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110. El Megaverso Corre Peligro, Hora de Romper las Reglas.

En el capítulo anterior: La batalla contra la Aberración Genética prosigue con fuerza causando estragos en todo el Universo 6 debido al inmenso poder liberado por lo que nuestros héroes decidieron continuar su lucha fuera del mismo para evitar más daños colaterales, el problema es que pese a todos los esfuerzos por nuestros héroes, pareciera que el monstruo solo se hace más fuerte y por si fuera poco ahora que están en el espacio interuniversal los 12 universos corren riesgo ante el monstruo. Ante semejante caos los Hakaishin Bills y Champa deciden intervenir en lo que sería una misión suicida solo para ser interrumpidos por Daishinkan Sama quien tenía otros planes en mente. De regreso con nuestros héroes la desesperación poco a poco comienza a trastornar a nuestro protagonista a la vez que las opciones se agotan para nuestros héroes, todo ello mientras en paralelo Daishinkan Sama reúne a todos los dioses en el Palacio del Rey del Todo para ejecutar el ritual de la "Aniquilación Definitiva" con el cual poner fin a la aberración genética, pero nuestro protagonista tenía otro plan en mente ¿Qué estará pensando hacer nuestro protagonista? ¿Podrán los dioses ejecutar su ritual a tiempo? ¿Será este el fin de Apofis o aún es demasiado pronto para cantar victoria? 

Después de una ardua batalla contra Apofis un enemigo que parecía invencible y luego de una brutal paliza decidí hacer uso de mi Hax's de manipulación de realidad en un intento desesperado por borrar al temible monstruo de la existencia, pero a pesar de las advertencias de los muchachos yo estaba completamente decidido a hacerlo, como un niño furioso que reinicia su consola cuando está perdiendo el juego extendí mi mano frente a Apofis para decirle:

- ¡Se acabó Apofis! ¡Usaré mi manipulación de la realidad para hacer jamás hayas existido!

Pero los muchachos continuaron advirtiéndome:

- ¡NO, BLACK! ¡NO LO HAGAS!

Y finalmente dije:

- ¡Apofis! ¡Yo te borro de la existencia! ¡Desde siempre! ¡Y PARA SIEMPRE!

A lo cual el monstruo solo dijo mostrando sorpresa:

- ¿Ah?

Rápidamente una luz blanca apareció envolviendo a Apofis el cual comenzó a gritar mientras desaparecía, pronto aquel brillo envolvió a todo el vacío entre los universos para extenderse a los 12 universos y sus dimensiones cubriendo todo el multiverso sorprendiendo a todos incluidos Zeno Sama, Daishinkan y los dioses ahí reunidos quienes detuvieron el ritual en seco por lo cual el Gran Sacerdote dijo con sorpresa:

- ¡Black! ¿Qué has hecho? – siendo envuelto por la luz blanca.

Luego de unos segundos la luz blanca comenzó a retroceder hasta finalmente llegar al punto de origen revelando el cuerpo de Apofis petrificado, su ki había desaparecido por completo, por lo que todos regresamos a nuestros estados básicos y yo un tanto desquiciado le dije a aquella estatua de Apofis:

- Ahí tienes fanfarrón, te he borrado de la existencia, ahora no eres más que un cascarón vacío que con suerte existe en nuestros recuerdos ¡Ja! ¡Ahí tienes Mabus Herzog! Tú monstruo invencible resulto no ser tan invencible como presumías, aún sigue siendo susceptible a las manipulaciones de la realidad ¡GANÉ!

Pero los muchachos no celebraron conmigo, sino que se limitaron mirarme con bastante molestia por mi actitud durante la batalla ya que podríamos haber evitado tanto sufrimiento de no haber sido por mi orgullo al negarme a hacer la fusión con Zamasu.

Por su parte Mabus Herzog veía desde su escondite con estupefacción como su aparentemente invencible monstruo había sido vencido por nosotros mientras se lamentaba por su pérdida.

En el Palacio de Zeno Sama los presentes observaban esta amarga victoria mientras comentaban:

- Black finalmente ha ganado – dijo Bills un tanto extrañado.

- ¿De verdad? – preguntó Champa.

- Sabía que podía – dijo Heles, sorprendiendo a ambos dioses por su interés en mí.

En su mayoría los Hakaishin estaban algo confundidos por la victoria mientras comentaban:

- Al parecer no hizo falta el ritual – dijo Geen.

- Aunque no deja de ser extraño – comentó Iwen.

Los ángeles en cambio tenían un semblante totalmente serio diciendo:

- Esta fue una victoria muy amarga – comentó Wiss.

