en pedazos a una docena de ellos, además que sus ataques poco o nada afectaban a mí o a mis hombres, yo por mi parte me impulsé por los cielos para lanzarme a gran velocidad arrasando con legiones enteras de máquinas mientras Zamasu, Kale y el Bio-Androide hacían lo mismo en una intensa competencia por quien destruía más androides sin transformarse en Super Saiyajin, o por lo menos esa era la regla que teníamos con Kale, Zamasu y el Bio-Androide por su parte debían destruir cuantos androides pudiera sin llamar la atención con su ki. Así continuamos con el ataque, comencé a usar la vista laser, el rayo mortal, el tajo fisura y la espada de que ki para destruir a cualquier máquina que se me cruzara, Kale por su parte también aprendía a refinar dichas técnicas con ellos, en cuestión de minutos el diminuto circulo formado por no más de 12 personas ahora abarcaba varios kilómetros a la redonda dejando tras de sí una montaña de androides destrozados que seguían cayendo cual lluvia de escombros.

Mientras tanto en el espacio la flota de la Federación comenzó su ataque contra la flota Imperial intercambiando fuego de artillería acompañado de los cazas, soldados y androides de ambos bandos que iban y venían, pero la flota Imperial estaba en clara desventaja numérica por lo que solicitaron refuerzos los cuales no tardaron en llegar sumando unas 100 naves Imperiales a la batalla inclinando la balanza brutalmente a nuestro favor, rápidamente las naves Federales comenzaron a caer por montones.

Por su parte el general Vesta presenciaba la batalla de forma analítica, entonces el almirante le dijo:

- General se han sumado 100 naves Imperiales a la batalla.

- Sí las vi – contestó un Vesta analítico.

- Están destruyendo nuestras naves como si nada – dijo el almirante – los destructores imperiales son muy poderosos, no importa que los superemos en número, en cuestiones de calidad individual tenemos todas las de perder, más aún con ese acorazado "El Imperator" ¿O no general? ¿General?

- Guarde silencio almirante, no me deja pensar con claridad.

- Perdón señor.

Entonces Vesta dijo en tono analítico:

- Efectivamente, los cruceros imperiales nos superan en calidad al punto de que ese solo acorazado "El Imperator" podría acabar con toda una flota por sí solo, pero no son invencibles, solamente necesitas la estrategia correcta.

- ¿Cómo señor?

- Déjeme ilustrarlo en la materia almirante Ceres, la principal ventaja de los destructores enemigos son sus casi impenetrables escudos y esos poderosos proyectores láser que como puede apreciar – apuntando a una de las naves – pueden vaporizar con suma facilidad a naves considerablemente mayores de un solo disparo.

- Es como un Devastador de Mundos en miniatura – dijo el almirante Ceres.

- En efecto mi estimado almirante Ceres – se aclara la garganta – ahora volviendo al tema de fondo si lo piensa bien notará que las más grandes fortalezas de nuestro enemigo son contradictorias o incompatibles entre sí, por ejemplo, los escudos del enemigo son tan poderosos que no solo repelen los nuestros disparos sino también los de la misma nave por lo tanto la única forma en que la artillería enemiga pueda disparar a través de tan poderosos escudos es bajando la potencia de los mismos o que el mismo cañón tenga algún aparato que abra una "ventana" en el escudo para que los disparos puedan pasar, lo mismo aplica con los proyectores láser y considerando la potencia de estos últimos el área o potencia a disminuir debe ser mayor también por una cuestión de ahorro energético, entonces la estrategia para desbaratar esas fortalezas voladoras es esperar a que disparen sus láseres y en ese preciso momento concentrar todo el fuego de nuestras naves al crucero enemigo hasta sobrecargar los escudos y luego pulverizarla, así debemos hacerlo nave a nave hasta que no quede ninguna.

- Tiene sentido general.

Luego Vesta advirtió:

- El único problema de esa estrategia es que tenemos que atacar por el costado en donde las naves tienen más poder de fuego, además de sacrificar unos cuantos cruceros como carnada, pero en ese caso nuestra superioridad numérica sería de mucha ayuda.

- Entonces pongámosla en práctica señor – respondió el almirante con entusiasmo.

Pero Vesta solo apartó la mirada del almirante para decirle en tono sereno:

- Paciencia almirante, recuerde que tenemos este devastador de mundos, la estrategia que le expliqué es para batallas convencionales solamente, pero cuando tienes una superarma la mejor estrategia es resguardarla y obviamente – suspirando – usarla.

- Entiendo señor.

- Así es, almirante, por mientras... – mirando a la computadora – computadora reporte de la batalla en tierra.

- Integridad de fuerzas terrestres 76% y en descenso, recalculando 75%, recalculando 74% - dijo la computadora.

- Vaya, ese tal Black es más duro de lo que creí – dijo Vesta con seriedad.

De vuelta en el planeta:

- ¿Esto es todo lo que tienen chatarras? – golpeando, esquivando y lanzando ataques de ki.

- Si un mortal no puede estar a la altura de un dios mucho menos lo estará una miserable máquina ¡Ah! – dijo Zamasu lanzando una potente onda de ki.

- ¡Tengan esto! – grité.

En ese momento lancé un puñetazo que generó una poderosa onda de aire que arrasó con todos los androides a decenas de kilómetros a la redonda y dije:

- Me encargaré de vengar a toda esta gente que asesinaron – creando una onda supersónica chocando mis palmas.

