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Lio Fotia nunca había nacido como Burnish, a los dieciséis años de la nada tuvo su promare escuchando risas y diciéndole que lo iban a cuidar.
Nunca temió por el fuego es más le gustaba.
Lio sabía que a medida pasaba el tiempo los Burnish iba verse como mounstro. Así que sin más comenzó hacer grupo para protegerlo dejando una regla única.
Los Burnish no matan.
Y a pesar que la sociedad humana los veía como humanos aunque una pequeña minoría unos mounstros, no dudo ayudar a los nuevos Burnish recién despertado.
Lio Fotia era el primer líder Burnish, su aspecto era diferente tenía el cabello largo ondulado, le gustaba mucho cuidarlo ya que siempre su madre le decía que se veía muy bien. Venia de una familia muy adinerada.
Lio era feliz, ayudaba a los que más necesitaba.
Quizás el había nacido para esto.
Despues de todo sus llamas eran las más fuerte. ¡cierto! Era absolutamente un chico aunque su rostro tenía rastro femenino, su color de ojos era amatista e inclusive si el mismo quisiera ponerse ropa de niña, parecería una niña.
Todo el mundo lo amaba y él los amaba a todos.
Hasta que un día un chico desvergonzado se acercó a él.
Su primer pensamiento que era un idiota.
El sabía defenderse no necesitaba que alguien lo defendiera, pero ese chico se cabellos negros y ojos azules como el océano, lo defendió de un grupo de personas.
Lio no necesitaba esto pero igual debía mostrar sus modales y agradecerle.
Su nombre era Guy un nombre tan peculiar pero se encariñó tanto porque era una persona amable. Sus ojos no mentia y él amaba a los Burnish.
Él comenzó que las mañanas todo su tiempo que era con los Burnish para que se restablezcan en la sociedad y en las noches veía a Guy.
Guy era una perosna amable e ingenua, fácilmente manipulable pero el nunca lo vio así. Cuando le explico que era un Burnish no necesitaba ver su rostro de miedo o de terror por qué escuchó su risa y lo abrazó diciéndolo lo asombroso que era.
Lio era muy feliz. Lo amo tanto.
Lio se enamoró de Guy e hizo todo para que lo notara. Una tarea muy difícil pero al final tuvo éxito.
Guy se enamoró de primera vista a Lio pero no quería asustar al pobre chico que era menor que él así que primero comenzaron como amigos.
El chico de cabellos negros le regaló un par de aretes negros a su amigo diciéndole que se veía muy bien.
Cuando Lio cumplió dieciocho años fueron novios. Fue el mejor momento de su vida.
Lio no sabía mucho del promare pero le explico a Guy como era, tenia voces diciéndole que quemara pero lo hacía un lugar lejos ya sea en un desierto o lago. También le dijo que su promare le gustaba mucho que era un poco peculiar.
Guy se sintió emocionado y comenzo a escribir, él era realmente un gran escritor y comenzo a ayudar a su novio con los nuevos Burnish e inclusive crearon una sede especialmente en ellos.
Mala elección, el gobierno pensó que era una estrategia en su contra. Gobierno creo una oficina de fuerza de congelación, al principio era para ayudar a los Burnish y apagar los incendio cosa que la mayoría de los bomberos no podían.
Guy se dio cuenta algo, su preciado novio no envejecía y eso le entristeció no por él si no por Lio. Ya que eso significaría que estaría solo.
Lio no le importo envejecer solo quería estar al lado de su novio. La gente nunca vio a los buenish como humano. Su felicidad fue destruida.
Guy protegió a Lio por todo los medios, la mayoría culpaba al líder de los Burnish diciendo que iba a crear una revolución.
Guy murió por proteger a Lio contra el ataque del gobierno.
Lio no soporto y exploto, sus llamas lloraron junto a él e hicieron explotar la sede de la que creo el gobierno, agradecía que no hubo herido.
Diez años después donde siguió liderando a los Burnish pero con otro aspecto conoce a un niño de cabellos azules oscuros llamado Gill.
Para Lio ya no le importo el amor había perdido a su amado Guy, le enseño que los humanos nunca cambiarían y debía defender a su especie.
Cuando conoce a Gill su mundo cambia porque sin querer comienza a querer mucho a ese niño.
Lio uso su poder para salvar a los demás Burnish para llevarlos un lugar lejos de la ciudad de promepolis y sin querer se encuentra con el niño que le recuerda a su primer amor.
Su promare se ríe y le dice que lo abrace con tanto cariño, que lo bese.
Lio se sonrojó llevandose al niño y lo comenzó a criar. Sabía que el alma de Guy estaba en el niño, no entendia porque pero ya nada era raro desde que tenia su promare.
