54
—William—lo nombré con desespero, mi voz temblaba, estaba furiosa, pero al mismo tiempo me mostraba preocupada por el estado en el que se encontraba mi amigo—¡William respondeme porfavor!—pedí con una voz intranquila.
El ahora rubio platinado se mantuvo quieto, sin señales de vida, solo el lento movimiento que su pecho hacía al respirar, su vista en el suelo y su rostro inexpresivo por la descarga que había sufrido su cuerpo.
—¡Maldito Near! —grité haciendo puños mis manos, traté de controlarme, cerré mis ojos y puse toda mi concentración en tratar de romper las cadenas con mi poder, supuse que si podía crear campos de fuerza podría de igual forma romperlos—¡Nght! —me quejé al sentir las agujas insertarse en mi piel, el dolor se calmaba y de igual forma regresaba a mi, más fuerte, más agudo y más irritante—Concéntrate Jade —susurré para mí, apretando mis dientes, soportando el dolor que estaba sobre mi.
Una vez más calmada y controlando mejor el dolor que poco a poco recorría mis brazos por completo, pude sentir una paz interior, me visualicé un lugar seguro, mi mente se tornó serena concentré toda mi energía en mis manos y sentí una sensación ligera en mis muñecas aprisionadas por las esposas que llegaban a causarme dolor, esa misma sensación hizo que me percatara de que en realidad estaba funcionando, poco a poco, mientras más lograba sacar el dolor, la ira y la oscuridad de mi mente, sentía que era libre, que las cadenas de odio que me aprisionaba eran débiles comparados con mi fuerza de voluntad, mis ganas d vivir y el entusiasmo de nunca rendirme.
—Soy más fuerte que tus cadenas Near— una energía diferente me abrazó, pude sentir como todo me era inmune, como aquellas cadenas que tenían como propósito dañarme y hacerme sentir prisionera de los demás ahora dejaban de hacerlo.
Al abrir la mirada, me percaté de que el contorno de mi visión estaba decorada por un brillo azul, era cálido, como si por primera vez viera al mundo como era, me hacía sentir fuerte. Mi cuerpo cayó al suelo una vez el contorno de mi mirada se fue, caí de rodillas agrietado el suelo, pero no hubo dolor. Al voltear la mirada pude ver como ya no me encontraba dentro de la capsula.
—¡William! —no hubo tiempo de sorprenderme, debía liberar a mi amigo, me acerqué con rapidez a su lado y dí un golpe fuerte contra el cristal de tono verdoso, el cual estaba estructurado con mi poder, así que fue fácil romperlo— Tenemos que irnos Will—hablé con sin calma alguna para subir un pie a la cápsula y poder llevar mis manos a sus muñecas, sólo fue necesario que posara mis manos sobre las esposas para liberar a mi amigo.
—¡Ah escapado! —gritaron a mis espaldas. Cuando di la vuelta dos mujeres estaban apuntando con unas pistolas, justo cuando abrieron un feroz fuego llevé mi mano frente a mí y abrí un campo de fuerza, al instante las balas rebotaron contra mi barrera y atravesaron a las chicas en el cráneo, ante ese golpe, sus cuerpos cayeron al suelo sin vida.
—Debemos escapar, si tenemos suerte podremos ir donde están los chicos—me apresure a tomar a William de los brazos para cargarlo con mi espalda, era difícil pues él era más alto que yo.
Una vez el rubio sobre mí, abrí una barrera protectora en forma de burbuja, comencé a correr y esta comenzó a seguirme, al fin lograba tener el control sobre mi poder, salí del laboratorio y me encontré con un pasillo, corrí por este con rapidez, formé una nueva barrera de protección, pero esta vez una que se ajustaba a nuestro cuerpo, tan rápido como pude llegar a final del pasillo fuimos emboscados por una enorme cortina de fuego que bajó por los dos extremos del castillo, en cuestión se segundos nos impidió el paso, al igual que del otro lado de la cortina de fuego nos lanzaban pequeñas granadas.
Como pude y sin dejar de cargar a William, logré evitar las explosiones, me desplazaba dando grandes saltos, corriendo lateralmente y tratando de mantener la barrera sobre nuestros cuerpos, pues a pesar de que era fuerte no se comparaba con el poder de las bombas.
—¡Capturen la! —se escuchó el exclamó de la que parecía dirigir la emboscada. Como ave fénix, salieron de las llamas dos Fenómenos, ambas con los mismas características, los ojos rojos que simbolizaban que lo único que querían era ver correr mi sangre y manchar con ella las paredes.
Con prisa saltaron sobre mi, me deslicé con elegancia hacia una de las paredes para dejar a William, el pobre se mostraba sin vida, lo dejé reposar en el suelo como si se tratara de un muñeco de trapo, hice otra barrera protectora, pero esta vez sobre él y en forma de burbuja para asegurarme de que nada lo lastimara.