- Black podría haber evitado todo este desastre si se hubiese fusionado con Zamasu – agregó Vados.

Después Wiss dijo:

- Pero además Black desobedeció una orden directa del Gran Sacerdote al manipular la realidad para que Apofis nunca haya existido.

- A partir de este punto ya no podemos ayudarlo – dijo Vados – él verá cómo se las arregla con Daishinkan Sama.

A lo cual el Gran Sacerdote concuerda con sus hijos:

- Efectivamente, Black quebrantó las reglas y tendrá que ser juzgado por ello.

Un silencio de ultratumba se hizo presente entre los presentes cuando de pronto a Bills le surge una intriga, por lo que le pregunta a Wiss:

- Oye Wiss, si se supone que Black alteró la realidad para que Apofis nunca hubiese existido ¿Por qué aún tenemos conciencia de él? ¿No deberíamos haberlo olvido también?

Aquel comentario cayó como un balde de agua fría al ángel del séptimo universo por lo que sin poder ocultar su sorpresa dijo:

- Tiene razón señor Bills, si Black borró a Apofis de la existencia nadie en el multiverso con excepción de Black debería tener conciencia de él.

Preocupado Champa dijo:

- Entonces eso solo significa que Apofis...

De regreso al vacío inter universal yo estaba terminando de celebrar mi victoria cuando me doy cuenta de las caras largas de Vegetto, Kefla, Kyabe y Zamasu, entonces les pregunté:

- Oigan chicos ¿Por qué esas caras? Se supone que ganamos ¿Verdad?

Pero los muchachos solo guardan silencio por unos segundos bastantes incomodos hasta que Kefla partió diciendo:

- Eres un tonto Black ¿Por qué no nos hiciste caso?

Luego Zamasu agregó:

- Si nos hubiéramos fusionado podríamos haber vencido a ese monstruo sin tener que romper las reglas.

A lo cual repliqué:

- Pero chicos, yo...

Y Vegetto interrumpió:

- Zamasu y Kefla tienen razón, por tu orgullo nos expusiste a más riesgo de los debido.

Entonces yo terminé por tragarme mi orgullo para finalmente decirles:

- Está bien chicos, tienen razón, la cagué al querer derrotar a Apofis yo solo y para colmo rompí gratuitamente las reglas.

A lo cual Zamasu me dijo:

- Solo espero que Zeno Sama y Daishinkan tengan misericordia contigo y entiendan que esto fue por una situación excepcional...

Pero de pronto algo cambió en el ambiente captando nuestra atención, el espacio vacío que usualmente era de un tono negro cambió un tono rojizo, las nebulosas comenzaron a desaparecer para ser sustituidos por una especie de vórtice rojizo acompañado de rayos rojos mientras una presión extraña comenzaba a sentirse en el ambiente, fue entonces que Kyabe preguntó:

- ¿Qué está pasando?

- No lo sé – contesté – jamás había visto algo como esto.

De pronto Kefla gritó indicando a un lugar:

- ¡Oigan! ¡Miren!

Todos volteamos a la dirección indicada por Kefla la cual daba con nada más ni nada menos que con la estatua de Apofis la comenzó a despedir rayos amarillos y negros, en ese momento mi semblante de seriedad cambió a uno de completo horror cuando sentí que aquella estatua comenzaba a desprender el molesto ki de Apofis, a lo cual yo completamente horrorizado solo atiné a decir:

- No puede ser... Esto... Esto no es justo ¡Esto no es justo!

Mabus por su parte comenzó a notar el extraño cambio en el cielo mientras observaba desde la proyección como los ojos de la estatua de Apofis comenzaban a brillar de un intenso amarillo.

En el Palacio de Zeno Sama, Bills comentó desesperado:

- ¡Mierda! ¡Ese monstruo sigue con vida!

- ¡No puede ser! – gritó Heles.

- Esto debe ser una broma – dijeron Shin y Gowasu.

Mientras los murmullos comenzaban a hacerse presente entre los Dioses, en contraste con los Ángeles quienes mantenían su mirada fija en la estatua de Apofis.

De regreso con nosotros, la estatua continuaba elevando su poder mientras sus ojos cada vez brillaban con más fuerza sorprendiéndonos a todos, fue ahí que dije:

- ¡No dejaré que regreses maldito monstruo! ¡Terminemos con él, chicos!

