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69. Algo Anda Mal.

En el capítulo anterior: Finalmente y luego de agotar todas las instancias razonables nuestro protagonista tomó la difícil decisión de declararle la guerra a la Federación, además de planificar la estrategia a adoptar en dicho conflicto y dadas las circunstancias  Black consideró que lo mejor sería una guerra relámpago para terminar con el conflicto lo más rápido posible y con el menor número de bajas aprovechando la información proporcionada por su contacto de la Federación Sir Heobat, para ello concentraría sus fuerzas en 2 frentes de ataque, el frente superior sería liderado por Kale, Zamasu y él mientras que el frente inferior estaría a cargo de Kyabe, Caulifla, Goku y Vegeta, el plan era que ambos frente hicieran un movimiento de tenaza por el sector norte del universo 6 para luego cerrarse sobre la capital Federal capturándola y tomando el control de toda la Federación de forma inmediata, por mientras el centro y sur del frente de batalla quedaría a cargo de Frost, el Virrey de Sadala, los Androides y las fuerzas del antiguo Imperio Katari. 

Una vez planificada la estrategia las fuerzas del Imperio comenzaron a movilizarse hacia el espacio controlado por la Federación en donde las fuerzas Federales los esperaban. Ahora la pregunta es ¿Resultará la guerra relámpago? ¿Qué estrategia adoptará la Federación? ¿Estará el sur del Imperio a salvo de las hordas de la Federación? ¿Se podrán minimizar las bajas?

Luego de una hora de viaje ya teníamos claro nuestro siguiente objetivo nada más faltaba que sonara la alarma de proximidad para salir de la hipervelocidad y encarar al enemigo, finalmente, al cabo de unos minutos suena la susodicha alarma:

- ¿Qué es eso? – preguntó Kale.

- Es la alarma de proximidad – contesté – significa que nos preparemos para salir de la hipervelocidad ¡Almirante!

- Si mi Lord – dijo el almirante.

- Ordene a la flota preparar los escudos y las baterías principales – ordené.

- A la orden Lord Black – haciendo una reverencia - ¡Ya escucharon, escudos al máximo, preparen la artillería y las compuertas! Ah, y comuniquen al resto de la flota

- ¡Si señor! ¡Enseguida almirante Herse! – comienzan a teclear las pantallas.

Finalmente salimos de la hipervelocidad para toparnos con la flota enemiga, entonces el Almirante me dijo:

- Enemigos al frente ¿Qué modalidad piensa utilizar mi Lord?

Luego de pensar ordené:

- Usemos la "T" ¡Que toda la flota se divida en 2 brazos! ¡Las naves situadas a estribor del Imperator giren a babor y aquellas situadas a babor también viren a babor, todos formando una línea! ¡Escudos laterales al máximo!

Todos los tripulantes contestaron mientras corrían de un lado a otro:

- ¡Si señor! ¡A la orden mi Lord!

Luego les expliqué a Kale y Zamasu:

- La idea de este movimiento es crear una línea mostrando las baterías laterales, con ello aumentamos el poder de fuego disponible como también el despliegue de cazas y tropas además de minimizar el riesgo de ser alcanzados por la artillería y cuando estén neutralizados los rodearemos para después pulverizarlos por completo.

- Interesante – contestó Zamasu.

- Entiendo – dijo Kale.

- Esto se pondrá bueno – dije entusiasmado - ¡Estén atentos en caso de una emboscada!

- ¡Si señor! – dijeron los demás.

Las naves comenzaron a situarse una detrás de la otra para crear la línea mientras la flota enemiga se seguía acercando, entonces cuando ya estaban entrando al rango de disparo, estas comenzaron a disparar, pero tal como lo había predicho su poder de fuego no era tan grande puesto que solo podían usar las baterías frontales, además que nuestras naves al estar de costado el espacio al cual podían atinarle estaba reducido por lo que la mayoría de los disparos pasaban de largo y los pocos que lograban alcanzarnos eran absorbidos por nuestros casi impenetrables escudos, entonces el almirante me dijo:

- Ya han comenzado con el ataque ¿Respondemos?

- ¡Aún no, Almirante Herse! Espere a que las naves estén completamente en línea – dije en voz alta.

- A la orden, señor.

Seguimos resistiendo los disparos durante unos minutos hasta que finalmente las naves estaban en posición, entonces dije:

- ¡Ahora si señores! ¡Toda la artillería! ¡FUEGO!