—Bien perras, es mi turno—una vez mi amigo refugiado, me di la vuelta con rapidez, haciendo que mi cabello se moviera de forma horizontal y justo cuando la cortina negra de mi cabellera se quitó, dio paso al rostro pálido de un Fenómeno, el cual se estrelló contra una nueva barrera.
Con rapidez y teniendo en cuenta el poco tiempo que nos quedaba rompí la barrera, tomé del cuello a la maldita y con mi otra mano tomé su cabeza para arrancársela, una vez decapitada dejé caer su cuerpo y admirar como se volvía cenizas, no duró mucho mi victoria, pues ya tenía sobre mi a otra de esos monstruos, esta vez pude sentir un cuchillo sobre mi hombro izquierdo, me fui inevitable gritar, pero fue ese dolor el que me hizo volver a sentir el contorno azulado sobre mis ojos, me sentí más fuerte, tanto que pude notar como el cuchillo cayó de mi cuerpo y que ya no estaba herida, aproveché el segundo en el que el cuchillo saltó de mi para tomarlo con mi mano rápidamente.
—Impo... —interrumpí el hablar de la que me había atacado con el cuchillo siendo atravesado por su garganta.
—¡Maten la! —exclamó la que estaba a mando, junto con su orden aparecieron otras dos Fenómenos, una en cada extremo mio. Un destello salió de sus manos en forma de cadena, supe que iban a tratar de volver a encadenarme, pero antes de que estas tocaran mis muñecas se detuvieron al mostrar mis manos extendidas.
—Cancelación—dije sin ningún esfuerzo y al instante ambas cadenas desaparecieron, junto a esto una de ellas lanzó unas kunais hacia mi, las cuales atrapé con facilidad y las lancé al cuello de la chica que se encontraba tras de mi.
Pude percatarme de algo, los Fenómenos en general eran muy resistentes, pero estos estaban muriendo muy fácilmente, además, el parecido entre ellas era demasiado, era obvio que Near estaba desesperado, tanto que no se daba cuenta de lo terrible que eran fabricados sus Fenómenos.
—Mine—exclamé señalando los kunais que estaban ahora en el suelo, había pronunciado un hechizo que atraía las armas a mi mano, algo fácil pero a la vez que facilitaba el arrebatar las armas a los enemigos. Una vez el arma en mi mano me enfrenté cuerpo a cuerpo con la restante, de alguna forma su expresión de preocupación y miedo me sorprendió, como si en mi viera su gran terror, como si tuviera miedo a que la lastimara.
—¡Aléjate! —exclamó lanzando fallidamente cuatro shuriken, al notar su debilidad y el miedo en sus ojos fue fácil hacer rodar su cabeza.
Una vez ella cayó tomé las armas que salían de sus cenizas, miré a la que estaba sobre el muro de fuego supervisando todo, su rostro también se tornó en temor. Di un salto hasta quedar a su altura y antes de que la gravedad hiciera su trabajo, una katana le cortó la cabeza y junto conmigo, la cortina de fuego tocó el suelo.
Con rapidez tomé a William y abrí otro campo de fuerza, seguimos hasta llegar a unas escaleras, en donde nos encontramos con otro par de Fenómenos que trataron de impedirnos el paso, pero al igual que el anterior enfrentamiento, bastó con que me vieran a los ojos para morir de miedo y por mis manos.
Mientras yo me encontraba corriendo por los desconocidos pasillos del castillo de Near, pude escuchar gritos de batallas conforme subíamos por las escaleras y corríamos por los pasillos. No había ninguna ventana en la que pudiera observar lo que estaba en el exterior, pero los gritos de batalla me hacían darme cuenta de que mis amigos se encontraban afuera dando pelea.
—Tenemos que encontrar a Leonard, si él está aquí entonces podrá cuidarte en lo que yo busco a Near—hablé tratando de mantener comunicación con William, el cual no había pronunciado ningún sonido, tuve que detenerme en una de las paredes para poder ver cómo se encontraba.
—Tus ojos—esas dos palabras salieron de su boca como un susurro, dichas con esfuerzo y como si el aliento le faltara.
—¿Cómo te sientes? —pregunté haciendo cuenta de las armas que le había robado a las que había derrotado a lo largo de las escaleras y pasillo.
—Near me quitó mi poder para borrar memorias y algo de mi poder de sanación—explicó con voz ronca y cansada— Estoy débil, pero ya es un logro poder estar vivo.
—Tenemos que continuar, ¿vas a estar bien? —cuestione viendo su mirada perdida en el vacío, no dejaba de sorprenderme por su imagen demacrada, estaba blanco, su cabello estaba de una forma ceniza y sus ojos verdes estaban más oscuros que de costumbre.