- ¡Tomen esto! – dijo Kale golpeando al suelo creando una gran onda de choque y grietas que destrozaron a todos los androides en su camino.

Así continuamos luchando de forma frenética contra los androides mientras el aceite nos salpicaba en el cuerpo como si de sangre de tratase mezclándose con nuestro sudor, a medida que pasaban los minutos solo los androides más fuertes quedaban en pie, pero no eran la gran cosa salvo los mechas y los nanobots auto replicantes, en especial estos últimos ya que al emplear nanotecnología podían adoptar la forma que quisieran así como también regenerarse, hacerse líquido, dispersarse como nubes de nanopartículas e incluso tomar los restos de los androides caídos para absorber sus componentes y crear una máquina más poderosa, el único modo de vencer a esas cosas esa vaporizándolas por completo ya que una sola partícula bastaba para escabullirse por una grieta hasta encontrar metal y replicarse hasta recuperar su anterior forma.

Continuamos con nuestra lucha hasta que solo quedaron los mechas y las nanomáquinas, en ese momento Zamasu, Kale y yo nos habíamos juntado nuevamente mientras los gigantescos mechas nos rodeaban, entonces uno de ellos tomó la iniciativa tratando de aplastarnos, pero de inmediato nos dispersamos haciéndolos caer de un golpe, pero estos gigantes de hierro eran bastante resistentes ya que además de su poderoso blindaje estaban rodeados de un poderoso escudo superficial (como los robots sonda de Monstruos vs Aliens), entonces sin previo aviso los mechas abrieron unas compuertas de sus espaldas y hombros sacando sus tentáculos para lanzarnos una lluvia de disparos que devastaron todo a su alrededor, pero nos movíamos demasiado rápido por lo que era casi imposible que nos dieran, frente a esa situación los mechas optaron por una medida más extrema la cual fue usar su cañón de pecho, en ese momento los 7 mechas nos rodearon mientras una nube de nanobots se solidificaba en nuestros pies atrapándonos y luego abrieron las compuertas de sus pechos para cargar su poderoso láser pectoral a su máxima potencia, eso sería más que suficiente para destruir el planeta o una buena parte del mismo, pero nosotros permanecimos tranquilos esperando a que los robots disparan su arma máxima, finalmente y después de desviar toda la energía de sus reactores al cañón pectoral 7 ráfagas de energía carmesí chocaron contra nosotros creando una gran cúpula incandescente que tiñó todo el entorno de un intenso brillo carmesí, de inmediato Kale, Zamasu y yo alzamos los brazos crenado una barrera de ki invisible manteniendo a raya aquel poderoso ataque durante varios segundos hasta que yo dije:

- Muy bien, creo que es hora de demostrarle a estas chatarras de lo que estamos hechos.

- ¡Sí, Black! – asintieron Zamasu y Kale.

Entonces los 3 incrementamos nuestro poder haciendo retroceder el ataque conjunto de los androides para después comprimirlo y desviarlo en todas direcciones como poderosos rayos láser similares a los de Kefla destruyendo a los mechas y a todos los robots que hallaran cerca de nosotros como también a algunos cruceros de la Federación que se encontraban en la órbita baja lo cual impresionó al general Vesta quien desde su Devastador de Mundos dijo:

- Esos rayos son de nuestros mechas, seguramente esos sujetos los desviaron contra nosotros, esto realmente me gusta, quizás por fin tenga un rival digno después de tantos años. ¡Computadora, reporte de la batalla!

- Iniciando análisis... Análisis completado integridad de las fuerzas terrestres 5% y en descenso.

- Interesante ¿Puedes calcular el poder de pelea de nuestros rivales? – preguntó Vesta intrigado.

- Calculando niveles de seres orgánicos presentes... Cálculo terminado en el planeta se encuentran 12 individuos de los cuales 8 son de la raza saiyajin, 2 de la raza Hera, 1 de ellos es un Shinjin y el último pertenece a una especie híbrida. De todos los sujetos presentes solo pude calcular el nivel de poder de 8 de ellos los cuales oscilan entre 1.000.000 a 50.000.000 millones de unidades, los otros cuatro individuos identificados como Black, Zamasu, Kale y Bio Androide A101 se encuentran fuera de nuestros márgenes de cálculos señor.

- Esto lo hace aún más interesante, creo que es hora de llamar su atención – sonrió Vesta, para luego ordenar – Almirante Ceres prepare el devastador para volar unas naves imperiales, disparos múltiples.

- Enseguida señor ¡Preparen reactores primarios al 5% y configuren el cañón a disparo múltiple!

- ¡Si señor! – dijeron los oficiales y técnicos del Devastador de Mundos.

Los oficiales y técnicos preparan el superlaser del devastador de mundos:

- Reactor al 5% por cierto.

- Cañón configurado a disparo múltiple.

- Blancos en la mira, general.

Y Vesta dijo:

- ¡Fuego!