- ¡Abran fuego! – gritó el almirante.

De inmediato todas las naves de la flota abrieron fuego dejando caer una monstruosa lluvia de disparos sobre la flota enemiga sobrecargando sus escudos y pulverizando rápidamente sus naves comenzando con las más pequeñas, entonces al ver que estaban perdiendo rápidamente sus naves más pequeñas la flota de la Federación comenzó a desplegar sus enjambres de androides y cazas, al verlos les dije:

- ¡Preparen cañones antiaéreos y preparen las compuertas para que salgan los guerreros!

Rápidamente los cañones antiaéreos comenzaron a abrir fuego contra el enjambre de robots y cazas derribando a cientos de ellos en segundos mientras que por detrás las naves de la Federación seguían cayendo una a una.

Por mientras en la flota de la Federación se hallaba el respectivo Almirante espetando todo desde su nave insignia detrás de la flota hasta que llegó el capitán:

- Almirante.

- Si capitán – contestó el almirante.

- Ya hemos desplegado nuestros androides y cazas, pero aún no es suficiente para enfrentar a esa flota tan grande – dijo el capitán nervioso.

- Lo sé, lo sé – dijo el almirante Federal un poco irritado para luego mandar al capitán – ordene a las flotas, de la 43° a la 47° brindar apoyo ¡Rápido!

- ¡Como ordene señor! – contestó el capitán para luego dirigirse a los oficiales - ¡Contacten a las flotas 43, 44, 45, 46 y 47 para que den apoyo inmediatamente!

- ¡Entendido capitán! – respondieron los oficiales mientras tecleaban los monitores tratando de contactar a las demás flotas – Aquí flota 42 a la flota 43, envíen refuerzos... Flota 44 solicitamos refuerzos al sistema B8 12° 8' ... Flota 47 responda flota 47...

Al instante 400 naves de la Federación se unieron a la batalla complicando las cosas aparentemente, entonces el Almirante Herse me preguntó:

- ¿Pedimos refuerzos mi Lord?

- No será necesario, almirante, no subestime la capacidad de este acorzado ¡Intensifiquen el fuego de las baterías laterales que nadie pueda pasar! Y... Preparen los superlaser, volaremos toda su flota en pedazos – dije con una media sonrisa.

- ¡Sí señor! – dijeron los demás.

La batalla continuó con la aparente ventaja de la flota enemiga hasta que mis naves comenzaron a activar sus superlaser, entonces les dije a Kale y Zamasu:

- Prepárense para el espectáculo muchachos.

Kale y Zamasu no contestaron, más solo se limitaron a asentir pensando en la clase de espectáculo que daría.

Entonces les dije a los capitanes de las otras naves:

- Disparen a mi señal, preparados...

Se activan los reactores primarios de los láseres:

- Listos...

Los proyectores comienzan a brillar de un rojo carmesí intenso.

Por mientras en la nave enemiga un oficial advirtió:

- Incremento de energía detectado, provienen de las naves Imperiales.

- Pero ¿Qué diablos está pasando ahí? – preguntó el almirante enemigo con evidente confusión.

De vuelta a mi nave, grité:

- ¡Fuego!

En eso, cientos de rayos láseres rojos son disparados desde las naves pulverizando todo lo que se cruzaba en su camino en un bello y aterrador espectáculo de luces.

Con esa primera ráfaga 2/3 de la flota de la Federación fue pulverizada ante la mirada atónita del Almirante enemigo quien lleno de horror dijo:

- ¡Qué carajos! ¡Mis naves! ¡NOOOO! ¡Pronto! ¡Inicien la retirada! ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya!

Suenan las alarmas, mientras el capitán de aquella nave decía:

- ¡Acción evasiva! ¡Preparen el hipersalto!

Por mientras en mi nave el capitán me dijo:

- Mi Lord las naves enemigas se están retirando ¿Los dejamos escapar?

Yo solo sonreí para luego decirle:

- No quiero sobrevivientes, acábenlos a todos.

- Sí señor ¡Preparen segunda ráfaga!

- Reactores primarios listos... Proyectores alineados... Blanco en la mira – dijeron los demás.

Y el capitán preguntó:

- ¿Majestad?

A lo cual contesté de manera fría:

- Bórrenlos del mapa.

Nuevamente los láseres se activaron, mientras el enemigo intentaba escapar:

- Almirante se está detectando nuevamente un incremento de energía de las naves Imperiales – gritó un oficial.