—No voy a morir, tranquila, puedes volver a cargarme, dudo que mis poderes sanadores puedan curarme estando tan alterados—contestó tratando de ponerse de pie con sus brazos, pero este cayó a los pocos centímetros.
—Bien—lo tomé con cuidado y lo volví a cargar sobre mi espalda, rompí el campo de fuerza y comencé a correr por el pasillo, esta vez, dejé mis sandalias para comenzar a andar descalza, el contacto de mis pies con la superficie rocosa del piso me hacía sentir de alguna manera quienes se aproximaban—. Se acercan dos en la siguiente esquina—avisé a William, tomé fuerza y corrí sobre las paredes hasta quedar sobre el techo, esta vez no tenía el contorno sobre mis ojos, pero la fuerza seguía presente. Una vez quede en el techo abrí nuevamente el campo de fuerza en forma de burbuja, esperé paciente a que aparecieran en el pasillo, mi plan era lanzar granadas sobres sus cabezas y lograr huir de ahí intactos, pero grande fue mis sorpresa al ver como entraban en el pasillo Sky y Mila, ambas portando sus armas y vestidas con el característico traje de Cazadoras.
—¿Recuerdas en qué parte del sótano se encuentra? —preguntó Sky dando un pequeño respiro de la persecución para mirar a Mila.
—Ese lugar siempre cambiaba de posición, nos tomará tiempo buscar—contestó Mila.
—No tanto tiempo—me hice presente, rompí a barrera y me dejé caer al suelo, mis pies tocaron el suelo causando un pequeño temblor por la fuerza en la que había caído.
—¡Jade! —exclamaron ambas por la sorpresa de verme.
—Me alegra verlas chicas, ¿donde están los demás? —quería abrazarlas, pero el chico en mi espalda me lo impedía, pero al darse cuenta, Sky se acercó y tomó de los brazos de William.
—Nos separamos, pero teníamos encargado buscarlos—contestó con un tono diferente de voz, no era la chica con la voz dulce y de carácter meloso, mucho menos portaba su hermosa coleta pelirroja, su cabello estaba corto en forma de bob, supuse que había tenido un cambio drástico de imagen debido a la batalla.
—Debemos de ir de a un lugar para sanar a ambos—habló Mila tomándome de mi muñeca, lo cual también se me hizo raro.
—Estoy perfectamente bien, el que necesita ayuda es William—dije separándome lentamente el agarre de la azabache—. Me reuniré con los chicos en cuanto termine con Near, no dejen que le pase nada malo—me separé de ellas y comencé a correr en la dirección en la que habían llegado, suponiendo que esa dirección se encontraría la salida dado que ellas solían vivir en ese castillo.
—El amo quería a ambos—habló la azabache colocándole nuevamente unas cadenas mágicas al rubio, igualmente, colocó su mano en la cabeza del rubio dejándolo dormido.
—Jade Persson lo buscará sola, pero ya tenemos nuestra carnada.
Corrí tan rápido como mis pies me lo permitieron subí y recorrí escaleras en forma de caracol, estaba cruzando por una pequeña torre, había tomado tantos caminos que no sabía donde me encontraba, pero fue en esa escalera donde me encontré con un ventanal estrecho en forma de rectángulo vertical. Cerré uno de mis ojos para poder mirar mejor por el reducido lugar, y en efecto, una batalla campal se estaba llevando afuera de los muros del castillo, podía distinguir perfectamente a los bandos. El ejército de los Cazadores vestían de negro y se movían con agilidad entre la multitud, mientras que los Fenómenos de Near tenían la piel blanco y ojos rojos.
—Tengo que darme prisa—dije para mí alejándome un momento del pequeño ventanal, volví a subir hasta llegar a una puerta, supuse que eso me llevaría a las afueras del castillo, pero me llevó a otro pasillo, supuse que había recorrido todo al revés y que había usado una vía de evacuación en caso de un ataque y que el lugar donde nos tenía Near era una clase de refugio, el castillo Norte también tenía uno.
Volví a correr por el pasillo hasta que mis pies sintieron una vibración, se trataban de seis personas corriendo en mi dirección, los pasos eran firmes, se sentían como uno solo, pero de la nada dejé de sentir a dos de esos, me detuve y abrí de la nada una barrera alrededor de mi cuerpo en forma de burbuja, y justo a tiempo, pues al instante dos balas impactaron contra mi campo de fuerza, tuve que extender mis manos para lograr mantenerlo, pues había sido un golpe muy poderoso. De la oscuridad del pasillo salió una luz dorada en forma de listón que envolvió mi barrera.
'Eso es...'