De inmediato planetoide comenzó a acumular una gran cantidad de energía en una esfera verde desde la cual salieron varias ráfagas de rayos láser que dieron de lleno en nuestros cruceros vaporizándolos como si nada con excepción del Imperator puesto que al ser de mayor tamaño sus escudos eran considerablemente más poderosos que el de los cruceros estándar, de inmediato las naves prepararon sus láseres y contraatacaron con una ráfaga de rayos al planetoide y a las naves que la escoltaban eliminando una gran cantidad de ellas, pero los escudos del planetoide resistieron perfectamente la andanada de las naves imperiales, en ese momento el general Vesta dijo:

- Tontos nuestros escudos pueden resistir todo, preparen una segunda ráfaga.

Al mismo tiempo en el planeta estábamos todos combatiendo contra los últimos androides que quedaban en pie cuando vimos el disparo del planetoide y las explosiones de nuestros cruceros, entonces yo dije:

- Con que así funcionan esas cosas – pensando en la Estrella de la Muerte.

- Ahora entiendo cómo pudieron destruir todos esos planetas – dijo Kale.

- Son realmente despreciables – reclamó Zamasu.

- Exacto, Zamasu ¿Eh? ¡Kale! ¡Detrás! – advertí.

Aparece un androide de nanomáquinas detrás de Kale, pero ella logra darse la vuelta para desintegrarlo a tiempo con una ráfaga de ki, entonces Zamasu dijo:

- Creo que son todos.

- Deben quedar unos pocos – dije – pero los guerreros y el Bio Androide se encargarán de ellos, ahora preparémonos para ir al espacio y destruir la flota del general Vesta.

Kale y Zamasu asienten, entonces cuando nos disponíamos a salir al espacio una sensación llamó nuestra atención, se sentían como pequeños ki que empezaban a surgir de la nada, entonces le pregunté a los muchachos:

- Oigan ¿Sienten eso?

- Sí, son ki muy pequeños, pero son muchos – dijo Kale.

- Pero ¿Cómo es posible? – se preguntó Zamasu – Si se supone que las únicas formas de vidas somos nosotros ¿O no?

Y justo cuando iba a contestar recibimos una transmisión de nuestros hombres quienes en tono de sorpresa decían:

- ¡Mi Lord! ¡Mi Lord! ¿Me copia?

- Lo copio fuerte y claro soldado, dígame.

- No me va a creer lo que sucedió, señor... - interferencia - estábamos combatiendo contra los androides... - interferencia - cuando de pronto ellos aparecieron... - interferencia.

- ¿Quiénes? – pregunté.

- No lo sé Majestad – se escuchan unos rugidos de fondo – solo sé que surgieron de la tierra... - interferencia - son como zombies... - se oyen gritos - están por todos lados y son más fuertes que los androides...

- ¡¿Más fuertes?! – exclamé - ¡Soldado! Por casualidad los zombies ¿Están de lado de la Federación?

- No exactamente, mi Lord, nos atacan a nosotros y a los androides por igual.

- Entiendo ¿Necesitan ayuda?

- Negativo, negativo, no es nada que no podamos controlar mi Lord.

- Ok soldado, manténgame informado si ve algo más.

- Sí señor, cambio y fuera.

Luego el soldado corta la transmisión y todos nos quedamos pensando sobre lo que había sucedido y sobre el origen de aquellos zombies, cuando de pronto Kale dijo:

- Oye Black ¿Y qué tal si ese gas venenoso que encontramos al llegar aquí tenga algo que ver?

- Puede ser, seguramente ese gas provoca mutaciones en los seres vivos antes de matarlos.

Y Zamasu agregó:

- Y seguramente cuando eliminaste ese gas del planeta este aun no terminaba de producir sus efectos.

- Es una posibilidad, pues en ese caso creo que metí la pata al tratar de arreglar este mundo – dije algo confundido.

De pronto unos androides rezagados vuelan a gran velocidad hacia nosotros por lo que inmediato nos pusimos en guardia para enfrentarlos, pero justo antes de atacarlos una cosa negra cayó sobre un par androides destruyéndolos en el acto, de inmediato los androides frenaron en seco y procedieron a atacar a esa cosa negra disparando sus bláster, pero los disparos no le hacían nada a la criatura la cual de un instante a otro se abalanzó sobre uno de los robots para arrancarle la mitad superior del torso de un mordico y después despedazar a los androides restantes, luego aparecieron más robots para prestar apoyo a las máquinas que estaban siendo despedazadas por la extraña criatura la cual atacaba con una furia increíble, por un momento recordé a Hulk o mejor dicho a su archienemigo Abominación que era más parecido a estos zombies.

Pero pronto el zombie comenzó a verse sobrepasado por las máquinas por lo que decidió mostrar una de sus habilidades disparando una ráfaga de ki rojo por la boca que provocó una tremenda explosión que desintegró a los androides, luego de eso el zombie fijó su mirada en nosotros para atacarnos, pero fue interrumpido por un androide de nanomáquinas iniciando una épica pelea puesto que las nanomáquinas eran muchísimo más resistentes y agiles que los androides comunes por lo tanto los golpes del monstruo y sus ataques de ki casi no tenían efecto en la máquina, era como ver al T-1000 de Terminator vs Hulk, pero el espectáculo duró poco ya que pronto más de esas bestias comenzaron a aparecer a nuestro alrededor por lo que nuevamente nos vimos enfrascados en una lucha contra estas criaturas las cuales eran por mucho más poderosas que los androides.