Los muchachos asintieron y acto seguido despejé mi mente para activar la Doctrina Egoísta y a la vez que Vegetto, Kefla y Kyabe incrementando sus poderes accediendo al Blue Perfecto potenciado con el Triple Kaioken por parte de Vegetto, el Blue Básico potenciado el poder legendario por parte de Kefla y Blue Básico con el Kaioken x5 en lo que respecta a Kyabe y finalmente Zamasu desplegaba su máximo poder potenciado con un Kaioken X100, una vez en nuestros máximos poderes los 4 acumulamos toda nuestra energía en las manos para liberarla toda mediante un poderoso ataque cuádruple el cual impactó en la estatua provocando una gigantesca explosión que estremeció iluminó todo aquel vacío ahora rojizo, pero cuando el polvo se disipó notamos que la estatua seguía ahí, sin daños aparentes, fue ahí que la desesperación nos invadió y comenzamos a lanzar una lluvia de ataques de todo tipo que tampoco dieron resultado hasta que finalmente yo cansado de toda esta tontería y al ver que el monstruo ya no absorbía energía decidí invocar a todos los clones de ki que me fuera posible crear para rodear entre todos al monstruo extendiendo nuestra palma, para después decirle:

- Ahora sí, hasta aquí llegaste Apofis ¡HAKAI!

- ¡HAKAI! – gritaron los demás clones.

Rápidamente la estatua fue rodeada de nuestra energía hakai a la vez que el brillo amarillo que emanaba de su interior comenzaba a apagarse devolviéndonos las esperanzas hasta que finalmente el brillo amarillo desapareció por completo, rápidamente todos los presentes dimos un respiro de alivio, cuando de pronto el brillo volvió con más fuerza que nunca agrietando rápidamente la estatua de Apofis para explotar violentamente como una brillante esfera dorada que nos cegó a todos para después mandarnos a volar mientras todo el multiverso era iluminado por aquel intenso brillo impresionando a mortales, demonios, dioses y ángeles por igual, durante los siguientes segundos todo se veía blanco mientras un molesto pitido sonaba de fondo, pero poco a poco aquel cegador destello comenzó a apagarse lentamente hasta finalmente dejar ver la fuente la cual era una silueta gigantesca de un color dorado brillante, la cual destacaba por si larga cabellera blanca como la de un Super Saiyajin 3 más 2 mechones de cabello verdes que sobresalían del frente junto con 3 cuernos rectos a la derecha, centro e izquierda de su cabeza, a la vez que en donde solían estar sus espinas en su anterior forma ahora sobresalían unos cristales rojos, también pude notar que a su derecha la criatura tenía un brazo desproporcionadamente grande mientras que a su izquierda poseía 2 brazos y por si fuera poco lo que antes eran 3 colas ahora eran 6 tentáculos negros hechos de energía aparentemente que contrastaban notablemente con el dorado brillante de su cuerpo, mientras que los cristales verdes ahora se organizaban en 6 esferas al centro del cristal rojo del su pecho, no obstante las 2 cosas que más llamaban la atención de aquella criatura era la ausencia de sus 2 ojos los cuales habían sido reemplazados por 1 solo que permanecía cerrado y la más notoria de todas era su ausencia de ki, pese a que por la lógica y por la experiencia previa Apofis ahora debería ser brutalmente más poderoso que antes, su ausencia de ki era simplemente desconcertante, cosa de la cual rápidamente los demás se dieron cuenta:

- Oigan ¿Es idea mía o Apofis no emite ki? – preguntó Kefla.

- No es idea tuya Kefla, nosotros tampoco podemos sentir su energía – dijeron Vegetto y Zamasu.

- Esto es realmente extraño muchachos – les dije un tanto confundido.

Y después de unos incómodos segundos Apofis decidió actuar abriendo su parpado para enseñar su único gran ojo al centro de su rostro, blanco y con pupila felina negra.