—¡Cancelación! —se escuchó la voz de alguien del otro lado del pasillo. La luz se desvaneció al igual que mi barrera, escuché como se quitaba el seguro a una pistola, di un salto hacia atrás y con mis manos abrí otra barrera, esta vez en forma de círculos en mis manos, con los cuales esquivaba las balas como si de raquetas de ping pong se trataran, y mientras trataba de esquivar las balas trataba de mantenerme alerta, después de todo, las dos presencias que había desaparecido no iban a tardar de emboscar.
—¡Mane! —grité quitando una de las barreras de mis manos y extendiéndola para sentir de inmediato una pistola color plateada, fue cuando vi el sello en la parte baja del arma, un águila real en forma de tribal.
'El sello de los cazadores'
—¡Esperen un minuto! —exclamé tratando de esquivar de nuevo las balas, y a eso agregarle flechas que salían de la nada, estas fueron más fáciles de atrapar, pero al mismo tiempo mi cuerpo se movía tratando de esquivar las balas de una nueva pistola.
—Enliver—se escuchó una voz conocida y al instante se quede quieta, mi cuerpo se contrajo, me sentí aprisionada, atada con algo más fuerte que las cadenas.
—Cance... —traté de hablar, pero al instante sentí como era aprisionada con más fuerza, mi cuerpo cayó al suelo y ahí comencé a retorcerme, se había tratado de un conjuro de Cazador para mantener quietos a otros vampiros, era sencillo pero el sentimiento de como eras aplastado era insoportable, incluso mortal—¡Soy yo! —grité con fuerza cerrando mis ojos.
El silencio se hizo presente y cuando abrí los ojos tenía a Sky sobre mi con una espada a pocos milímetros de mi cuello y a Mila en el techo con sus manos hechas puños, ella me había hecho en conjuro.
—¡Jade! —gritaron cuatro varones al unísono. Fue ese grito el que hizo reaccionar a Sky y Mila, pude volver a moverme en cuestión de segundos. En cuanto pude ponerme de pie fui abrazada por mi padre, seguido de Sky, Mila, Wesh, Jason y Leonard.
—¿Qué haces aquí? —preguntó mi padre tomando mi rostro con preocupación.
—¿Cómo escapaste? —preguntó Sky aún más preocupada.
—¿Cómo te encuentras? —la pregunta de Wesh se hizo presente.
—¿Qué te hizo Near? —me sorprendió la pregunta de Jason, más porque no había preguntado por su amada Violetta.
—Hey estoy bien, estoy bien— dije tratando de calmarlos, todos estaban sorprendidos al verme lejos de las garras de Near, llevé mis manos frente a ellos tratando de alejarlos y guardar un poco de distancia.
—¡No puede ser! —exclamó mi padre tomando mi mano con fuerza, miró mi palma y la tocó con uno de sus dedos—. Estás desarrollando tus poderes— me miró con orgullo y tristeza, pues mi padre no había estado presente la noche que me convertí en Sangre Pura, supe en su expresión lo triste que se encontraba por eso, pero al mismo tiempo, orgulloso por haber pasado por todo sin la necesidad de morir.
—Déjame ver—habló Wesh acercándose nuevamente, esta vez tomando mi mano y delineando las marcas de ella—. Veo otro par de poderes, tus habilidades como la rapidez, super fuerza y agilidad están presentes, pero veo algo más—habló como si mi palma se tratara de un libro.
—Puede ser una epifanía—habló Mila quitando a Wesh y al mismo tiempo tomando mi mano, su tacto de suave y cálido, algo increíble para alguien de un carácter frió como el suyo—. Capacidad de crear campos de fuerza y barreras de protección, un clásico caso de vampiros de cautela, buscar proteger a los que amas, pero es cierto lo que dice Wesh, hay algo más, podrás desarrollarlo con el tiempo.
—Gracias por todo, estoy bien—sonreí alejando mi mano y volviendo a dar un paso hacia atrás, me tomé un momento para volver a verlos, hasta que me fijé en Sky, su cabello estaba sujeto en una coleta alta y larga, al mismo tiempo que Mila se limpiaba las manos sacudiéndolas una con otra— Sky, ¿desde cuando tienes el cabello largo? —pregunté con una voz más seria y preocupada.
—Aah—lo pensó un poco—, desde hace cuarenta años, creo, sólo me corto las puntas, pero hace décadas que no tengo el cabello corto, me lo dejé crecer cuando conocí a Mila.
—Acabo de verte con el cabello corto unos pisos abajo—dije sintiendo una gran presión en el pecho. Al instante todos voltearon a verse entre sí para al final terminar con la mirada en Leonard, el cual estaba a punto de explotar, se abrió paso entre todos y se acercó a mí, se puso de frente, mentiría si dijera que no logró intimidarme, sobre todo por la pregunta que salió de su boca.
