(Narra Jade)

         Ya habían pasado 2 semanas desde mi llegada y todo iba de la mejor manera lo cual era extraño suponiendo que vivo con un vampiro.

        Jason y yo teníamos una pequeña rutina en donde todos ganamos. El se encargaría de la limpieza y la comida y yo lo alimentaria para no repetir el "accidente" de la última vez.Quedamos en que yo misma sacaría mi sangre con una aguja hipodérmica y la pondría en un vaso común y corriente para que el la bebiera. Diariamente eran 300 ml de sangre que sería casi una lata de Coca-Cola y créanme no es nada lindo es super doloroso.

         Aunque no tanto comparado con los colmillos de Jason. Algo que si me daba miedo eran las noches que Jason regresaba agitado con sus ojos rojos y mareado, una vez entró a mi habitación y me chupó la sangre mientras dormía, cuando desperté mi cama estaba manchada de sangre, por un momento pensé que era la mestruación pero no era así... o al menos aún no.

—¿¡¡A QUÉ TE REFIERES CON QUE NO!!?— grité enojada sujetando el cuello de la camisa de Jason haciendo que mi viera a los ojos y dejara de ver su estúpido teléfono

—Ya me escuchaste no puedes salir de esta casa— dijo Jason con voz neutra mostrando el minimo interes

—¡¡ES SÁBADO POR LA NOCHE Y HACE 2 MALDITAS SEMANAS QUE NO TOMO UNA CERVEZA!!—grité dando patadas al piso. Aprecia niña pequeña haciendo un berrinche, pero mi padre me había malcriado al ser la única hija que tenía.

—Oye tienes 15 años dudo que te dejen entrar a un club nocturno—dijo con una risita burlona mientras alejaba mis manos de su prenda y volvió a incorporarse en el sillón.

—Muy chistoso—dije entre dientes—¿por qué no puedo salir a divertirme?—dije un poco más calmada pero con el mismo tono brusco casi haciendo un berrinche.

—Porque no quiero cuidarte—contestó directamente en seco como es típico de él y sin quitar la mira de su maldito teléfono.

—Bien entonces yo iré sola y si me pasa algo solo tengo que tocar el maldito anillo y decir que vengas o algo por el estilo ¿no?—dije tomaron asiento al lado suyo abrazando uno de los almohadones. Lo miré seriamente pero solo logré sacarle una carcajada.

—Me sorprende lo idiota que eres—dijo con una estúpida sonrisa.

—¿No tienes que chupar la sangre de alguien?—pregunté sarcástica—. Últimamente llegas hambriento más de lo usual, ¿todo está bien en el trabajo?—dije con una sonrisa de lado alzando una de mis cejas mientras me recostaba a su lado para poder ver que tanto observaba en su teléfono—. Uuu~ ¿quién es ella?—tomé su teléfono y me levanté de asiento para ver mejor la foto de aquella chica de piel blanca cabello super oscuro y ojos verdes.

—¡Nadie en especial!—se acercó intentando quitarme el teléfono a lo cual rápido toqué el anillo.

—"Alejate 2 metros"—ordene sin quitar la mira del teléfono.

—¡Oye no mires eso!—exigió con voz nerviosa casi suplicando, yo no pude evitar reír al ver su estúpida cara a punto de llorar.

—¿Porque no?, oye mira que bonito tatuaje tiene en sí hombro—dije muy admirada del hermoso diseño que llevaba.

—N-no es un tatuaje—susurro Jason sonrojado.

—Awww te ves tan lindo sonrojado—chillé sonriendo al ver esa expresión tan adorable. Después de reírme un poco tomé el teléfono haciendo zoom de la foto para ver mejor su tutuaje.

—Oye dame eso por favor- dijo Jason intentando mover las piernas, lo cual era un intento fallido.

—¿Por favor?—solté una enorme risa al escuchar a Jason suplicando por primera vez. Era divertido—.¿Desde cuando dices por favor?— seguí viendo las fotos hasta encontrarme con una foto de ellos besándose.

         Por alguna razón me quedé sin aliento, mi sonrisa burlona desapareció y sentí una punzada en el corazón.

—¡¡DAME EL MALDITO TELÉFONO!!— gritó Jason usando sus brazos para mover sus piernas.

        No contesté. Estaba tan impactada al ver la fotografía que dudé que fuera Jason. El Jason que conozco es terco, grosero y solo se rie para burlarse de los demás. Pero el Jason de la fotografía se veía feliz, calmado y con una sonrisa sincera. "Yo también quiero hacerlo sonreir". Me dije aun contemplando la fotografía ignorando los gritos y berrinches de Jason.

