Las lágrimas de Matilde le rodaban por las mejillas. Se encontraba en el Bosque de Sherwood, frente al viejo roble que tantos recuerdos guardaba en la corteza. Había pasado un año pero no conseguía contener el mar que le salía por los ojos.

  No se podía quejar: Harry y ella habían vivido como marido y mujer más de quince años y tenían cinco hijos que gozaban de salud, algo muy difícil de conseguir, que todos pasaran la niñez. Los tres primeros años habían sido de un amor apasionado pero, con el transcurso del tiempo, había dado paso a un cariño tranquilo. Más que esposo y esposa eran colegas.

  ¿Por qué se le habría ocurrido a Harry ir a esa partida en busca de fugitivos?, ¿por qué si estaba por debajo de su dignidad? Ella sospechaba que lo había enviado Guillermo Rufo, el nuevo rey e hijo menor del anterior. No era apreciado por sus vasallos y sus ataques de ira resultaban legendarios. Lo desquiciaba que lo compararan con su padre puesto que siempre salía perdiendo. Muchos lo odiaban.

  Por ese motivo necesitaba reflexionar, rodeada de paz, decidiendo qué iba a hacer. Podía luchar por su cuenta y gobernar su propia herencia y la que le había dejado Harry, como señora y vasalla, defendiendo las propiedades y privilegios. Seguía practicando con la espada y sabía mandar a un ejército. Eso haría si no tuviese hijos. Porque en esa situación se dependía exclusivamente del favor del rey y Rufo no era una persona que respetara el honor de la palabra dada.

  Sentía que su marido la había abandonado, aunque fuera de manera involuntaria. Uno de los malnacidos a los que habían perseguido lo había pillado con la guardia baja, por la espalda, y le había clavado un puñal por detrás, a la altura del pecho. No había sufrido, según le había comentado su gente, había sido muy rápido.

  A pesar de que él era bastante mayor que ella, aún no estaba preparada para el adiós. Muy dentro de sí, incluso, tenía la esperanza de que se iban a volver a encontrar. No sabía dónde ni cuándo pero sentía que él la estaba esperando en algún sitio. Claro que, mientras, tendría que ser la propia Matilde la que mirara por el bien de la descendencia.

  ¿Aceptaba o no aceptaba la propuesta de Niallson? Él la había traído, en compañía de un cortejo, para que reflexionara y le diera la respuesta que llevaba un tiempo aguardando. Por más que meditara siempre llegaba a la misma conclusión: la protección masculina era necesaria con Rufo gobernando. Si le decía que no a Niallson era muy probable que el rey la entregase como recompensa a algún vasallo suyo, para premiarlo por algo. Era una mujer mayor pero aparentaba diez años menos, con un gran patrimonio y seguía siendo muy hermosa. También podía irse a un convento, no había más opciones. Triste situación la de las mujeres. Pero no pensaba dejar a sus hijos tirados, solos, como hacían tantas para escapar de las restricciones de un mundo masculino.

   Miró a su alrededor. Ya tenía la respuesta que necesitaba: se casaría con él.

Por desgracia, mataron a Harry a traición.

Pero Niall también estaba al lado de ella en esa época...

Y ahora, Just Dance 2016 , No Control : un poco de todo.

https://youtu.be/GLa2pbsJvA0

NOTA.

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