—¿Dónde carajos está Will? —esa pregunta me hizo temblar un poco, y el silencio seguido por no saber con certeza la respuesta me hizo sufrir más de lo que Near había hecho.
—Yo... — no sabía cómo contestar, ni siquiera sabía por dónde comenzar— cuando escapé con William, pero pensé que Sky y Mila habían ido por nosotros, así que les dí a William—musité mirando a los ojos a Leonard, no era un momento para tener miedo, sobre todo de Leonard, había algo peor esperando por mi.
—Near debió planearlo, sabe que es tu debilidad—se escuchó la voz de Wesh tratando de calmar la situación— Debemos seguir con el plan, de lo contrario Near logrará revivir a sus padres y les recuerdo que un millón de cadáveres están bajo este castillo, si Near los revive nuestras tropas no podrán contra ellos.
—Coincido con Wesh—habló mi padre separando a Leonard de mi— Hay que movernos, los Fenómenos que nos recibieron en la entrada sólo son un grano de arena, Near ha planeado esto toda su vida, debe de pensar que al quitarte a William te alterarás y que tu enojo nublará tu juicio.
—Créeme lo está logrando—musitó Leonard apretando sus dientes y formando con sus manos un puño, no quería verlo, estaba llena de vergüenza. En el pasado le había prometido que cuidaría de William, y yo mejor que nadie sabía lo que sentía perder a tu pareja— Pero tienen razón, debemos de dar con él antes de que todo se ponga más feo, afuera mi gente está peleando.
—Y nosotros le pondremos fin a la batalla— dijo Jason recargando su pistola con nueva balas—Andando, nos cubriremos la espalda.
Dicho eso, me fue entregada una espada muy familiar, puedo decir que me sentí completa al tenerla en mi manos, la espada de Violetta Toer, comprendía realmente la razón y es que esa iba a ser la espada que volvería a matar a Gravez.
Todos recorrimos los pasillos, fuimos emboscados varias veces, pero con cada encuentro logramos matar a todos los Fenómenos que se nos presentaba, las emboscadas eran en parte organizadas, pero el poder de Mila de prescindir las presencias de las demás personas nos ayudaba a acabarlos.
Nos tomó tiempo, cada encuentro era más difícil de vencer, poco a poco, se sentía que la seguridad aumentaba debido a la cercanía que teníamos a la de Near.
—¿¡Dónde está!? —exclamé defendiéndome de las garras y colmillos de un Fenómeno, mi voz se escuchó como un susurro al lado de los gemidos y gruñidos del que me atacaba—¡Estamos perdiendo el tiempo!
—¡El salón de Reposo está a unos cuantos pasillo! —exclamó Sky atravesando a varios Fenómenos, uno por uno con una vieja hacha.
—¡Leonard, Jade, Jason, vayan allá, nosotros les cubriremos las espaldas! —ordenó Wesh atravesando a dos vampiros de una sola estocada de su filosa espada. Por nuestra parte, me tomó un segundo para mirar los rostros decididos de los varones nombrados—¡Ahora! —exclamó haciéndonos reaccionar.
Los tres dimos un salto en el aire hasta quedar juntos y antes de tocar el suelo abrí un campo de fuerza rodeando los cuerpos de cada uno. Nos abrimos paso a través del pasillo lleno de Fenómenos, estos al tratar de atacarnos eran azotados contra la pared, mis campos de fuerza eran tan fuertes que ni el ataque de un depredador como los Fenómenos se les comparaba, ni siquiera podían darme batalla.
Llegamos hasta la puerta, ni siquiera sabíamos que era lo que se iba a encontrar detrás de esta, aún así, estábamos preparados. Jason sacó de su bolsillo una pequeña esfera, semejante a una goma de mascar, pero de color negro, la tomó entre sus dedos y la estrelló contra la puerta y la derribó después de explotar y abrir una cortina de humo.
A pesar de que Jason no tenía la necesidad de respirar, tocio con gran fuerza, tuvo que sujetarse de mi para no caer.
—¿Estás bien Jason?—pregunté preocupada por el estado en el que se encontraba, algo me decía que no iba a resistir más.
—Lo estaré una vez beba la sangre de Near—dicho eso se soltó de mi brazo y regresó a su postura firme, pude confirmar que estaba mejor debido a que sus ojos no estaban del todo rojos, más bien era un color café claro. Una vez Jason con sus armas listas nos dispusimos a entrar.
Y al cruzar el invisible humo, nos dimos cuenta, los ataúdes estaban rotos, la madera recia partida en el piso, y justo en el centro de la habitación, compartiendo un cálido abrazo, Vincent Gravez y Nora Persson. Fue inevitable sentirme cohibida.