Por su parte la criatura que peleaba con las nanomáquinas al verse a acorralada comenzó a disparar ráfagas de ki por todos lados, pero el robot se convirtió en una nube de nanopartículas que se arremolinó alrededor de la criatura organizándose en pequeñas y afiladas hojas realizando cortes en todo el cuerpo de la criatura a gran velocidad, no obstante, el monstruo curaba rápidamente de las heridas.

Volviendo a nuestra batalla, los zombies si bien eran más fuertes que los robots tampoco suponían un gran reto, lo único que los hacía molestos era su rápida regeneración y su aparente inmortalidad ya que mientras quedaran células vivas los zombies seguían regenerándose aumentando ligeramente su poder, por lo que al igual que las nanomáquinas, la única forma de vencerlos era vaporizándolos por completo o carbonizándolos ya que por alguna razón los zombies eran sensibles al calor intenso, así seguimos despedazando a los zombies sin muchas dificultades por varios minutos.

Mientras tanto en el espacio el general Vesta tuvo un extraño presentimiento:

- Siento unas extrañas presencias en el planeta ¡Computadora análisis!

- Realizando análisis, general... Análisis terminado, formas de vida no identificada detectadas, número estimado 12.000 individuos y en aumento, las criaturas presentan un poder de pelea superior al promedio entre las 5.000 a 10.000 unidades de poder.

- Eso es casi tanto como nuestros mejores soldados orgánicos ¿No cree general? – dijo el almirante Ceres con sorpresa.

- Efectivamente – dijo Vesta analítico – me pregunto ¿De dónde habrán salido? Almirante, envíe una sonda para investigar.

- Sí señor – dijo el almirante.

El Almirante Ceres envía una docena de sondas hacia el planeta para analizar la situación, por mientras nosotros seguíamos combatiendo a los zombies eliminado a varias docenas de ellos, mientras que el primer zombie todavía luchaba contra las nanomáquinas las cuales finalmente se metieron dentro del zombie para despedazarlo desde su interior generando unos enormes pinchos se asomaron por la piel del zombie causándole un dolor que hasta nosotros sentimos, pero el zombie rápidamente se regeneró mientras las nanomáquinas salían de las heridas que quedaban en su cuerpo para atacarlo otra vez, por lo que el zombie ya acorralado y harto de la batalla contrajo su cuerpo para acumular toda su energía mientras era rodeado de una aura roja y anaranjada hundiendo y agrietando el terreno a su alrededor para después de unos segundos expulsarla como una gigantesca explosión arrasando una extensión considerable de superficie equivalente a un país grande o incluso un continente pequeño desintegrando a las nanomáquinas y carbonizando al zombie junto a los demás zombies que lo rodeaban, la explosión fue tan grande que también nos alcanzó a nosotros, pero pese al tamaño de la explosión no era muy poderosa a comparación de nosotros, aunque, de todos modos decidimos cubrirnos para evitar exponernos innecesariamente al daño.

Por mientras en el espacio un oficial alertó a sus superiores de la situación:

- General, Almirante, hemos detectado un gran incremento de energía.

- ¿Cuál es su origen? – preguntó Vesta.

- Es orgánico de aproximadamente 15.000 unidades de poder, no espere 20.000 unidades, no, 25.000 y sigue subiendo – dijo el oficial sorprendido.

- Vaya, pero ¿Qué está pasando por allá abajo? – se preguntó el general.

Luego de unos minutos la explosión finalmente terminó dejando tras de sí una gran extensión de terreno arrasado alrededor de un enorme cráter en cuyo centro se encontraba el cuerpo carbonizado y rígido del zombie como si de una estatua se tratase, entonces yo dije:

- Pero ¿Qué diablos fue esa explosión?

- Fue ese maldito zombie – dijo Zamasu.

- Eso fue increíble – dijo Kale sorprendida.

- ¡Diablos! – reclamé – Si todos los zombies son así de fuertes, será mejor dejarnos de juegos y exterminarlos a todos cuanto antes ¿Se imaginan lo que podrían hacerle a un planeta?

- Sería una tragedia – dijeron Kale y Zamasu.

- Bien, chicos ¡Vamos por ellos!

Los 3 nos lanzamos a buscar a los zombies mediante su ki para destruirlos a todos, mientras el general Vesta observaba con gran interés lo que registraban sus sondas espías y la propia computadora central de la estación espacial, entonces el oficial informó al general:

- General, la liberación de energía llegó en su punto máximo a 53.000 unidades señor.

- A pesar de ser solo zombies no deja de impresionarme el hecho de que hayan alcanzado ese nivel – dijo Vesta con los dedos en su barbilla – si hubiese un modo de ponerlos a nuestro servicio serían un importante elemento para nuestra maquinaria de guerra.

A lo cual al almirante Ceres acotó:

- Por sobre todo si consideramos que el poder per cápita de nuestros hombres no pasa las 200 unidades y de ellos solo el 10% está sobre las 1.000 unidades y son muy pocos los que sobrepasan las 5.000 unidades.

- Así es, almirante, por lo mismo quiero que les ordene a los androides capturar, aunque sea uno de esos zombies para realizar las pruebas y análisis pertinentes antes de que nuestros enemigos acaben con todos ellos, por mi parte informaré a Lord Mabus de este descubrimiento.

Luego la computadora informó al general federal:

- General los análisis están completos.

- Y ¿Descubrieron algo interesante?

