Capítulo 14 - Traición
Capítulo 14
Traición
-ugh... basura, voy a matarte
-parece que de verdad eres muy débil, no mentiste después de todo
Lo llamé débil para burlarme de él en forma de venganza pero la verdad es que yo no hubiera resistido ni la mitad de tiempo que él si estuviera en su lugar, creía que ya todo había acabado pero justo cuando nos habíamos relajado apareció Morko
-Reydar, ¿te han vencido estas niñas? vergonzoso
-Grr ¡cállate idiota y mátalas!
-no necesitas decírmelo
Morko empuñó su enorme espada y comenzó a acercarse, el llevaba puesto unos googles oscuros parecidos a los que usan los esquiadores, seguramente para protegerse de la luz del sol, Faririel parecía nerviosa porque fue la primera en atacar con bolas de fuego solo que a diferencia de Reydar, Morko ni siquiera trató de esquivarlas o bloquearlas, recibió directamente cada ataque sin siquiera hacer una señal de dolor, más bien parecía una molestia para él y cuando fijo su mirada en Faririel sentí que s eme helaba la sangre, una vez más mostro esa velocidad suya que si bien no era nada fuera de lo común, para alguien tan grande era impresionante, en un movimiento rápido Morko balanceó su gran espada hacia Faririel
-¡esquívalo Faririel!
Grité pero ella parecía estar paralizada de miedo, tuve que saltar sobre ella y empujarla al suelo esquivando por poco el ataque, nada más las puntas de mi pelo habían sido cortadas pero yo sentía la sangre helada de haber estado tan cerca de ver morir a Faririel frente a mí, me puse de pie y rápidamente hice que ella se levantara, ella estaba tan asustada que apenas pudo ponerse de pie ya que le temblaban las piernas, aun así hice que se parara y una vez de pie la empujé hacia un lado mientras que yo me moví para la dirección contraria y comencé a atacar a Morko con bolas de fuego débiles solo para llamar su atención
"no me queda mucha mana, hay que escapar y pedir ayuda rápido"
Morko me siguió y comenzó a atacarme, al igual que dentro de la cueva, yo esquivé cada ataque que el lanzaba pero todo ese ejercicio comenzaba a cobrarme factura, en cansancio se hacía presente, mi pecho quemaba y mis movimientos eran cada vez más lentos, Morko por otra parte no bajaba el ritmo y parecía que aún le quedaba mucha energía, supongo que es alguien acostumbrado a pelear
-¡Airen!
Al verme en problemas Faririel corrió hacia donde estaba Morko y lanzó varios ataques todos impactos directos a su cara pero sin daño alguno, Morko parecía verla más como una molestia que como un objetivo por lo que solo la ignoró y siguió atacándome o eso quería hacernos creer, justo cuando pensaba que solo me quería a mi cambio su centro de gravedad y se dirigió rápidamente hacia donde Faririel sin que nadie se lo esperara, balanceó su gran espada y golpeó a Faririel con fuerza, mi corazón dejo de latir por un segundo al pensar que había terminado todo, por suerte el golpe fue con el dorso de la espada y no con el filo, al ser una espada con una hoja ancha es perfecta para golpear con el dorso, aun así fue un golpe muy fuerte y Faririel salió volando hasta estrellarse contra un árbol al fondo cayendo inconsciente sobre el suelo
-¡Faririel!
-jajaja ya no te ríes como antes verdad ¿Dónde quedo tu confianza? –Reydar que aún seguía de rodillas observando se mofaba de la situación, quería correr y auxiliar a Faririel pero Morko ahora tenía toda su atención puesta en mí, reanudé mi ataque tratando de hacer cada vez más fuertes mis bolas de fuego sin llegar a agotarme pero tenían resultado, Morko era como una pared de concreto a la que yo le lanzaba nueces para romperla
-mhn...
-¡Faririel!