Y con agilidad, antes de quedar al descubierto por la familia encontrada, Leonard tomó una de sus flechas, apuntó a Near y disparó con destreza.
Y justo antes de que esta tocara el rostro ahora calmado de Near, una mano ajena volvió cenizas a la flecha. El humo desapareció junto con la flecha que tenía ahora sólo era polvo mezclado con el pasar de los años, de la misma manera en la que nuestras presencias quedaron al descubierto.
—Tan predecible como siempre hermano— habló Near separándose de los brazos de sus padres, los cuales, tomaron un lugar a las espaldas de su hijo, quedando unidos por sólo sus manos en estrecha compañía—. Te haré el gran honor de darle la bienvenida a los legítimos gobernantes de los Hemisferios: Vincent y Nora Gravez, mis padres.
—El único que gobierna sobre ellos soy yo—expresó Leonard con voz detonante, haciendo eco en el profundo salón. Por nuestra parte, tanto Jason como yo estábamos alerta de cualquier movimiento que comprometiera el ya no tan ataque sorpresa .
—Más sin embargo tu sangre sigue siendo bastarda— argumentó Vincent haciéndose presente, en el momento en que su voz inundó mis oídos me fue imposible no sentirme familiarizada con ella. Su voz la conocía, su rostro no fue la de un desconocido, y mi espada vibró al igual que mi cuerpo al ver sus fanales azules.
—¡Vuelve a profanar el nombre de mi madre y verás como el filo de mis flechas te regresan a tu tumba! —expresó nuevamente el pelinegro.
Por nuestra parte, tanto Jason como yo nos encontrábamos alerta, a pesar de que mi cuerpo se sentía extraño ante la presencia de Vincent Gravez, no dejaba de estar atenta a cualquier otra vibración o movimiento dentro de las cuatro paredes. Mi sentido común me decía que éramos los únicos dentro de esa recámara, pues al ser algo tan íntimo para Near, era natural que no quisiera a terceros dentro de su territorio, lamentablemente, nosotros estábamos en el suyo.
—Tu madre ni siquiera debió de darte a luz—habló nuevamente el mayor de los pelinegros—. Acéptalo Leonard, nunca fuiste digno de dirigir a los Hemisferios, lo haces por capricho.
—Que sigas vivo es el mejor capricho que pudo tener el espurio que llamas hijo—Leonard se mostró firme, tomó nuevamente una de sus flechas y la colocó en su arco, más sin embargo no apuntó a nada, como si esperara algún movimiento en especial.
—La vida no es un capricho, es el deseo de hacer con ella lo que quieras, llenarte de dicha con cada segundo que la vives y saber que incluso sabiendo lo que viene, es impredecible— sonó la voz de Nora Persson.
Verla, de mirada fría, sin emoción, pálida y de cabellera larga y sedosa, se veía como una reina, pero despedía un aura siniestra, frívola y escasa. Me sorprendió que ella hablara de algo tan importante como el significado de la vida, cuando parecía que era la única que no lo tenía.
—¡Pero miren nada más! —exclamó Near dando unos pasos al frente con los brazos alzados, como si un ángel hubiera caído en el infierno implorando salvación—. Toda la familia reunida— sonrió complacido— ¿Los reconoces madre?
Near miró fijamente a los ojos fríos de su madre, los cuales tuvieron un brillo después de que se cruzaran. Ante eso pude sentir más frío del normal, lo cual era raro debido a que un vampiro no tenía del todo una sensación térmica, pero supuse que se trataba de algo instintivo.
—Nicolle, Samantha— me miró afligidamente— ¡Ustedes! —exclamó tornando sus ojos poco a poco de un color azul que irradiaba un sutil brillo.
A medida que su respiración se volvía regular este brillo se apoderaba más de su iris, incluso, sus colmillos sobre salían de su boca—¡Las mataré traidoras! —alzó su mano al aire y de sus filosas uñas largas se vieron destellos, se unieron y formaron una luz del mismo tono de sus ojos. A simple vista, parecía una esfera de energía extraña, me fue inevitable dar un paso atrás y levantar sutilmente mi espada.
—Qué demon... — susurré al darme cuenta que ese mismo tono de azul se habían tornado mis ojos hace unos momentos.
—Nora—susurró Vincent con una voz calmada, llegando al lados de su esposa, tomando su brazo con el que sostenía la esfera de luz. Ante el tacto de su amado Nora se tornó un poco más calmada, su respiración agitada poco a poco se detuvo al igual que sus ojos azules se volvieron negros.
—¡Malditas bastardas! —exclamó ahora con un tono de voz frágil, como si tratara de ocultar un llanto de dolor una vez envuelta por los brazos de Vincent.