- Los análisis de las sondas han determinado que el parentesco genético entre las criaturas y la población nativa anterior es de un 99,9%.

- ¿Entonces estos zombies son la misma gente que creímos haber exterminado? – preguntó Vesta.

- Eso es afirmativo, general, también se confirmó que la causa de las mutaciones se debió al agente venenoso empleado por los Defoliadores Planetarios los cuales si son suministrados en individuos con un determinado poder de pelea y en determinadas dosis tendrá efectos mutagénicos masivos en el organismo del sujeto incrementando las capacidades físicas de los mismo en una proporción de 1000 a 1 junto con el metabolismo celular y la agresividad.

- Y eso que esta raza era bastante débil – pensó Vesta – ya me imagino el nivel que alcanzarían los zombies de razas más fuertes, pero antes, dime la proporción entre la población sana y la población de zombies.

- De una población original de 1.500 millones de individuos en estos momentos solo se han generado 1.500.000 criaturas a lo largo de todo el planeta, la tasa de sobrevivencia a la mutación es de un 0,1%.

- Es lógico considerando que solo los individuos más fuertes sobreviven, es un verdadero "filtro darwiniano" que solo premia con el poder a los más fuertes de cada raza, pero no sirve de nada tener un puñado de zombies superdotados cuando podemos tener un ejército zombies relativamente poderosos, el desgaste será mayor para el enemigo al lidiar con grandes cantidades, si modificamos las dosis podríamos incrementar la tasa de supervivencia – concluyó Vesta.

- Está en lo correcto señor, pero en estos momentos no contamos con los datos suficientes para determinar la dosis requerida además que esta puede variar según las características de cada raza e individuo.

- En ese caso no tendré otra opción que experimentar con los civiles, computadora contáctame con Lord Mabus – ordenó el general.

- Enseguida, general Vesta.

En ese momento aparece la proyección de un hombre encapuchado y el general Vesta se arrodilla y dice:

- Lord Mabus.

- ¿Qué sucede general Vesta? ¿Acaso ya derrotó a las fuerzas de Black?

- Aún no, mi señor, pero acabamos de hacer un descubrimiento que nos podría beneficiar.

- Cuénteme de que se trata – dijo el anciano.

- Cómo ordene mi Lord – sonrió el general.

De vuelta en el planeta Kale, Zamasu y yo junto a los demás soldados estábamos acabando con los últimos androides y zombies que quedaban, la batalla en tierra la teníamos prácticamente ganada, pero no podíamos decir lo mismo del frente en el espacio puesto que el planetoide seguía atacando a nuestra flota destruyendo a nuestros cruceros dejando a nuestras fuerzas espaciales en una situación crítica, fue entonces les dije a los chicos:

- Chicos, creo que ya es hora de intervenir en el espacio.

- Tienes razón, nuestros soldados ya tienen controlada la situación aquí – dijo Zamasu.

- Pero debemos apresurarnos, miren – dijo Kale apuntando al cielo.

En ese momento el planetoide ya había sobrecargado los escudos del Imperator con su ultimo disparo y se estaba preparando para el tiro final con el cual vaporizaría a nuestra nave insignia, fue en ese momento que recordé a Galen Marek o Starkiller del juego de Star Wars "The Force Unleashed" cuando usó la fuerza para derribar un destructor estelar imperial. 

También había recordado mi primer entrenamiento en la habitación del tiempo cuando recién había reencarnado específicamente aquella vez que dije que desarrollaría la telekinesis para ver si podía imitar las hazañas que los Jedi y Sith realizaban con la fuerza en el mundo de Dragón Ball, por lo que este era el momento perfecto para poner en práctica aquello, entonces cuando el planetoide comenzó a cargar su ráfaga final para destruir al Imperator me concentré en un par de cruceros de la Federación y usando mi telekinesis comencé a moverlos hacia la trayectoria del láser para proteger mi nave de aquel disparo.

Por mientras en el espacio exterior las alarmas de las naves comenzaron a sonar mientras el capitán de la nave preguntaba:

- ¿Qué sucede?

- No sabemos, capitán, una fuerza extraña nos está moviendo hacia la trayectoria del láser del Devastador.

- ¡Acción evasiva! ¡Todos los motores al máximo! – gritó el capitán.

- ¡Ya están al máximo señor! – avisó el oficial.

- ¡Los sistemas están sobrecalentados! – avisó otro oficial.

- ¡Maldita sea! ¡Qué hacemos! – dijo el capitán desesperado - ¡Avisen al Devastador para que aborten el disparo!

- ¡Si señor! – dijeron los oficiales.

Por su parte en el devastador de mundos:

- Almirante Ceres mire – apuntando a las naves.

- Pero ¿Qué está pasando ahí? – preguntó el almirante.

- Seguramente debe ser un ataque psíquico el que está moviendo esas naves – supuso el general Vesta.

- ¡Aborten el disparo! – ordenó el almirante.

- ¡Demasiado tarde señor! – exclamó uno de los oficiales.

- ¡Maldición! – reclamó Ceres.

En la nave el capitán solo se lamentó:

- ¡Maldición!

