43. Un Banquete de Bienvenida.
En el capitulo anterior: Después de hacer el trabajo de Bills, finalmente nuestro protagonista pudo viajar sin más contratiempos al Universo 6 para reencontrarse con sus chicas saiyajines favoritas, después del viaje llegó al palacio de Champa trayéndole la comida que le prometió y por fin, después de 3 largos meses se reencontró con Kale y Caulifla quienes lo recibieron ansiosas y también Kyabe (pero él no importa). Después de una breve charla los 4 saiyajin se fueron al planeta Sadala, a la guarida de Kale y Caulifla para ser exactos, en la cual se encontraban los compañeros de Caulifla quienes no se esperaban el inesperado regreso de su jefa y menos aún la visita de Black, pero Caulifla les ordenó que prepararan un banquete inmediatamente ¿Qué tal será de este banquete? ¿Estará a la altura de las expectativas de nuestro protagonista? Hay un acosador entre los 4 ¿Quién será?
Después de unos minutos ya estaba la mesa puesta con los platos listos en su lugar, entonces Caulifla nos dijo:
- Adelante tomen asiento, con confianza chicos, Black siéntete como en tu casa.
- Oh, gracias Caulifla.
- Oye Black – dijo Kale - ¿Puedo sentarme a tu lado?
- Claro Kale, de hecho, ni siquiera deberías pedirme permiso, se supone que estás en tu casa.
- Cierto – dijo la chica de piel canela sonrojada.
Luego Caulifla dijo:
- Bien, hablé con los muchachos y me dijeron que la comida estará lista dentro de unos 20 minutos, por cierto ¿Qué se les antoja para beber? Tengo agua, jugo, licor.
- ¿Tienes vino? – pregunté.
- Claro que sí.
- ¿Es tinto?
- Déjame ver, sí, es tinto ¿Te sirvo?
- No te molestes Caulifla, yo me sirvo.
Traigo la botella con mi telekinesis para después servirme, el resto por su parte también se sirven sus respectivas bebidas entonces hicimos un brindis por mi visita y nos pusimos a beber, en eso Caulifla me dijo:
- Ahora sí, cuéntanos sobre eso de que alcanzaste la Doctrina Egoísta y que superaste a los Ángeles.
- Bien, por dónde empiezo, mmm... Oh si, todo esto comienza cuando ustedes fueron eliminadas por Jiren.
- Ay, no me lo recuerdes – dijo Caulifla.
- Te lo recuerdo – le dije con malicia - bueno, después de que ustedes fueran eliminadas por Jiren me invadió una impotencia e ira extrema que me hicieron ir más allá de mis límites, pero debido a que mi cuerpo era inmortal no pude alcanzar la Doctrina Egoísta.
Al oír eso Caulifla de inmediato dijo:
- Wow, wow, wow ¿A qué te refieres con cuerpo inmortal?
Viendo que había metido la pata al mencionar la inmortalidad no tuve de otra que decírselos, de todos modos, el Torneo había sido hace 3 meses así que en realidad daba lo mismo que ahora se destapara la verdad así que les dije:
- Lo que sucede es que antes del torneo usé las esferas del dragón del planeta Namekusei para desear la inmortalidad por mientras durara el torneo.
- ¿Por qué? – preguntó Kale.
- Mira, antes del torneo le tenía mucho miedo a Jiren y no sentía confianza en mí mismo, por lo que la inmortalidad fue parte de una estrategia que había planeado para cansar a Jiren y derrotarlo entre todos, pero al parecer era más fuerte de lo que había calculado, la otra razón por la cual pedí la inmortalidad es porque mi amigo Zamasu es inmortal, entonces en caso de que nos fusionáramos, como finalmente ocurrió, hubiese sido contraproducente que uno fuera mortal y el otro inmortal ya que la fusión sería inestable y no podría sacar a relucir todo su potencial.
- Ohhh... - dijeron los 3 saiyajin.
- Entonces – dijo Caulifla - eso explica la razón por la cual nunca te cansabas ni te lastimaban los ataques de Jiren ¡Entonces hiciste trampa! – bromeando.
- Técnicamente sí, pero funcionó – justificándome.
- Y nosotras que pensábamos que eras honrado, mal ahí Black – bromeó Caulifla.
- Seré honrado, pero no estúpido – dije cruzado de brazos.
Todos reímos por unos segundos debido lo irónico y paradójico de la situación, hasta que después me puse serio y dije:
- Aunque juro que nunca más en la vida recurriré a artimañas como la inmortalidad y la fusión para ganarle a mis oponentes, ahora confiaré más en mi propio poder – susurrando - gracias por hacérmelo entender Jiren.