—¿Qué fue ese brillo? — pregunté en voz alta, mi voz resonó en las oscuras paredes e hizo sonreír a Near, como si hubiera esperado por esa pregunta.
—Con gusto te lo explico mi hermosa Jade —habló Near— ¿Alguna vez te has preguntado por qué Jason evoluciona? ¿por qué sus ojos se vuelven carmesí? cómo un vampiro puede transformar a un humano en algo más destructivo y frenético? —señaló a Jason, el cual cambió su rostro frío a un ceño fruncido, obviamente era un tema del que él no disfrutaba.
—Por los Sangres Puras—contesté sosteniendo más fuerte mi espada, el sutil sonido de un arma quitándose el seguro me alertó, desvié mi vista sobre Jason, pero su arma ni siquiera tenía seguro. Alguien estaba apuntando a nosotros.
—Siempre tan astuta como siempre—afirmó Near—.Resulta que los Sangres Puras no somos tan diferentes a los Fenómenos, ambos tenemos la habilidad y el instinto de evolucionar, un incremento de poder que pasa de generación en generación, sólo los Sangres Puras pueden poseerlos y siempre se usa para la defensa personal y la protección de los individuos más cercanos a nosotros.
—¡Basta de parloteo Near! —exclamó Jason tirando de su gatillo, liberando una bala en una estela de color azul, pero al igual que la flecha de Leonard, esta fue detenida y desintegrada antes de lograr su cometido, más sin embargo el que detuvo el impacto fue una barrera de color verde traslucido.
'Mi barrera'
—No me interrumpas niño—habló Near dando un ademán en el aire desvaneciendo a la par la barrera. Supe en ese momento que el francotirador sobre no nosotros no era una persona bajo el mando de Near, de haber sido así hubiera disparado a Jason ante ese ataque .
Teníamos a alguien más de nuestro lado, aunque eso no garantiza del todo la victoria.
—¡Arrogante! —exclamó Jason volviendo a cargar su pistola con una agilidad sorprendente, en ningún momento le quitó la vista a Near—¿¡Por qué te empeñas en crear a tantos fenómenos si tu solo puedes cuidarte el culo!?
—Tengo mejores cosas que hacer—contestó sin el menor grado irritación, más bien era un tono de fastidio, alguien tan soberbio como Near no se iba a someter ante preguntas casuales como las de Jason— Como te decía Jade, ese brillo fue lo que te dio la fuerza para salir de mi jaula, la causa por la que un indefenso y frágil humano puede convertirse en algo más fuerte y poderoso, como un Sangre Pura.
—Pero a diferencia de ustedes ellos no controlan su evolución—argumenté sin dejarme consolar por esas frías palabras endulzadas por la varonil voz de Near.
—Nada se te escapa nena—afirmó mi argumento.
—Gracias— dije con humildad, incluso incliné mi cabeza un momento— Ahora, aún estás a tiempo de volver todo a la normalidad, ya sabes, tu y tu familia viviendo felices en el olvido y fuera de nuestras vidas; retiras tu tropas Near deserta de tu toma de poder y podremos olvidar esto
—¡Jade! —me llamó con autoridad Leonard.
La risa carcajeante de Near llamó nuestra atención, no era la primer vez que reía como idiota, a estas alturas ya no daba miedo, más bien preocupación, parecía loquito el pobre.
—¿Por qué tendría que seguir tus órdenes? —cuestionó mi oferta— Ya lo tengo todo, el poder, la jerarquía y la vida en mis manos y supremo control.
—Porque aún está en mi destino matarte, así que no importa cuando te escondas detrás de una barrera que yo misma puedo deshacer en cualquier momento, porque voy a apuñalarte con la espada que también le arrebató la vida a tu padre y cerrar el ciclo que tanto nos ha atormentado— dije con voz fuerte, tratando de hacerme presente en la habitación, incluso Vincent Gravez me había dedicado un rostro fruncido— Podrás tener todo el poder del mundo Near, pero sigues siendo un niño enojado y lleno de tristeza, por eso continuamos jugando a la guerra, es solamente el mejor berrinche que pudiste hacer.
—La única persona que está saciándose con esta guerra es el maldito que se encuentra frente a ti—señaló a Leonard.
—Una vez me dijiste que eras más sabio que Leonard, pero no lo pareces, no cuando solamente piensan en ti mismo.
—Es cosa de principios Jade—contestó con voz neutral, su cuerpo se había contraído, había dicho la verdad y la verdad duele.
—Pequeña humana, no sabe lo que tu boca profana—expresó Vincent Gravez— Mi primogénito tiene razón, solo un Gravez puede gobernar.
—¡Ay por favor! —exclamé cansada de tanto rodeos.
—Ay no—expresó Jason, sabía el parloteo que iba a hacer, sólo por el hecho de denigrarme.