- ¡Rápido maldita sea! ¿Qué esperan? – dijo el almirante Federal desesperado.

- La computadora de navegación todavía no termina de calcular las coordenadas – dijo otro oficial.

- ¡Vamos a morir! – comenzaron a gritar todos en pánico.

De pronto cientos de ráfagas rojas salieron disparadas desde mis naves hacia los cruceros enemigos:

- ¡Coordenadas listas! – dijo un oficial - ¡Hiper salto en 3, 2...!

- ¡Ya es tarde! – gritó el almirante apuntando al rayo que venía hacia ellos.

Finalmente, el rayo impacta en el crucero vaporizándolo por completo junto con el resto de la flota, al ver como las naves se desintegraban dije:

- Eso fue – haciendo una pausa – maravilloso

Pero como era de esperarse Zamasu y Kale me cuestionaron:

- ¿Era necesario matarlos a todos?

Y yo respondí:

- En este caso... ¡Sí! Era muy necesario, además pudieron presenciar en primera fila el poder de nuestras naves, pero no se preocupen, al menos se desintegraron sin dolor, eso espero – imaginando los últimos segundos de los Federales.

Luego Kale dijo:

- No me quiero imaginar los efectos que tendrían esos rayos contra un planeta.

- Pues podrían borrar varias ciudades en un disparo o destruir una luna pequeña por completo, una docena de destructores clase devastador (los más pequeños) disparando sus laser a máxima potencia serían suficientes para vaporizar un planeta al instante – dije con orgullo.

- Qué peligroso – dijeron Kale y Zamasu.

- Efectivamente, pero descuiden, jamás usaría estas naves para bombardear planetas, al menos no con planetas civiles, los mundos militarizados ya son harina de otro costal – luego dije - ¡Almirante!

- Si mi Lord.

- A juzgar por la facilidad con la cual destruimos al enemigo al parecer todo indica que no necesitaremos de todas las naves para nuestra ofensiva así que podría mandar unas cuantas flotas a la banda A para que tomen las galaxias circundantes, por mientras nosotros conservaremos las naves restantes con las cuales continuaremos con nuestra cruzada hasta la capital.

- Entendido Su Majestad – dijo el almirante.

Luego agregué:

- También tomaré la delantera con el primer escuadrón (10 naves) de la primera flota (100 naves), los 9 escuadrones restantes me seguirán como refuerzos.

- Entendido mi Lord – dijeron el capitán y el almirante.

Después de impartir mis instrucciones me puse a mirar al espacio para decirle a Kale y Zamasu:

- Me pregunto cómo lo estarán pasando Goku y Vegeta, espero que bien jajaja.

Por mientras en el frente inferior:

- Oye Vegeta, déjame algunos androides – reclamó Goku.

- ¡No me des órdenes insecto! No es mi problema si se me hace fácil acabar con estas chatarras – gritó Vegeta.

A la distancia Caulifla les grita:

- Ay ya cállense viejos, yo llevo más del doble de androides destruidos ¡Ha! – lanza una esfera de ki destruyendo varias naves de la Federación – estos tipos son unos debiluchos, su única fortaleza es su gran cantidad.

Por su parte Kyabe dijo:

- Es verdad Caulifla, pero no está mal como entrenamiento para nuestra forma base.

- ¡Tienes razón, Kyabe! – dijo la pelipunta.

- ¡Ahí vienen más! – gritó Goku.

Una nube de millones de androides se dirige hacia los chicos lanzando una andanada de disparos bláster que dieron de lleno en los chicos provocando una tremenda explosión, al pensar que los tenían acorralados los millones de androides dispararon con todo lo que tenían acompañado de los cruceros y demás armas provocando un bombardeo tremendo, pero después de unos minutos dejaron de disparar para verificar si los objetivos habían muerto, pero los saiyajines estaban intactos, entonces cada uno comenzó a preparar su ataque icónico:

- Kame... Hame... ¡HAAAA!

- Resplandor...  ¡FINAL!

- Crush... ¡CANON!

- Galick... ¡HOOOO!

Los androides de inmediato reanudaron el ataque y finalmente los muchachos dispararon sus técnica y las 4 ondas de energía se combinaron destruyendo por completo a todos los androides y a una buena parte de la flota enemiga, por mientras el resto de las naves Imperiales continuaban atacando al resto de la flota Federal, entonces Goku dijo con alivio:

- Uf... Lo hicimos.