Finalmente, el Devastador de Mundos disparó vaporizando a todos cruceros que yo había movido con mi telekinesis salvando al Imperator de ser destruido, luego comencé a mover otros cuantos cruceros para hacerlos chocar entre ellos además de lanzar grandes trozos de rocas y montañas a gran velocidad también con la telekinesis, por su parte Kale y Zamasu disparaban ráfagas de energía destruyendo una docena de cruceros en cuestión de segundos, eso alertó de inmediato al Almirante Ceres el cual ordenó dividir la flota en 2 partes, la primera se encargaría de combatir contra la flota Imperial restante mientras la otra parte, que sería la mayoría de la flota, se posicionó sobre nosotros presumiblemente para bombardearnos, entonces el almirante Ceres dijo:

- Esto fue el colmo, que todas las naves se sitúen sobre el sector 5-1-5 y apunten cada cañón que tengan en posición de bombardeo.

- Si señor... Entendido... A la orden... - contestaron los oficiales corriendo de un lado a otro.

Por su parte el general Vesta le dijo a su colega:

- Le sugiero relajarse almirante aún tenemos otras opciones.

- Lo siento general, pero no dejaré que el enemigo destruya nuestra flota, así como si nada, mejor aprovechemos ahora de atacarlos con todo lo que tenemos antes de que sigan destruyendo nuestras naves.

- Pues como usted guste almirante – dijo Vesta con indiferencia.

Nosotros por nuestra parte nos encontrábamos en la superficie del planeta viendo como la flota Federal se situaba sobre nosotros en posición de bombardeo con todas sus torretas apuntando hacia nosotros, entonces Kale me preguntó:

- Amor ¿Los atacamos?

- No todavía, veamos de qué son capaces estos sujetos.

- Está bien – asintió Kale.

Una vez posicionadas las naves los oficiales dieron aviso para que el almirante Ceres diera la orden:

- Almirante, estamos en posición.

Y el almirante con una media sonrisa desquiciada dijo:

- Abran fuego.

De inmediato la flota enemiga abrió fuego contra nosotros dejando caer una lluvia de disparos de todos los calibres imaginables iniciando el bombardeo, los disparos de inmediato formaron una gigantesca explosión de energía verde que rápidamente se extendió destruyendo todo a su paso, el bombardeo fue tan intenso que en cuestión de minutos agrietó la corteza del planeta provocando erupciones volcánicas y geiseres de lava que se escurría por las grietas, pero a pesar de la enorme devastación la flota no se detuvo y continuaron con el bombardeo por varios minutos con la esperanza de que al finalizar no quedara nada de nosotros, por su parte el general Vesta y el almirante Ceres observaban el espectáculo, este último con una pequeña sonrisa en su rostro, mientras más grande se hacían las explosiones mayor era la sonrisa que se dibujaba en su rostro entonces los oficiales artilleros miraron al almirante y este solo dijo:

- Más.

Los artilleros incrementan la potencia de los disparos, pero el almirante nuevamente dijo:

- ¡Más!

Los oficiales siguieron incrementando la potencia de los disparos mientras la corteza del planeta comenzaba a agrietarse por la intensidad del fuego mientras grandes trozos tanto de la corteza como del manto superior del planeta salían despedidos hacia el espacio exterior, pronto las baterías de los cruceros comenzaron a sobrecalentarse por la intensidad de los disparos, entonces el general Vesta le advirtió al almirante Ceres:

- Almirante, es suficiente.

- Solo un poco más, general.

- Si continúa así fundirá los cañones dejándolos inutilizables – advirtió Vesta.

Luego un oficial también advirtió:

- Tiene razón almirante los cañones y reactores de las naves están al límite.

- Está bien – dijo el almirante a regañadientes - ¡Cesen el fuego!

- ¡Si señor...! ¡Alto el fuego...!

Finalmente, y después de 15 minutos de intenso bombardeo las naves dejaron de disparar dejando ver un tremendo cráter de varios cientos de kilómetros de radio y profundidad rodeado de un área devastada a miles de kilómetros a la redonda acompañado de un campo de escombros del planeta que estaban reingresando a la atmosfera como una copiosa lluvia de meteoritos, entonces con una sonrisa maniaca el almirante Ceres dijo:

- Magnifico ¡Computadora informe de daños!

- Realizando informe, calculando daños... Informe terminado, a causa del bombardeo el planeta perdió aproximadamente el 15,75% de su masa, la corteza registra daños extensos en un radio de 4000 kilómetros del epicentro, actividad tectónica inusual a lo largo de todo el planeta, campo magnético debilitado en un 5%, daños irreversibles a la atmósfera, patrones climáticos distorsionados, se estima que la temperatura del bombardeo alcanzó los 100 millones de grados kelvin en su centro con una magnitud 13,2 en la escala de Richter, fusión de radioisótopos de hidrógeno detectadas, radiación liberada sobrepasa 1000 veces el límite promedio.

- ¡Ja! ¡Ahí tienen! Es imposible que hayan sobrevivido a semejante cataclismo – presumió el almirante - ¿O no general? Eh... ¿General?

- Aún no termina – dijo Vesta con seriedad.

- ¡¿Qué dice?! – exclamó Ceres con sorpresa.

Luego la computadora informó:

- Detectando formas de vida, el blanco está intacto, repito el blanco está intacto.

Por mientras en el planeta estábamos Kale, Zamasu y yo sin haber sufrido daño, entonces Zamasu dijo:

- Que patético, lo único que hicieron fue agitar el suelo y levantar polvo.

