55- Final
—¡William! —exclamó Leonard con dolor al ver el cuerpo de William al el interior de la cápsula, débil, pálido y ahora demacrado, sin energía y agonizante. Su cuerpo se movió, sus piernas corrieron hacia su pareja, incluso soltó una de las cuchillas que ocultaba en su manga.
Era obvio, las emociones mueven almas.
—No tan rápido hermano—advirtió Near sacando de la nada un pequeño cuchillo de plata, y sin dudarlo ni apartarle la mirada esperanzada a Leonard apuntó al cuello de William— No quiero ensuciarme.
De inmediato nos detuvimos, incluso Leonard parecía que iba a caer ante el repentino frenar de su cuerpo. Por otro lado, Vincent miraba con orgullo a su hijo, abrazando con fuerza a su pareja, se podía ver en su retina azulada el goce de ver a Leonard sufrir ante la posible pérdida de su ser amado.
—Libera lo— musitó apretando su quijada, su rostro reflejaba enojo, una furia que irradiaba en su interior que no era liberada por el hilo que dividía la vida y la muerte de William.
—¿Perdón? —cuestionó incrédulo Near, como si no hubiera logrado comprender la súplica de su hermano—, tu no eres el que me rige, el único que ha de mandar a los demás soy yo, el que va a decidir si 'Will' vive— hizo una pausa para tomar la cabeza de William y dirigirla a Leonard con brusquedad, como si quisiera darle a saber lo agotado que se encontraba su cuerpo, que le doliera ver el rostro lleno de extenuación— Rendirse no es difícil hermano ¿pero qué tan difícil es perder lo que más amas?
—¿Qué tan difícil es pelear como hombre!? —cuestionó Jason—¡Abre esa maldita barrera y te enfrentaré cuerpo a cuerpo, no te escondas a simple vista! —expresó cargando su arma.
—Cállate miserable bastardo, una fenómeno como tu no puede amenazar a alguien como un Sangre Pura—contestó Vincent Gravez soltando a Nora de sus brazos para hacerse presente en la habitación nuevamente.
—Abre bien los ojos hermano, no hay ninguna barrera— dicho eso me percaté de que era verdad, el poder de la barrera se había desvanecido una vez Vincent comenzó a hablar, pero no podíamos hacer nada, no con William como rehén.
—Leo-nard—susurró William apenas y podía hablar debido a la enorme presión que Near hacía en su garganta, el rubio finalmente hizo un rostro de agonía.
—Basta Near—suplicó el azabache.
—Claro, lo haré—habló histérico y con sarcasmo—, como tu lo hiciste cuando mataste a mi madre o como cuando me quitaste el trono y olvidaste tu linaje— expresó molesto haciendo que William se quejara de nuevo al recibir la ira de Near sobre su delicado cuerpo—¿Por qué tendría compasión con alguien que...?
—¡Aagh! —se escuchó un grito en la habitación por parte de Nora—¡No por favor! —gritó agudamente. De un momento a otro se encontraba en el suelo, Vincent no tardó en sujetar y reposar la en el suelo.
—Nora, cariño— dijo Vincent tratando de no entrar en pánico al ver como Nora gritaba sin control alguno y se movía con dolor sobre sus fuertes brazos.
—¡Duele! —gritó rasgando el cuello de su vestido llegando a romperlo, pude ver como sus uñas se volvía garras y estas rasguñaban y cortaban parte de sus brazos y pecho, la sangre no tardó en teñir su vestido.
Al ver la sangre se me fue imposible mirar a Jason, pues él se volvería loco con la más mínima gota de sangre que se le presentara, pero parecía poder controlarlo.
—¡Duele, duele mucho! — volvió a gritar Nora sujetándose con fuerza su cabeza, como si un tormento se posara sobre ella—¡Detenlo Vincent!— pidió arqueando su espalda, se llegó a escuchar incluso como sus cuerpos se quebraban y doblaban, sus ojos se resaltaron al igual que sus colmillos. La cabellera negra de Nora creció hasta cubrir su rostro lleno de dolor, su garganta se partía en gritos de agonía y Vincent se limitaba a tratar de calmarla, en sus ojos azules pude ver la desesperación pero al mismo tiempo impotencia—¡Aah! — volvió a exclamar moviendo su cabeza con desespero, su esposo la sostuvo con fuerza tratando de calmarla para que no llegara a lastimarse, pero el sufrimiento era notorio, como si se consumiera, como si estuviera ardiendo en las llamas del mismo infierno, como si agonizara al punto de morir.
—¡Nora! —gritó Vincent en clara desesperación al ver como su pareja comenzaba a poner sus ojos en blanco, fue inevitable escuchar otro grito de dolor consumiendo la dulce voz de Nora, como suplicaba ayuda divina, como el suplicio se volvía cada vez más grande. Poco a poco Nora alcanzaba un nivel semejante a la locura, me sorprendió ver como su grito se volvía cada vez más agudo, como si el aire le faltara y en un intento de mantenerlo alzó una de sus manos, y cuando sus gemidos de tortura no dieron para más, su mano cayó al suelo, ahora sin vida.
—¡Nora! —volvió a gritar Vincet, llevó a Nora a su pecho y la abrazó con fuerza, su rostro se mostraba desconcentrado, llegaría a decir que asustado.
—Madre... —susurró Near en un tono sobresaltado, apenas pudo ver a sus espaldas sin soltar una sonrisa de locura, como si la desesperación lo hubiera abrazado, realmente no pude sentir más allá del odio inundando a Near, el dolor y el sufrimiento de perder a su madre.
—Vamos Vincent, tú nunca lloraste por mí— se escuchó una voz dulce y humilde en la habitación, todos nos pusimos alerta, incluso William quien difícilmente mostraba conciencia alzó su cabeza buscando el origen de tan hermosa voz.
—Imposible—esta vez fue William el que habló, aún seguía a la merced e Near, pero su agonizante fuerza le permitió ver hacia el techo en búsqueda de la mujer que lo trató como a un hijo.
—Eva.. —susurró Vincent, soltó el cuerpo de Nora y este azotó crudamente contra el frío concreto. —¿Eva? —cuestionó nuevamente Leonard, era imposible lo que había salido de la voz de Vincent, todos nos quedamos quietos, pero ese silencio no duró lo suficiente, al instante el sonido de una cuerda siendo flexionada y el sonido de la madera chocando, una ligera respiración nos hizo alertarnos, eso fue sonido suficiente para que se confirmara lo que había dicho Vincent.
Y de la nada una flecha se disparó desde el aire, pero esta vez fue detenida por otra barrera e Near, el cual no dudó en tomar del cabello a William y lo quitó del frente de Leonard para ponerlo a sus espaldas, como si fuera un trapo sucio.
Todos dirigimos la mirada al techo en búsqueda de la dama, la cual bajó elegantemente nada más y nada menos que Evangeline Gravez. La imagen de ella, portando una armadura en forma de vestido, abierto por la parte del frente del vestido, siendo cubiertas sus piernas por unas medias de metal, simulando un pantalón y en su espalda se posaban sus flechas siendo camufladas por su larga y negra cabellera.
—Detén todo esto Vincent— ordenó una vez se hizo presente de manera tan magnífica—, te creí de muchas cosas, pero sé que nunca permitirías tantas muertes, dime, ¿dónde quedó el Sangre Pura que amo la vida y que nunca se absorbió por el poder?
—¿¡Cómo es posible que estés viva!? —esta vez fue el turno de Near de cuestionar la presencia de Evangeline, y la verdad, no era el único que se lo preguntaba—¡Tú habías muerto, yo me encargué de que eso pasara! —gritó sin pudor alguno, lleno de enojo, alterado y sin control de lo que salía por su boca, era normal, pero lo último que había mencionado nos hizo estremecer.
—¿Qué has dicho Near? —exclama su padre. Era normal de Vincent se mostrara tan sorprendido, él desconoció como fue la muerte de la persona que alguna vez amó.
