64. Castigando a los Traidores, El Emperador Comienza a mover sus Piezas.
En el capítulo anterior: Después de salir a cazar durante la noche Black comenzó a explorar los clubes y pubs donde solía reunirse la gente más importante de la élite Imperial, fue ahí que se encontró con desagradables sorpresas, entre ellas un importante complot que se estaba tejiendo a sus espaldas entre los altos mandos de su propio Imperio quienes eran en realidad agentes de la Federación empeñados en desestabilizar al Imperio desde adentro. Luego de enterarse de toda la verdad nuestro protagonista decidió tomar cartas en el asunto y terminar con el problema de una vez por todas, para ello citó a las gente más importante de la élite Imperial ¿Qué les deparará a esta gente? ¿Qué medidas tomará nuestro protagonista? ¿Existe otra alternativa?
La sala estaba repleta de gente, todos estaban ahí, desde mi segundo al mando, pasando por los altos mandos de las Oficinas Imperiales y grandes empresarios, hasta el más humilde conserje del palacio, de inmediato me levanté de mi trono y alzando la voz les dije a todos los presentes:
- Muy buenos días a todos, la razón por la cual los he convocado ante mi presencia con tanta urgencia es por una contingencia de suma importancia que se presentó durante estos días, o mejor dicho anoche para ser más específico...
Todos comienzan a murmurar un poco confundidos, entonces continué:
- Y la contingencia de la cual les hablo y quiero tratar con ustedes lleva por nombre "Lealtad".
Un silencio de ultratumba se cierne sobre los presentes, mientras el ambiente comenzaba a tensarse y volverse algo incómodo para algunos, pero eso no me importó así que seguí hablando:
- Miren ustedes durante mucho tiempo le han debido lealtad a la realeza, hoy en día la autoridad imperial ¿No es verdad?
Todos comienzan a asentir aparentemente más relajados, mientras continuo con el discurso:
- Y a cambio... Yo como autoridad Imperial les he dado el debido respeto y protección de sus derechos y libertades ¿Verdad?
Nuevamente asienten:
- Pero como ustedes bien saben la gente comete errores y abusa de los derechos y libertades que se les otorga, pero también... Abusa de la confianza - en tono acusatorio.
Los presentes se miran algo confundidos mientras yo sigo hablando:
- Y a veces la ambición, el egoísmo y el deseo de querer más poder los lleva a conspirar contra sus superiores y también a aliarse con... ¿Facciones? ¿Uniones? ¿Federaciones? Si eso... Federaciones que al parecer no se llevan muy bien con algunos "Imperios", pero supongo que eso no sucede con ustedes ¿O sí?
Nuevamente el ambiente se tensa en la Corte mientras los presentes comienzan a murmurar negando las traiciones y revindicando su "lealtad" hacia mí, entonces seguí con mi sutil acusación:
- Claro que esas cosas no suceden con ustedes, ya que son personas honradas que jamás en la vida maquinaría fraudes o conspiraciones en mi contra y menos en una sala secreta en un club VIP en algún planeta en donde se reúne la gente más importante del Imperio a conversar sobre temas relativos a sus negocios ¿Verdad? Claro que no, pensar eso sería absurdo ¿O no? – sonriendo.
Los presentes comienzan a reír nerviosamente, entonces dije:
- Está un poco tenso el ambiente ¿No creen? Por favor, extiendan sus manos – los invité cordialmente.
Los invitados extienden sus manos y yo hago aparecer copas de champán para que beban un poco, pero los tipos no confían y yo en tono de broma les dijo:
- Adelante beban, no hay nada que temer, yo no soy de aquellos que traicionan a su gente – dije en tono razonable.
Todos ríen nerviosamente, luego bebemos un poco de champán para después continuar con mi interpelación:
- Díganme... ¿Ustedes han oído hablar de los clubes o grupos secretos que financian a los políticos y a las guerrillas para desestabilizar los gobiernos? ¿O de aquellos que financian a los terroristas para justificar guerras? ¿Nadie? Bueno... Es obvio que nadie sepa ya que esas cosas no pasan en el Imperio Infinito, son solo suposiciones de jóvenes sin vida adictos a las conspiraciones y que viven con sus madres ¿Cierto? – sonrío.
Todos ríen y luego agrego:
- ¡Salud por el Imperio!
- ¡Salud! – dijeron todos al unísono.