El cual de inmediato hizo brillar de amarillo, en ese momento un ki grotescamente inmenso como nunca antes se hubiese sentido inundó el lugar acompañado de una sensación de gran dolor, temor y desolación que invadieron nuestro cuerpo y mente, poco después nuestros ojos se tornaron negros mientras nuestra vista se nublaba para ser reemplazada por una visión horrenda de un túnel o torbellino de energía amarillenta repleto de relámpagos, ojos, tentáculos y dientes en cuyo centro podía distinguirse una nebulosa con la forma del rostro de Apofis todo ello acompañado con lamentos y gruñidos de fondo, al cabo de unos segundos ese túnel comenzó a cerrarse mientras el rostro de Apofis se acercaba abriendo sus enormes fauces revelando un abismo rojizo lleno de enormes dientes, ventosas y más ojos mientras los lamentos y gruñidos aumentaban de intensidad al punto de tornarse insoportables para mis oídos junto con esas sensaciones de dolor, desesperación y tormento que aumentaban rápidamente a niveles inenarrables al punto de comprometer la cordura incluso del más duro, mientras sentía como mi cuerpo era desgarrado partiendo por la piel, seguido de los músculos, huesos y nervios hasta no dejar nada, pero nosotros 5 no fuimos los únicos afectados por esa visión, a medida que el ki de Apofis comenzó a extenderse por el universo, el entorno comenzó a mutar en una paisaje grotesco a la vez que todos los seres vivos comenzaban a experimentar esas visiones independientemente si eran capaces de sentir el ki o no, fue solo cuestión de tiempo para que el ki Apofis terminara por impregnar todo el Multiverso y las dimensiones del mismo horrorizando a todos sus habitantes con aquellas grotescas y perturbadoras visiones, no importaba si eras mortal, demonio, dios o ángel, todos nosotros incluidos Daishinkan y Zeno Sama fuimos atormentados por esas horrendas visiones, hasta el mismo Mabus Herzog descendía al borde de la locura por las imágenes que su preciada creación había generado tan solo con su presencia y su ki, pero lo más aterrador de todo esto era que nadie podía hacer nada para evitarlas, aunque cerraras los ojos los horrores continuaban observándose mientras los gritos de terror y dolor inundaban todo nuestro Multiverso, no obstante nosotros no fuimos los únicos en ser afectados, con el pasar de los minutos el ki de Apofis llegó hasta el Multiverso donde se ubicaba el futuro de Trunks quienes también comenzaron a ser afectados por las visiones generadas por el monstruo Apofis, finalmente en un lugar muy alejado entre el túnel de los multiversos un sujeto misterioso comenzó también a sentir el ki del monstruo siendo parcialmente afectado por aquel trance, pero pese todo pudo resistirlo mientras decía:

- Están pasando cosas muy interesantes en aquel Multiverso, es momento de informarle al amo.

De vuelta con nosotros el trance continuó haciendo que todos sufrieran, algunos más débiles de mente simplemente cayeron en la más absoluta locura, otros cometieron suicidio en un intento de librarse de aquello sin contar que desde el otro mundo su alma también estaría en ese trance:

- ¡AAAAAHHHH! ¡HAS QUE PARE! – gritaron Bills y Champa con desesperación

- ¡NO PUEDO! ¡NO PUEDO! – dijo Wiss con impotencia.

Por su parte ambos Reyes del Todo gritaban al unísono:

- ¡DUELE! ¡DUELE MUCHO!

- ¡QUÉ! ¡CLASE! ¡DE ABERRACIÓN! ¡ES ESTA! – se preguntó Daishinkan tratando de recuperar el control de su mente.

A su vez el resto de los Hakaishin, Kaioshin y Ángeles se quejaban al unísono:

- ¡QUÉ ES ESTA COSA!

- ¡NO LO SÉ!

- ¡QUE PARE, POR FAVOR QUE PARE!

Pero afortunadamente el tormento solo duraría unos segundos puesto que Apofis por voluntad propia cesaría los efectos de su maligno influjo solo para reír de forma macabra mientras una voz aterradora resonaba en las mentes de todos los habitantes del multiverso y más allá diciendo:

- "Esto es solo una pequeña muestra de lo que puedo hacer, ya gané esta batalla, ustedes no tienen posibilidad, nada me impedirá sembrar el caos en todo el cosmos liberando horrores más allá del entendimiento de los mismos dioses, no importa lo que hagas, ni el poder que tengas, ni donde te ocultes, yo te perseguiré hasta los rincones más profundos de tu mente hasta destruir tu cordura junto con el concepto mismo de la existencia, estáis condenados"

En el Palacio de Zeno Sama:

- ¡Ese maldito monstruo! – dijo Bills aterrado.

- No queda de otra, debemos actuar o moriremos todos – dijo Wiss desconcertado.

- ¡Dioses! ¡Hagamos el ritual! – exclamó Daishinkan.

De regreso con nosotros Kyabe me preguntó:

- Ahora ¿Qué hacemos?

- ¡Lo Borramos! – grité nervioso.

Rápidamente saqué mi alabarda invocando tantos clones como fuese posible para extender nuestras manos hacia el monstruo y gritar todos al unísono:

- ¡Apofis, te despojamos de tus poderes y te borramos de la existencia! ¡PARA SIEMPRE!

Justo después de pronunciar aquellas palabras se apreció como una presión invisible afectó al monstruo, pero de inmediato los cristales rojos de la espalda de Apofis brillaron para después literalmente romper esa presión como si de un simple cristal se tratase:

- ¡Es imposible! – grité junto a mis clones.