—¡No finjas demencia padre! —volvió a gritar, esta vez señalando a Evangeline—. Esa mujer es sólo la raíz de tus problemas con mi madre, la razón de esas peleas, de esas largas discusiones— volvió a mirar a Nora, pero esta vez sus ojos reflejaban un brillo azul—¡Esa maldita marca! —rápidamente la barrera se esfumó, al mismo tiempo que Near lanzó un rayo del mismo color de sus ojos a Evangeline.
—¡Madre! —exclamó Leonard y reaccione al instante, estiré mi mano y abría un campo de fuerza alrededor de Evangeline, pero el impacto de Near era fuerte, lo sentía en todo mi cuerpo al tratar de detenerlo, la adrenalina del momento logró paralizarse y sentir un hormigueo por todo mi ser.
Ese era el poder de un Sangre Pura evolucionado recorriendo mi cuerpo...
—¡Maldito bastardo! —Leonard sacó una flecha en forma de luz, un arma endemoniada y disparó sin piedad a Near, impactando en su hombro, haciendo que Near soltara un grito de dolor y se viera debilitado por el impacto.
Ante eso, y una vez Evangeline segura, rompí el campo de fuerza, le dirigí la mirada a Jason y nos dispusimos a entrar en la batalla.
Near no se quedó atrás y en un abrir y cerrar de ojos su cuerpo de regeneró, llamando mi atención, pues el poderoso ataque de Leonard no le había causado nada. El sonido del metal chocando fue la sinfonía para la danza de la muerte que se llevaba a cabo en el salón, me fue inevitable atacar a Near, era el momento para dar todo antes de fallecer, pero este hizo aparecer nuevamente de la nada otra daga y dio rienda suelta a otro fenecí de ataques. Near era rápido, podía detener con elegancia los espadazos de Leonard y no dejaba de atacarme al mismo tiempo, su delgado cuerpo se inclinaba, se movía junto a mis movimientos, cubría sus puntos ciegos y no daba oportunidad.
Aún con todo eso en contra, mi cuerpo nunca se había sentido tan seguro al atacar y sobre todo, miraba a Near a los ojos y con cada ataque que daba, me sentía más segura de mi fuerza.
—No quiero hacerte daño— habló Vincent mirando incrédulo a Evangeline, mientras resistía a su ataque.
—Ya lo hiciste— contestó tomando otra flecha, disparando certeramente al hombro de Vincent, a pesar de que este había mostrado indicios de defenderse-
—My lady— habló Jason interponiéndose entre ambos—, permítame dar mi espada por usted— hizo una pequeña reverencia, me sorprendía ver a Jason haciendo tal acción frente a un Sangre Pura, pues él ya había dejado muy en claro cuanto los odiaba. Claro ejemplo de que Evangeline era diferente.
—Gracias Jason— sonrió y ante esa acción Jason sonrió, feliz de que alguien como ella supiera su nombre— Pero esto es algo personal—miró nuevamente a Vincent, el cual quitó de su hombro la flecha que Evangeline le incrustó.
—Bien— aceptó Vincent iniciando un brillo azul en sus ojos, haciendo aparecer de la nada una espada. Era algo de lo que me había percatado, la evolución de un Sangre Pura permitiría hacer aparecer armas con su energía al máximo, eso daba a entender porque las prohibía desde un inicio.
Sin perder el tiempo, se acercó a Evangeline, pero ella no se movió, permaneció serena y tranquila, pues antes de que la espada de Vincent impactara con ella, Jason se interpuso en el ataque y yo abría una pequeña barrera, protegiéndolos del ataque.
Por otro lado, Near se percató de mi movimiento sin dejar de dar feroces golpes hacia Leonard, aún así, fue suficiente girar su cuerpo un poco para darme un golpe con una de las dagas. Caí al suelo de espaldas y antes de que Near impactara con otro golpe, tomé mi espada y lo detuve con ella, tratando de que fuera mi escudo, pero sólo inicié un pequeño duelo de espadas, pues Leonard se percató y también tomó su espada, atacó en la parte del abdomen a Near, pero este sólo lo miró con molestia.
Near dió una patada al cuerpo de Leonard, empujándolo junto con su espada al otro lado de la habitación, mientras yo me impulsé del suelo, dí un salto en el aire y tomé la fuerza del descenso para para impactar mi espada en el hombro de Near. El pelinegro se quejó de dolor, era normal, había usado una enorme fuerza en ese ataque, pero me percaté de algo; por más profunda que fuera la herida y que su brazo estuviera a poco de ser desmembrado del resto de su cuerpo, este se regeneraba de forma rápida. Parecía que el impacto no había dejado ni gota del dolor que había mostrado en los primeros segundos del impacto.
Mientras yo trataba de nuevo en atacar a Near, del otro lado de la habitación había una danza elegante de espadas y flechas. Evangeline lograba disparar hasta tres flechas juntas y Vincent evitarlas con el simple ademán de su espada. El vampiro de mirada azulada se acercó nuevamente a ella para dar un golpe final, pero ella no era la dama débil que recordaba él. Ella tomó su arco y lo usaba como escudo, mientras con la otra de sus manos, portaba una mini ballesta en el dorso de su mano, y cuando Vincent atacaba aprovechaba para lanzar pequeñas flechas de acero.
—¿¡Por qué regresaste!? —cuestionó Vincent sin dejar de atacar.
—Al morir nos llevamos con nosotros un sentimiento, y fue ese mismo sentimiento el que me despertó, además... —lanzó una flecha de su arco y otras dos de acero, pero Vincent logró evitarlas todas —; lamento informarte que mientras sigamos unidos yo regresaré cuando tu lo hagas— señaló a la marca en su clavícula, una hermosa flor de cerezo dando color a su blanca piel.
—Esa marca ya no tiene valor— detuvo su ataque y se concentró en su habla—. No desde que marqué a Nora sonó su voz arrepentida, pero ahora que te veo de nuevo, me doy cuenta que fui un idiota al dejarte.
La voz de Vincent se perdía con el sonido del metal atacando a Near, apenas y podía concentrarme en ella, igual que Leonard, que por más fuerte que fuera el sentimiento de correr a proteger a su madre, la prioridad era Near. Por otra parte en la puerta de madera, se encontraba Jason matando a sangre fría a los reclutas de Near que se aproximaban a la ayuda, impidiendoles el paso con el plomo de su pistola.
—Aún tenemos un lazo Eva— se acerca Vincent a ella, esquivando cada flecha de metal que se le acerca, como si su poder fuera el de manipular el metal.
—Tu nunca me amaste— escupió Evangeline con firmeza.
—Lo hice— respondió cambiando nuevamente su tono de voz, y de la nada chasqueó sus dedos.
Un frió recorrió mi cuerpo al escuchar ese chasquido por parte de Vincent y al fijar la mirada de nuevo a los viejos amantes sólo pude escuchar el grito de dolor de Leonard.
—¡Madre!— gritó el pelinegro llamando la atención de Evangeline, quien fue atacada a traición por Vincent cuando menos nos dimos cuenta, pues el que había dicho que la había amado con lisura la había apuñalado por la espalda insertando una espada en el cuerpo de Evangeline. Vincent se había duplicado y su clón había atacado mientras él la distraía.
Antes de eso, Leonard trató de correr hacia su madre, pero Near tomó a su amado y lo apuntó contra él, dando a entender que sólo podía pelear una sola batalla. Resignado, Leonard regresó atacando ferozmente a su hermano para evitar que corriera la sangre de su amado.
Y mientra tratábamos de tragarnos el odio , Evangeline era apuñalada una vez más, pero me sorprendió que se mantuviera de pie, mirando fijamente a Vincent.
—Si lo hice— volvió a profanar acercándose a ella lo suficiente como para poder acariciar su mejilla, y pude ver en sus ojos la verdad, no mentía, por alguna razón era cierto, y sin duda le dolía deshacerse de aquella persona que fue la primera que le hizo saber lo que era el amor, pero entonces dijo esa maldita frase—, pero amaba más mi libertad— susurró acercando más a ella para besarla en la mejilla.