- Es verdad, casi no sentí nada ¿O no Kale? – le pregunté.

- Ajá, solo mucho calor y polvo – dijo la saiyajin.

- Ya quiero imaginarme sus caras en este momento – dije con malicia.

Por su parte el almirante Ceres observaba horrorizado como nosotros habíamos soportado todo el poder de fuego de su flota sin sufrir siquiera un rasguño por lo que en un tono de completo horror y desconcierto dijo:

- ¡¿QUÉ?! ¡Pero cómo es esto posible! ¡Debe ser una pesadilla! No puede haber sujetos tan poderosos ¿O sí?

- Lamentablemente los hay – dijo el general.

El almirante Ceres cae de rodillas y se lamenta:

- Maldición ¿Qué acaso estos tipos son inmortales? ¿Acaso son dioses?

- No creo que sea para tanto – dijo Vesta intrigado.

Entonces el almirante Ceres da un puñetazo al piso agrietándolo haciendo notar su impotencia, pero de pronto una sonrisa bizarra se dibujó en su rostro dejando ver una completa falta de cordura, de inmediato el almirante se pone de pie con una risita maniaca mientras la saliva se le escurría por entre los labios, escena que les heló la sangre a todos los presentes, salvo al general Vesta que solo se limitó a mirarlo con indiferencia, luego el almirante se secó la boca con sus mangas y con sus ojos llenos de locura e impotencia dijo:

- Preparen ignición del reactor primario al 100%

- ¿Disculpe dijo 100%? – preguntó un oficial.

A lo cual el almirante Ceres contestó en un tono sombrío y con una sonrisa de oreja a oreja:

- Si, dije al 100%

- Pero señor eso es suicidio – advirtió otro oficial – con esa potencia volaríamos una estrella completa, nuestros escudos no soportarían, no sobreviviríamos a semejante explosión.

- No me importa – dijo Ceres con sadismo – los mandaré a todos directo al infierno ¡Jajaja!

Frente a eso el general Vesta simplemente hizo una mueca, suspiró y movió sus ojos con un ademán de desdén hacia su colega, mientras un oficial por su parte decía:

- Bueno pues, órdenes son órdenes, preparen ignición del reactor primario al 100%.

- Si señor... Preparando ignición del reactor primario – dijeron con algo de inseguridad.

De inmediato comenzaron a sonar unas alarmas en la sala de control acompañada de una voz robótica que decía:

- Configurando sala de control a modo búnker, iniciando asilamiento biológico.

En eso unas gruesas planchas de metal sellaron las ventanas, mientras unas enormes puertas también se cerraban aislando la sala de control del resto de la estación, los sistemas de energía y soporte vital cambiaron su configuración de general a local lo que significaba que ahora el puente de mando se abastecería por sus propios medios ya que toda la energía de la estación estaba siendo desviada al superlaser, desde nuestra perspectiva veíamos como un potente destello verde comenzaba a formarse en el centro del ecuador del planetoide a lo que Kale dijo:

- Creo que van a usar el planetoide contra nosotros.

- Vaya ¿De verdad están tan locos como para volar el planeta con toda la flota cerca? – pregunté confundido.

De pronto el Bio Androide aparece en escena sorprendiéndonos a todos y dice:

- No solo el planeta amo Black, según mis cálculos la energía acumulada por el devastador de mundos es suficiente como para destruir una estrella mediana.

- ¿Desde cuando estás aquí? – le pregunté.

- Desde hace 30 segundos, señor

Luego Zamasu comentó:

- ¿Volar una estrella? Entonces estos sujetos están dispuestos a cometer suicidio con tal de eliminarnos, a eso no sé si llamarlo devoción o estupidez.

- Creo que es estupidez – dijo Kale – aunque supongo que eso no debería preocuparte ya que eres inmortal – se ríe tapándose la boca – jiji.

- Ahora tú también me molestas con lo de la inmortalidad – dijo Zamasu con una vena en la frente.

- Jajaja muy buena esa Kale – luego me pongo serio – pero ahora concentrémonos.

- ¿Qué hacemos mi Lord? – preguntó el Bio Androide.

A lo cual respondí:

- Si esa arma puede vaporizar una estrella como dices, entonces no hay duda de que es un coloso de la ingeniería, pero no es algo que esté fuera de nuestro alcance.

- Entonces ¿Qué propones? – preguntó Zamasu.

- Resistir el impacto y regresarles la energía de la misma forma en que lo hicimos con los mechabots – le dije.

Los tres asienten y yo agrego:

- Aunque la flota podría verse dañada por el flujo de energía.

- En efecto amo, la probabilidad de que nuestra flota sufra daños es del 97% - dijo el Bio Androide.

- Bien, entonces que la flota se repliegue detrás del planeta para que no sea alcanzado por el estallido de energía.

- Yo me encargaré de eso mi Lord – dijo Bio A101 poniéndose en contacto con la flota.

Entonces las pocas naves que quedaban de nuestra flota se replegaron detrás del planeta para evitar el disparo, por su parte uno de los oficiales advirtió al almirante Ceres de la huida de nuestras naves, pero al almirante le dio lo mismo y ordenó proseguir con la carga del cañón.