Faririel estaba despertando y no parecía estar herida de gravedad ya que se estaba poniendo de pie, estaba un poco desorientada y cuando recobró el sentido por completo empezó a ponerse en guardia claramente con intenciones de unirse a la batalla nuevamente, a simple vista parecía decidida pero viéndola bien estaba muerta de miedo, le temblaban las rodillas y su cara pálida con expresión de miedo lo daba todo a entender, Faririel es muy fuerte pero ella es bastante insegura y temerosa, se desenvuelve bien en una batalla de practica o deportiva como los duelos mágicos porque sabe que su oponente no quiere matarla ni hacerle daño realmente pero en una situación de vida o muerte como ahora ella no sabe cómo reaccionar y si se une de nuevo terminará muriendo, eso definitivamente no lo voy a permitir
-¡Faririel, corre y busca ayuda!
-p..pero...
-¡vamos, puedo encargarme sola, corre!
-tch, no podemos dejar que nadie más sepa de esa cueva, ¡Morko, mata a esa basura y yo iré tras la otra!
Faririel se lo pensó unos segundos y obligándose a sí misma empezó a correr por el bosque hasta que la perdí de vista, Reydar se puso de pie y trató de seguir a Faririel pero no parecía que fuera a alcanzarla, mientras tanto Morko seguía atacándome, ya casi no me quedaba mana por lo que dejé de usar magia y solo he estado esquivando sus ataques, traté de resistir lo más posible para darle tiempo a Faririel a que trajera ayuda pero mi cansancio era cada vez mayor, había recibido unos cuantos golpes por saltar y caer al suelo tratando de esquivar la espada, además el fuego que había causado Reydar se había extendido hasta donde estábamos, esa fue la razón por la que decidí que no podía quedarme más tiempo en ese lugar, empecé a correr lejos de Morko casi sin aliento, estaba en mi limite y necesitaba descansar o me matarían
"¿cómo fue que llegué a esta situación?" -Trataba de recordar en que momento me había equivocado para llegar hasta este punto
"¿fue cuando me quedé a hablar en lugar de escapar?, ¿fue cuando hice que Faririel excavara aquel derrumbe?, ¿O quizá me había equivocado desde que decidí salir de la posada?" -no había un punto en concreto, en retrospectiva, todas mis decisiones habían sido un rotundo fracaso
-puedo intentar aquello con la magia de viento una vez más, creo que ellos no pueden usarla
Me detuve detrás de un árbol y comencé a acumular el mana en mis manos, Morko estaba a una distancia de unos 3 metros así que si quería dejarlo sin oxígeno debía usar mucha mana para hacer la cúpula más grande, el problema era que ya me estaba quedando sin mana, sería mi último ataque con magia por lo que no podía fallar, respiré hondo y extendí mis manos a lo que todo el oxígeno de toda el área se dispersó, incluso logré ver como las llamas dentro de la cúpula sin oxígeno se extinguían, esta vez quería mantenerme así más tiempo para hacer que Morko se asfixiara, empecé a sentir mareos, una señal de que estaba llegando a mis limites
"Morko ya debería estar asfixiándose así que veré si es seguro salir" -sin embargo cuando me asomé a ver como estaba me sorprendí, él estaba tranquilo sin moverse, muy diferente a como estaba antes en la cueva
"¿habré calculado mal la distancia?"
Salí de detrás del árbol y extendí nuevamente mis manos para hacer más grande la cúpula, esta vez me costó mucho más pero definitivamente el área sin oxígeno era muy grande, Morko no parecía asfixiarse de ninguna manera, clavó su espada en la tierra y levantó su mano derecha frente a él, en un instante se formó en su palma una bola de energía oscura, diferente del humo negro y la llama negra de Reydar, esta bola color purpura oscuro se movía y giraba erráticamente en la palma de Morko
-¡wah!
En un instante mi visión se ensombreció, Morko me había golpeado con lo que sea que había creado, no sentí mucho del impacto, fue más como una bola de viento sumamente débil, aun así el susto del ataque me hizo perder la concentración por lo que mi cúpula se deshizo y también retrocedí unos pasos por lo cual caí por un terreno empinado donde rodé hasta caer entre unos arbustos, lo primero que pensé fue en levantarme pero justo empecé a sentir muchísimo dolor en mi pecho donde me había golpeado su ataque, todo mi cuerpo se sentía frio y empecé a temblar y a ver borroso
-q...que me pa...ahhh... ¡aaahhhhh!
No era como el dolor de una herida, era más como... angustia, ansiedad y sufrimiento, como si mis emociones más negativas brotaran de golpe y eso me causaba dolor, escuché pasos y aunque borroso pude ver como Morko se acercaba a mí
-¿pensaste que caería otra vez en el mismo truco? Podía ver que reunías magia aunque estaba escondida detrás de ese árbol
"¿él lo vio? Ah...lo había olvidado, ellos pueden ver cuando alguien acumula mana, que idiota soy"
-¡aaaaggghhhh!
-¿es la primera vez que te golpean con magia de oscuridad? La primera vez duele mucho
"voy a morir aquí nooo no quieroooo, ¡lo odio!, ¡lo odio!, ¡te mataré!, ¡te mataré!, ¡lo odio!, ¡lo odio!, ¡lo odio!, no... que me pasa, no soy así, es esta magia, que idiota soy, que vergüenza, debería avergonzarme..." -mis emociones se salían de control mientras yo trataba de arrastrarme lejos de Morko, primero tristeza, luego ira y después vergüenza, mi mente era un caos
-se te pasará en unos minutos... pero por desgracia para ti tengo que matarte ahora, nuestros compañeros van a llegar pronto así que debo regresar o no encontraran la entrada al santuario
"¿Así que hasta aquí llegué? Aun me queda un poco de magia, pero no puedo moverme y aunque pudiera mis ataques no sirven de nada contra el, 10 años... fue más corto de lo que suena, quizá no volveré a reencarnar, tenía una segunda oportunidad y lo arruiné"
Ya me había resignado, solo esperé el golpe final y esperaba morir rápidamente, no tenía idea de que me esperaba después, Morko levantó su espada y sin perder más tiempo la dejó caer, durante el trayecto de su espada me pareció verlo en cámara lenta, no cerré los ojos, no podía dejar de verlo y sinceramente me aterraba morir, sentí tanto miedo que en una milésima de segundo pensé en un sinfín de maneras de salir con vida aunque todo lo que ideaba lo descartaba al instante, podía imaginar como cualquier cosa que hiciera no serviría de nada, al final y cuando ya no quedaba tiempo simplemente me llené de ganas de sobrevivir e hice que lo que me quedaba de mana saliera expulsado por todo mi cuerpo, quizá no haría nada, quizá solo calentaría un poco el aire pero eso no importaba, no iba a rendirme
*¡PAM!*
Justo cuando creí que su espada me cortaría en dos escuché un fuerte sonido metálico y la espada de Morko rebotó frente a mi rostro como si hubiera un objeto invisible con la que hubiera chocado, Morko se quedó sorprendido y yo ya no tenía mente como para pensar en lo que pasaba, por expulsar mi mana restante sentí dolor de cabeza y mi cabeza, si bien ya era un caos, ahora era aún peor, sentí mi cuerpo débil y dolorido, a punto de desmayarme solo pude concentrar mi mirada en Morko quien levantó una vez más su espada
*¡BUM!*
Justo en ese momento una explosión lo golpeó en la cara, el dejó caer su espada, se llevó las manos a la cara y retrocedió un par de pasos gruñendo, se sacudió el rostro y se dispuso a ver quién lo había atacado cuando otros dos impactos lo golpearon
-¡Gah!
Ambos impactos directos realmente le hicieron daño, Morko respondió lanzando magia oscura pero tras lanzar su ataque otros dos impactos lo golpearon haciéndolo retroceder y cuando un tercero lo golpeó este cayó al suelo de rodillas
"¿quien?"