—Pobre Nora— también susurró y una de sus manos se posó en el pecho de Vincent, haciendo que resplandeciera un brillo color morado— Amó a un idiota— concluyó haciendo puño su mano.
—¡Aaah!— se quejó Vincent en un grito de agonía, como si ese pequeño apretón le hubiera triturado su oscura alma—Eva...— la nombró con dolor—, no te atrevas— su voz se quebró, como si le arrebataran la vida, como su cada vez que el puño de Evangeline se cerraba más, como si la luz que se desvanecía poco a poco consumiera la suya, como si muriera, como si por primera vez experimenta el sufrimiento, el dolor y la agonía de pudrirse hasta la muerte—¡Aaahh!— gritó.
—Nhgt—también se quejó Evangeline al sentir el filo de la espada de Near perforar su corazón, la fuente de su vida— De nuevo...— susurró con dolor.
—A esto e-estamos destinados— profesó temblando como una hoja, mostrándose más débil, y vaya que era obvio, por fin había logrado comprenderlo, el poder de Evangeline era el de arrebatar vidas, matar al instante y si ella lo quería de forma dolorosa. Se miraron con tristeza, después de todo estaban matando a alguien que solían amar y fue una lágrima suficiente para sentenciar sus muertes, ambos cayeron al suelo y sólo usando su ultimo segundo de vida para tomarse de las manos, como si con ese acto, todo dolor, todo odio y recelo muriera junto con ellos.
—¡Padre!— gritó Near viendo como su progenitor yacía en el suelo, tomando la mano de otra mujer que no era su madre.
El pelinegro perdió nuevamente a sus padres, otra vez frente a sus ojos.
Y como era de esperar, Near soltó un grito de furia, un grito lleno de dolor, que a medida que lo expulsaba del fondo de su ser se volvía cada vez más quebradizo, como si su voz se partiera junto con su alma. De pronto, tomó la espada que sujetaba y la clavó en el suelo, provocando una onda expansiva de color azul, todo el poder acumulado que irradiaba debido a la muerte de sus padres, todo el rencor, y la impotencia se detonó, sacándonos volando a Leonard y a mi, al igual que a todos los fenómenos que se enfrentaban a Jason y trataban de ir a la ayuda de Near.
Tuve que sujetarme de mi espada clavandola en el suelo para evitar salir de la habitación, Leonard apenas y pudo mantenerse de pie y en cuanto dirigimos la vista de nuevo a Near, ya se encontraba envuelto en un fuego azul, sus ojos brillaban del mismo color y por primera vez pude ver sus colmillos en su cavidad bucal.
Me sorprendí, Near realmente había perdido la compostura y con sus manos tomó a William de vuelta sin ningún cuidado, tomó aire y escupió con odio.
—¡Bien, traté de ser razonable, pero me obligas a esto hermano— exclamó tomando a William del cuello, pero mi amigo no podía poner resistencia, incluso parecía que no sentía las frías manos de Near sobre él, se veía agonizante, como la flama de una vela ante un viento arrasador.
—¡No lo hagas Near!— gritó Leonard corriendo para detenerlo pero al llegar una barrera se tuvo impidiéndole el paso—¡Detén esto de una vez!— volvió a exclamar, separando en arco en dos y sacando dos cuchillas de las partes inferiores de cada parte, parecían espadas. Trate de desvanecer las defensas, pero esta vez era diferente, Near aún seguía envuelto en ese fuego azul que desmoronaba.
—¿¡Estás feliz hermano, feliz de arrebatarme a mi familia, feliz de quitarme a lo que amaba!?—hizo una pausa para mirarlo mientras sostenía a William—Pues ahora es tu turno, lo que tanto estaba anhelando— habló irónicamente tomando a William más fuertemente, sus piernas colgaban sin fuerza alguna.
Su rostro se mostraba en agonía, pánico, miedo; un nudo en la garganta se formó debido al miedo de ver a mi mejor amigo sufrir ante las manos de Near.
Leonard golpeaba con ambas cuchillas la barrera, tratando de romperla con desespero, pero con cada golpe que daba solo lograba dañar las cuchillas, y ante el insistente golpeteo del metal, William lo miró finalmente como si pudiera sentir su dolor, su desesperación, su miedo, como si su vista se hubiera enfocado solamente para ver el rostro lleno de tristeza del azabache, solamente para ver a su amado.
—¡No lo hagas Near, toma mi vida, mátame, mátame por favor, sólo destruyeme, pero no le hagas nada— suplicó con desespero al borde de las lágrimas, sin dejar de golpear, desesperado, lleno de miedo a que las palabras de Near se cumplieran—¡William, William, William!— gritó pronunciando en nombre de su amado cada vez más desesperado, como si la voz se le rompiera ante el temor, al parecer no poder hacer nada para salvarlo, lo llamó con lágrimas en los ojos, llorando misericordia, sin miedo a dar su ida a cambio de que su William viviera, pero Near hizo aparecer un destello dorado de su mano libre, fue cuando mi cuerpo se estremeció, reconocía ese resplandor, se trataba del poder de William para borrar las memorias—¡No por favor!—suplicó cayendo de rodillas sin dejar de mirar tal escena desgarradora—¡William!
—Leo...—susurró al ver llorar a su pareja, sus ojos sin vida volvieron a tenerla una vez más, y de estos se desbordó un río de lágrimas silenciosas, uno que compartió con Leonard, un llanto que compartieron, era una pareja enlazada, algo más fuerte que la marca que los unía, ambos sentían su tristeza, su miedo, y el dolor de la despedida—Te amo.
Near tocó la cabellera platinada de William, hizo resplandecer sus ojos al contacto y cuando este término también lo hizo la vida de él. Sus ojos verdes se tornarón grises, su tez se volvió completamente blanca y su cuerpo cayó al suelo.
—¡No!—Se escuchó el grito de dolor de Leonard—¡Maldito seas!— sollozó amargamente, clamando el nombre de mi amigo, el que nunca nos falló y el que siempre estuvo con nosotros.
Near se mostró soberbio al ver como su hermano se encontraba destrozado, llorando como un niño, viviendo lo que él sufrió, y una vez contempló el cuerpo de William sin vida, hizo aparecer una esfera dorada que irradia un característico brillo dorado.
—¡No, espera...!— suplicó el pelinegro al ver lo que sostenía su hermanastro en sus peligrosas manos—¡Near, toma mi vida, por favor tómala, pero no le hagas nada!
—¿De qué sirve un muñeco sin hilos?— cuestionó al aire sin hacer caso a lo mencionado por Leonard, destrozando la pequeña esfera, convirtiéndola en cristales que al caer al suelo se convierón en polvo.
—¡No!— exclamó golpeando con sus puños la barrera, esta vez la barrera templo. Me puse de pie para tratar de romperla, pero tampoco hubo efecto, así que me percaté que Leonard había despertado su poder de Sangre Pura ante la ira de perder por completo a William.
—¿¡Cómo te sientes hermano!?— preguntó Near riéndose sutilmente—¿Sientes como eres consumido por dentro, como la realidad se desmorona y tu repugnante existencia desaparece?—hizo una pausa para tomar el cuerpo de William—¿Tanto lo quieres?— preguntó mirando a Leonard, admirando como perdía la compostura—Bien...— quito finalmente la barrera y arrojó el cuerpo de William.
Leonard no tardó en tomarlo en sus brazos y abrazarlo con dolor, sus lágrimas mojaron el pálido rostro de mi amigo, el agrio llanto de Leonard me partió el alma. Mis piernas flaquearon, sentí pánico al escuchar tal grito desgarrador del pelinegro inundar la habitación, como si todo su dolor saliera de su sistema, toma la culpa y el sufrimiento de perderlo, de haber hecho todo al pie de la letra, de haber visto un millón de futuros y no poder haberlo protegido, haber seguido el camino correcto y aún así no haber podido salvarlo.