- Y salud por... La Federación – dije con malicia.
Un silencio de ultratumba se hace notar en el lugar, lo único que se oía era la respiración de los invitados y el agudo sonido que hacía mi copa al pasar mi dedo por su borde mojado, entonces me concentré y comencé a leer las mentes de todos los presentes para saber cómo se sentían en ese momento, sus pensamientos eran un mezcla de confusión, nerviosismo, miedo y deseos de huir del lugar o mejor dicho de que la tierra se los tragara, muchos en sus mentes estaban rezando para no ser descubiertos mientras que otros simplemente estaban confundidos por mi comportamiento, una buena parte de ellos estaban "limpios" por así decirlo, luego de eso seguí con mi interrogatorio:
- ¿Por qué esas caras? ¿Qué acaso no le son leales a la Federación también? ¿O solo son suposiciones mías? A lo mejor me he vuelto loco o mejor dicho "paranoico" – rememorando las palabras del encapuchado de la noche anterior – y sería terrible que eso se supiera ya que de ser ese el caso yo perdería "credibilidad" para con mi pueblo y eso "desestabilizaría" mi gobierno ¿No creen? Y si el pueblo pierde credibilidad en mí. el Imperio el que pierde credibilidad también, y lo más probable es que muchos mundos opten, con todo su derecho, a "abandonar el Imperio" o "unirse a la Federación" ¿Verdad?
El ambiente se volvió aún más tenso, al parecer mi estrategia de repetir y poner énfasis en las palabras claves que se les había dicho en su reunión con el sujeto misterioso habían resonado hasta lo más profundo de sus mentes cayéndoles como un balde de agua fría, entonces consideré que ya era el momento de "cortar cabezas" entonces pedí bajar la iluminación y de inmediato hice aparecer unas esferas de ki color rojo sobre las cabezas de aquellos involucrados en la conspiración que eran bastantes, poco más de la mitad de los presentes para ser exactos, una vez que los traidores habían sido "marcados" procedí a decir lo siguiente:
- Muy bien señores como podrán notar muchos de ustedes tienen una esfera roja sobre sus cabezas ¿Verdad?
Los asistentes asienten nerviosos, entonces les dije:
- Ahora, todos los invitados que tienen la esfera roja por favor reúnanse a mi izquierda y los que no tienen la esfera permanezcan a mi derecha.
De inmediato los invitados comenzaron a ubicarse en sus posiciones y cómo era de esperarse los que estaban marcados eran la mayoría aproximadamente 300 personas más o menos, luego de eso comencé a pasearme por la nave central de la sala mirando a todos los presentes, entonces les dije:
- Seré franco con ustedes caballeros... Ahora mismo, en esta sala... Hay traidores – dije con seriedad y un poco de decepción.
Todos permanecen en silencio mientras continúo:
- Díganme ¿A alguno de ustedes se les hace familiar las palabras "desestabilizar", "difamar", "traicionar" o "destruir"? ¿A nadie? Ya veo, díganme ¿Alguno de ustedes es amante de las conspiraciones? ¿No? Mmm... Están demasiado callados, tendré que buscar la forma de romper el hielo.
En ese momento chasqueé los dedos y las esferas rojas se transformaron en anillos los cuales se inmediato bajaron a la altura de sus cuellos, entonces proseguí:
- ¿Ustedes creen que soy tonto?
- No majestad, para nada – dijo uno de los presentes muy nervioso.
- Ya veo... Y díganme ¿Serían capaces de traicionarme por un poco más de dinero? – pregunté.
- Jamás haríamos eso su majestad – dijo uno de los presentes con evidente nerviosismo.
- Entonces ¿Por qué tienes ese anillo en el cuello? – pregunté.
- A... A... ¿A qué se refiere con eso? – contestó aquel sujeto haciéndose el tonto.
- A mí no me engañan – dije con severidad – ustedes son unos traidores, trabajan para la Federación y desde hace años vienen maquinando conspiraciones para mantener a los mundos libres en una posición vulnerable frente a la Federación.
De inmediato uno de los presentes protestó:
- No diga esas cosas mi Lord, con todo respeto no tiene pruebas que lo demuestren.
- Aparentemente no – contesté – pero ustedes mismos se encargarán de esclarecer la verdad ¿O no es así señor Kinoko? - mirándolo fijamente.
- Pero... Soy inocente mi Lord – dijo el sirviente el cual no tenía anillo.
- Todos somos inocentes – dije con sarcasmo.
- Hasta que se pruebe lo contrario – agregó uno de los tipos con anillo.
- Exacto – afirmé para luego agregar – y como dije antes, ustedes serán mi prueba al contrario.
Todos se miran confundidos y continuo:
- Los que tienen la aureola en el cuello ¿Por casualidad estuvieron en un importante club a altas horas de la noche en la sala 3 hablando con un holograma sospechoso? Porque tengo espías que así lo confirman.
Los presentes tragan saliva nerviosos, entonces agregué:
- Ustedes creen que pueden ocultarme la verdad, pero se equivocan rotundamente, yo puedo leer sus mentes y ver sus recuerdos, conozco a la perfección lo que piensan y lo que sienten, de hecho, ahora mismo muchos están pensando en huir de aquí ¿O me equivoco?
Nuevamente permanecen en silencio y ya un poco más serio les digo:
- No vale la pena guardar silencio, ya me enteré de todo, lo único que les pido es que asuman la realidad de las cosas, ustedes son unos traidores y de eso no tengo duda, ahora hablen, soy todo oídos o acaso no quieren volver a ver a sus familias...
Me acerco a un invitado marcado al azar y le digo:
- Tienes 2 hijas y tu esposa falleció el año pasado producto de una enfermedad, dime ¿Quieres volver a verlas?
- Eh... - pensó el sujeto.
Y yo cerrando mis ojos le susurré:
- Yo sé que sí, quieres volver a ver a tus hijas... Lo veo en tus pensamientos.
En ese momento chasqueo los dedos y el anillo del sujeto se cierra cortándole la cabeza impresionando a todos los presentes incluyendo a Vegeta, de inmediato Goku me regaña:
- ¡Black qué has hecho!
- ¡Justicia! – contesté dirigiéndome a los presentes.
Entonces dije en voz baja:
- De todos modos, era un padre ausente y arrojado a los vicios, esas niñas estarán mejor bajo mi protección.
Para luego volver al tema principal:
- Ahora se dan cuenta de que esto no es un juego, por favor hablen... - esperando un par de segundos - ¿No? Si eso quieren...
Chasqueé los dedos de nuevo y una docena de tipos al azar fueron decapitados, entonces nuevamente les dije:
- Me pregunto ¿Cuántas familias quedarán destrozadas por esto? ¿Cuántos hijos son lo que jamás volverán a ver sus padres? ¿Serán uno? - decapito a un tipo al azar - ¿Dos? - decapito a 2 al azar - ¿Tres? - decapito a 3 al azar.
Hasta que Goku dice:
- ¡Ya basta Black! ¡Esto no es necesario!
- Ay – suspiré con hastío – Tú qué sabes Son Goku, si no has visto lo que vi ni oído lo que oí, no estás en posición de juzgarme.
- Tsk... - se quejó el saiyajin.
Luego de eso dejé de decapitar a los presentes, pero ajusté los anillos a su cuello para que les costara respirar y comencé a cerrarlos lentamente mientras seguía pidiéndoles que confesaran, pero los tipos nuevamente se negaron así que procedí a lanzar una tormenta de rayos para infringirles el máximo dolor físico posible mientras que con mis poderes psíquicos comencé presionar sus mentes para quebrar su sano juicio y su cordura además de proyectar sus pensamientos y recuerdos íntimos para que estuvieran a la vista de todos y así presionarlos a confesar hasta que finalmente uno de ellos se quebró decidiendo confesarlo todo, entonces dejé de torturar a los marcados para escuchar al sujeto que confesó, de inmediato el tipo comenzó a hablar de todos los planes que tenía la Federación y dio nombres de involucrados entre los cuales nuevamente apareció en nombre de Var'nu, también habló de ubicaciones, empresas entre las cuales salió a la luz el nombre del consorcio M&H, junto con grupos, facciones, etc. Habló de los futuros proyectos de la Federación y mencionó que su objetivo era esclavizar o en su defecto exterminar a las razas que se les opusieran y sus intenciones de provocar al Imperio para justificar una guerra y destruirnos, sorprendiendo a todos los presentes, gracias a su confesión otros también se motivaron a confesar, todas las confesiones las respaldé en una grabación, entonces una vez terminaron de confesar uno de los interrogados preguntó:
- Bu... Bueno... Mi Lord ya... Ya que... Confesamos todo... ¿Nos dejará libre?