—Para empezar no soy humana, su hijo bastardo me convirtió en esto— señalé todo mi cuerpo—, segundo, no niegue que Leonard es su primogénito, Near es el verdadero bastardo debido a que es el hijo de una mujer con la que no había contraído matrimonio en primer lugar, y para finalizar señor 'Vlad Tepes' le recuerdo que usted fue el primero en desertar del trono por irse a perseguir a una humana.
—¡Maldita insolente! —gritó Nora volviendo a amenazar con una esfera de luz.
Sentí la barrera romperse en un instante, fue cuestión de un segundo para que el poderoso poder de Nora atravesara la habitación hasta llegar a mi, más sin embargo, mi cuerpo no se sorprendió, mucho menos se mostró sumiso ante el inmenso poder que amenazaba con reducirme a cenizas, al contrario, como una una guerrera, me puse firme, me quedé de pie y fue necesario el simple chasquido de mis dedos para abrir una barrera a mi alrededor y quedar ilesa del impacto.
—¡Maldita, maldita!—exclamaba sin control alguno, incluso sus ojos se empezaban a tornar nuevamente azules—¡Muere, muere, muere!—gritó amenazando con lanzar una nueva esfera de poder.
—¡Cálmate Nora!—exclamó Vincent calmando a su pareja.
—Matala...—susurró— Quiero matarla, quiero matarla, quiero matarla, quiero matarla, quiero matarla
Justo en ese momento, en cuando la barrera de Near cayó y el impacto de Nora fue desvanecido por mi poder, al igual que su cordura, fue la oportunidad de Leonard de acercarse en dirección a Near.
Tomó una de sus espadas en forma de hoz para ir contra Near, pero fue en vano. Justo cuando Leonard estaba a escasos metros de Near, justo cuando sacudió el arma de en aire y e dispuso a dar un golpe final y arrebatarle la vida al otro pelinegro, justo cuando estuvo tan cerca de asesinarlo, la espada fue rota en mil fragmentos.
Near había vuelto a protegerse de nuevo.
—¡Basta! —exclamé alzando mi brazo en dirección a la barrera de Near en un intento de romperla, pero fue inútil, aún era nueva con mis poderes.
—Como ya lo había dicho— habló nuevamente Near sin mostrarse sorprendido por nuestros actos, como si todo fuera... —Predecible.
Ante eso, el suelo comenzó a temblar, Jason y yo nos pusimos en posición. Near, el que no se había movido ni para mostrarse seguro, dio dos pasos a la derecha y fue entonces que el piso se abrió y de esta surgió una cápsula, una como la que nos mantenía a William y ami encerrados.
—Dime hermano ¿recuerdas el día que mataste a mi madre? —preguntó Near a Leonard.
—Fue la noche en donde mataste a la mía, maldito infeliz— respondió Leonard— Fue como estar a mano.
—Y tú Jade ¿recuerdas la noche en la que mataste a mi padre? —me cuestionó, obviamente no tenía el vivo recuerdo, pero las epifanías de Violetta constantemente sobre mi me daba una clara pista de esa noche.
—Lamento infórmate Near que no cargo con ninguna cruz—respondí poniéndome nuevamente en guardia, sobre todo preparándome para abrir otra barrera alrededor de Jason y Leonard, tenía un mal presentimiento.
—Pues ahora lo recordarán—terminó de hablar al mismo tiempo que la cápsula terminó de subir.
El cristal ahora era una de mis barreras, el color verdoso dificultaba ver lo que había en el interior, pero algo curioso pasó nuevamente, Near había desvanecido la barrera que lo protegía, era el momento de atacar, Near había bajado sus defensas, pero Leonard a pesar de estar a tan pocos metros de distancia se mantuvo completamente paralizado.
Dudé por un momento el iniciar un movimiento espontáneo, incluso Jason se percató del comportamiento de Leonard y se detuvo a analizar la situación.
—Dime Jade—habló acercándose a la cúpula—¿Quieres ver el verdadero brillo de un Sangre Pura? — tocó la barrera que protegía la cápsula y como una pompa de jabón, se deshizo en el aire, dejándonos ver el interior de la cápsula.
—¡William! —exclamó Leonard con dolor al ver el cuerpo de William al el interior de la capula, débil, pálido y ahora demacrado, sin energía y agonizante.
HOLA HOLA HOLAA!!
MUCHAS GRACIAS POR LA PACIENCIA Y LA ESPERA
LA VERDAD ESTE IBA A SER LE CAPITULO FINAL, PERO ME HIZO FALTA MUCHO, ASÍ QUE EL SIGUIENTE CAPITULO ESPERO QUE SEA EL DEFINITIVO.
MUCHAS GRACIAS POR CONTINUAR ESTA HISTORIA :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro