《VIII》
*Two feet, quick musical doodles.
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Apretó los labios con fuerza mirando la daga negra en su mano, la cual temblaba, tenía el cuchillo cerca de su muñeca.
Solo debía de acercarlo un poco más y todo sería como antes, por fin se volvería a sentir viva y los recuerdos del pasado serían reemplazados por el el cansancio.
Habían pasado 3 días desde que tuvo esa "pelea" con el hermano mayor y éste no le volvió a dirigir la palabra. Eso no la molestaba, él le causaba algo extraño en su interior y prefería mantenerlo lejos.
Todos los hermanos habían mordido a yui, la cual estaba cada vez más débil y sayuri debía de encargarse de curarla por las noches.
La menor había notado que la oji rosa estaba rara, parecía ida y hace algunos días un extraño hombre había aparecido en la mansión. Era peli verde, ella lo vio aparecer cuando yui volvía a la mansión luego de ser mordida por Subaru, el peli verde apareció en el jardín y le dijo algunas palabras al albino.
Luego miro en dirección hacia ella, que estaba mirando todo desde hace rato, le dio una extraña mirada nostálgica y una sonrisa de lado. Ella se extraño pero decidió ignorarlo.
Ella no tenía nada que ver con los sucesos de esa mansión, ella solo debía de aguantar y cuando el momento se aproxime se largaria de ese lugar.
Tragó saliva y suspiro en ese oscuro baño, era una idea estúpida cortarse en un lugar rodeado de vampiros pero no le quedaba otra.
Hace 3 días que no dormía, no podía ir a un bar o encontrarse con sus amigos porque cada vez que salía alguno de los trillizos se colaba a su huida y a ella no le quedaba otra que volver, ya que soportarlos era muy irritante.
Los recuerdos, el insomnio, las voces, todo volvía, se habían acabado sus pastillas para dormir y reiji le dijo que si quería ingerir algo para dormir que sea un té.
Ella se irritó y antes de decirles algo se encerró en su cuarto saliendo solo cuando veía por la ventana que yui volvía a su cuarto, ahí salía y la iba a curar.
Su rostro se mostraba cansado y estaba muy agotada, pero no podía dormir, si se hería de seguro ante la pérdida de sangre caería dormida y listo. Asunto arreglado!.
Por el momento no se iba a preocupar por yui, ya que ella se fue al mausoleo del lugar.
Tal vez era una persona desagradable, desinteresada, fría y desagradecida pero ellos no son nada de ella, ella solo quiere irse.
No sabía el motivo pero desde que llegó a esa mansión sus demonios volvieron a atormentala y la única manera de calmarse era beber y drogarse.
Toda una vida de mierda, todo era culpa por ese extraño ambiente que rodeaba la mansión que la hacía poner rara. Su pecho se apretujaba y tenía fuertes dolores de cabeza.
Sus ojos se nublaron y empezó a rozar el filo de la daga contra su piel, apretó el filo en el lugar correcto y mojó sus labios ansiosa cuando vio una gota de sangre surgir de su cortada.
*toc toc*
Se exaltó deteniendo su labor y miro a la puerta del baño con enfado.
-oe, chichinasi 2, acompáñame a buscar a la chichinasi, el vago está tomando de su sangre en el mausoleo y de seguro termina desmayada, necesito que cures a la presa de ore sama.
Siguió golpeando la puerta ante el enfado de sayuri.
-"maldito rubio, desde que me empezó a ignorar algo dentro mío me revuelve el estómago y ahora que sé que bebió de yui me siento rara...no puedo sentir celos, es estupido, ni siquiera lo conozco".
-oe!, abre la maldita puerta enana!, ore sama no tiene toda la noche.
-ya voy!, deja de gritar! -gracias a la falta de sueño ahora en la mansión había otra persona que sufría de problemas de irritación constante.
Cuando se levantó se mareo y cayó de rodillas agarrándose la cabeza.
-..maldición -frunció el ceño intentando controlar su migraña.
-oe! -ayato entró de golpe y se quedó quieto al ver el cuchillo en el suelo -...q-qué es esto mocosa?!, qué demonios pensabas hacer?!.
La agarró de la mano mirando la leve herida en su muñeca, ella lo miro neutral y se intentó soltar de él.
-no te interesa.
Él gruño mostrando sus colmillos y la agarró de la muñeca para luego aparecer frente a la cama, la tiró a ella y la menor lo miro sorprendida al ver que la acorraló.
-deja de fingir que nada te importa!, maldición deja de lastimarte!, tú no eres así!.
Ella dejó su sorpresa de lado y lo miro con enojo.
-tú no sabes nada de mí!, no sabes cómo soy!, soy una persona desagradable, una alcohólica, drogadicta, soy un asco de persona, no vengas a hacerte el bueno cuando eres igual a mi!, no necesito la compasión de nadie!.
Sin poder evitarlo solto unas lágrimas mientras miraba con enojo e irritación al vampiro ante ella que la miraba atento y con neutralidad. Sus ojos tuvieron un poco de tristeza al verla en ese estado.
-no..no me mires así, deja de mirarme así!, no sé por qué mierda todos me miran así pero deja de hacerlo.
Ayato cerró sus ojos y dejó de acorralarla, cuando se estuvo por levantar ella lo agarró de su camisa.
-sayuri?.
Ella apretó sus labios y lo miro con súplica.
-...si no quieres que yo me lastime, hazlo por mi -se acercó a su rostro y lo abrazó por el cuello ante su sorpresa.
Parece que la mansión fue invadida por otra persona bipolar.
Al entender el pelirrojo corrió su cabello y luego abrazó su cintura con su otra mano.
-...ven a mí cuando estés perdida.
Ella abrió sus ojos sorprendida pero jadeo cuando sintió unos colmillos profanar su piel.
Quedó encima de las piernas del vampiro que bebía con gula su sangre, ella solo suspiro y enterró sus dedos en su rebelde cabello mirando al techo.
Tal vez era una masoquista, pero le gustaba sentir que poco a poco sus fuerzas se iban.
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El rubio se levantó de encima de la oji rosa que se sentó tocando su cuello con dolor.
-las demás preguntas que tengas, puedes hacérselas a él.
Los dos al salir del mausoleo se encontraron con richter que miraba neutral a su sobrino.
Shu pasó por al lado suyo pero la risa burlona del mayor lo detuvo.
-parece que está vez ella no te elegira.
El rubio no entendió pero el viento trajo a su olfato un aroma que lo dejó en shock.
Era la sangre de sayuri.
Apretó sus puños y sus ojos brillaron por unos momentos para luego desaparecer con una fuerte ventisca.
Richter solo sonrió burlon y miro a la rubia que miraba todo sin entender.
-es hora de que vuelvas mi amada -estiro su mano hacia ella y yui cayó de rodillas al sentir un fuerte dolor en su corazón.
El viento se levantó con fuerza y la oji rosa solo pudo saber que todas sus fuerzas se iban de su cuerpo. Algo la estaba dominando.
-dentro de poco estaremos los 3 juntos mi amada, como siempre debió ser.
El sakamaki sonrió con victoria, esperanzado en cumplir el sueño que tenía desde hace años.
Formar una familia con cordelia y sayuri, con ellas dos que lo eran todo para él, su amada....y su hija.
See you...
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