- Hay casi 300 traidores, me basta con que confiesen 6 – contesté.
- ¿6? ¿Y qué pasará con los otros? – preguntó otro tipo.
- Recibirán su pena por adelantado – dije para después agregar – y cómo el delito por el cual los estoy culpando es "alta traición a la patria" significa...
Hice una pausa y otro sujeto agregó:
- Si... Significa... Que... Vamos a... - temiendo lo peor.
- Así es – asintiendo con una mirada sombría.
Chasqueé los dedos e hice desaparecer los anillos de ki de sus cuellos luego apunté a uno de ellos a quemarropa para lanzarle un rayo mortal, el sujeto estaba horrorizado por su inminente muerte, pero cuando disparé el rayo el haz de ki de dividió en varios rayos que comenzaron a impactar en los demás sujetos acribillándolos por todas partes, pero evitando que murieran al instante para después rematarlos con una tormenta de rayos eléctricos que terminó por matarlos a todos dejando tras de sí una pila de cuerpos carbonizados y agujerados, entonces les dije a los 6 sobrevivientes:
- Tal vez piensen que son afortunados por haberlos dejado con vida, pero necesito pruebas para respaldar mi postura, cuando ya no me sean de utilidad serán condenados a muerte, lo único que han conseguido es prolongar lo inevitable.
En eso miré al pequeño grupo de la derecha que estaban exentos de toda culpa para advertirles:
- En cuanto a ustedes, ya vieron lo que les sucedió a los traidores así que ustedes saben mejor que nadie lo que les sucederá si pretenden traicionarme así que cuidado con sus pensamientos y principalmente sus acciones, por ser honrados los he premiado con la vida, por favor no sean mal agradecidos, o si no... - apuntando a los cuerpos carbonizados – creo que eso lo dice todo, ahora vuelvan a sus trabajos y sean buenas personas.
Todos asienten con un "Si mi Lord" al unísono, luego dije a un grupo de empresarios:
- A por cierto ustedes caballeros.
- ¿Se refiere a nosotros? – dijeron los empresarios.
- También me enteré de que a ustedes no les gustaba la política económica del Imperio ¿Cierto? – pregunté.
- Bueno sí, pero... Lo decíamos en broma – dijo uno de ellos.
- A mí no me engañan, leo sus mentes – les dije un poco serio.
- Tiene razón – dijo uno de ellos.
Luego de eso les propuse:
- Ya que eliminé a muchos magnates del Imperio, varias empresas quedarán sin alguien que las dirija así que tenía pensado, como castigo, expropiar la mitad de esas empresas y cederles a ustedes la administración de estas, prácticamente una concesión.
- ¿Qué acaso habla en serio? – preguntó uno de los empresarios.
- Claro, he visto sus mentes y me he dado cuenta de que no son malas personas y merecen estar a cargo así que mediante el presente Decreto Imperial – haciendo aparecer el documento – expropio la mitad de las empresas confabuladas en esta conspiración y les otorgo la concesión de la administración de esas empresas de por vida con la condición de que ustedes obren por el buen camino y "den el ejemplo a los demás" de cómo ser un buen empresario, además de ser productivos y dar buenas condiciones a sus trabajadores y velar por el bien común.
- Gracias Mi Lord, así lo haremos – dijeron los empresarios muy agradecidos.
- Excelente, vayan a producir – concluí.
Entonces Goku se me acercó algo molesto por haber matado a esos sujetos y me dijo:
- No era necesario matarlos, no de esa forma tan cruel.
A lo cual contesté:
- Lo sé Son Goku, tal vez me excedí en los métodos, pero debes entender que gobernar un Imperio no es fácil, a veces el deber te presiona a tomar decisiones difíciles y hay ocasiones en las que puedes negociar y otras en la que debes aplicar mano dura para mantener el orden. Por ejemplo, cuando peleas muchas veces contra villanos poderosos y ya no los puedes redimir con palabras, lamentablemente hay que dejar de lado la moral para exterminarlos rápidamente por el bien y la seguridad de los demás, aquí pasa lo mismo.
- Black tiene razón Kakarotto – concordó Vegeta.
- Entiendo... – contestó Goku un tanto contrariado mientras recordaba sus batallas anteriores.
