Estoy encantada con mi nueva casa, en Notting Hill. He pensado que, si anclarse a un sitio propio era una buena idea para Harry, también lo sería para mí. Algunos de mis amigos, al verla, me han preguntado:

ᅳMy God!! ¿Tanto te paga? ¿No querrá contratarme?

  Así que he tenido que explicarles que he invertido algún dinero que me ha dejado mi abuelo en herencia. Siempre he querido residir aquí. Junto al Mercado de Portobello Road y a las tienditas que venden discos antiguos. Me ilusiona, además, vivir cerca de donde se hace el desfile del Carnaval de Notting Hill, en agosto. Si es que se le puede llamar vivir a los pocos días que voy a pasar en el mes. Yo soy un barco errante y éste es mi puerto. Sé que es demasiado grande para mí sola, con sus cinco dormitorios y tres baños, pero así la deseaba. La entrada es típica de las casas inglesas, con esa escalerilla para llegar hasta el acceso, lo que se contradice con mi trabajo de "sombra" de una estrella de la música actual. Necesito alejarme de Harry y conservar mi individualidad. Creo que, en el fondo, a pesar de que diga lo contrario, estoy harta de que las chicas se le tiren en los brazos o se introduzcan como ladrones en su habitación de hotel. No deseo verlo, otra vez, despedirse de una de ellas por la mañana, después del desayuno. Ése es el motivo de todas mis dudas. Como amigo es genial pero como novio me haría mucho daño. Siempre está rodeado de mujeres y no sabe lo que es comportarse. Nunca tendríamos un momento para nosotros.

  ¡Basta de pensar en Harry! He disfrutado comprando sola cada mueble, cada adorno, cada pieza de porcelana. El sitio de honor en mi biblioteca lo ocupa un secreter, de segunda mano y carísimo, pleno de pequeños cajoncitos, algunos a la vista y otros escondidos. En uno he podido encontrar una carta llena de lágrimas, según decía en la misiva, de una chica a su indiferente destinatario, que me ha hecho verter algunas lágrimas a mí también. Hasta que he descubierto que, en realidad, no era una carta sino la reproducción de parte de una novela victoriana, que nunca he leído ni tendría el gusto de leer. El sonido del timbre interrumpe mis divagaciones.

 Del otro lado de la puerta está Niall. Sin permitirme pronunciar palabra, me dice:

ᅳ¡Te extraño, Naty! ¿Cómo es que nos has abandonado?

 Y luego se me acerca y me besa. Alucino, he planeado una jornada monótona y solitaria. No he contado con sentir los labios de Niall sobre los míos. Me acaricia, con dulzura, como si hiciera siglos que no nos besamos. Nunca lo hemos hecho, es la primera vez. Siempre ha sido un coqueteo inocente, con la misma pregunta flotando en el aire: "¿estás con Harry?" La lengua de Niall se me abre camino dentro de la boca y, como no me ha dado tiempo a pensar, me recreo en las sensaciones, en las manos de él acariciándome la cintura y subiéndome por la espalda. Mi lengua, también, lo busca. Me gusta cómo huele, el cariño con el que me está ciñendo, que me haya extrañado lo suficiente como para venir a buscarme.

  Cerramos la puerta, sin separar los labios, y caminamos hacia el sofá. Es increíble. Una parte de mi cerebro, adormecido por las caricias, me regaña por lo que estoy haciendo, pero la otra la calla y disfruta del momento. Niall me quita la camiseta y yo se la quito a él. Nos acariciamos mutuamente las pieles, como si fuesen una sola y suspiramos, extasiados, por la sensualidad del momento. Él se detiene, por un instante, y me mira directo a los ojos, tan parecidos en el tono a los suyos. De lleno, sin parpadear, sin despegar por un segundo nuestra vista. Y en ese pequeño momento de lucidez le concedemos al otro la posibilidad de retroceder, antes de que sea demasiado tarde.

  Ninguno de los dos se mueve. Permanecemos quietos. Viéndonos, sin tocarnos, tan sólo inhalando nuestros aromas que, mezclados, forman una nueva fragancia. Mirándonos como un chico y una chica, sin nadie de por medio. Leo en el rostro de Niall, increíblemente guapo, la decisión. Y supongo que él lee en el mío lo mismo, puesto que yo no le oculto nada.

ᅳNo hay ningún apuro, Naty —me dice, con su sonrisa sexy—. Tenemos todo el día y toda la noche para nosotros.

¿Para qué seguir esperando a que Harry cambie si Niall está ahí?

Y una nueva canción de Harry Styles: Sweet  creature.

https://youtu.be/Qi6Id73NXs4

NOTA.

  Espero que os guste el capítulo y que hagáis comentarios.