Luego los cristales verdes de Apofis brillaron y mis clones fueron absorbidos por el monstruo, a la vez que yo era aturdido por un fuerte impulso de energía invisible proveniente del ojo de Apofis, mientras los chicos me decían:

- ¡Black! ¡Estás bien!

A lo cual dije:

- Maldición – tosiendo – ese bastardo anuló mi Hax's y absorbió a mis clones.

- ¿Y ahora qué? – preguntó Vegeta.

- No lo sé – dije nervioso e indeciso – warpearlo no sirvió de nada, no obstante, sabemos que el cristal es la hasta ahora la única debilidad de Apofis, pero él ahora está totalmente fuera de nuestro alcance ¡Aghh! ¡Maldición! Tendremos que intentarlo de todos modos, a la antigua.

A lo cual Zamasu dijo:

- Pues creo que este es el momento perfecto para fusionarnos ¿No crees?

- Tienes razón – le dije para pensar"Este monstruo definitivamente debe ser peor que Demigra en su hipotético máximo poder o inclusive más poderoso que la Fuerza Oscura"luego agregué – muy bien preparemos los zarcillos para...

- ¡CUIDADO! – gritó Kefla.

En ese momento el monstruo extendió uno de sus 6 tentáculos contra nosotros el cual alcanzamos a esquivar, pero rápidamente de ese tentáculo crecieron otros 5 los cuales comenzaron a extenderse persiguiéndonos sin importar que tan rápido voláramos ni lo mucho que nos teletransportáramos, los tentáculos eran implacables al punto de crear sus propios portales para tomarnos por sorpresa hasta que finalmente consiguieron atraparnos dándonos una poderosa descarga eléctrica en el proceso que nos aturdió para acto seguido proceder a drenar nuestra fuerza retornándonos a nuestra forma base mientras el monstruo reía burlonamente de nuestra impotencia:

- GRRR... ¡NO TE RÍAS! – grité creando un campo de magia para restaurar las energías de todos.

Pero Apofis en lugar de atacar solo comenzó a brillar mientras emitía "pulsos de realidad" que provocaban cambios bastante raros en el entorno los cuales al alcanzarnos comenzaron a alterarnos transformándonos y deformándonos de las formas más bizarras concebibles hasta que los pulsos cesaron retornándonos a la normalidad dejándonos tremendamente extrañados y confundidos, acto seguido Apofis pasó a convertirse en un ser energía pura mientras los 5 decíamos con desconcierto:

- ¿Qué hace?

Y pronto esta energía amarilla salió disparada como un rayo que atravesó los confines del Multiverso hacia el gran vacío para después comenzar a expandirse como una tormenta de tonos amarillentos, rojizos, anaranjados y fucsia repleto de ojos y tentáculos de energía, dientes y manos para comenzar a expandirse envolviendo todo nuestro multiverso y más allá.

Por su parte Daishinkan dijo:

- El monstruo Apofis ha salido del multiverso.

- Entonces ¿Qué hacemos? – preguntaron algunos dioses.

A lo cual Daishinkan solo dijo:

- Desgraciadamente Apofis ha salido de los límites del multiverso así que está fuera de nuestra de jurisdicción.

- Y ¿Zeno Sama puede borrarlo? – preguntó Sidra.

Y cuando el Gran Sacerdote estaba a punto de contestar, fue interrumpido por ambos Zeno Sama quienes dijeron bastante serios:

- Fue suficiente Daishinkan, nosotros nos haremos cargo de él.

- Pero señor – cuestionó el Padre de los Ángeles.

De inmediato el pánico se hizo presente entre los dioses a la vez que ambos Zeno Sama ascendían a lo alto del cielo mientras un destello blanco aparecía desde sus manos a la vez que ambos cabezones decían:

- Acabaremos con ese monstruo ¿Sí? – dijo uno de los Zenos.

- Lo borraremos para siempre – sentenció el otro.

Finalmente, ambos Zeno Sama alzaron sus manos y una esfera blanca apareció al centro de la nebulosa extraña de Apofis cosa que nosotros vimos desde el vacío entre los universos por lo que sorprendido dijimos:

- No puede ser ¿Acaso Zeno Sama...?

Y aquella esfera blanca comenzó a expandirse aparentemente borrando a Apofis de la existencia mientras todo el Multiverso se iluminaba de blanco cuando de manera sorpresiva la esfera blanca comenzó a encogerse lo cual desconcertó a todos los espectadores hasta que la esfera de borrado terminó por desaparecer mientras la macabra risa de Apofis resonaba en el entorno continuando con su expansión, entonces yo grité:

- ¿Acaso ese maldito de Apofis ha anulado el borrado de Zeno Sama?