Comprendí el dolor de Leonard, ese sufrimiento, la ira que se formaba en su pecho, porque la verdad es que nadie te prepara para la muerte de quien amas, ni el mejor orador lo puede calmar; comprendí el dolor de Leonard, pude sentir cada lágrima y cada exclamó de dolor, la falta de aire y la necesidad de besar a la muerte para calmar el sufrimiento de su corazón.
—Haz sufrido el filo de tu propia espada hermano— pronunció Near mirando a Leonard en el suelo, mirando como acunaba a William y juntaba su frente con la suya—, ahora sólo me queda quitarte el trono.
Fue repentino, demasiado rápido y las lágrimas no me ayudaron a ver cuando Near sacó de las sombras una ballesta, presionó el gatillo y disparó una flecha a la dirección del pelinegro.
Pero Leonard no quería separarse de su amado, no se movió y se preparó para recibir el frío del acero, él quería compartir la muerte con William, quería estar con él.
Pero yo me interpuse.
—¡Alto!— exclamé alzando mi mano para tratar de abrir una barrera para protegerlos a ambos. Y al abrir mi barrera, la flecha se estrelló al tener contacto con ella y se rompió en mil pedazos.
—¿Satisfecho Near?— volví a hacerme presente, mi voz sonó firme e incluso llegué a hacer resonar mis tacones al volver a tomar lugar en la habitación— Sólo tu y yo decidiremos quién gana esta mierda, ya tuviste te venganza, pero si quieres ese trono tienes que pasar sobre mi.
—Maldita Jade, debí matarte cuando tuve oportunidad— volvió a hacer resplandecer su mirada, pero esta vez no salió fuego mágico emanando de su cuerpo— Terminemos con esta maldición, esta vez terminaré con tu vida Jade.
—No...—se escuchó difícilmente el susurro de Leonard, quien besó la mejilla fría de William y lo acomodó en el suelo con cuidado, se puso de pie y al fin pudo ver de frente, sin lágrimas que descoloraran su tez y sin miedo a perder, pues ya lo había hecho—Peleare y tu serás derrotado— habló firme caminando hasta nosotros.
Un escalofrío recorrió mi espalda, mi instinto se alteró, predijo el peligro y cuando menos nos dimos cuenta, Leonard le dedicó una mirada peligrosa a Near, una en donde sus ojos se tornaron de un resplandor azul, el brillo del que Near me hablaba, el brillo que había despertado al inicio de la batalla, ahora, se posaba en los ojos de Leonard.
—Mi turno— sentenció Leonard haciendo aparecer al igual que Near un arco en un destello de luz y de este un arco.
—¡Al fin te pones serio hermano!— se carcajeo al ver la nueva apariencia de Leonard, pero el pelinegro no se iba a dejar intimidar por la maniática risa de Near, pues él apuntó a Near y sin vacilar disparó una flecha de color azul, dicha flecha se impactó en el cuerpo de Near, dejando un enorme agujero e impactado contra la pared, manchándome de un hermoso carmesí.
Pero las cosas no terminaron ahí, me fue imposible sorprenderme al ver como el cuerpo destrozado de Near se regeneraba de manera rápida, como huesos, tendones y ligamentos de volvían a formar y curaban de Near de una manera sorprendente, aún cuando parte de su cuello había sido roto él se mantuvo vivo.
El golpe de Leonard había sido el más poderoso que había visto, se trataba de energía pura, un poder inalcanzable, y aún así, no había sido suficiente para matar a Near.
—¿¡Quieres pelea!?— se separó de la pared y se mantuvo de pie una vez su cuerpo se regeneró por completo—¡ La tendrás!
Tomó impulso y en el aire obtuvo una espada y al llegar a Leonard fue detenido por un escudo que Leonard también había creado. Y comenzaron los ataques.
No perdí el tiempo y tomé el cuerpo sin vida de William, debía de sacarlo de ahí ó sufriría por el poder de Leonard y Near. Este último al percatarse de mi retirada no me dejó escapar, en cuanto tomé el cuerpo de William, disparó diferentes rayos de luz con el propósito de matarme. Leonard se percató y volvió a tocarlo a diestra y siniestra, le daba batalla a Near con cada ataque que daba, se reflejaba en el rostro de Near lo molesto que era no poder matar tan fácilmente a su hermano, Near no limitaba su poder como en veces pasadas, esta vez peleaba con la furia digna de Leonard.
Y mientras ellos combatían, lleve a William lejos, me encontré con Jason a las afueras de la habitación, enfrentándose con muchos Fenómenos, al verme no dudó en abrir un camino entre los monstruos que lo atacaban, usando solamente una bala de su pistola, masacrando a todos los que se interponían en el camino.
Y volví a correr por los inmensos pasillos del castillo, buscando a alguien que pudiera ayudarme y pareciera que el universo aún me tenía en cuenta, pues no tardó mucho en aparecer...
—¡Wesh!— exclamé con alivio al encontrarlo derrotando a otros tres Fenómenos, me percaté de que estos eran idénticos, su piel era blanca al igual que el cabello, sus rostros no mostraban expresión alguna, como si hubieran sido creadas recientemente.
Aún así, Wesh lanzó un hechizo que los convirtió en polvo, una vez hecho eso volvió a verme.
—¡Jade!— expresó al verme, corrió a mi lado y trató de abrazarme, pero el cuerpo de William se interpuso—. Santo cielo— murmuró al verlo, su rostro se tornó en tristeza y preocupación, se acercó para acariciar el rostro de William y abrir sus párpados, debo de admitir que me asusté al ver como los ojos de mi amigo estaban completamente grises.
—¿Estará bien?— pregunté preocupada, el rostro de Wesh al examinar a William no me daba buena espina. Cuando Wesh terminó de revisar a William negó con amargura a mi pregunta.
—Near borró sus memorias por completo, perdió todo lo que conocía, su identidad, recuerdos, personalidad, se podría decir que Near lo reseteo— acarició una vez más su cabellera, ahora gris, de William—. Él es un Plastic Buttler, son como muñecos, su vida depende del conocimiento que adquieren, y sin su memoria sólo es un muñeco—suspiró con pésame— Ni siquiera yo podré regresar a su estado normal, tendrá que empezar de cero, por suerte, aún conserva su marca.
Sentí una enorme tristeza, había perdido a mi mejor amigo, yo había sido la culpable que lo entregó a los brazos de Near, sentía tanta rabia. Wesh extendió sus brazos para poder cargarlo y con cuidado lo acune en estos, no sin antes darle un pequeño beso en la frente.
Un beso de buenas noches, el que Leonard no le pudo dar.
—Fue mi culpa— murmuré al borde de las lágrimas, estaba tan molesta que sólo podía sentir culpa hacia mi persona.
—No seas tan dura contigo misma, sabíamos a lo que nos enfrentabamos— dijo Wesh limpiando una lágrima antes de que se precipitara a bajar por mis mejillas— Lo llevaré a los sanadores, ahora es esencial cuidar de su cuerpo.
—Espera, eso no era lo único porque venía— me apresure a decir antes de que Wesh se aproximara a mancharse— Leonard se está enfrentando a Near, pero tal parece que el cuerpo de Near no...
—No es vulnerable y se regenera con rapidez— acompletado tomando una pequeña botella del interior de su chaqueta— Lo sé.
—¿Pero cómo? Esas armas son de nueva generación y el poder de Leonard sobrepasa los límites, ¡el sujeto está demente!— hablé apresurada.
—El cuerpo de Near no es como el de un Sangre Pura, mucho menos como el de un Fenómeno— habló mientras tomaba el interior de lo de la botella y lo esparció en la frente de William en forma de espiral, supuse que era para protegerlo— Después de todo Near nació como mitad humano.
—Entonces...— pensé un poco ante lo último que Wesh había pronunciado— La única forma de matar a Near no debe de ser como un Sangre Pura, tiene que hacerlo como humano y la única forma de matar a un humano es quitarle su vitalidad, y la vitalidad de un humano viene del corazón.
—Jade, un monstruo como Near no tiene corazón— agregó haciéndome pensar nuevamente.