- Aún no termina Kakarotto.

Al igual que en mi caso llega un centenar de naves Federales para apoyar a la moribunda flota a lo cual Goku dijo:

- Bien, en ese caso tendremos que subir el nivel ¡Ah! – se transforma en Super Saiyajin.

- Estoy de acuerdo con el viejo ¡Ah! – dijo Caulifla transformándose en Super Saiyajin.

Luego Vegeta y Kyabe hacen lo propio y los 4 super saiyajin proceden a lanzarse contra la flota y el enjambre de androides enemigos.

Volviendo al frente superior.

- A juzgar por los ki que siento se ve que les está yendo bien – dijo Kale.

- Creo que esta guerra será bastante corta – supuso Zamasu.

- Tienen razón, los androides y la flota Federal no son la gran cosa, salvo por sus números, ojalá el general Vesta sea un oponente más interesante – dije pensando en el susodicho.

Luego de esa charla ordené al almirante pasar al siguiente objetivo el cual era un planeta Federal, por lo tanto, la batalla no solo se libraría en el espacio, sino también en superficie, buena oportunidad para que nosotros tuviéramos un poco de acción.

Después de calcular las coordenadas mi escuadrón salta a la hipervelocidad en dirección a ese planeta, mientras les dijo a Kale y Zamasu:

- Para esta ocasión pelearemos nosotros ¿Les parece?

- Claro... Nos gusta la idea – dijeron la saiyajin y el shinjin.

Finalmente me dije a mi mismo:

- Estas batallas servirán bien como entrenamiento y calentamiento en caso de un eventual encuentro con el querido general – tronándome los puños.

Por mientras en el planeta de Mabus Herzog, el magnate se hallaba sentado en su trono mientras observaba un mapa del universo y leía algunos libros, cuando de pronto recibe una transmisión de audio:

- Amo.

- ¿Qué quieres? Ya exterminaron es esos ancianos y niños leprosos para reemplazarlos por robots.

- Así es mi Lord, el general Vesta se hizo cargo de todos ellos.

- Excelente noticia ¿Qué más tienes que decirme? – preguntó el anciano.

- La guerra empezó y el Imperio inició 2 ofensivas masivas por las galaxias del norte, nuestros estrategas suponen que quiere hacer un movimiento de tenaza mediante la guerra relámpago para tomar la capital y terminar con el conflicto lo antes posible.

- Ya veo – dijo Mabus – entonces no irán a la guerra de degaste como se me informó – pensando – quizás cometimos un error al esparcir a nuestras fuerzas a lo largo de la frontera, pero eso me da la oportunidad perfecta para deshacerme de esa chusma llorona y pobre.

- ¿Amo? – preguntó el sirviente.

- Manda a los civiles a pelear – ordenó el señor M.

De inmediato el sirviente dudó:

- Pero, mi señor ¿Qué acaso eso no detendría nuestra producción?

- ¡Sé lo que hago! – regañó Mabus – Además, apenas se marchen los puestos de trabajo disponibles serán tomados por robots.

- Ya veo, pero ¿Si se rehúsan? También existe esa posibilidad – advirtió el sirviente.

A lo cual Mabus solo dijo:

- Oblígalos, miénteles o mata a unos cuantos para dejarles en claro su posición.

- A la orden mi Lord – respondió el sirviente.

Entonces el sirviente se desconecta y Mabus comienza a reflexionar:

- Mmm... Con que guerra relámpago ¿Eh? Entonces la información que me entregaron los espías era errónea... Mmm... Tendrán darme unas explicaciones al respecto...

Mabus contacta al jefe de la agencia de inteligencia de la Federación para interrogarlos en persona respecto a la información presuntamente falsa que había recibido, además de también contactar al general Vesta para discutir sobre las medidas que se adoptarían al respecto.

Volviendo conmigo, y luego de media hora de viaje la flota Imperial salió de la hipervelocidad topándose frente a frente con el planeta enemigo el cual se hallaba resguardado por una pequeña flota Federal, entonces les dije a los oficiales:

- ¡Preparen la artillería! ¡Asegúrense de mantener detraídos a los enemigos!

Los oficiales atendieron a mis órdenes a la vez que les pedía que abrieran las compuertas, entonces miré a Zamasu y Kale para decirles:

- Bueno chicos, llegó nuestro momento de brillar.

- Excelente – dijo Zamasu.

- No te decepcionaré Black – dijo Kale.