Después me aclaré la garganta y continúe:
- Ahora, volviendo con la historia, debido a que mi cuerpo era inmortal no pude romper el cascarón y conseguir la Doctrina Egoísta como lo hizo Son Goku, pero a cambio logré potenciar mi forma Rosé Perfecto más allá de los límites mostrados dándole bastante pelea a Jiren, pero no era suficiente así que me fusioné con Zamasu y comenzamos una nueva batalla logrando darle una paliza a Jiren, luego de eso Son Goku perfeccionó la Doctrina Egoísta y cuando estaba a punto de vencer a Jiren perdió su transformación estando al borde de ser eliminado, por lo que finalmente tuvimos que hacernos cargo Zamasu y yo de eliminar a Jiren, luego el Universo 11 fue borrado, yo pedí mi deseo el cual fue revivir a todos los universos eliminados para luego retomar mi rutina y seguir con mi entrenamiento junto al señor Wiss.
- ¿Y tú inmortalidad? – preguntó Kale.
- La perdí apenas terminó el torneo, puesto que con esa condición pedí mi deseo y como iba diciendo, me separé de Zamasu, entrené con Wiss, durante las primeras semanas dominé el Kaioken, pero estaba obsesionado con la idea de alcanzar la Doctrina Egoísta, por lo que un día le dije a Wiss que dejara de ser piadoso conmigo y que por alguna vez tuviéramos una pelea a muerte, Wiss no aceptó al principio, pero después de tanto insistirle terminó cediendo, fue así como tuve mi primera pelea a muerte con el señor Wiss al cual le pude dar bastante pelea, pero aún con el Rosé Perfecto y el Kaioken aumentado a 3 veces era incapaz de vencerlo, por lo que poco a poco me fui cansando por haber llevado mi cuerpo al límite, pero cuando Wiss estaba a punto de matarme recordé a la gente que quería, en especial a ti Kale.
- ¿Yo? – preguntó sonrojada.
- Así es – contesté - durante esa batalla tuve miedo de morir y no verte más, también recordé la voz de mi madre que me decía que nunca me diera por vencido en mis planes, fue así que alcancé la Doctrina Egoísta y reanudé mi pelea contra Wiss estando muy parejo con él, pero a medida que pasaba el tiempo mis técnicas especiales comenzaron a complicarle las cosas a Wiss dándome momentáneamente la ventaja, pero al igual que Goku perdí la transformación quedando muy exhausto, Wiss me ofreció rendirme, pero yo insistí en pelear hasta que luego de una brutal paliza alcancé la Doctrina Egoísta de nuevo, pero esta vez era más poderoso que antes y Wiss ya no podía defenderse de mis ataques por lo que tuvo ir enserio.
- ¿Le devolviste la paliza? – preguntó Caulifla.
- En parte – contesté.
- Increíble – dijo Kale.
- Pero surgió un problema, mi poder comenzó a incrementarse sin control haciéndome perder la cabeza y comencé a atacar a todos, pero afortunadamente logré doblegar mi instinto y hacer mío el poder de la Doctrina Egoísta desbloqueándola al 100% y catapultándome a un nuevo nivel más allá de lo que ningún mortal haya aspirado jamás, después Wiss me enseñó a controlar esa forma a voluntad y acceder a ella cuando quiera.
- Vaya, eso debe ser impresionante – dijo Kale.
- Y ¿Podrías mostrarnos esa forma? – inquirió Caulifla con entusiasmo.
- Claro – les dije - pero destruiría el lugar en el proceso, mejor hagámoslo en otro momento y en un lugar apartado.
- Estoy ansiosa de verte en tu máximo poder – dijo Caulifla - ¿O no Kale?
- Oh, claro hermana – mirándome fijamente.
En eso les pregunté a los muchachos:
- Bueno, y ustedes ¿Cómo se enteraron de que yo había alcanzado ese poder?
A lo cual Kyabe respondió:
- Un día mientras entrenábamos la señorita Vados se nos apareció y nos preguntó si queríamos entrenar con ella, al principio lo pensamos, pero ella nos contó de su hazaña para convencernos y por esa razón entrenamos con ella.
- Vaya, vaya – dije sorprendido - entonces la noticia se esparció como la pólvora, me pregunto si Daishinkan sabrá de esto.
- Bueno – dijo Kale – la señorita Vados nos dijo algo respecto a eso, dijo que Daishinkan al enterarse de que un mortal poseía un poder que rivalizaba con los ángeles, se interesó bastante en ti y dijo que era probable que algún día fuera a visitarte para poner a prueba tu poder.