Finalmente, y luego de 5 minutos de carga el cañón estaba listo para disparar, entonces el almirante Ceres dio la orden y desde el planetoide salió despedida una inmensa ráfaga de energía verde lima que se acercó rápidamente al planeta desintegrando naves soldados y asteroides al instante, por mientras en el planeta vimos como todo el cielo se tornaba verde mientras el rayo de energía de hacía cada vez más grande a medida que se acercaba, de inmediato las nubes se dispersaron, seguido de la atmosfera dejando ver el espacio exterior, la corteza comenzó a agrietarse y a fundirse mientras poderosos vientos huracanados dispersaban todo hacia los costados de la trayectoria del haz de energía, entonces Kale, Zamasu, el Bio Androide y yo nos pusimos en guardia concentrando nuestro ki para rechazar el ataque, por mientras el almirante Ceres observaba la escena desde el planetoide completamente desquiciado esperando la inminente muerte que le aguardaba a todos, el general Vesta por el contrario miraba completamente inexpresivo como si aquella muestra de poder fuera insignificante para su persona.

Volviendo al planeta, nosotros continuamos esperando el impacto, entonces le dije al Bio Androide que calculara el momento del impacto a lo cual el obedeció diciendo:

- Tiempo de impacto estimado 10 segundos.

- Atentos – dije.

- 7 segundos – dijo el androide.

Los 4 continuamos en nuestra posición de guardia, luego el Bio Androide continuó.

- 5 segundos.

- Solo un poco más – entrecerré mis ojos.

Incrementamos nuestro poder mientras el androide continuaba anunciando la cuenta regresiva:

- 3 segundos.

- Preparados – dije.

Comenzamos a concentrar nuestro ki en las manos:

- 2 segundos.

- Listos – con toda mi energía en mis manos.

Kale, Zamasu y el Bio Androide asienten y este último dice:

- 1 segundo.

Para yo luego gritar:

- ¡AHORA!

En ese momento los 4 dimos un poderoso puñetazo en la ráfaga de energía provocando brillo cegador que incluso eclipsó al brillo de la estrella local y la ráfaga de energía de detuvo en seco para después comprimirse y explotar en sentido contrario a su trayectoria en dirección al devastador de mundos, entonces un oficial le dijo al almirante Ceres:

- Almirante el impacto fue negativo.

- ¡QUÉ! – gritó Ceres.

- Y ahora se dirige hacia nosotros, almirante.

- ¡ESO ES IMPOSIBLE! – dijo el almirante Ceres con histeria.

De inmediato el pánico se apoderó de todos en la estación espacial mientras las alarmas sonaban de fondo, pero el general Vesta permaneció tranquilo y solo se limitó a caminar hacia la ventana blindada de la estación para luego decir:

- Esto no es para tanto, almirante.

Y en eso el general extendió su mano al frente e incrementó su ki creando un poderoso escudo alrededor del planetoide dividiendo el flujo de energía en 2 brazos de energía que siguieron su camino destruyendo todo lo que se les interpusieran para finalmente explotar a la distancia dejando a todos impresionados por semejante muestra de poder, entonces el almirante Ceres lo miró con horror diciendo:

- ¿Qué fue lo que hizo?

A lo cual Vesta un tanto molesto le contestó:

- Simplemente saqué a relucir mi verdadero poder, para salvarlos de su imprudencia almirante – mirándolo con evidente molestia.

- Ge... General... Lo siento... No quise ponerlos en...

Pero justo antes de terminar la frase el general Vesta ya había atravesado por la espalda al almirante Ceres con sus manos para decirle a su agónico colega:

- Suficiente.

- Aghh... ¿Por... qué general Vesta...? ¿Por qué...? – dijo Ceres en agonía.

- Por su falta competencia en la toma de decisiones – contestó Vesta – tuvo su momento para brillar, pero ya vi suficiente por hoy y también porque tampoco soporto su carácter histérico y desquiciado, me parece ridículo por no decir patético.

Luego el general Vesta retira su mano del cuerpo del almirante dejando caer el cadáver del almirante para después decir:

- Se acabó – mirando a sus hombres – Bueno, como bien dicen por ahí, si quieres un trabajo bien hecho tienes que hacerlo tú mismo, preparen mi lanzadera para salir a encarar directamente al tal Black.

- ¡Si señor! – dijeron los oficiales.

- Pero antes, que el Capitán de este planetoide de un paso al frente – anunció Vesta.

- Si señor ¿Qué se le ofrece? – dijo el capitán algo temeroso.

- Capitán Palas ¿Verdad? – preguntó el general.

- Sí... sí... señor.

- A partir de ahora te concedo el rango almirante – proclamó Vesta.

Sorprendido por su ascenso el recién nombrado almirante Palas dijo:

- Muchas gracias, señor – hace una reverencia – prometo servir fielmente a la Federación.

- Qué así sea – dijo el general.

Luego otro oficial llega para anunciarle al general:

- Señor, un equipo de androides ha llegado con un espécimen zombie con vida, pero en estado coma inducido por calor.

- Excelente – sonrió el general – pónganlo en una lanzadera de carga y trasládenlo al sector F -5, a las instalaciones del planeta H N°22 para llevar a cabo los análisis respectivos.

- Sí señor – obedeció el oficial – por cierto, señor su lanzadera está lista para despegar.

- Muajajaja – rio Vesta – muy bien, ha llegado el momento - mirada seria - ahora veremos qué tan poderoso eres Black.

Continuará... 

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