Luego de eso abren las compuertas y acto seguido Kale, Zamasu y yo fuimos a las escotillas para salir a batallar, entonces les dije a los Kale y Zamasu:

- Recuerden, traten de usar su ki para conservar oxígeno, aunque creo que eso no aplicaría para ti Zamasu ya que eres inmortal.

- Es verdad – rio Kale.

- Tsk... - se quejó Zamasu con una media sonrisa.

- Muy bien muchachos, demostremos de lo que estamos hechos – dije haciendo tronar mis puños.

Kale y Zamasu asienten y procedemos a salir hacia el espacio exterior emprendiendo vuelo hacia la flota enemiga. De inmediato los oficiales de aquella se percataron de nuestra presencia:

- Almirante, 3 sujetos vienen volando a toda velocidad.

- Manden a todos los androides y hombres disponibles al espacio, escudos deflectores al máximo y todas las baterías en alerta – dijo el almirante con seriedad.

- ¡Si señor! – dijeron los oficiales Federales.

En ese momento las compuertas de las naves enemigas se abrieron dejando salir millones de androides que empezaron cargar sus bláster de energía mientras nosotros cargamos nuestras esferas de ki en ambas manos para destruirlos, el choque era inminente hasta que finalmente se produjo, los androides dejaron caer una lluvia de bláster sobre nosotros, mientras que Kale, Zamasu y yo arremetíamos contra los robots despedazándolos sin problemas:

- ¡Tomen esto malditos robots! – dije lanzando múltiples ataques de ki.

- Esto es más sencillo de lo que pensé mi amor – dijo Kale golpeando un robot mandándolo a volar contra los demás.

- ¿Lo ven? Quizás exageré con nuestros cálculos, a los mejor no haya necesidad de haberlos movilizados a todos – supuse.

- Sí, además estas chatarras son realmente débiles – dijo Zamasu rebanado a varios androides con su espada de ki.

En eso veo la espada de Zamasu y dije:

- Se me ocurrió algo Kale.

- ¿Qué cosa, Black?

- Usemos nuestras espadas como Zamasu, quizás eso lo haga más divertido.

- Tienes razón, Black – creando una espada de ki.

- Muy bien chicos – dije creando mi espada de ki - a mi señal.

- ¡Si! – asintieron Zamasu y Kale.

- Uno... Dos... - conté.

Los androides nuevamente arremeten contra nosotros y yo digo:

- ¡TRES!

Y los 3 nos lanzamos contra los androides compitiendo por ver quien destruía más robots, pero era difícil determinarlo ya que los androides parecían no acabarse, por mientras en la nave insignia de la flota enemiga los nervios comenzaban a hacerse notar en la tripulación:

- ¡Estos tres tipos están acabando con nuestros androides como si nada! – reclamó el almirante.

- ¿Pedimos refuerzos? – preguntó el capitán de la nave.

- Llámelos – ordenó el general.

- ¡A la orden, almirante! – dijo el capitán.

Luego el almirante Federal agrega:

- Y avisen a las tropas en tierra que se preparen ante un posible desembarco en...

- ¡Los tipos nos atacan! – interrumpió un oficial.

- ¡Pues dispárenles, tontos! – gritó el almirante.

En ese momento las naves enemigas comenzaron a disparar, pero Kale, Zamasu y yo esquivamos los disparos como si nada, entonces yo extendí mi brazo derecho a la izquierda cargando una esfera de energía rojiza en la punta dedos índice y medio para después moverlo hacia la derecha lanzando una gigantesca hoja de ki cortante que barrió con todas las naves de la flota impresionando a Kale y Zamasu, luego de eso dije emulando a Jiren:

- Se acabó.

A lo cual Zamasu respondió:

- Podríamos haber partido con eso ¿No crees?

- Tienes razón, pero no tendría gracia si acabábamos con todos de una sola vez.

Kale por su parte dijo:

- Menos mal que quería que no lo tomáramos como un juego, pero bueno, nos sirvió de entrenamiento.

- Pues visto desde ese punto de vista es verdad – coincidió Zamasu.

- Bueno, quizás me dejé llevar – dije con sonrojo para cambiar de tema – Y ahora que la flota enemiga ha sido neutralizada podemos desembarcar para ocupar el planeta, establecer nuestra base de operaciones desde la cual enviaremos expediciones para conquistar otros sectores de la zona y continuar con nuestra línea de avance. Una vez asegurada esta zona avanzaremos a la siguiente, tomaremos un planeta, pondremos nuestra base y seguiremos con el proceso hasta llegar a la capital.