Gill fue querido por el pequeño grupo que lideraba. No era un Burnish pero ayudaba a todo el mundo era muy apegado a él.
Estaba mal tenia veintiséis años pero aquí estaba besando al niño de diez años mientras sentía como el pequeño Gill comenzaba a tocarlo.
Lio era frío, manipulador e inclusive muy calculador con toda la gente. Lo respetaban pero con Gill era diferente cariñoso, amable e inclusive sobreprotector.
—Niño tan travieso.
—Lio~—El peliazul comenzó a besar los labios del mayor para sonreir satisfecho—Ya ayude a la abuela y a las demás mujeres que no podía moverse mucho. ¡Prometo que cuando crezca voy ayudarte en todo lo que pueda!.
—El peliverde solo sonrio para seguir besando haciéndolo sentar en sus piernas escuchando el ronroneo de su promare—Lo se. Será un gran chico Gill.
El peliazul sonrió muy feliz quería hacerle útil a Lio no tuvo una vida muy feliz con sus padres pero con Lio se sentía tan lleno, tan feliz era como si lo conociera de toda la vida.
—Lio~ beso~.
El líder de Mad Burnish solo soltó una suave risa para seguir besando a su pequeño novio. Si Guy había renacido en Gill y él esta vez lo protegería, iba proteger su luz. Ya sabia lo que haría.
Iba a crear una ciudad solamente de Burnish para que ninguna gente los lastime para que no haya discriminación.
Solo debía llevar al pequeño grupo donde estaban los volcanes.
Por primera vez en su vida fue traicionado por su propia especie.
—¡Para! ¡Detente! ¡El no es Burnish!—Comenzó a gritar desesperado el líder al ver como el nuevo líder de la fuerza de congelación había tomado de rehén a su Gill.
—¿Por que debería tomarte en serio? ¡Ja! Nunca cambias Lio. Sigues siendo un monstruo mira nada más como estas quedante con tu apariencia de dieciséis años.
Lio sintió enojado no le importaba los insultos solo quería que dejaran en paz a su novio.
Gill solo siguió moviéndose pero no podía era inútil, solo pudo sonreir triste a su líder, era ellos. Gill sabía que Lio lo escogería pero él no. Él quería que los Burnish fueran libres.
Gill hizo esto por Lio. Quería que fuera feliz y todo.
Lo único que pudo ver era todo negro y la voz de su primer amor gritando su nombre.
Lio deambuló por todo el desierto.
Diciéndose a sí mismo que los Burnish no mataba, el nuevo jefe había matado aún pobre niño humano. A su primer amor, sus ideales no pudo matarlo.
Lio ya no queria más esto.
Ya no quería dolor. Odiaba ver como la gente común y corriente podían escoger y porque ellos no. Odiaba esto, quería que paraba.
Su promare quería que quemara con violencia.
Había perdido dos veces a su amor con vida.
Lio no quería seguir viviendo.
Hasta que después de diez años conoció a Gueira y Meis.
Y él otra vuelta confió en los Burnish.
Después de tres meses conoció a Galo Thymos.
Lo supo inmediatamente.
—Bienvenido de vuelta amor—Susurro para mirar como su novio explicaba en power point lo de matoi.
Lio Fotia se volvió otra vuelta enamorar y soltó una risa suave al ver que seguia siendo el mismo idiota que siempre.
Quizás haya conocido a diferentes personas con diferente nombres pero seguia siendo la misma persona que daría todo por salvar a la gente, esa amabilidad y cariño que lo envolvió cuando era un adolescente.
—¡¡¡Somos Galo de Lion!!!—Comenzó a gritar junto al peliazul para salvar el planeta tierra del promare.
"Jajajaja"
Lio se dio media vuelta viendo como su promare se iba riéndose como un niño dulce. Lio solo sonrio con dulzura para decirle adiós para siempre.
Ahora era Lio Fotia ya no era el líder de Mad Burnish. Ahora el podía envejecer y morir feliz al lado de la persona que ama.
—Unete a nosotros Lio.
El peliverde miró a Galo para cerrar los ojos y sonreír.
—¿Por que debería?
—Por que estarás conmigo y hacemos un buen equipo, mi alma ardiente te calentará cualquier cosa.
—"Sigues siendo el mismo idiota"—No dudo sonreir—Idiota, lidera el camino.
—Soy el idiota numero uno, Galo Thymos —El peliazul sonrió para chocar puños con el ojiamatista.
—Si, si idiota. Primero reconstruyamos la ciudad y luego lo pensaré.
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