- Ya veo – dije tragando salivo por los nervios – entonces tendré que seguir entrenando para sorprender al Gran Sacerdote. Ahora cuéntenme de su entrenamiento.
Entonces Caulifla dijo:
- Pues comenzamos a entrenar con Vados hace 1 mes más o menos y hemos obtenido buenos resultados.
- Me doy cuenta ¿Y ya saben usar el ki divino? – les pregunté.
- Aún no – respondió Kale – nos cuesta un poco comprender el ki divino, pero la señorita Vados nos dijo que tú podrías enseñarnos.
- Y con gusto los ayudaré, cuenten conmigo.
- Gracias Black – dijeron los 3.
- Por cierto, señor Black ¿De casualidad el señor Vegeta vendrá para acá? – inquirió Kyabe.
- Probablemente – contesté.
En eso uno de los miembros de la pandilla de Caulifla irrumpió en escena diciendo:
- Está servido.
A lo cual todos respondimos:
- Oh que bueno, ya era hora, vamos a comer.
Los compañeros de Caulifla de inmediato nos sirvieron un gran trozo de carne a cada uno para luego empezar a comer, Caulifla de inmediato comenzó a devorar su trozo de carne, mientras que Kale y Kyabe hacían lo propio, pero con más calma, todos ellos agarrando su trozo de carne con las manos mientras que yo me quedé mirando mi trozo de carne un rato y de inmediato Kale me preguntó:
- ¿Qué ocurre Black?
- No me digas que no te gusta la carne – agregó Caulifla.
- Para nada, claro que me gusta - contesté - lo que pasa es que no estoy acostumbrado a comer la carne con las manos, por lo general suelo usar los cubiertos, como el tenedor y el cuchillo.
- Oh – dijeron ambas.
Luego Caulifla dijo a sus colegas:
- Entonces ¡Oigan ustedes!
- Si señorita Caulifla.
- ¡Tráiganle inmediatamente un tenedor y un cuchillo a nuestro invitado! ¡Andando!
- Como usted ordene.
De inmediato los compañeros de Caulifla me trajeron un tenedor y un cuchillo y comencé a comer mi trozo de carne, estaba bastante bueno para tratarse de un tipo de carne que jamás he probado en mi vida, entonces Kale y Caulifla me preguntaron:
- ¿Cómo está?
Y yo les dije:
- La verdad está bastante buena, nada que envidiarle a la carne de la Tierra.
Seguí comiendo, lento pero seguro hasta acabar con toda la pieza de carne, en contraste con Caulifla quien ya iba por la cuarta pieza, Kale por su parte comía, pero a la vez me observaba atentamente como retiraba cuidadosamente los cueros para después cortar la carne y comerla de a trozos pequeños, mientras que Caulifla engullía todo sin piedad, pero por accidente me engrasé los dedos con la carne, entonces me detuve e hice aparecer con mi magia un pequeño plato de plata con agua tibia y una toalla, sumergí cuidadosamente mis manos para quitarme la grasa para después secármelas con la toalla que tenía a mi lado, frente a ese pequeño acto de pulcritud y recato de mi parte , Caulifla me preguntó:
- ¿Por qué tanta finura Black?
- No sé si habrán dado cuenta – dije – pero a mí siempre me ha incomodado sentir la grasa en mis manos.
- Ya entiendo – dijo la azabache - vaya costumbre la tuya.
Luego pedí otra pieza de carne y continué comiendo con recato, mientras Kale me seguía observando extrañada por mi forma de comer, entonces finalmente se decidió y dijo:
- ¿Black?
- Sí, dime – limpiándome con la servilleta.
- ¿Podrías darme un plato, una toalla y los cubiertos?
- ¿Bueno? – contesté extrañado.
Hice aparecer un plato con agua tibia, una toalla, un tenedor y un cuchillo como Kale me había pedido y en ese momento Caulifla escupió la cerveza que estaba tomando para decirle a Kale:
- ¿Qué? Tú también vas a comer así.
- Es que es más limpio así ¿O no Black? – me miró Kale.
- Claro – contesté.
- Pero tardarán un siglo en terminar de comer – cuestionó Caulifla.
- Pero disfrutaremos más la comida – dije.
- Bueno, allá ustedes – dijo Caulifla arrancando un pedazo de carne de un mordisco.
Así proseguimos con la cena, pasó el rato, Caulifla ya se había comido casi toda la carne y tomado casi todo el licor, pero afortunadamente estaba satisfecha, mientras que Kyabe por su parte quedó satisfecho después, finalmente Kale y yo fuimos los últimos en terminar, luego de ese gran banquete los compañeros de Caulifla levantaron los platos y demás utensilios, entonces Caulifla algo mareada por el alcohol me dijo:
- Oye Black... - con hipo - ¿Te gustaría... entrenar con nosotras... mañana? – mareada - Di que sí...
- Claro, no hay problema – contesté.
- Qué bueno... - dijo Caulifla sobándose la cabeza - Me voy a ir a dormir...
- Hermana – dijo Kale preocupada.
- No te preocupes Kale – dijo Kyabe - yo la llevo a su cuarto.
- Gracias Kyabe – dijo Kale.
Kyabe llevó a Caulifla a su cuarto, dejándonos a solos a Kale y a mí, pero antes de irse Caulifla les dijo a sus compañeros:
- Oigan tontos... Cuando... Hayan terminado... De lavar los platos... Se pueden ir... ¿Me entendieron?
- ¡Si señora Caulifla! – contestaron al unísono.
Luego Caulifla agregó:
- Y más les vale... No molestar al invitado... O los mataré a todos...
Y Kyabe dijo:
- Ya Caulifla, no te esfuerces tanto o te desmayarás.
- ¿Desmayarme? ¿Yo? Ni lo sueñes... Yo no estoy ebria... Lo juro... No estoy... ZZZZ... - Caulifla se duerme en brazos de Kyabe.
Una vez que estábamos los 2 solos Kale me dijo:
- Oye Black, entonces mañana vamos a entrenar ¿Cierto?
- Así es, mi querida Kale – la abrazo.
- ¿Quieres que nos sentemos en el sofá? Es más cómodo – dijo Kale sonrojada.
- Claro, claro con gusto lo haré.
Me senté en el sofá y dije:
- Y no estabas mintiendo, es muy cómodo.
- Si que lo es – sentándose a mi lado - y dime ¿Qué se siente tener el poder de un Ángel?
- La verdad, es bastante extraño, pero no me quejo.
- Vaya, y ¿Piensas seguir haciéndote más fuerte? – preguntó la fémina.
- Por supuesto – respondí con certeza - ya que el mal no descansa, además que dentro de un tiempo seré el próximo Dios de la Destrucción de mi universo.
- ¿Enserio? – dijo Kale algo preocupada.
- Sí, pero no sin antes disfrutar la vida – abrazándola - así que no te preocupes, pasaremos un largo rato juntos antes de que ese día llegue.
- Qué bueno – dijo con alivio.
Kale pensó un poco para luego preguntarme:
- Oye - algo excitada y acercándose a mí - ¿Mañana nos vas a mostrar la Doctrina Egoísta?
- Claro, pero tendrá que ser en un lugar muy apartado o de lo contrario destruiré todo el lugar.
- Wow ¿Así de poderosa es esa forma?
- Exacto, por cierto ¿Cómo vas con tu poder en Super Saiyajin Legendario? ¿Ya eres capaz de dominarlo?
- No completamente – dijo algo avergonzada - pero la señorita Vados - acercándose a mis labios - ha hecho un buen trabajo ayudándome a dominar mi poder oculto.
- Pues me alegro de eso - acercándome a Kale.
- Pero ella me dijo que tú podrías hacerlo mejor – excitada.
- Quién sabe... - respondí excitado.
Estábamos a punto de besarnos hasta que de pronto Kyabe nos interrumpió diciéndonos:
- Ya dejé a Caulifla en su cama, bien chicos me tengo ir, nos vemos mañana, adiós.
- Adiós Kyabe – nos despedimos del saiyajin.
Entonces volví a mirar a Kale para decirle:
- Muy bien, entonces ¿En qué estábamos? - acercándome a Kale.
- En que tú serías muy bueno entrenándonos - acercándose a mí.
- ¿Así? – pregunté - Pues que no se diga más.
Nuevamente estábamos a punto de besarnos cuando de pronto los compañeros de Caulifla interrumpieron diciéndonos:
- Eh, señorita Kale, ya lavamos todos los platos y los cubiertos, con su permiso nos retiramos.
- Oh claro, no hay problema – dijo Kale.
- Nos estaremos viendo en otra ocasión, adiós, señorita Kale, adiós, señor Black.
- Adiós, chicos – dijimos ambos.
La banda de Caulifla se retiró de la guarida dejándonos a los solos en el sofá del living, entonces le dije a Kale:
- Muy bien, creo que ahora estamos completamente solos.
- Sí – afirmó Kale - por fin nadie podrá molestarnos.
- Ok ¿En dónde íbamos? Oh lo recuerdo – contemplándola - bésame mi linda Saiyajin.