—¿Quien es ella?—finalmente salí de mis pensamientos y miré a Jason a los ojos con algo de melancolía. Su mirada irradiaba nostalgia y frustración ante mi pregunta.

—Nadie...—susurró con la mirada en el suelo.

—"Ya puedes moverte"—ordené extendiendo el teléfono para que lo tomará.

—Sabes, eres irritante, hazme el favor de no meterte en lo que no te importa— dijo arrebatandome el teléfono de las manos—.Estaré aquí toda la noche, si intentas escapar para irte a un club nocturno te mataré.

—¿Por qué no vienes conmigo? De seguro de divertirás mucho—dije sonriendo ignorando lo último que dijo—. Es raro verte sonreír—susurré.

—Es más fácil respirar bajo el agua— dijo volviendo a sentarse en el sillón, esta vez apagando su teléfono y sacando un libro llamado "Aquí dentro siempre llueve".

—¿No te quieres divertir?—dije con una voz chantajeosa.

—Emborracharme no suena divertido, sobre todo si tienes un trabajo como el mio.

—¿Cual es tu trabajo—pregunte sentándome a un lado de él.

—Se podría decir que soy un "exterminador"—contestó sin quitar la vista de su libro y haciendo comillas con sus manos.

—¿Exterminador de que?—pregunté.

— Te acabo de decir que no te metas en lo que no te importa niña— frunció el ceño.

—Tengo un nombre Jason ¿te molestaría  llamarme por mi nombre?

— Si, me molestaria mucho ¿ya te puedes callar?

—¡¡Olvidalo !!—grité levantándome enojada del asiento y caminé hasta mi cuarto para azotar la puerta.

           Me sorprende lo grosero que puede llegar a ser, ya no lo aguanto y yo todavía qué me molesto en alimentarlo para que "no quede en la demencia" como suele decir a diario.

        Casi toda la maldita tarde me la pase encerrada en mi habitacion escuchando musica y viendo fotos viejas de Arturo y yo. Como es típico de mi era inevitable llorar sobre todo cuando estas escuchando "My immortal- Evanescence" que probablemente sea una de la canciones mas tristes del mundo.

        Sin darme cuenta me quede dormida en medio de la canción y ya era de noche. Mire la hora en mi celular y eran las 10:47 pm aún estaba a tiempo para ir a tomar algo.

     Lo primero que pasó por mi mente era escapar usando mis sábanas como cuerdas y bajar por el ventana, pero al final me dio flojera, así que salí por la puerta trasera aprovechando que Jason estaba en la sala viendo televisión.

           Ya habían pasado 2 horas y me sorprendía que Jason no hubiera notado mi ausencia. O era muy distraído ó muy poco le importa mi vida, [la segunda sin duda].  No estaba bebiendo demasiado solo habían sido unas pequeñas margaritas. Bien sabía que no debía pro-pasarme de lo contrario el señor "solo me sirves de alimento" se quejaría por el sabor de mi sangre.

       Como no tenia con quien platicar solo me concentré en mi teléfono y escuchar la música del antro. Hasta que un hombre se sentó a lado mio y comenzó a mirarme extraño.

—¿Vienes sola?—me preguntó con una voz nerviosa mientras tomaba un Cape Dover rojo.

—Vengo con mi novio depravado—dije entre dientes tomando distancia, ya sabía a dónde iba esto y no me gustaba, así que rápido me levanté de mi asiento y caminé junto a la pista de baile para evitar que ese idiota me hiciera algo.

—Oye...—sostuvo mi brazo haciendo que lo único que viera en sus ojos  fuera una cara de desesperación y deseo—.Ven conmigo a la azotea.

—No gracias—respondí quitando mi brazo de entre sus manos y caminé a las escaleras para ir al segundo piso donde se encontraban los casino.

          Pero por más que caminara no evitaba el hecho de sentir que ese idiota me seguía viendo. Hasta que me descuide mientras revisaba mi teléfono para llamar un taxi e irme de una vez de ese lugar.

         Alguien me tapó los ojos, boca y ató mis manos. Me sentía como esas chicas de las novelas que siempre son raptadas y que por más que tratarán liberarse era inútil (¿me estaba convirtiendo en un cliché?).

—N-no te muevas por favor —dije el bastardo dejando en el piso de la azotea mientras me quitaba la venda de los ojos—.Finalmente podré cenar— dijo con ojos rojos y una risa demoníaca.

          "¡¡POR UNA MIERDA!!" grité en mi mente. Ya era fastidioso vivir con un vampiro y ahora ¿ser comida por uno? Yo no vine a aquí solo por eso.

        Antes de que se acercara a mi cuello recordé algo que mi maestro de defensa personal me dijo: "¡¡JADE GOLPEA LA NARIZ MALDITA SEA!!"(ese día no estaba poniendo mucha atención).