- Eso parece – dijo Zamasu.

- Esto es una pesadilla – dijo Kyabe.

A lo cual Kefla intervino:

- Y lo peor es que esto aún no acaba ¡Miren!

Rápidamente comenzamos a ver como desde la nebulosa amarillenta aparecían unos tentáculos rojizo fucsia los cuales bajaron hacia el Multiverso por lo que Vegetto dijo:

- ¡Viene de nuevo!

- ¡Vamos por él! – grité.

Los chicos asintieron y volamos hacia donde estaban ingresando los tentáculos.

En el Palacio de Zeno Sama el desconcierto se apoderó de Zeno Sama los dioses quienes discutían entre sí:

- El borrado de Zeno Sama no surtió efecto... ¿Qué vamos a hacer? ¿Este monstruo acaso es invencible? Daishinkan Sama... Daishinkan Sama ¿Qué hacemos?

- ¿Por qué Apofis no se borró? – preguntó un Zeno Sama.

- ¿Qué vamos a hacer? – preguntó el otro Zeno Sama.

A lo cual el Gran Sacerdote les contestó:

- Este monstruo ha sobrepasado los confines del Multiverso, por desgracia no podemos salir del mismo a combatirlos o nos arriesgamos a romper las reglas y a perder la vida.

Entonces Vados, quien recordó todo lo sucedido con el caso Zheo y las veces que conversó conmigo, le dijo a su padre:

- Pero, Daishinkan Sama, el Multiverso está en peligro ¿Hasta cuándo tenemos que seguir acatando las reglas? Si no destruimos a Apofis será el fin no solo este Multiverso sino de todos los demás, esto ya es una amenaza que trasciende los confines del espacio, el tiempo y quizás de la realidad misma.

Mientras tanto los tentáculos de Apofis comenzaron a ingresar al Multiverso por diversos puntos para después penetrar en cada uno de los 12 Universos, pese a ver esto Daishinkan solo contestó con seriedad:

- Entiendo lo grave de la situación Vados, pero las reglas están para garantizar la estabilidad del Multiverso, nosotros no confrontaremos a Apofis fuera del Multiverso, sino que solo nos limitaremos a detener aquellas acciones que pongan en riesgo al Multiverso dentro del mismo – refiriéndose a los tentáculos que ingresaban.

A lo cual Heles interviene:

- Entonces ¿Dejará que ese monstruo feo se siga propagando arriesgando a quién sabe cuántos otros Multiversos?

- Lo que pase en los demás Multiversos es problemas de los demás Multiversos – contestó Daishinkan de forma categórica – sé que suena duro, pero nosotros no tenemos la obligación de hacernos cargos de problemas que escapen de nuestra jurisdicción, no obstante, en lo que respecta a los culpables de este problema recibirán su castigo, he dicho – sentenció el Gran Sacerdote.

Un silencio de ultratumba se hizo presente en el Palacio del Rey del Todo a lo cual Daishinkan preguntó:

- Bien ¿No hay más preguntas?

Ninguno de los presentes contestó por lo que el Padre de los Ángeles concluyó:

- Pues entonces regresen a sus universos y eviten que los tentáculos de Apofis ocasionen estragos en los mismos.

- Sí Daishinkan Sama – dijeron los dioses algo extrañados y confundidos.

De inmediato los Hakaishin, sus Ángeles y los Kaioshin regresaron a sus universos para mantener a raya los tentáculos de Apofis usando la energía Hakai.

Mientras tanto en la línea temporal de Trunks, todos los guerreros Z se encontraban reunidos en la Corporación Cápsula conmocionados por las visiones causadas por Apofis:

- ¿Qué fueron esas visiones tan grotescas? – preguntó Gohan del Futuro.

- No lo sé – contestó Trunks – jamás vi algo como eso.

Cuando de pronto Krilin les advirtió a los guerreros del futuro:

- ¡Oigan, miren en el cielo!

- ¿Qué es eso? – preguntó Vegeta.

- Parece una mano – supuso Goku.

Y efectivamente era una nebulosa rojiza con forma de mano repleta de ojos y dientes que comenzó a acercarse al Multiverso de Trunks haciéndose cada vez más grande a la vez que cerraba sus dedos agarrando el orbe Multiversal y acto seguido desde la palma y los dedos comenzaban a bajar aquellos tentáculos.

De regreso a nuestro Multiverso, nosotros hacíamos todo lo posible para contener los tentáculos de Apofis desde el vacío entre los universos:

- ¡HAAAA! – grité lanzando un Triturador Cósmico a los tentáculos.

Mi ataque consiguió impactar en el tentáculo, logrando ser afectado, pero rápidamente se regeneró continuando su camino a lo cual Kefla dijo:

- No importa cuánto los ataquemos, se regenera casi al instante.

Luego le hice un Hakai a otro tentáculo el cual se desintegró solo para ser reemplazado por un par de ellos, entonces dije:

- ¡Demonios! Y pareciera que mientras destruimos 1 de ellos 2 más lo reemplazan.

- Es como una hidra – comentó Zamasu.

A lo cual Kyabe recordó:

- Señor Black ¡Los clones!

A lo cual yo un tanto escéptico le dije:

- No tiene caso Kyabe eso no... - analizando – espera, tienes razón, cuando usamos ki Apofis no lo absorbió, así que no habría problemas en usar los clones.

Hice aparecer mi alabarda de ki para abrir varias fisuras espaciotemporales haciendo aparecer un ejército de clones a los cuales, una vez reunidos les ordené:

- ¡Muy bien soldados! ¡Quiero que se dispersen por el vacío de los universos y mantengan esos tentáculos a raya! ¡Sí es posible hagan uso del Vórtice Oscuro para bloquearlos!

- ¡Sí, señor! – asintieron los clones quienes rápidamente se dispersaron por el Multiverso.

- Y nosotros ¿Qué haremos por mientras? – preguntó Vegetto.

Y yo contesté:

- Nosotros iremos a confrontar a Apofis a las afueras del Multiverso, tengo un plan que podría acabar con Apofis de una vez por todas, así que ¡En marcha!

Los chicos asintieron para disponernos a salir cuando de pronto mi anillo del tiempo comenzó a brillar para después proyectar una imagen de Daishinkan quien en tono severo dijo:

- Nada de eso, señor Black, nadie saldrá del Multiverso.

- Con todo respeto, Daishinkan Sama – contesté – pero si no detenemos a Apofis ahora nadie lo hará, además tampoco tenemos idea del alcance de sus poderes.

- Usted ya ha hecho mucho daño al orden cósmico, señor Black, por favor no agrave más la situación.

- ¡Pero nos aniquilarán! – exclamé.

- ¡He dicho! Señor Black, las reglas deben respetarse o de lo contrario sufrirá las consecuencias – amenazó el Padre de los Ángeles.

Ante ese comentario yo solo cerré los ojos y me armé de valor para decirle a Daishinkan:

- Lo lamento mucho Daishinkan Sama, pero esto en parte fue mi culpa y debo arreglar el problema de una u otra forma, además tampoco puedo quedarme aquí respetando las reglas mientras otros Multiversos corren peligro, con todo respeto Daishinkan Sama, debemos terminar con Apofis de alguna manera y si ello implica romper las reglas de antemano asumo toda mi responsabilidad, pero alguien tiene que hacerse cargo de él, lo siento... Kai Kai.

- ¡Espere Black! – gritó Daishinkan.

Y rápidamente los 5 nos teletransportamos fuera del Multiverso mientras Daishinkan solo decía con molestia:

- Ya hablaremos de eso, señor Black.

Ya en el vacío entre los Multiversos vimos a la tremenda y tormentosa nebulosa amarillenta repleta con ojos y bocas surcadas por potentes rayos amarillos junto con el horrendo ki de Apofis el cual impregnaba todo el lugar incrementándose lentamente al paso de los segundos, a la vez que de entre todo ese caos se podía distinguir un gigantesco rostro con una sonrisa grotesca y un único ojo sobre ese ojo el cual brillaba de un intenso amarillo de donde provenía el ki del monstruo, entonces rápidamente emprendimos vuelo hacia el ojo mientras la coloración del entorno cambiaba de amarillo a un tono rojo y fucsia y acto seguido de los ojos y bocas comenzaron a disparar una copiosa ráfaga de ki mientras eran acompañada de un montón de tentáculos de energía que también intentaron detenernos lo cual dificultó nuestro acercamiento a Apofis a pesar de estar en nuestros máximos poderes, entonces dije:

- ¡Maldito monstruo! ¡Ni siquiera lo vemos y ya nos está haciendo problemas!

- ¡El desgraciado solo está jugando con nosotros! – exclamó Zamasu.

- ¿Cómo Mabus pudo crear semejante monstruo? – preguntaron Kefla y Kyabe.

Seguimos intentando acercarnos a Apofis, pero los ataques del entorno eran tan brutales que se nos hacía imposible avanzar siquiera un metro, hasta que Zamasu dijo:

- ¡Black, debemos fusionarnos si queremos pasar!

- ¡Está bien! – le grité.

Cambiamos nuestros zarcillos de lugar para dar inicio a la fusión fundiéndonos el Kaioshin y yo en una esfera de energía verde blanquecino, pero sorpresivamente unos ojos dispararon un rayo de despojo a la esfera de energía provocando una gran explosión que hizo que Zamasu y yo saliéramos volando en direcciones opuestas frustrando nuestros planes de fusionarnos a la vez que nuestros zarcillos eran pulverizados, mientras la risa del monstruo resonaba en tono el entorno, entonces yo dije:

- Demonios, anuló los poderes de los Potara.

De pronto miramos al frente para ver como una de las bocas de Apofis sonreía para luego expulsar un potente torrente de energía amarillo y negro contra nosotros el cual rápidamente intentamos contener creando una barrera, pero el torrente rápidamente nos hizo retroceder mientras nosotros hacíamos todo lo posible por contenerlo:

- ¡Demonios es demasiado fuerte! – exclamaron Zamasu y Kyabe.

- ¡No debemos darnos por vencido, chicos! ¡HAAAAA! – comencé a forzar mi cuerpo al máximo.

- ¡Tiene razón! – gritó Kefla - ¡No nos daremos por vencidos! ¡HAAAAA! – incrementó su poder al límite que su cuerpo podía soportar.

- ¡Muy bien, chicos! ¡Vamos con todo! – gritó Vegetto.

Y todos incrementamos nuestros poderes al unísono fortaleciendo el escudo consiguiendo presionar y hacer retroceder la ráfaga de energía del monstruo recobrando la confianza de tener una mínima posibilidad siquiera de derrotar a Apofis, pero rápidamente el monstruo con una siniestra risa decidió retornarnos a la cruda realidad potenciando su ráfaga la cual demolió nuestro escudo con suma facilidad provocando una gigantesca explosión que nos hirió a todos de gravedad con excepción de Zamasu, pero Apofis no se detendría ahí, pues sabiendo de la inmortalidad de Zamasu rápidamente lanzaría una ráfaga de energía Despojo contra el Shinjin privándolo de su preciada inmortalidad para finalmente rematarnos a todos con una ráfaga de azotes con sus tentáculos dejándonos completamente contra las cuerdas mientras su risa maniaca continuaba resonando de fondo, los 5 completamente impotentes intentamos recomponernos de aquella brutal paliza mientras la sangre tenía nuestros cuerpos, entonces yo dije:

- De... Demonios... Este monstruo es realmente fuerte...

- No hay... nada... ¿Qué podamos... hacer contra... él? – preguntó un Vegetto malherido.

- Al parecer... no... Es demasiado poderoso... - dijo Kyabe.

Luego apareció Zamasu completamente herido mientras nos decía:

- Ni... Siquiera Zeno Sama... Pudo borrarlo... No tenemos... Posibilidad...

- ¡Zamasu! – grité – acaso este monstruo te...

Zamasu solo asintió confirmando mis sospechas, Apofis le había quitado la inmortalidad y por si fuera comenzamos a notar que los tentáculos que Apofis había introducido en los Multiversos comenzaron a brillar se forma palpitante para después observar como una gran cantidad de orbes de energía comenzaban a fluir desde los Multiversos hacia Apofis, entonces Kefla preguntó:

- Y ahora ¿Qué hace?

- Al parecer... Está consumiendo la energía de los Multiversos... - dije mientras escupía sangre.

Entonces miré mi bolsa con semillas del ermitaño las cuales conté para luego decirles a los chicos:

- Muchachos... Solo quedan 6 semillas del ermitaño... Y mi magia se está debilitando... Si nos recuperamos ahora... Será la última oportunidad que tendremos... Para vencer a... Apofis... O todo estará perdido...

Los chicos asienten y yo les di las semillas del ermitaño recuperándonos de nuestras heridas, entonces les dije:

- Bien chicos, el oxígeno se está agotando, Apofis está comenzando a consumir los Multiversos así que esta es nuestra última oportunidad para derrotarlo o estaremos perdidos.

- Eso lo sabemos – dijo Kefla – pero ¿Cómo lo haremos?

Y luego de pensarlo unos segundos se me ocurrió una idea brutal:

- Usaremos la Genkidama.

- ¡¿QUÉ?! – exclamaron los presentes.

- Así es – confirmé – pero no una Genkidama normal, sino una Genkidama Multiversal – sonreí.

Continuará...

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