—Tienes razón, pero ¿y si no lo tuviera con él?— cuestione como si fuera más literal de lo que había dicho Wesh— Y sí el cuerpo de Near sólo fuera una extensión de su vitalidad, como si el corazón fuera un transmisor o una red wifi.
—Espera, espera— se apresuró a detenerme—, la única manera en la que Near lograría eso sería usando "alargación''— teorizó junto conmigo.
La alargación, era un poder que permitía extender tu poder o incluso crear extensiones de tu cuerpo, ese tipo de poder funcionaba para Cazadores que carecen de partes de su cuerpo o Sangres Puras que no querían participar físicamente en batallas.
—¡Exacto!— exclamé al escuchar la afirmación de Wesh— Sólo necesitaría buscarlo.
—Bien—aceptó con un tono algo preocupado— Yo iré a resguardar a William, volveré una vez termine de dar órdenes a los generales, Sky y Mila terminaron de destruir los generadores de Sangres Puras pero eso no significa que el número esté descendiendo, tu encargarte de eso mientras que Leonard gana tiempo.
Wesh volvió a sujetar a William y se dispuso a tomar un hilo, pero esta vez no era uno dorado, si no uno de color verde que correspondía al poder de teletransportación, y una vez lo sostuvo en su mano, hizo un círculo al aire y se abrió una imagen de lo que parecía ser una casa de campaña con diferentes heridos, la mayoría parecían ser humanos, los cuales se encontraban siendo sanados por diferentes Gitanos.
—Cuídate Jade Persson— volvió a verme antes de cruzar el portal— Y no tengas miedo a la derrota, porque está en tus manos el triunfo— pronunció desenfundando una espada que conocía muy bien.
La espada de Violetta, con la que había matado a Vincent Gravez y la que sería la que mataría a Near.
La tomé con delicadeza, extrañando su livianes y elegantes relieves.
—Gracias— sonreí en un suspiro, él me regresó la sonrisa y volvió a darme la espalda—¡Wesh espera!— me apresure a detenerlo— Si no te vuelvo a ver quiero que sepas que eres un gran amigo— sonreí y él también me regresó la sonrisa—Y que tu abdomen me vuelve loca— me fue inevitable decir entre una enorme carcajada, si iba a morir no planeaba llevarme ningún secreto.
—Lo sé— aceptó riendo a la par que yo, se acerco y me dio un suave beso en la mejilla— Adiós Jade Persson.
Wesh pasó por el portal y me di prisa, tomé la espada y la metí en mi funda. Corrí como nunca por el castillo, abrí y cerré puertas pero en ninguna estaba Naila.
Miré por doquier pero nada, comenzaba a desesperarme y el sonido de los impactos poderosos de la batalla afuera del castillo no ayudaban a concentrarme.
—¡Maldición!— exclamé frustrada— Piensa Jade, si fueras una princesa cretina, ¿dónde estarías?— cuestioné para mí y observé por una pequeña ventana para buscar, y algo comenzó a llamar mi atención.
En el exterior todo se encontraba en la oscuridad de la noche, pero al mirar al cielo pude ver una luz tenue venir de...
—¡La torre!— dije con gran regocijo al saber donde podría encontrarse Naila y comencé a correr nuevamente, parecía un Forrest Gump en potencia.
No fue de esperar una emboscada al comenzar a llegar a la torre, mis ojos fueron bañados de un brillo azul y sólo fue necesario un ademán de mi espada para deshacerme de ellos. Una vez el camino despejado comencé a subir a gran velocidad por las escaleras, al llegar rompí la puerta y me aventure a entrar, encontrándome con la habitación de Naila, con sus ojos color amatista con un brillo amenazador que ya sabía lo que significaba.
Su poder de Sangre Pura se estaba manifestando.
—Jade— me nombró con asco y unas llamas comenzaron a crecer de en su cuerpo, iguales a las llamas que habían cubierto a Near, era algo normal teniendo en cuenta que su poder era controlar los elementos— Deberías estar muerta— exclamó con odio.
—Si tanto lo deseas, entonces adelante— empuñé mi espada con fuerza.
Había suponido que Naila sólo era una muñeca, el maldito trofeo en el aparador de Near, sólo un cascarón, pero en cuanto me propuse a atacar, fui víctima de su verdadero poder, era mucha más rápida de lo que imaginaba, me era difícil abrir un campo de fuerza para protegerme del fuego con el que me acababa, puesto no era su único ataque, ya que con un pequeño ademán de sus pálidas manos, convirtió las rocas de la pared en dagas que me atacaron por la espalda, tomé mi espada y volví polvo dichas rocas, volví a girar mi cuerpo y lancé unas cuchillas a Naila.
Ella al ver mi ataque, levantó un muro de piedra y atacó con una ráfaga de viento que amenazó por levantarme y sacarme de la habitación.
—¡Cancelación!— grité aferrándome a mi espada clavada en el suelo. De repente el aire se detuvo, pero volvió a atacar con fuego.
—¡Me quitaste lo que amaba, me quitaste mi oportunidad de amar!— gritó mientras hervida en llamas. Literalmente.
—Yo no hice nada— respondí saltando a atacar la, pero ella llevó un cúmulo de rocas a su antebrazo y formó un escudo y mi espada chocó contra éstas.
Su rostro quedó por inercia frente mío, tomé mi manopla de acero y le di un golpe en el rostro.
Ella se enfureció y gritó con molestia, pero antes de que volviera a darme la cara concentró una bola de fuego en su mano, y con un grito desgarrador la lanzó contra mi.
—¡Aagh!—grité al abrir tarde el campo de fuerza, siendo quemada con dicho fuego. Por suerte logré apagarlo con una rápida cancelación, aún así, mi cuerpo había sufrido serias quemaduras, agradecía que el cuerpo de un vampiro se curaba fácilmente.
—A la única que Near debe de ver soy yo, a la única por la que se debe preocupar, la única por la que debe llorar, ¡la única que debe de estar en la mente de Leonard!— expresó guardando silencio de golpe al pronunciar el nombre de Leonard, como sí hubiera sido un pecado.
—¡No es mi culpa!—grité tomando a Naila del cabello, le di un cabezazo que la hizo sangrar y la tiré al piso—¡Altro!— exclamé un hechizo de cadena que mantuvo a Naila en el suelo, sin la capacidad de que hiciera algún movimiento.
Volví a tomarla del cabello y amenace con volver a hablar, esta vez dejando los modales de lado.
—Leonard sólo se enamoró, tonta—escupí con desespero, tanto desespero que no me resistí a darle una cachetada en su "perfecto y maldito rostro—¡Reacciona estúpida!
Ella guardó silencio y entró en un estado de shock, me miró como si por primera vez hubiera abierto los ojos, despertado de un sueño, salido de su maldita burbuja.
—Él no me abandonará— balbuceó sin poder moverse, aún estaba bajo mi hechizo—. No lo hará, me lo prometió, ¡no es justo!— dijo rompiendo en llanto al expresar lo último, sonó en la habitación el llanto más irritante que había escuchado, el tonto berrinche de una niña malcriada—¡Prometió que me ayudaría a amar de nuevo, una nueva oportunidad, un nuevo corazón!
—Si te dio un nuevo corazón—dije llamando la atención de sus ojos—. Literalmente— apunté con mi espada a su pecho—, tú eres la extensión— pronuncie fijándome en su rostro incrédulo, y ella no tardó tanto en comprender lo.
La habitación se llenó de silencio y fui acercando poco a poco mi espada para poder destruir el corazón de Near, pero antes de lograrlo las cadenas se separaron, el sonido de la pared rompiéndose y dando pase a un viento frío me percató.
Un quejido salió de los labios rosados de Naila, mire al frente y pude encontrarme con los ojos azules de Near y sus garras perforando el cuerpo de Naila.
—N-Near— tartamudeo sin voltear a verlo, el pelinegro acarició su cabello de forma tan fría como el viento que se colaba por la torre.