Después de eso cambié de tema:
- Ahora se avecina una guerra en la cual nos guste o no tendremos que combatir, claro que me refiero a mí y a mi Imperio, y eso nos llevará a cometer actos cuestionables, pero todo esto lo hacemos para garantizar la seguridad de la gente y evitar un desastre mayor, la Federación no entiende con palabras ya que nunca ha tenido la intención de dar su brazo a torcer, nosotros no los agredimos, ellos comenzaron el conflicto, por lo tanto todo lo que suceda a partir de ahora será consecuencia de sus actos, nosotros solo nos estamos defendiendo.
A lo cual Goku simplemente contestó:
- Mmm... No sé mucho sobre estas cosas de la política y la guerra, pero entiendo tu punto.
- Qué bueno que lo hayas entendido Son Goku – mirando a los sobrevivientes - tendré que contratar más gente para rellenar los vacíos en la administración... ¡Señor Kinoko!
- Sí... Sí mi Lord – contestó el sirviente.
- Llame a un concurso público inmediatamente para rellenar los sectores con cargos vacantes – ordené.
- A la orden mi Lord – asintió el sirviente.
Me retiro del lugar, pero antes Kale me pregunta:
- A... A dónde vas amor.
- A trabajar – contesté – ya que no tenemos Jefe de Relaciones Exteriores, por el momento tendré que asumir como jefe de Relaciones Exteriores, además de todas las Oficinas vacantes hasta que tengamos postulantes para los cargos.
- Ya veo – dijo la morena.
Luego dije:
- Tengo que acelerar las negociaciones de incorporación del Imperio Katari a nuestra causa ya que, de unirse a nosotros, sus fuerzas y sus recursos serán un gran aporte frente a una posible guerra contra la Federación.
A lo cual el Virrey Sadala intervino:
- ¿Y qué sucederá con el ultimátum que le envió a la Federación?
Y yo contesté:
- Les di un plazo de 48 horas para responder por la situación de Frost y como ya pasó un día, tienen hasta mañana para dar una respuesta, de no hacerlo, que es lo más probable, me veré forzado a ordenar la movilización de las tropas del Imperio.
- ¿Y qué pasara con Frost? – preguntó Kyabe.
- Tengo planes futuros para él – respondí – pero ese tema será mejor que lo vea personalmente con el susodicho. Y bien ¿Hay más preguntas?
- ¿Qué le decimos a los medios? – preguntó Kinoko.
Después de pensarlo unos segundos le dije:
- Lo que menos quiero es ensuciar la imagen del Imperio, oculten las muertes y digan que los asesinados fueros "desvinculados de sus cargos" y que los demás están siendo investigados por "presunta traición" y después de que pase un tiempo razonable revelaremos sus muertes, pero como resultado de la aplicación de la pena capital.
- Así será Lord Black – dijo Kinoko haciendo una reverencia.
- Por cierto – agregué – ahora me llevaré a estos traidores – apuntando a los 6 sobrevivientes – para denunciarlos y comenzar con la investigación... Muy bien ahora me voy, adiós
- ¡Adiós! – dijeron los presentes al unísono.
Luego de eso me teletransporté a la Suprema Corte Imperial y entregué a los 6 traidores para que confesaran sus crímenes frente a los Jueces y estos designaran a los fiscales para comenzar con la respectiva investigación, una vez hecho ese trámite me fui a la Oficina de Relaciones Exteriores para ponerme en contacto directo con el Emperador de Katari y continuar con las negociaciones de su incorporación al Imperio Infinito, las cuales tras unas largas horas de dialogo y propuestas con el Emperador Katariano, este finalmente aceptó la idea de unirse al Imperio Infinito, pero dijo que primero debía conversarlo con el Consejo Imperial para dar una respuesta definitiva a la mañana siguiente, una vez hecha esa negociación "express" procedí a teletransportarme hacia la órbita en la que estaba la nave en la que permanecía recluido Frost para hacerle una oferta.
Mientras tanto en un lugar lejano dentro del espacio de la Federación un sujeto misterioso enciende una pantalla para ponerse en contacto otro individuo desconocido diciendo:
- Lord Mabus ¿Me copia? Tengo noticias para usted.
De inmediato la pantalla cambia pasando a mostrar una imagen con el símbolo de la Federación, entonces una voz distorsionada dice:
- ¿Qué información tiene para mí, general?
- Hemos tratado de comunicarnos con nuestros contactos en el Imperio Infinito, pero ninguno de ellos responde.