             Uno de los puntos débiles de las personas son: los oídos, nariz, ojos, la cara, las sienes, la garganta, los riñones etc. Así que esperé a que se acercara un poco más y le di una patada en su nariz pues eso nubla la vista. Una vez aturdido me levanté y con la boca me quite los nudos en mi mano

-"Jason ven rápido"- ordene mientras corría rumbo a la puerta de la azotea- ¡¡MIERDA DEBE SER UNA BROMA!!- maldecía al encontrar la puerta cerrada.

      El tipo ya estaba de pie y esta vez corrió hasta hacerme chocar contra el suelo. En su cara no se veía coherencia y todo rastro de humanidad había desaparecido.

          Totalmente inmovilizada sentí como si cuchillos se enterraran en mi cuello y cortaran la piel como si fueran las garras de una animal. Esa cortada se extendía desde mi cuello a mi hombro lo cual hizo que gritara de dolor. La desesperación, el miedo y el dolor no me dejaba pensar bien.

        El sujeto se abalanzó a mi cuello y comenzó a morder. Algo totalmente opuesto lo que hacía Jason, no me estaba chupando la sangre ¡me estaba comiendo viva!

—¡¡Agh!! —grité de dolor—" ¡¡JASON VEN RÁPIDO!!"—volví a ordenar—¡¡¡AAAH!!! —  el dolor empeoraba. Era super doloroso y no tenía a nadie que me ayudara, ante el miedo comencé a llorar esperando que alguien me ayudara.

       Justo cuando ya me estaba dando por vencida y dejaba de pelear escuche un grito a lo lejos

—¡¡NO TE MUEVAS!!— escuché acompañado de unos disparos de pistola.

      Gracias al cielo Jason había llegado, apareciendo de la nada, comenzó a disparar en las piernas del desgraciado y a su espalda.

—Escúchame niña, no te muevas, intenta levantarte para poder darle a su cabeza—habló con voz calmada recargando la pistola. Estaba a unos metros de mí, pero no podía evitar sentir miedo, no miedo a morir, miedo a que esa cosa siguiera viva y atacara a las personas que se encontraban dentro del edificio.

—Jason...—susurre llorando—; duele mucho—lloré mientras recibía más mordidas del individuo.

—Por favor intenta sentarte un poco— pidió quitando el seguro a su pistola y apuntando a la cabeza del Fenómeno.

—Esta bien...—tomé aliento intentando soportar el dolor y con ayuda de mis brazos pude levantarme un poco y sentarme en el piso.

      Cerré los ojos esperando que Jason no fallará y matara a ese fenómeno de una buena vez.

      Finalmente mis oídos fueron inundados por el sonido de la pistola. Sentí como la mandíbula de ese Fenómeno de soltaba de mi piel, y al verlo en el suelo me alejé rápidamente. Volví allanar mis pulmones de aire que el miedo me había arrebatado.

—Listo...- dijo Jason intentando recuperar el aliento y cayendo de rodillas al suelo—Jade... una vez que te recuperes ve por atención médica— dijo con voz cortante mientras respiraba irregularmente—. Olvídalo, es mejor que te vayas rápido....—susurró encorvando su espalda  y tapando sus ojos con una de sus manos. Soltó un quejido de dolor y respiró entre jaleos de una manera irregular.

—Jason...— susurré adolorida, aún tendida en el suelo intenté arrastrarme hasta él, pero fue en vano—¿Estás bien?.

—Solo hazme caso y... ¡¡AGH!!— susurró y dio un quejido de la nada — ¡Vete!

—Jason—aún con mis piernas débiles me acerqué a él quedando justo al frente de él —. Gracias—débilmente apretando mi herida reteniendo la hemorragia—.Perdóname debí hacerte caso.

—Eso n-no importa ahora—habló con voz nerviosa y respiración agitada— Tienes que irte.

—No, antes tienes que escucharme—dije desesperada, acababa de salvarme la vida y tenía que ser honesta con él.

—E-estas sangran-do mucho...— dijo entrecortado aun con su respiración agitada.

—Eso no importa lo que yo quería deci...

—¡¡LÁRGATE!!- gritó posando su mano en sus oídos intentando no escucharme—¡¡SI NO QUIERES MORIR ENTONCES LÁRGATE!!

—Oye...— lleve mi mano a su rostro haciendo que me mirara.

        Y ahí estaba de nuevo esa mirada, sus ojos rojos, o dientes afilados, y su respiración agitada era el resultado de su abstinencia. Él había soportado su deseo a beber mi sangre para no hacerme daño.A pesar de sus advertencias yo no quería irme de su lado de alguna forma necesitaba ayudarlo.