—Shh— susurró dando un beso en la mejilla de Naila—, fuiste buena mi querida Naila, realmente buena.
—Sí me matas...— habló Naila sintiendo como Near le arrebataba el corazón—; sí me matas también lo harás con tu hijo— pronunció temblando.
Me quedé petrificada al escuchar que Naila esperaba un hijo de Near, pero sobre todo la poca sorpresa de Near al escuchar lo que había confesado ella. Nunca había pensado que Naila y Near pudieran haber tenido un bebé, el primogénito de Near había sido una gran sorpresa.
—Aww cariño— susurró nuevamente y de la nada hizo aparecer una daga y cortó con ella el cuello de Naila— ¿Quién quiere una mierda como esa?
—¡No!— grité al ver como la cabeza de Naila rodaba por el suelo— ¡Eres un maldito Near!— escupí sintiendo de nuevo la furia correr por mi cuerpo. No pude creerlo, la maldita hipocresía, su deseo de recuperar su familia a costa de la que Naila le estaba otorgando, me di cuenta de cuán basura era el bastardo que se encontraba frente a mi.
—Y tú Jade Persson, eres una débil— contestó tomando su corazón con regocijo y en forma de trofeo mientras admiraba como la sangre de Naila pintaba el suelo— Pudiste quitárselo y destruirme, tenías a tu merced la única forma de derrotarme, pero tus estúpidos sentimientos te cegaron y perdiste tu oportunidad, en cambio yo, nunca me dejo dominar por los sentimientos, aún cuando he matado a mi primogénito, no se compara con el sabor de la victoria, aún cuando has logrado el poder de un Sangre Pura, aún cuando tienes tanto por lo cual pelear, tanta sed de venganza, ¡sólo te quedas observando!
—Hay algo bueno de ser sólo un espectador— hablé calmada—. Al final del día aprendes muchas cosas— exclamé tomando impulso y atacando a Near de frente.
Tanta fue mi fuerza que salimos volando hasta el tejado del castillo. Near incrustó su corazón en su pecho y se armó con un par de cuchillas, sus ojos se eliminaron dando paso a su extraordinario poder, sin embargo no me intimidaron, corrí en su dirección e imparte mi espada con una de las cuchillas, y con la otra libre, Near trató de dar otro golpe, pero abrí una barrera alrededor antes de que eso pasara.
Paré dicho ataque y moví mi espada de manera que tratara de impactar en su pecho, pero el filo del arma de Near me atravesó la muñeca, grité de dolor, a pesar de ser un Sangre Pura las armas de Near eran pura energía mágica y causaban un enorme sufrir.
Ese ataque hizo que casi soltara mi espada, pero la sujete con fuerza y con el escudo que había hecho con mi barrera le rompí la mano a Near, librándome del dolor. Él gruñó al ver que no me había matado en el primer intento, una clara razón para reírme en su cara; di un salto atrás y lance varias dagas que Near esquivó con agilidad, llegó frente y llevó una gran cantidad de energía a sus palmas e impactó en un golpe cerrado en mi pecho, dicho golpe me lanzó hasta impactar con otras de las torres, no hubo tiempo de sentirme débil, pues de un momento a otro Near ya estaba sobre mi con una espada a apuntando a mi cuello.
Reaccioné rápido y di un salto cayendo de nuevo al tejado del enorme castillo, y el filo de la espada de Near sólo impactó contra la torre, la cual se desmoronaba a la espalda del pelinegro. Cuando se dio cuenta de que su espada no estaba bañada en mi sangre saltó hasta quedar frente a mi.
—Nada mal escoria— sonrío frustrado.
—Acabemos con esto Near— amenace sintiendo de nuevo su mirada azulada sobre mí, ambos queríamos matarnos lo más rápido posible.
Antes de atacar hice aparecer una barrera en forma de escudo a lo largo de mi antebrazo y Near también se armó con una nueva espada y una armadura.
Y sin mirar atrás, sin miedo a fallecer y sólo con el deseo de vencer en mi mente, tomé valor de donde pude y ataque poniendo mi vida en ello.
Near se percató de eso, fue obvio que no iba a dejarse morir en el primer intento. Detuvo el golpe de mi espada con la suya y amenazó con dar otro golpe, sin embargo me protegí rápidamente con mi barrera, con mi arma no dudé y la blandí impactando en el abdomen de Near, esta vez no había apuntado bien.
Antes de que Near volviera atacar, furioso por el daño que le había hecho; tomé distancia sacando mi espada de su cuerpo, sonreí al ver que estaba bañada en su sangre, volví a abrir un nuevo ataque con mi espada, pero Near no se resistió a contra atacar, el metal de nuestras espadas chocando era tan frío como el viento que sacudía mi melena a la mar de mi cuerpo tratando de evitar los ataque de Near.
Tomé impulso y di una patada al cuerpo de Near, él retrocedió ante el impacto sólo un par de metros y corrió nuevamente en mi dirección, atacando de nuevo.
Me defendí nuevamente sin dejar de madl mi escudo, resistí cuanto pude y cuando fue el momento corté de forma horizontal, volviendo a cortar a Near, pero no tan profundo como para dañar su corazón, haciendo que Near se regenerara rápido.
Furioso, alzó un grito y se aproximó a mí, cambiando la espada por un par de dagas, di un salto hacia atrás tratando de esquivarlo, pero eso no quitaba de lado que fuera rápido, tan rápido que al dar un giro en el aire Near se había apresurado y quedado en mi espalda, ni siquier me dio tiempo de voltear a verlo, y como un cobarde, me atacó por la espalda.
—¡AAAGH!!— grité de dolor, una de las dagas perforó mi espalda y salió por mi pecho y con la otra, apuñaló mi hombro, abdomen y cuello.
El último ataque me dejó en el suelo, de rodilla, sintiendo la filosa arma que había cortado la mitad de mi cuello, podía sentir como mi cabeza perdía el equilibrio y no lograba mantenerse erguida, como la sangre bajaba y que de alguna manera las heridas no se regeneraban. Near sólo se alejó para contemplar lo que quería mi lente y dolorosa muerte
Sentía como mi cuerpo ardía, realmente pensé que iba a morir, pero recordé que no estaba sola. Tomé la daga incrustada en mi cuello y un hilo dorado y con la poca energía que me quedaba corté un poco de mi mano y teñí el hilo de rojo y lo amarre en forma de gargantilla en mi cuello, eso ayudaría un poco.
Entonces tomé aliento y pronuncie:
—¡Libertatem!— exclamé para liberar a Violetta, supe que era mejor la experiencia ante la fuerza bruta. Libere a Violetta, esperando desde la oscuridad de mi alma que ella lo derrotada.
—Vaya, esto es nuevo— murmuró ear con una voz profunda— ¡La encargada de matar a Vincent Gravez ante nosotros! !— exclamó señalando a lo largo a todos los que combatían a nuestros pies—Bienvenida— sonrío.
—¿Tu eres Near Gravez?— cuestionó Violetta haciendo función de mi voz, aún así ella daba un tono más fuerte y grueso. Mi cuerpo comenzó a sanar, no quise comprenderlo del todo, pero me alegro que mi corazonada fuera acertada, cambiar de rol mientras yo me recuperaba ya no sonaba a una locura al sentir como mi cuerpo se recuperaba.
—El mismo querida— respondió jactándose al ver literalmente mi lado más humano.
—Pero qué irónico— soltó ella un pequeña risita al escuchar dicha respuesta.
—¿Puedo saber el motivo? Ya sabes, antes de matarte— preguntó con calma haciendo aparecer nuevamente itr espada, solamente con su voluntad y enorme poder.
—Ya sabes la respuesta, tu me mataste hace 24 años, pero la diferencia ahora, es que somos más fuertes que antes, ahora que estamos juntas— y ante esa respuesta Near sólo pudo carcajearse.
—Suenas muy confiada— irónicamente así también sonó su voz.