- Con mucho gusto, Blacky, eh... ¿Puedo llamarte así? – preguntó Kale sonrojada.
- Claro, no hay problema – accedí.
Entonces comenzamos a acercarnos lentamente hasta que nuestros labios se fundieron en un largo y apasionado beso, el tiempo se detuvo para nosotros mientras estábamos ahí, no sabría decir con exactitud la cantidad de tiempo que pasó, pero daba la sensación de que esta vez nada nos separaría, nada excepto la falta de aire, por lo que después de un tiempo indeterminado de besos apasionados, ambos nos separamos, tomamos aire y entonces le dije a Kale:
- Se sintió bastante bien.
- Opino lo mismo amor – concordó la chica de tez canela.
- Bien, pero ya es algo tarde – dije entre bostezos - y creo que ya es hora de dormir ¿Dónde dormiré esta noche?
- Oh, tenemos una habitación para visitas, ven sígueme.
- Cómo tú digas mi Col Rizada.
- ¿Qué? – preguntó Kale con evidente sonrojo.
- Ups, no me resistí – avergonzado - lo que sucede es que en la Tierra existe una verdura llamada col rizada a la cual también se le llama kale, como tú ¿Supongo que no te molesta o sí?
Kale solo rio tiernamente para luego decir:
- Por supuesto que no, es que me pareció curioso el nombre, jeje "col rizada" que tierno.
- Jeje, sí, que bueno que no te haya molestado – sonreí.
Entonces subimos las escaleras y hasta llegar a un pasillo, luego Kale me dijo dónde estaba el baño, también me dijo cuáles eran las habitaciones de cada una y finalmente me dijo cuál sería mi habitación, entonces Kale un poco avergonzada me dijo:
- Disculpa si tiene algunas cajas y demás cosas, es que no recibimos visitas muy seguido así que solemos guardar algunas cosas aquí.
- No te preocupes, para mí está bien – dije con modestia.
- ¿No te molesta si la ordeno un poco? – pregunto tímidamente la saiyajin.
- Para nada amor, además con gusto te puedo ayudar a ordenar.
Kale y yo ordenamos la habitación y organizamos las cajas para que no ocuparan tanto espacio, una vez que estaba todo ordenado Kale me dijo:
- Creo que ahora sí está un poco mejor ¿No crees?
- Mucho mejor – dije contento.
- Bien, entonces... Que duermas bien esta noche amor.
- Igual tú Kale, buenas noches.
- Gracias buenas noches, Black – sonrió sonrojada.
Luego Kale cerró la puerta de la habitación y de inmediato creé un pijama con mi magia y procedí a desvestirme quedando en ropa interior, luego me miré a un espejo que había en la habitación para presenciar mi cuerpo y todas las cicatrices que en él había producto de mi entrenamiento con Wiss, entonces dije:
- Todo ese dolor, todas estas cicatrices han valido la pena, cada maldito segundo lo valió para conseguir este poder - contrayendo los bíceps - en la vida real jamás hubiese tenido el tiempo suficiente para ejercitar así mi cuerpo.
Después me quité la ropa interior quedando completamente desnudo para después proceder a ponerme el pijama, luego hice aparecer un cepillo y un tubo de pasta dental, entonces me fui al baño para lavarme los dientes, pero cuando abrí la puerta encontré a Kale aparentemente agachada la cual al verme de inmediato cayó al suelo y le pregunté:
- ¿Kale? ¿Pero qué hacías aquí?
A lo cual la saiyajin con evidente nerviosismo dijo:
- No, no, no es lo que tú crees.
- No me digas que me estabas espiando ¿O si mi saiyajina loca? – le pregunté sospechando.
- No ¿Cómo crees? – se excusó Kale - Solo pasaba por aquí y de repente abriste la puerta y me asusté, nada más.
- Bueno, como sea, ahora me voy a cepillar los dientes para irme a dormir ¿No quieres acompañarme?
- Eh...eh... está bien – contestó la saiyajin.
Ambos fuimos al baño, entonces saqué un poco de pasta y comenzamos a cepillarnos los dientes mientras Kale me observaba atenta, después de unos minutos me enjuagué y ambos salimos del baño hacia nuestras respectivas habitaciones no sin antes despedirnos del otro:
- Muy, ahora si me voy a acostar, buenas noches Kale.
- Buenas noches, Black.
Entré a mi cuarto, cerré la puerta y me acosté, pero antes de dormirme me puse a pensar el motivo por el cual Kale estaba en la puerta y la posibilidad de que ella me estuviera espiando mientras me desvestía, pero no le tomé importancia y me dormí.
Continuará...
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