Aun al borde de perder el conocimiento voltee a ver de donde provenían los ataques, mi corazón empezó a latir de alegría y muy rápido al ver que el que había atacado era mi padre Erundur, acompañado de Faririel habían logrado salvarme la vida, no podía contener la alegría de tal manera que hasta brotaron lágrimas de mis ojos, el lanzó una bola de fuego más y al seguirla con la vista vi que impactó a Morko derribándolo por completo
"increíble, solo le bastó unos cuantos ataques y derrotó al invencible Morko... la diferencia de poder es inmensa"
-¡Airen!
Faririel corrió hacia mí y trató de ayudarme a que me sentara, yo me quejé del dolor entonces me dejó como estaba, ella tenía los ojos llenos de lágrimas, seguramente había pensado que no me encontraría con vida, mi padre se acercó también, me miró detenidamente y al poner su mano en mi frente hizo una expresión seria y miró a Morko con ira
-estarás bien hija, descansa
La mano que había puesto sobre mi frente empezó a brillar y a emitir una sensación cálida y agradable que lentamente se extendió por todo mi cuerpo disminuyendo notablemente el dolor y el caos de mi mente, tan agradable era que cerré mis ojos y me dormí sabiendo que ya estaba fuera de peligro
--------------------------
-**ren
-...
-A**en
-mhn
-Airen
-¿eh?
Me levanté de golpe por instinto, me mareé un poco y sentí de inmediato mi cuerpo adolorido además de cansancio
-¡ah! No te levantes aun
-que... ¿Faririel?
-está bien, no te levantes aun
Me calmé un poco y como dijo Faririel me volví a recostar y al hacerlo pude darme cuenta de que estábamos en el exterior, el cielo pintado de color naranja y una brisa fresca que movía suavemente las ramas de los árboles, yo estaba descansando a la sombre de un árbol sobre un campo cubierto de pasto
-¿cuánto tiempo estuve inconsciente? ¿Dónde estamos?
-dormiste casi dos días enteros, estamos en las afueras de Lemuel, a unas dos horas de camino
-¿en las afueras? ¿Porque no estamos en la ciudad?
-pues...
-La ciudad está bajo ataque, es peligroso quedarse ahí –Aran apareció y dijo eso mientras ponía su mano en mi frente y en mis mejillas
-parece que ya casi te has recuperado
-¿Qué quieres decir con que la ciudad está bajo ataque? –pregunté
-después de que papá entregara a los guardias los cuerpos de esos Gashems que las atacaron, la ciudad envió a algunos guardias a recorrer los alrededores y a apagar el incendio, pero a la mañana siguiente solo regresó uno y muy mal herido, dijo que un grupo de Gashems los habían emboscado cerca de la montaña
-¿¡más Gashems!?
-sí, escuché que eran más de 20 y que se habían atrincherado en las minas, no sé qué quieren pero ahora la zona es un campo de batalla y se ordenó la evacuación de todos hasta que se resuelva el problema, pensamos en ir a la ciudad real pero en cuanto se dio la noticia del ataque se cerraron las puertas de la muralla, los que no lograron entrar tuvieron que alejarse de la ciudad y refugiarse en los campos cercanos, como donde estamos ahora
Eché una mirada a mi alrededor y ciertamente habían varios grupos de personas acampando a lo largo del camino, quizá los demás hayan huido hacia otro sitio ya que no había tanta gente, el cielo se teñía de color naranja por lo que ya era bastante tarde, apenas podía creer que había dormido por más de un día entero
"así que los compañeros que dijo Morko llegaron, ellos buscan la espada etérea Ignis... si la encuentran y se la llevan puede que la usen para iniciar una guerra o algo"
-espera, ¿dijiste cuerpos? ¿Los Gashems que me atacaron han muerto?