—Te lo mostraremos— tomó nuestra espada y la abanico limpiando en el aire la sangre de Near, le dedicó una nueva mirada a Near y presencie como Near se acercaba a atacar, pero antes de que Violetta contraatacara, nos dio una verdadera sorpresa a Near y a mi— ¡LIBERTATEM!— exclamó llegando a sorprenderme, era la primera vez que Violetta usaba el 'libertatem' en mi. Pude sentir de nuevo mi cuerpo, como la jaula que me mantenía prisionera en el fondo de mi alma se abría y se rompía en un millón de pedazos, como me volvía una con ella, como ya no estaba sóla.
En consecuencia de exclamar dicha palabra mágica, el alma de Violetta y la mía se fusionaron para compartir mi cuerpo, uniendo fuerzas para derrotar a Near, y cuando abrí mis ojos, ahí estábamos, blandiendo nuestra espada para enfrentar en ataque que Near había iniciado.
Todo ahora era diferente, era especial. Nuestras almas aún se encontraban en mi cuerpo, en un perfecto equilibrio, prueba de ello eran nuestros ojos, uno de color café y otro de verde jade, cada color siendo la prueba de nuestras almas, como Jade Persson y Violetta Toer se habían vuelto una.
—Maldita sea— musitó Near al ver en lo que nos habíamos transformado—¡Están locas si piensan que pueden vencerme!— nos hizo retroceder con cada golpe que daba, era fuerte, la adrenalina recorriendo por nuestro cuerpo nos hizo resistir y no dejarnos desistir— ¡Ya derroté a mi hermano, su ejército, sus esperanzas!— exclamó con ira dando un último golpe contra nuestra espada, quedamos a su merced, casi al precipicio del techo, a punto de caer, con Near sobre nosotras esperando dar un golpe final.
Pero cuando se dispuso a blandir su espada para acabarnos, sin embargo, las cosas ya no eran tan fáciles.
—Mira y observa 'cariño'— contestamos abriendo un escudo que apartó de nosotras a Near, sacándolo volando un par de metros, cayendo de pie dispuesto a contraatacar.
Nuestra espada impactó con la de Near, mi muñeca giró velozmente en el aire, alzando mi espada para no perder oportunidad a volver a atacar a Near, él se sorprendió por lo rápido de nuestros movimientos, retrocedió avanzamos sin darle descanso de nuestros golpes, Near se enfrentaba ferozmente, pero en cada embestida que daba nosotras nos protegíamos con el filo de nuestra espada.
El pelinegro volvió a aproximarse, se le veía más desesperado, volvió a atacar y mi escudo nos protegió, gruñó molesto ante ese acto.
Quité el campo para volver a atacar a Near, nos aproximamos a embestir su cuerpo, pero las frías manos del pelinegro tomaron la espada, bañandola una vez más con la sangre de una de sus manos, sujetando tan fuerte de nuestro brazo que jalo de este, lo enredó con su cuerpo dejándonos contra su espalda, y con su codo nos golpeó en en pecho y rostro, dejándonos atónitas por unos segundos, segundos suficientes para golpearnos en el abdomen, por suerte el daño fue menor, nuestra armadura era en parte de mi poder de crear barreras, por lo que tan rápido nos desplazamos por el tejado para resistir el impacto, corríamos de nuevo en su dirección y con nuestra espada en posición tratamos de cortarlo a la mitad, pero Near presenció nuestro ataque de frente y su espada detuvo nuestro ataque.
Cada vez era más frustrante para ambas tratar de dañarlo, aún así, nos manteníamos sernas, el alma experta de Violetta me hacía saber que no debíamos de perder la cabeza. Dejé que ella tomara un poco más las riendas, resultado de eso el cuerpo de Near fue víctima de nuestra espada, la fría hoja de metal se encargó el cortarle su brazos, lanzandolo lejos del tejado.
—¡Malditas!— exclamó con una voz que se rompía en la demencia, en la herida chorreaba la sangre de Near, valiosa sangre que podía curar a Near.
Caí en cuenta de que en el tejado Jason no iba a disponer de la cura, teníamos que llevar a Near a otro escenario, uno en donde Jason pudiera consumir su sangre y no nos comprometernos a que algún otro vampiro se apoderara de ella. Al mismo tiempo nos dimos cuenta de algo, la regeneración de Near se había vuelto más lenta, debido a que ya poseía en su interior su corazón humano y lo mejor de todo es que él lo sabía, haciéndolo enloquecer poco a poco.
Desesperado, Near aproximó su espada, en un movimiento tan torpe que me fue fácil evitar el ataque con mi escudo, rápidamente atacamos a sus piernas, el pelinegro dio un salto y en el aire trató de clavar su espada, pero otro campo de fuerza lo lanzó lejos.
Nos mantuvimos de pie mientras observábamos como Near caía en el patio trasero del castillo, a su espalda se encontraba un bosque pintado de blanco por la nieve que caía en pequeños copos, cubriendo el césped y los árboles, no tardamos en llegar a él. Nos miramos con intensidad, ninguno se rendiría con facilidad y entonces, Near tomó su espada, y exclamó con furia, al punto en el que su voz se quebrara y se volviera rasposa.
—¡Te mataré!— gritó chocando su espada contra la mía, al instante contraataque versatilmente, punzando con mi espada en diferentes partes de su cuerpo, tratando a cortar su pecho.
—Intentalo— respondimos creando un domo a nuestro alrededor, evitando así que Near pidiera refuerzos con algunos de los Fenómenos que se encontraban en el interior de su castillo.
Atacamos de nuevo, nuestras miradas se conectaron y pude ver el infierno en sus ojos, y supe que era el momento de darlo todo. Dejé correr por mi sangre bastarda todo el dolor que esta guerra me había causado, todo lo que nos quitó a Violetta y a mi y cuando volvía a ver a Near y su rostro sólo mostró temor. Había despertado mi poder de Sangre Pura una última vez, haciendo que de una sola estocada Near chocara contra las paredes del domo.
Se impulsó con sus piernas para alcanzarme, pero sus movimientos eran más descoordinados, deseseperados y su cuerpo ya estaba lo suficientemente dañado. En el momento en el que impactó contra nosotras su espada hice aparecer otra en mi mano contraria y nos defendimos con ambas armas, era más fácil, mientras Near sólo hacía resonar el metal de una sola espada, con la contraria lo agredimos de gravedad, nuestro cuerpo se movía con elegancia ante los ataque de Near, mi cabellera negra se colaba a la perfección con las rafagas de poder que mi cuerpo emitía.
—¡Muere, muere, muere maldita sea!— exclamó el pelinegro al contraatacar fallidamente una y otra vez—¡ Arde en el infierno !
Lo perdimos, el Near estoico había desaparecido ante la impotencia de no hacernos daño, aún así, sin importar las veces que lo cortamos el pecho de Near nunca estaba al descubierto, en su desespero era lo único que Near no dejaba de proteger.
—Piensas que estás ganando maldita perra, pero sólo eres una humana, una escoria de la naturaleza, sigue cortando mi piel con tu espada y conviértete en un demonio como yo— profanó agitando su espada salvajemente, sin control alguno. Entonces di un salto y ya en el aire mis piernas pateando en su rostro, perdió el equilibrio, al volver al suelo tomamos nuestra espada e impactamos con el pecho de Near.
—¡Ahh!— gritó de dolor, jaleando aire con desespero. Su cuerpo cayó de rodillas ante nosotras, quité la espada de su pecho y volví a apuñalar desenfrenadamente, apretando la mandíbula para evitar sentir compasión, molesta, herida, estábamos matando a el responsable de tantas pérdidas, estaba matando a el bastardo de los Sangres Puras, haciendo trizas su corazón.
Estaba matando a un Sangre Pura, como lo habían hecho mi padre y Violetta antes de mi.
Me detuve ante eso y me arrodillé junto con Near, acaricié su rostro parido que mostraba sorpresa, finalmente alguien se había puesto a su nivel y eso le dolía más que la espada impregnada en su pecho.
—Terminó— deshice el domo y quité la espada, al instante Near quedó tendido en el suelo, poco a poco los delicados copos de nieve que bajan del cielo lo fueron acunando, bañando el blanco panorama de carmesí.
