La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

La entrada al museo costaba diez dólares, incluye la visita alas alas, que parte de tener los animatrónicos, tenía mapas de los primeros grupos de los excluidos, algunos de los excluidos de su especie que han destacado, entre otras cosas,  y no había problemas hasta ahora, algunos se veían un poco incómodos pero la curiosidad les ganó y eso provocó que terminarán de ver toda la exposición. La cafetería ofrecía una serie de platillos con temática de excluidos, ya sean bebidas, comidas y postres, los lobos, vampiros, psíquicos, sirenas gorgonas, enanos, yeti, y muchos más estaban incluidos. Claro el café no era tan variado para que no hubiera problema directo con el Veleta.

Curiosamente vi a la directora Weems y otra chica igualmente alta o más ya que ella no llevaba tacones, visitar la exposición, claro hoy solo abrió la exposición básica, con unos pocos monstruos , con el tiempo saldrán unos de exposición y entrarán otros, pero los yeti y Goody Addams serán permanentes.

- Buenos días señor Glicker -saluda la cambiaformas -, soy Larissa Weems, directora de Nunca Más -se presenta saludándome y ofreciéndome la mano, a lo que respondo amablemente- y ella es mi hija Gwendoline.

- Un placer señor Glicker -saluda con una máscara de chica sería, pero se nota que quiere salir corriendo a ver qué ofrece el museo.

- Su trabajo aquí es admirable -dice la directora sonriendo - ¿Con consiguió toda la información?

- Investigue bastante además de entrevistar a varios excluidos' -respondo sin mentir, claro no le digo que también tengo el diario que pertenece a la escuela.

- Ya veo -dice pensativa-, me gustaría invitarlos a estudiar en Nunca Más -ofrece de la nada-, podría estar con más de los suyos y convivir sin tantas restricciones. Puede ir a visitarnos si gusta dar un vistazo.

- Muchas gracias, igualmente son bienvenidas a venir aquí -digo sonriente-, también haré un descuento para sus estudiantes y docentes.

Seguimos platicando y en algún punto de la conversación Larissa se va a hablar con el alcalde dejándonos a Gwendoline y a mi solos.

Más libre de ser ella misma, se vuelve más alegre, bromista y sarcástica, si bien comparte la idea de convivencia de los Excluidos con los normies no apoya la sumisión y tampoco al mundo peregrino.

- Me agrada hablar con alguien que no trate de besar el suelo por donde piso -dijo después de un rato mientras nos dirigimos a la cafetería.

- ¿Por qué razón lo hacen? -preguntó curioso es hermosa pero no creo que esa sea la razón - ¿Por la posición de tu madre?

- ¿No sabes que soy? -pregunta curiosa.

Me le quedé viendo un rato pero ya que las cambiaformas y en general la mayoría de excluidos tiene forma humana sin más y su forma de monstruo, es difícil de adivinar.

- No te ofendas -digo después de dar un suspiro-, pero a menos que sea una enana, sirena, vampira  o gorgona es difícil adivinar.

- Soy una cambiaformas -dice transformándose en mí y regresando a su forma original cuando nadie nos ve -, la mayoría de intereses en mi son para cumplir fantasías, por eso mi madre se divorcio.

- Lamento eso -digo sinceramente, una cosa es jugar en pareja o disfrazarse, pero supongo que debe ser incomodo que te pidan cambiar quien eres o como te vez.

Seguimos hablando un rato hasta el mediodía, cuando llega su madre, y ya que todo sigue bien y no parece haber disgustos voy de visita Nunca Más.

En la camioneta, acompañado de ambas cambiaformas llegamos al lúgubre castillo, realmente es perturbador si no estás acostumbrado a lo sombrío aplicado al estilo neorrománico.

Sin importarme las miradas de los estudiantes recorremos parte de las instalaciones hasta que se requiere la presencia de Larissa y su hija en asuntos importantes, por lo que recorro yo solo el resto de la escuela. Ya que debo regresar el libro busco la estatua de Poe y mientras la buscaba encontré a una chica con cabello largo y lentes obscuros, Yoko Tanaka.

- ¿Te puedo ayudar? - pregunta curiosa por mi presencia aquí, no me ubica.

- Si podrías decirme dónde está la estatua de Poe -le pido y ella me hace señas para que la siga.

- ¿Eres nuevo? -pregunta cuando llegamos, no se si es oscurista así que la abriré después.

- En la ciudad sí -respondo mientras me retiro de la estatua y ella me sigue-, no soy estudiante y tú ¿Qué haces aquí?

- Solo busco hacer cálidos recuerdos -responde aburrida-, aunque las restricciones aquí son malas. No puedo beber sangre.

Esa y otras cosas le incomodan de este lugar, pero prefería esto y buscar algo interesante que la vida aburrida que había llevado, no me dice su edad, pero es competitiva y pocas personas le suponen un reto, así que vino aquí por recomendación de su padre. Hasta el momento la esgrima y la copa Poe es lo más emocionante que ha encontrado.

- Según se los vampiros no necesitan beber sangre -digo recordando lo que decía Nathaniel Faulkner-,   ¿Porque quieres beberla?

- La bebía antes de venir aquí -responde-, pero aquí está prohibido ya que podemos provocarle problemas a los compañeros, los normies peor y no la venden y no tenemos suministros porque no es necesaria.

Su respuesta me pone a pensar, según el libro de Drácula, cuando van a beber tu sangre, además de terror, hay cierta emoción mezclado con el terror.

- Bebé mi sangre -digo al acercarnos al lago.

- Podrías perder la conciencia como mínimo- responde y aunque no veo sus ojos se que está asombrada por mis palabras-, no es fácil controlarnos.

Como respuesta me clavo una agua que se cura enseguida.

- Puedo recuperarme rápidamente -aseguro-, además no hay muchos estudiantes dadas las vacaciones y Weems está lejos ¿No quieres probar la sangre de un yeti?

Abrí mi camisa mostrando mi cuello, Merlina me ha mordido antes y aunque ha probado mi sangre no es una vampiresa ,es simple curiosidad científica.

Algo .. emocionada… Yoko me jala hacia su regazo,  noto esa mezcla de emociones cuando lame mi cuello y sus frío y afilados colmillos tocando mi piel, perforandola, y mi sangre, en un rato cambio de circulación, sale succionada por sus carnosos labios.

Así, primero lento y luego demasiado rápido, Yoko succiona, alrededor de un litro de.mi sangre, si no fuera yo, habría muerto.

Se separa de mí y me tira al suelo, Yoko se levanta agitando su cabello, su reputación y corazón demasiado acelerados, parece en estado de éxtasis.

Un minuto después se acerca a mi, no preocupada, porque nota que sigo vivo, lame mi cuello limpiando los restos de sangre y cerrando la herida.

Después de acariciar mi rostro un rato, de sus labios rojos por mi sangre en su rostro sonrojado, solo sale una palabra:

- Delicioso…

...

Continuará...

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