- Interesante – contestó Mabus – pero eso no me dice nada.
- Pues hay más señor, según la última información oficial el Emperador Black había reunido a toda la elite de su Imperio de forma urgente.
- Mmm... - pensó Mabus - ¿Crees que sospeche de nuestro plan?
- Lo dudo, pero tampoco hemos recibido respuestas de los espías – contestó el general.
- Esto es extraño – dijo Mabus para luego agregar – seguramente el miserable está tomando resguardos, pero no debemos preocuparnos, aún en el hipotético caso de que nuestros agentes hayan sido asesinados, tengo otras opciones para quitarme a Black del camino.
Luego el "general" agregó:
- Es prudente tener presente que en estos momentos existe un proceso de negociación en marcha para hacer que el Imperio Katari, nuestro eterno enemigo, se una al Imperio Infinito.
- Ya veo – contestó Mabus – el Imperio Katari siempre fue nuestro más grande rival hasta que surgió el Imperio Infinito, si ambos imperios se unen harán más complicada una eventual guerra, no obstante, podemos sacar provecho de las circunstancias y tengo en mente el plan perfecto para voltear las cosas a nuestro favor.
- ¿Enserio mi Lord? ¿Y cuál es ese plan? – inquirió el general.
- ¿Has oído hablar de los "asesinos a sueldo"? – dijo Mabus.
- Cómo no oír de ellos, señor ¿Acaso piensa contratarlo a él? – dijo el general.
- Así es general, quiero que contrate a este sujeto que estás viendo en pantalla para que se deshaga del Emperador de Katari y de su Consejo Imperial, también quiero que te asegures de que culpen al Imperio Infinito para que complicarle aún más las cosas a ese simio saiyajin.
- Interesante plan mi Lord, pero en mi humilde opinión considero que él no es de fiar, no tiene lealtad a nadie más que al mejor postor – dijo el general con un poco de desprecio – si quiere podría hacerlo yo mismo.
- No es necesario asumir ese riesgo general, mejor sigamos mi plan – insistió Mabus.
- Como usted ordene mi Lord, de todos modos, haciendo las movidas adecuadas es poco probable fallar – dijo el general.
- Yo nunca fallo – reafirmó Lord Mabus con soberbia.
- Lo sé mi Lord, usted nunca falla – dijo el general.
- Muy bien, ahora póngase en contacto con él lo antes posible – ordenó Mabus.
- Así lo haré mi Lord – dijo el general haciendo una reverencia.
- Pero antes, general ¿Hay alguna otra información de deba darme?
- De Black no, pero si hablamos de cuestiones internas se han reportado algunas huelgas los planetas mineros del sistema H-3 5° 9' ya que se niegan a las medidas de automatización, dicen que eso les quitará empleo.
A lo cual Mabus solo contestó en tono burlón:
- ¡Ja! Como si trabajar fuera un derecho, que ingenuos, aprovechando el momento puedes encargarle a ese asesino que elimine a los líderes huelguistas y después que se haga cargo de los demás.
- Como diga mi Lord – contestó el general.
- Y en cuanto a los obreros, como castigo por revelarse les reduciré la ración de alimentos a la mitad y aumentaré la jornada a los ancianos y a los niños, si no quieren automatización entonces tendrán que trabajar más y comer menos, pero los costos de producción deben reducirse si o si, mis inversiones no se costearán solas.
De vuelta a la órbita del planeta Black, yo entré al bloque de celdas de la nave hasta llegar a la celda de Frost quien estaba durmiendo, sin dudarlo ingresé a la celda despertando a Frost con una pequeña descarga eléctrica, rápidamente el demonio del frío se pone en guardia asustado mientras decía:
- ¿Qué quieres ahora? ¿Acaso viniste a atormentarme otra vez?
- Me gustaría, pero para tu tranquilidad no vengo a eso – contesté.
- ¿A no? entonces ¿Para qué has venido? – preguntó confundido.
- He venido para negociar.
- ¿Ne... Negociar? – dudó Frost.
Le lanzo una pequeña descarga eléctrica mientras le digo:
- ¡Así es, despierta y ponte atento!
- ¡Ay... está bien! ¡Está bien! Sabes hubiese sido mejor un balde de agua fría – protestó el demonio del frío.
- Oh, pero que tonto soy ¿Cómo no se me ocurrió? – dije con sarcasmo.