-sí, el abuelo de Faririel mató a uno cuando la estaban persiguiendo por el bosque, yo llegué cuando papá ya se había encargado del otro, él se quedó para entregar los cuerpos a los guardias mientras Lavieh y yo te llevamos a la posada pero después anunciaron la evacuación así que vinimos hasta aquí
-¿entonces papá y los demás se quedaron en la ciudad?
-los adultos se quedaron a defender la ciudad, Lemuel no tiene un gran ejercito por lo que necesitan mantener a los Gashems hasta que llegue ayuda de Valadhiel
-hasta que llegue ayuda de Valadhiel... ¡pero eso podría tardar varios días!
-no hay otra manera...
-¡pero nuestros padres pueden estar en peligro, los Gashems que nos atacaron eran los más débiles ellos mismos me lo dijeron, hay que ir a ayudarles!
-¿¡y que crees que puedes hacer tu!?
Aran había alzado un poco la voz, yo sabía más que nadie que no podría hacer nada si me enfrentaba a un Gashem pero había algo que podía hacer para ayudar
-yo sé lo que buscan los Gashems, si busco a papá y se lo digo podrían conseguirlo antes que los Gashems y..
-es muy peligroso
-escucha, solo yo sé dónde está la
-papá me ha dejado a tu cargo, no puedo dejar que te pongas en peligro
-¡pero!
-¡HE DICHO QUE NO!
Aran gritó fuertemente cosa que me sorprendió mucho, nunca lo había visto tan serio y mucho menos me había gritado así, se me formó un nudo en la garganta y solo pude apartar la vista y callarme, sentí rabia porque él no me haya escuchado, él se tranquilizó y comenzó a caminar por el campo como para aclarar sus ideas
-no te lo tomes a mal Airen, él también quiere ir a ayudar al igual que tu –Lavieh se había acercado y dijo eso como a modo de calmarme -tus padres le han encargado a Aran el protegerte y el siente que no puede fallarles, si algo te pasa será responsabilidad suya
No respondí
"entiendo muy bien lo que quiere decir pero por alguna razón no puedo dejar de sentir rabia, ¿y se cree un hombre? Yo hubiera luchado junto a mis padres, en mi vida anterior nunca hui cuando pude ayudar"
Mi furia contenida no me dejaba pensar claramente y simplemente ignoré todo lo que decía Lavieh, me pasaba algo parecido cuando tenía 3 o 4 años, de vez en cuando mis emociones se salían de mi control y empezaba a protestar o a hacer rabietas, aunque siempre me controlaba antes de que fuera a mas
-bueno, solo piénsatelo
Lavieh se alejó y me quedé ahí solo con Faririel, ella no dijo nada durante un rato, seguramente porque vio que no estaba de humor, luego de que me tranquilicé repace todo lo que había pasado antes
-hay mucha diferencia...
-¿eh?
-ah, solo hablaba conmigo misma, estaba pensando que hay mucha diferencia de fuerza entre papá y yo, el venció a Morko con unos cuantos ataques cuando yo con toda mi mana no le quemé ni el pelo
-bueno, él es un adulto
"tiene sentido en realidad, un puñetazo de un adulto es muchas veces más fuerte que el de un niño, si la magia es igual entonces la diferencia de poder es obvia, no lo había pensado nunca"
Si recuerdo como fue, los ataques de papá tenían mucha fuerza contenida, como si una sola bola de fuego suya fuera equivalente a 20 de las mías, no se cuanta mana se necesita para hacer algo así pero seguramente me agotaría luego de lanzar unas cuantas, eso si no se sale de mi control antes
-por cierto, ¿Qué fue lo que hizo papá para detener el ataque de Morko?
-¿Qué hizo? Usó magia de fuego no?, Tú lo viste
-no, me refiero a antes de eso, cuando Morko me iba a matar y su espada chocó contra un muro invisible
-¿un muro?
-¿usó magia de viento o algo parecido?