       Ignorándome se levantó y se acercó al cadáver para abrir el pecho con su propia mano y después sacar el corazón del cadáver.

—Jason...— lo llamé con miedo —No lo hagas por...— antes de terminar mi oración, él ya había tomado el corazón y lo había llevado a su boca para devorar el corazón completo, manchándose la cara y manos de sangre. Vi a sus ojos y ya no estaba en sí. Se dice que los ojos son las ventanas del alma, bueno los ojos de Jason se veían vacíos. Al cruzar miradas se acercó caminando a mi y yo solo hacía el intento inútil de moverse rumbo a la puerta. Parecía una presa fácil

—Te dije que escaparas...—susurró con mirada triste—. Se supone que debía protegerte y que tu estarías conmigo, pero aun así moriste y me abandonaste...

       ¿Con quién estaba hablando?, solo entendí la primera parte pero lo demás parecía no ir dedicado a mí. Cuando salí de mis pensamientos él ya estaba encima de mí y estaba lamiendo la sangre que se escurría a lo largo de todo mi brazo hasta llegar a mi hombro.

—Pero regresaste solo para hacerme sufrir ¿verdad?—susurró sin verme a los ojos, aún pasando su lengua por la herida.

—Jason te estas equivocando de persona...—susurré asustada.—Yo nunca te haría daño.

        A pesar de ya haber visto a Jason convertido en esta clase de monstruo, ahora más que nunca en mi vida tenía miedo de estar tan cerca de el. Encajó sus colmillos en mi hombro y comenzó a beber.  A diferencia del otro sujeto su mordida no era tan fuerte pero eso no evitaba el hecho de que doliera, sobre todo porque sus dientes habían abierto más la herida.

         Con la vista borrosa por la falta de sangre pude ver un pequeño brillo a lo lejos y lo que pasó después fue a Jason apuñalado por una flecha en la espalda.

        Se alejó de mí

—En el blanco Leo—apareció a un lado un muchacho con cabello rubio y ojos verdes a un lado de nosotros—.No dejas de decepcionarme Jason.

—¿Evolucionó Will?—preguntó otro muchacho un poco más alto que el anterior con cabello oscuro y ojos azules.

—Tal parece- se acercó a mi—.Buenas noches señorita, mi nombre es William Walsh le ofrezco una disculpa por lo sucedido en nombre de mis señores, por favor déjeme arreglar todo esto—extendió su mano y yo quedé en shok.

—¿Siempre tienes que decir eso?— preguntó entre risas el otro muchacho el cual portaba arco y flechas. Él le disparó a Jason

—Hace más formal todo éste asunto— dijo sonrojado ante la burla del otro muchacho.

—Will no todo en la vida son modales y etiquetas—sonrío al verlo sonrojado.

"Es como hacer mal tercio"

—Escuchen no sé quiénes son pero no quiero nada que ver con ustedes— dije débilmente

—No estamos para lastimarte jovencita, solo venimos a recoger eso— dijo el rubio calmadamente refiriéndose a Jason, el cual estaba tendido a un lado mio y no mostraba señales de vida.

         El rubio  acercó sus manos a mi hombro y cuello haciendo que una luz dorada saliera de éstas y sanaron mis heridas. Lo miré algo curiosa, pero bueno, soy muy curiosa.

—Lamento decirte que te borraremos la memoria para evitar secuelas—dijo el mismo muchacho acercando su mano a mis ojos a lo cual yo le di una cachetada manchandolo de sangre ya pues mis manos estaban bañadas en sangre.

—Will— dijo el otro acercándose rápido a él y revisando su golpe. Era extraño que una persona se preocupara tanto solo por una cachetada.

—Estoy bien Leo...—sonrío—.Jovencita es por tu bien—me miró ésta vez borrando la sonrisa y mirándome indiferente.

—No es la primera vez que veo a Jason así... no me alejare de su lado—dije poniendo la misma expresión que él.

—Eso es una estupidez—contestó él que parecía llamarse Leo.

           Mientras yo dabas mis razones para no alejarme de Jason y que no borraran mis memorias, el otro chico al que si no mal recuerdo se llama William, saboreo la sangre que se encontraba en su mejilla y se quedó en shock.

—Leonard, lleva a Jason y a la muchacha a nuestra casa para darles atención médica—dijo Will.

—Pero...—intentó hablar el pelinegro, pero bastó ver el rostro del rubio para hacerlo callar.

—Sin pero te recuerdo que soy tu jefe—dijo entre dientes el rubio, manteniendo un semblante firme.

—Está bien —contestó de mala gana cargando a Jason como si fuera un costal de papas.

       Yo caminé al lado de Will quien se había limpiado ya la sangre de su cara y ahora está mostraba una sonrisa.