Hago aparecer un balde con agua fría para mojar a Frost, quien de inmediato dice:
- ¡Pero si ya estaba despierto!
- Era por si acaso y para enfriar tu cabeza, tú sabes, mente fría ideas frescas – dije entre risas.
- Muy bien, dime qué quieres negociar conmigo – dijo el demonio del frío.
Entonces yo cambiando a un tono más serio le dije:
- Quiero que vuelvas a tomar el control de tu Imperio Pirata.
- ¿Qué dices? – preguntó Frost con evidente sorpresa.
- Lo que oíste, quiero que recuperes el control de tu Imperio – reafirmé mi postura.
- Ya veo, pero ¿Por qué querrías eso? – dijo Frost.
A lo cual contesté:
- Porque estamos al borde de una guerra contra la Federación y necesitamos toda la ayuda posible para combatirlos.
- Ya veo – dijo el demonio del frío.
- Además, la Federación solo te utilizó Frost, logré conseguir información crucial que revelaba las verdaderas intenciones de la Federación las cuales eran iniciar un conflicto entre los 2 para deshacerte de ti y luego apoderarse de tu Imperio Pirata y así seguir con las conspiraciones en contra de mi Imperio y supongo que la sola idea de ser utilizado debe ser una grave ofensa para tu orgullo ¿O me equivoco?
Por su parte Frost respondió:
- ¿Cómo se atreven? No puedo creer que esos tontos solo me utilizaron, pensé que estábamos juntos en esto, pero por lo que has dicho ahora me doy cuenta yo solo era la carne de cañón para sus planes, malditas sabandijas.
- Entiendo tu ira con la Federación, por eso quiero que recuperes tu Imperio y que seamos aliados para combatir a este enemigo que tenemos en común – tratando de apelar a su sentido de venganza.
Pero Frost se cuestionó mi oferta por unos segundos para después decir:
- Tsk... No tengo opción entonces.
Y yo le dije:
- Sé estratégico Frost, la Federación no nos quiere y yo te estoy ofreciendo una oportunidad, recuerda "el enemigo de mi enemigo es mi amigo" además tendrás la oportunidad de vengarte por haberte utilizado.
- Mmm... tienes razón, Black – pensando.
- Entonces ¿Qué dices, Frost?
- Me interesa – contestó la lagartija espacial – pero antes ¿Hay una condición a cambio?
- Recuperarás tu Imperio – le dije – pero con la condición de que te unas al Imperio Infinito como estado miembro.
- ¿Y eso qué significa? – preguntó Frost.
- Significa que tu conservarás tu autonomía y tus privilegios, pero debes reconocer que mi autoridad sobre ti – dije seriamente.
- No me gusta la idea de ser subordinado de alguien – cuestionó Frost – pero si me garantizas conservar mi autonomía creo que no hay problemas ¿Alguna otra condición?
- Más que una condición es una garantía, te otorgaré una patente de corso para que tus hombres trabajen como corsarios del Imperio Infinito, eso significa que podrán asaltar cualquier buque no identificado o sospechoso y te quedarás con el 50% de los botines y la otra mitad irá a las arcas imperiales.
- Interesante, entonces eso significa que no podré atacar buques del Imperio – dijo Frost.
- Así es – contesté – no puedes atacar buques del Imperio ni de sus sistemas miembros, solo puedes atacar buques que no lleven bandera y otros piratas espaciales.
- Interesante – asintió Frost.
- Pero de todos modos te recomiendo buscar otros modos de obtener ganancias, si quieres te puedo prestar tecnología y recursos – le sugerí.
- Me parece bien, entonces, ahora que acepté tus términos y condiciones significa que ¿Me dejarás libre? – manifestó Frost esperanzado.
- Así es, pero a partir de mañana – aclaré.
- Muy bien, son solo unas cuantas horas así que no tengo problemas en esperar.
- Excelente, agradezco tu buena voluntad Frost, mañana te iré a buscar para que se haga oficial la alianza, nos vemos Frost.
- Adiós, Black – dijo el demonio del frío.
Luego de eso regresé al palacio imperial y me reuní con los chicos para continuar con las tareas administrativas mientras Goku y Vegeta se marcharon con Kyabe y Caulifla hacia la sala de entrenamiento de mi bunker para entrenar y una vez terminado todo Zamasu, Kale y yo también fuimos al bunker para entrenar con los demás por lo que restaba de día.
Continuará...
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