-no sé de qué me hablas, cuando llegamos el Gashem te iba a atacar y tu padre lo atacó con magia de fuego
-¿de verdad? Entonces aquello...
-estabas muy cansada y herida, seguro imaginaste cosas, cambiando de tema, ¿qué piensas hacer Airen?
-¿sobre qué?
-sobre lo de ir a avisar a tus padres y a mi abuelo sobre la espada, ¿qué harás?
-...nada, me quedaré aquí a esperar como dijo Aran
-¿¡de verdad!?
"por supuesto que no, voy a ir pero no pondré en peligro a Faririel otra vez"
-¿porque te sorprende?
-bueno... conociéndote pensé que irías de todas formas pero supongo que me equivoqué
-sí, estoy cansada, voy a dormir un rato
-está bien, descansa
Fingí dormir hasta que anocheció, normalmente me hubiera sido imposible escaparme sin que los demás se dieran cuenta pero como habían varios grupos de personas cerca entonces pude escabullirme silenciosamente, también fue gracias a la discusión con Aran, él se quedó un poco alejado de donde yo estaba, al parecer estaba haciendo guardia con Lavieh en un sitio cercano pero elevado donde se podía ver la ciudad a lo lejos
Yo me metí por una arbolada que había detrás para evitar que me vieran y salí al camino principal más adelante, comencé a correr por el camino hacia la ciudad, por todo el camino vi grupos de personas acampando, algunos habían traído todo lo que pudieron mientras que otros salieron con lo que traían puesto, en menos de una hora logré divisar la ciudad a lo lejos, las casas cercanas a las minas estaban envueltas en llamas y desde aquí podía escuchar algunas explosiones a lo lejos, la ciudad de las minas se había convertido en un campo de batalla mientras que la ciudad real se había escondido detrás de sus murallas como unos cobardes
-tengo que encontrar a papá y decirle donde está la espada pero a partir de aquí es muy peligroso seguir, en cualquier momento podría toparme con un Gashem
Corrí hacia la ciudad y lo primero que hice al llegar fue avanzar por los callejones detrás de las casas en lugar de ir por la calle principal,
Seguí avanzando cuidadosamente, la ciudad parecía estar completamente desierta de no ser por el sonido de la batalla a lo lejos. No conocía mucho la ciudad y los caminos torcidos que estaba siguiendo rápidamente me hicieron perder mi ubicación aunque no era difícil saber dónde se estaba librando la batalla, atravesé el mercado y faltaba poco para llegar a la zona más cercana a las minas cuando de repente escuché un ruido desde el interior de una casa, me estremecí al pensar que sería un Gashem y me escondí de inmediato al mismo tiempo que reuní mana en mi mano para atacar si era necesario
"¡no!, ¡que idiota lo olvidé!"
Rápidamente dejé de acumular mana y recé para que no me hayan visto, había olvidado que los Gashems pueden ver cuando alguien acumula mana incluso a través de los objetos tal como hizo Morko cuando me vio acumular mana detrás de un árbol, esperé en silencio y luego vi salir de la casa una figura familiar, no era un Gashem, se trataba de un humano, Paul, me fastidiaba lo mucho que me encontraba con este tipo pero fue un completo alivio que no fuera un Gashem
-hey Paul –dije yo, con un tono amenazador
-¡wahh! ¿Que... eh?
Paul se había sobresaltado mucho al escucharme seguramente pensó que era un Gashem pero al verme se tranquilizó, aunque seguía mirándome con precaución
-eres un bastardo cobarde
-¿eh? ¿Por qué lo dices?
-nos abandonaste en el bosque nada más al ver el Gashem, ni siquiera volteaste a ver atrás
-es por eso... no había nada que pudiera hacer, yo no era rival para esa cosa
-jum, en eso tienes razón, un bueno para nada como tú solo hubiera estorbado
-oye, para ser una niña eres muy mal hablada sabes, como un señor, ni siquiera pareces una elfo cuando actúas así
-no hables como si me conocieras, como sea, ¿Qué haces aquí?