—No, aún no termina— pronunció en un susurró llamando mi atención. Al instante me puse de pie y volví a tomar mi espada, pero no pude moverme y caí de rodillas, una fuerza se apoderó de mí y pude apreciar como Near apretaba su puño hacia mi dirección, me quedé sorprendida, yo ya le había dado muerte ¿por qué seguía vivo?— Ex ventris inferi, et non dimisi ut tangeres caelo, animam tuam et animam diebus illis ibit domus satanas eos vermis et sicut lucerna in pluviam, Ut mori votum est mihi, ut det vitam sine timore incipient consummari— exclamó con una voz monstruosa, similar a la de un demonio, sus ojos azules se tornaron rojos, no como los de Jason, eran un rojo que consumía su mirada, que irradiaba muerte.
Y cuando miré mi cuerpo ví que se encontraba rodeada por cadenas de color carmesí, sentí como estas me apretaban hasta el punto de sentir que me asfixiaba, comencé a sentirme débil, como la cadena me enrollaba como la serpiente que tentó a Eva, como caía en el pecado y moría.
Near había invocado un hechizo del que ni yo tenía idea, pero este se encargaba de matar a tu oponente y eso me estaba sucediendo, estaba muriendo, lentamente, sentía como mi alma se desvanecía, no, miento completamente, sentía como mi alma y la de Violetta se destinaban al infierno, pero en el interior supe que yo era la única que debía de fallecer, era lo acordado, era lo que debía de pasar, ni prediciendo diferentes futuros podría evitarlo, era el destino de Near y mío, debía de pasar, era el ciclo que nos había tocado vivir.
Sí, Near y yo íbamos a morir, pero eso no significaba que iba a llevarme conmigo una vida inocente.
—Recurrit— pronuncie encerrando el alma de Violetta en un lugar seguro, uno en donde su alma no falleciera, y ante eso, la cadena se convirtió en una serpiente que me apretó con fuerza, escaló hasta quedar a la altura de mi cuello, despejé m cabello dándole paso a su mordida, ya había acabado con todo, y al sentir el frío de sus colmillos clavarse en mi piel, el ardor entrar en mi cuerpo, como el veneno entraba en mi cuerpo y sentenciaba mi hora, supe que todo había acabado.
Cuando la serpiente se esfumó, me puse de pie una última vez, si iba a morir, no lo había en un campo de batalla, sería a mi manera, y de acuerdo a mis gustos. Mi cuerpo tembló al estar de pie, pero mi espada fue el perfecto bastón, y con esta me apoyé para comenzar a caminar en dirección al bosque.
—¿Por qué la salvaste?, pudiste resistir al hechizo si hubieras conservado ambas almas en tu cuerpo— preguntó Near inerte, por primera vez débil, en el suelo admirando como los copos de nieve caía y acariciaban su rostro.
—Ya estoy muerta— respondí— y ella lo desea más que nadie, dime, ¿cómo podría impedir eso?, de por sí ya me interpuse entre ellos mucho tiempo— comencé a caminar poco a poco, sintiendo una punzada en el pecho, temblaba como la hoja de un árbol en plena ventisca de otoño.
—¿Estás satisfecha?— volvió a preguntar.
—No, nunca lo estás en realidad, pero lo estaré pronto.
—Mueres mientras hablamos— rió y un tocido, similar a una gripe, se apoderó de él— ¿No vas a matarme antes de irte?
Entonces me detuve, y caminé dos pasos para quedar dentre a él, lo miré al rostro, se veía en paz, en una extraña paz, como si el frió de la nieve fuera lo más cálido que hubiera sentido en la vida, y cuando alcé mi espada, extrañamente sonrió, pero esta desapareció cuando la tomé con mi otra mano y la partí en dos, dejando tendidos en el suelo los pedazos de esta.
—¿Y repetir el ciclo?— cuestioné—. Nadie se lo merece, tu y yo no lo merecíamos.
—Gracias, fuiste una gran oponente— cerró sus ojos.
—Al morir nos llevamos un sentimiento, procura que sea bueno Near.
—Te diré algo Jade Persson, yo jamás me he dejado dominar por mis sentimientos.
Y entonces murió, tuve una sensación extraña, como si Near sólo hubiese sido una víctima, como si su terquedad no no sentir era el resultado de que en toda su vida sólo le hubiera tocado sufrir, era entendible, ningún ser desea sentir dolor.
Una vez libre caminé por el blanco bosque invernal, casi nunca volteaba atrás, pero esa noche lo hice, y cuando concentré mi mirada pude ver a Jason, era un Fenómeno clase F en todo su esplendor, me alegré que Violetta no lo hubiera visto, le hubiera partido el corazón, pero al acercarse al patio, ver el cuerpo de Near muerto no pude evitar sentir un alivio.
Esta historia había comenzado con la maldición de Jason y la historia de amor de Violetta y él, ver como al fín bebía de la sangre de Near y se libraba de su tormento me hizo sentir paz, como todo comenzaba a solucionarse, gracias a el sacrificio de Near y mio. El amor que Violetta le tenía a Jason había traspasado todo obstáculo, hasta llegar a mi. Cuando Jason levantó de nuevo la mirada, una vez bañado de la sangre de Near pude ver como dejaba de ser un Fenómeno y se transformaba en un Sangre Pura, podría jurar que el castaño pudo sentir la libertad por primera vez correr por su cuerpo, siendo liviano como una pluma, sin que el frío de esa noche lo penetrar y su pecho no le doliera. Al fin eran libres de su maldición.
Sin más y con una carga libre entré al bosque, era tan hermoso, parecía un cuento de hadas.
Me sentía cansada, todo me dolía, necesitaba acostarme un rato, descansar en la tranquilidad del bosque y cuando las piernas no me pudieron más con mi peso, decidí recostarme en uno de los árboles.
Vi como la nieve caía, parecía un sueño y el mismo destino se dedicó a colocar hermosos árboles a mi alrededor y hacer caer nieve para mi, sólo para mi, para no darme cuenta lo frió que se volvía mi cuerpo, para no estar sóla a la hora de irme, para que el canto de las aves sonarán mi victoria y mi vida se fuera en paz.
—Libertatem...
Se suponía que tenía un discurso listo para esto, pero sólo logré escribir esto:
Me alegra tanto finalizar esta historia, mucho más que me hayan acompañado a lo largo de este camino, ha sido una gran aventura y sobre todo, el mejor proyecto que he hecho, uno en donde me he conocido y permitido crecer, y me duele un poco separarme de una historia que he estado escribiendo por casi cuatro años, y realmente se logra ver el cambio.
Tenía miedo de hacer un final mediocre, pero decidí seguir mi corazón y hacerlo especial para mi.
Quiero agradecerle a todas las personas que me han apoyado en este proyecto, las que me han marcado y sobre todo motivado a seguir escribiendo.
Gracias a MilagrosFuentesC por confiar en esta historia y darme una enorme confianza.
Gracias a Evelyn-Biassi por tus hermosos comentarios y estar ahí para motivarme.
Gracias a Karoline-Acosta por los hermosos banners que has hecho para esta historia.
Gracias a mi compañera y super amiga Kareli, quien me sacó de las sombras, puso un cuaderno frente a mi y me hizo volver a escribie hasta ver nacer esta loca historia.
Gracias a Editorial_Arrowy por seguir leyendo esta historia, ustedes que la han visto crecer, que me han dado su completo apoyo, que son los reponsables de la conclusión de esta historia, que creyenron en ella y jamás le dieron la espalda, sobre todo a mililofre que me has abierto muchas puertas y has creído tanto en esta historia.
Y sobre todo a los ilustradores de este capítulo, verdaderos talentos locales:
Todos son realmente talentosos y su trabajo a hecho justicia a la historia, espero que les haya gustado chicos, tanto como a mi.
¿Qué más les puedo decir?
Nos vemos en el epílogo ❤
Muchas gracias por leer :3
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