- Me parece un modus operandi de lo más lógico – dijo Zamasu.

- Por cierto, Black ¿En qué sector estamos exactamente? – preguntó Kale.

A lo cual contesté recordando los mapas Federales:

- Pues, según el mapa Federal que nos proporcionaron nuestras fuerzas de inteligencia, estamos en el sector B8, mientras que Kyabe y Caulifla están a la altura del sector D6 y la capital Federal está en la parte superior del sector D0 casi en la frontera con el C0.

Luego Zamasu me dijo:

- Oye Black.

- ¿Sí? Zamasu

- ¿Cómo cuentan las coordenadas los de la Federación? – preguntó el shinjin.

A lo cual contesté:

- Ellos lo hacen por medio bandas y líneas, las bandas o "bandas horizontales" están dispuestas de norte a sur, cada banda se le asigna una letra que va de la "A" hasta la "Z" en teoría, pero en la práctica llegan hasta la "N", luego de eso vienen las líneas o "líneas verticales" las cuales van dispuestas de este a oeste, a cada línea se le asigna un número los cuales parten del 0 que es donde se encuentra la capital Federal, entonces todas las líneas ubicadas al este de la línea 0 se les asignan números positivos 1, 2, 3, 4, etc. Hasta llegar a la frontera con el Imperio, mientras que las líneas ubicados al oeste de dicha línea se le asignan números negativos -1, -2, -3, -4, etc. Y finalmente los sectores son los cuadros que se forman al entrecruzar las líneas con las bandas y de denominan con la letra de banda y número de línea respectivo, por ejemplo, B8, A2, D0, F-3, etc.

- Ya veo – dijo Zamasu.

Luego dije:

- Si quieren les puedo mostrar un mapa para que quede más claro.   

Muestro el mapa y tanto Kale como Zamasu dicen:

- Mmm... Ahora entiendo... Interesante forma de organizarse.

Después les comenté:

- Y si se fijan bien se darán cuenta que los sectores a su vez se subdividen en regiones galácticas las cuales se nombran en grados, estas regiones a su vez de dividen en sistemas que se nombran en minutos y los planetas que componen los sistemas se nombran en segundos, de esa forma las coordenadas de la capital federal sería D0 1° 1' 2" eso significa que se ubica en el sector D0, galaxia 1, sistema estelar 1, planeta 2.

Kale y Zamasu asienten y yo continúo.

- Nosotros en cambio dividimos nuestro Imperio por sectores galácticos determinado por conjuntos de galaxias en lugar de bandas meridionales como lo hace la Federación, mientras que el número del sector se determina por la capital del mismo, por ejemplo, la capital del sector A, sería el subsector A-0, la capital del B sería B-0, la del Z es Z-0 y así sucesivamente, nosotros no tenemos números negativos como la federación y la capital Imperial se ubica en el sector A, por lo cual es el subsector A-0.

- Vaya forma de organizarse ¿Y tú entiendes de esto Kale? – le preguntó el shinjin.

- Un poquito – contestó Kale con un poco de sonrojo.

Luego yo con una gota de sudor en la frente les dije:

- Jeje bueno, ahora volvamos a la nave para realizar el desembarco, además se me está acabando el oxigeno dentro de esta burbuja de ki.

- ¡Si Black! – asintieron Zamasu y Kale.

Después de la batalla regresamos a la Imperator para coordinar el desembarco de tropas para la ocupación del planeta, sin duda esta sería la tarea más complicada ya que había civiles de por medio y la idea era no lastimarlos y el hecho de ser nuestro primer desembarco y conquista planetaria lo hacía más complicado todavía, entonces mandé a los capitanes de nuestro escuadrón a esparcirse alrededor del planeta y escanearlo para tener la información precisa a la mano antes de invadir para de ese modo disminuir la mortalidad civil al mínimo posible. Después de unos minutos obtuvimos los resultados:

- Lord Black, nuestros hombres han terminado el análisis del planeta – dijo el capitán.

- Deme el reporte – le dije.

- Si señor – obedeció el capitán.

El capitán se acercó a un holoproyector para mostrar un holograma en el que se veía todo el planeta con su geografía, divisiones administrativas, y la ubicación de las principales ciudades y bases militares de aquel mundillo, luego de analizarlo por unos minutos dije:

- Muy bien, mayor parte de la población, las ciudades industriales y la capital se concentran en el hemisferio norte del planeta, mientras que las fuentes de las materias primas se ubican al sur como también las bases militares.

Luego de eso el General a cargo de las tropas terrestres sugirió:

- Yo propongo llevar a cabo un ataque masivo al hemisferio sur, de ese modo destruiremos sus bases militares y tendremos acceso a sus recursos que es lo más importante.

- Excelente movida – dijo el almirante – tomando sus recursos paralizaremos a las ciudades industriales del norte, por mientras nosotros daremos apoyo bombardeando a cualquier fuerza residual del norte que pretenda reconquistar el sur y hablando de apoyar les propongo que usemos nuestros láseres para deshabilitar los escudos planetarios y las bombas de iones para deshabilitar los apartaros electrónicos del hemisferio sur y también sus comunicaciones, de ese modo no podrán pedir refuerzos.

- Bien pensado – les dije, aunque también advirtiendo – pero recuerden evitar destruir las ciudades, las industrias y matar a los civiles, nuestro objetivo es descabezar y neutralizar al enemigo sin destruir su potencial industrial para usarlo en el futuro a nuestro favor.

A lo cual Kale intervino:

- Pues para ese caso yo propongo que los láseres apunten al océano, de esa forma si desactivan los escudos evitamos que un disparo rezagado afecte a la población civil.

- Bien pensado amor – dije con sorpresa.

- Gracias Black – sonrió la saiyajin.

- De nada Kale – le dije – y bueno señores, para concluir, una vez que el enemigo se haya rendido reactivaremos la industria local lo antes posible y absorberemos a las fuerzas militares y su conocimiento para continuar con la conquista del sector B8 y pasar al B7 lo más rápido posible.

Todos asienten y yo sentencio:

- Muy bien ¡Todos en marcha!

- ¡Si señor! – dijeron los demás al unísono.

Luego de eso le digo al Almirante:

- Almirante Herse.

- Diga mi Lord.

- Dé inicio al bombardeo láser a los escudos planetarios – ordené.

- Sus deseos son órdenes Majestad – dijo el almirante.

En ese momento todas las naves del escuadrón comenzaron a disparar sus super láseres y baterías láser contra el escudo planetario, al cabo de unos segundos un oficial dijo:

- Estamos al 50% de la capacidad de absorción del escudo planetario.

- Intensifiquen la frecuencia del bombardeo – dije.

- Aumentando frecuencia de disparos... Desviando energía de los reactores a las baterías ventrales... 80% de capacidad.

- Pronto ese escudo caerá – dije con seguridad.

Finalmente, y luego de un breve pero intenso bombardeó los escudos planetarios cayeron, ahora era el momento de neutralizar las comunicaciones y tecnología del planeta para lo cual un oficial me dijo:

- El escudo ha sido neutralizado mi Lord, esperamos órdenes.

- Inicien el bombardeo iónico y preparen las tropas para el despliegue en la superficie – ordené.

A lo cual el capitán me dijo:

- Pero señor ¿No estamos muy cerca del planeta para in bombardeo iónico? El pulso electromagnético generado por la radiación podría dañar la electrónica de nuestros cruceros.

Y yo aclaré:

- Para su fortuna no lo harán, ya que nos protegen los escudos, además el blindaje del casco de las naves absorberá la mayor parte de la radiación así no debe preocuparse.

- Está bien mi Lord, en ese caso lancen los misiles nucleares

- ¡Si capitán! – dijeron los oficiales.

Entonces se abrieron las compuertas laterales de las cuales salieron varias docenas de misiles nucleares que detonaron en la ionósfera llenando el espacio de luces de distintos colores como auroras, de inmediato provocaron apagones masivos a lo largo de todo el hemisferio sur los cuales se notaron con más claridad en el lado oscuro del planeta, todo eso mientras nos poníamos en posición junto a las demás tropas para iniciar el desembarco.

Cuando todas las luces se apagaron los transportes de tropas comenzaron a salir de los cruceros para descender a la superficie del planeta escoltados por cazas y vehículos menores, por mientras Zamasu, Kale y yo nos dirigimos a las bahías de embarque para subir al transporte que nos llevaría a la superficie del planeta, una vez a bordo las compuertas se cerraron y el trasporte abandonó el hangar con dirección al planeta, entonces Kale me dijo:

- ¿Estás nervioso?

- Mas o menos – contesté.