-¿¡yo!? Emm olvidé algo importante y regresé
En un principio le hubiera creído pero actuaba muy sospechoso, además al fijarme en la casa la puerta estaba rota y Paul cargaba consigo un gran saco que parecía lleno de cosas
-¿no estarás robando verdad?
-ugh
-¡estas robado!
-¡si así es, estoy robando y que! Tú vives cómodamente jamás entenderías lo que es ser pobre
-aunque no tuviera dinero no robaría, ¡y menos cuando hay una situación de emergencia!, ¿no tienes un trabajo?
-ja, ser minero es un fracaso, tengo conocidos que les va muy bien haciendo negocios sucios así que voy a dejar la minería y voy a empezar a vivir una vida de lujo, así que no me hagas perder más mi tiempo y déjame en paz
-¡oye!
-mi señor, aquí hay dos
Una voz extraña sonó detrás y me puse en guardia de inmediato, esta vez no tuve tanta suerte como con Paul, esta vez sí que eran Gashems, dos de ellos aparecieron por un lado de la calle y se me quedaron viendo, sus ojos rojos como sangre brillaban levemente con la luz de la luna y con su imponente tamaño eran bastante intimidantes, Paul estaba temblando de miedo y yo lo estaría también si fuera la primera vez que los viera, mi mente en este momento solo se debatía en si escapar y dejar a Paul atrás o intentar ganar tiempo para que el escapara, la única cosa segura es que las dos opciones me perjudicarían de algún tipo
Los Gashems se acercaron un poco al mismo tiempo que yo retrocedía lentamente, uno de ellos y el que parecía ser el jefe era bastante alto, quizá no llegue a los dos metros pero podría estar cerca y aunque también era musculoso, ni su altura ni su musculatura eran tanto como las de Morko, tenía el pelo de un tono gris muy claro, casi llegando a blanco y largo hasta los hombros, al igual que Reydar cargaba una claymore de más o menos metro y medio, solo que esta era de color negro incluyendo la hoja, vestía de negro usando una gabardina de cuero y una armadura debajo, sus ojos rojos brillantes me veían fijamente y yo mantenía una mezcla de asombro y miedo, no era tan grande como Morko pero sin duda se veía más peligroso que él
El otro Gashem sin embargo era todo lo contrario, aunque seguía siendo más alto que un humano o elfo común, incluso es más bajo que el otro, también es algo musculoso... más gordo que musculoso, con barba y de aspecto sudoroso además vestía ropajes café desgastados y desordenados, no parecía muy inteligente y se parecía un poco a Paul...
-oye niña –dijo el Gashem mas alto- ¿Por qué estás aquí?
-...
-¡contesta cuando el señor Jazgar te hable mocosa! –gritó el gordo muy molesto
-Trag, no grites
-lo siento señor
-por lo visto, ella es una elfa... no, mitad elfa, hace mucho que no veía una mestiza vaya rareza
"¿¡cómo lo supo!? Apenas nos hemos encontrado" -no sé si me intimidaba más el hecho de que pudiera adivinar cosas de mi con tanta facilidad o su tono profundo de voz, cada vez que hablaba me intimidaba cada vez mas
-¿Qué hacemos con ellos?, ¿Los matamos?
-supongo que no hay problema si matas al humano, pero a la niña no la mates, nos la llevaremos
-jejeje como ordene mi señor
El Gashem gordo, Trag, comenzó a preparar su espada y en sus ojos se veía la intención asesina que tenía, aunque solo parecía querer matar a Paul quien estaba paralizado de miedo, como ya nos habían encontrado y ya sabían que era mitad elfo no había razón para seguir ocultando mi magia
"casi estoy al 100% después de haber descansado así que podré luchar sin problemas por lo menos hasta encontrar a papá"
Tenía confianza en mí pero justo cuando el Trag atacó y yo lancé mi ataque de bolas de fuego, el Gashem las bloqueo todas con facilidad, yo había previsto que pasaría algo así por lo que no me sorprendí mucho y me propuse a retroceder pero entonces vi como el Gashem susurraba algo por lo bajo y en ese momento bajo mis pies aparecieron cuatro cuerdas oscuras recubiertas de un humo oscuro similar al humo que envolvía la espada de Reydar, las cuatro cuerdas me inmovilizaron al atrapar mis manos y pies, cerré los ojos esperando sentir el dolor que traería el ataque de magia de oscuridad pero no hubo tal cosa, las cuerdas solo me atraparon y no se rompían con nada ni se quemaban con mi fuego
-tu quédate ahí mocosa, ahora mataré al humano
-espera, ¿porque solo a él? -dije
-el humano no interesa, pero a ti seguramente podremos usarte para negociar y que nos digan dónde está Ignis -dijo Jazgar -aunque si te preocupa su vida estoy dispuesto a perdonarle, solo tienes que decirme si sabes dónde está Ignis... aunque dudo que lo sepas
-yo no sé dónde está
-me lo imaginaba... Trag, mata al humano y vámonos
-ahora mismo
-¡espera! -gritó Paul
Paul estaba realmente nervioso y apenas podía hablar, me volteó a ver por unos segundos y yo solo esperé que respondiera mientras pensaba como salir de este aprieto sin que ninguno de los dos muriéramos aquí, estaba claro que no podría ganarles en batalla, escapar era la única forma pero como...
-¿y bien?
-es... yo... mmm podría tratarse de... ¿una cueva? ¿L...lo que busca está en una cueva?
Nada más al escuchar lo que Paul dijo me sobresalté, recordé de inmediato que Paul estaba ahí cuando Reydar y yo salimos de la cueva
"¡el conoce la ubicación de la espada!"
-¿oh? Interesante, cuéntame mas
"¡no digas nada!" –le gritaba con la mirada, si él hablaba todo estaría perdido
-pues... vi como uno como usted salía de una cueva y...
-¿uno como yo?
-¡señor, tuvo que haber sido Reydar o Morko!
"¡rayos!"
-es verdad, no recibimos información de ellos, puede que hayan encontrado algo y los elfos los hayan matado, eran muy débiles después de todo
-Paul cállate –le susurré, Paul me miró y parecía que estaba pensando en algo, después de unos segundos su cara aterrada cambió y dijo
-la niña...
"¿habla de mí?"
-¿mm? ¿Qué pasa con ella? -dijo Jazgar
-si usted... ¡si usted me la entrega como mi esclava yo le diré dónde está lo que busca!
-¡que! ¿Estás loco Paul?
-... los humanos son seres repugnantes después de todo... está bien, te dejaré tenerla si me dices donde esta esa cueva, pero si me mientes te mataré
-¡Paul maldito debí abandonarte de inmediato!
Me sentí una idiota por haberme preocupado por ese pedazo de basura, el no dudó en traicionarme, comencé a enviar mana a mis manos aun sabiendo que ellos lo verían, solo tenía una técnica que había funcionado antes así que aun teniendo mis manos atadas usé magia empujando el oxígeno del lugar, juntando y expandiendo las manos era mucho más rápido y cubría una mayor área, a la velocidad con la que iba ahora ellos se dieron cuenta de lo que estaba haciendo y Jazgar en un instante se movió hacia donde yo estaba
-¡cough!
Fue una fracción de segundo, Jazgar se movió justo cuando yo empecé a usar mi magia y sin que yo pudiera evitarlo me golpeó fuertemente en mi estómago dejándome sin aire al instante, caí al suelo mareada y con nauseas
-Trag, pónselo
-si mi señor
Sentí como me ponían algo en el cuello mientras que poco a poco fui perdiendo el conocimiento, lo último que pensé fue, que debí haberle hecho caso a mi hermano...
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