- ¿Por qué? No creo que derrotarlos sea más difícil que derrotar a la flota – dijo Zamasu.

- No es eso – respondí – tengo un mal presentimiento, noto turbulencia, traición, confusión, sufrimiento y miseria, concéntrense y se darán cuenta de que tengo razón.

Kale y Zamasu cierran los ojos y se concentran:

- ¿Lo sienten? – pregunté.

- Tienes razón, si se siente algo raro – contestaron Kale y Zamasu.

Luego dije:

- Tengo el presentimiento de que esta batalla será complicada, pero no por el poder de nuestros enemigos, sino por lo que se van a desencadenar a partir de nuestra llegada al planea.

De inmediato Kale pregunta:

- ¿Crees que muera gente inocente?

- Eso creo, y quizás más de la que quisiera – dije pensativo.

Por su parte Zamasu acotó:

- Yo además siento que hay algo más, una fuerza oscura influyendo en todo esto, pero no en este planeta sino en lo profundo del universo.

- ¿Mabus Herzog? – dijimos Kale y yo.

- Así es – dijo Zamasu – pero esa fuerza más que una persona es una voluntad, una idea que los corrompe.

Entonces saqué mis propias conclusiones:

- De seguro el viejo ese supo que mi debilidad es la misericordia por los débiles y reunió a la gente más miserable de la Federación para que pelearan esta guerra en las primeras filas.

- Vaya, pero que hombre tan desagradable – dijo Kale con desdén.

Por su parte Zamasu recordó su pasado en el plan 0 humanos diciendo:

- Por gente como esa solía dudar de la capacidad de los mortales para coexistir armónicamente en su existencia.

- Tienes razón Zamasu y por lo mismo debemos terminar esta guerra cuanto antes, para que Mabus no pueda seguir saliéndose con la suya.

Luego Kale me dijo:

- Ahora te entiendo Black.

- Oh ¿En qué cosa? – pregunté.

- Ese odio que sentías por la gente en tu mundo era por toda la gente inescrupulosa que hacía lo que quería y por la impotencia de no poder hacer nada para arreglarlo ¿O me equivoco? – dijo ella.

- Estás en lo cierto Kale – contesté – por esa razón también puedo entenderme tan bien con Zamasu.

Zamasu a su vez dijo:

- La verdad nunca pensé estar de acuerdo con un mortal respecto a ese tema.

- Gracias, Zamasu – dije.

- De nada – dijo el shinjin.

- ¿Saben? – nos dijo Kale – A veces cuando reflexiono sobre la vida es imposible no llegar a la misma conclusión que ustedes.

- Y cualquier en su sano juicio – coincidí – pero lo bueno es que ahora tenemos la capacidad de cambiarlo todo y traer orden, justicia y libertad al universo.

Kale y Zamasu asienten y yo digo:

- La guerra es lo peor, pero como dice un antiguo dicho "si quieres paz, prepárate para la guerra".

- Suena raro, pero tiene sentido – dijo Zamasu.

Entonces seguí con mi reflexión:

- Para crear hay que destruir, para renacer hay que morir, para hacer el bien debe existir el mal, son esos sacrificios y males necesarios los que le dan sentido a nuestra existencia como mortales, excepto tu Zamasu que eres inmortal jajaja.

- Pero por muy inmortal y dios que sea, Black, también soy susceptible a los errores, por ejemplo; el plan cero humanos – dijo Zamasu.

- O en mi caso recurrir a la delincuencia para vivir y ayudar a otros – agregó Kale.

A lo cual dije:

- Todos tenemos una concepción de la justicia, pero la ejecutamos de las formas menos ortodoxas, no obstante, de los errores se aprende, la idea es tratar de mejorar sin olvidar que al final todo en esta vida tiene una consecuencia, un precio el cual todos tarde o temprano tendremos que pagar, incluido los saiyajin, incluido los dioses, incluido Mabus Herzog.

- Es verdad – dijeron Zamasu y Kale.

Luego de esa reflexión comenzó a sonar la alarma de proximidad dando a entender que estábamos cerca del punto de aterrizaje el cual gracias al bombardeo iónico fue muy tranquilo puesto que la mayor parte de las fuerzas militares mecanizadas habían sido neutralizadas, luego de eso las compuertas se abrieron y aprecié el paisaje, de inmediato salimos a la superficie seguido de nuestras tropas, tanques y piezas de artillería entre otros elementos para comenzar con La invasión.

Continuará...

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