La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

- Nae… debemos arreglarnos.

- Solo un poco más… quiero estar así un minuto más

Ikal y Nae estaban acostados en la cama, contemplando el atardecer, Nae parece más tranquila y algo pensativa.

- Nae…

- ¿No soy la única verdad?

- … No -responde Ikal, suspirando-, Lucoa fue la primera y me permitió tener más novias… ¿Recuerdas?

- Lo recuerdo… al principio quería tenerte para mí sola,  pero no quiero lastimar a Lucoa -aclara Nae, riendo con algo de ironía, ella era todo menos egoísta-, solo quisiera saber si alguien te interesa… solo… no te enamores de cualquiera -pide-¿Me lo prometes?

- Está bien… -acepta Ikal- después de todo, no me gustaria meterme con cualquiera -asegura- cuando alguien me atraiga de verdad, la conoceré y si creo que me gusta de verdad… te lo diré.

- Ahora señor… después de tratar a esta dama así ¿No debería llevarla a cenar? -bromea Nae, levantándose.

- Nos queda poco tiempo -dice Ikal, señalando el reloj donde marca las siete y media, les queda media hora-, duchemonos y salgamos rápido.

La velocidad en la que Nae e Ikal se levantaron de la cama, se prepararon y salieron, podría haberse considerado récord mundial, tanto así que llegaron un minuto antes de que se cancelara su reservación.

Nae se preocupó un poco por los precios pero una rápida caricia de Ikal la tranquilizó… y, aunque la comida no la repitió, devoró cinco postres durante su cena.

- ¿Puedo pedir uno más? -pregunta Nae, avergonzada y con ojos de cachorro, al notar los recipientes amontonados de todos los postres que comió, la sonrisa de Ikal y la mirada del mesero.

- Los que quieras…

La cuenta ascendió a alrededor de medio millón de yenes, pero a Ikal no le importo, Nae nunca gastaba más de lo necesario y ayudaba en todo lo que podía en su casa, Nae lo vale.

- Fue maravilloso, Ikal -dice Nae al llevar frente al dojo, que era la entrada de su casa.

- Lo repetiremos cuando quieras… -asegura Ikal, abrazando a Nae a modo de despedida - entra si no quieres que tu padre me mate.

Nae se ríe, aunque sabe que su padre sería capaz. Con un pequeño beso se despidió antes de entrar corriendo a su casa.

Ikal espera un poco antes de irse, una parte de él se sentía culpable, pero sí a Lucoa no le molesta que tenga más de una novia y Nae lo acepto, no le parecía incorrecto.

Ya encima de su motocicleta, se dirigió a la empresa donde trabajaba Kobayashi, debía salir dentro de poco.

Poco antes de llegar, Ikal recibió una llamada de una compañera de trabajo de Kobayashi, al parecer tiró su número y ella lo recogió, según sus palabras, salía en diez minutos.

Acelerando al máximo llegó en nueve minutos, justo a tiempo para ver salir corriendo a Kobayashi.

- ¡Señor! -grita una mujer, a la que Ikal reconoce como a qué le llamó- Logré retenerla un poco antes de que huyera.

La mirada que le lanza Kobayashi, una que mostraba la tristeza por la traición y también de enojo por la misma razón.

- Te lo agradezco -dice Ikal, mientras ofrece un casco a Kobayashi - ¿Nos vamos ya?

Avergonzada y queriendo evitar preguntas y dejar de oír los susurros de sus compañeras, Mutsumi toma el casco y se sube a la moto.

- Lamento haberte puesto en esa situación -dice Ikal luego de un rato conduciendo -, pero vi la oportunidad de vengarme por confundirme con un criminal y la use -explica, riendo un poco.

- Con esto que hiciste podrías pasar por un criminal -protesta Mutsumi, de manera sería -, sufrí más estrés por tu culpa, no paraban de hacerme preguntas incómodas.

- ¿Hay algo que pueda hacer para compensarte? -pregunta Ikal, deteniéndose un poco al lado de una tienda.

- Cómprame algo de beber -pide Kobayashi -, hoy logré terminar mi trabajo y quiero celebrar.

Una ventaja de parecer mayor por la altura y un criminal por el aspecto, es que al comprar cerveza en una tienda o sake, nadie cuestiona la legalidad o ilegalidad de la compra, en voz alta.

Con un six pack de cerveza y una botella grande de sake, Kobayashi se veía contenta y al llegar a su apartamento, su enojo había desaparecido, tanto que ignoro que dejó entrar a Ikal a su hogar y que aún tenía dieciséis años.

- Gracias por la cerveza… -dice Kobayashi, bebiendo su cerveza, mientras veía a Ikal abrir otra- eres Sobu ¿Verdad?

- Por favor Mutsumi , dime Ikal… -responde Ikal- no me gusta que me hablen por mi apellido -explica, poniendo nerviosa a Kobayashi.

- Y dime… ¿Por qué te mudaste? -pregunta Kobayashi, ignorando lo que dijo Ikal.

- Vivía con mi tío y su novia, se van a casar así que quise independizarme -responde Ikal, terminando su cerveza-, además, estoy en preparatoria así que me sirve para ser más responsable.

- ¿No te agrada su relación? -pregunta Kobayashi, genuinamente interesada- ¿Qué pasa con tus padres?

- Solo quería darles espacio para disfrutar de su relación -responde Ikal, riendo un poco mientras sirviendo sake en dos vasos- en cuanto a mis padres… Bueno, mi padre murió cuando mi madre aún estaba embarazada… y mi madre murió poco después de darme a luz… su cuerpo era débil y… no aguanto…

- Perdona… no quería hacerte recordar algo así…

- Descuida -interrumpe Ikal, entregando el vaso a Mutsumi -, estoy bien… deben estar juntos ntos en un lugar mejor y siempre les pongo una ofrenda en el día de muertos cada año,

- ¿Día de muertos?

El resto de la noche, Ikal estuvo hablando de México y Mutsumi habló de algunos lugares que conocía y de su trabajo, liberando su frustración y enojo por su jefe e inútiles que complican su trabajo.

Risas, bromas, gritos y algunas propuestas de kobayashi para que Ikal se vistiera de mayordomo, aunque luego gritaba, ya que era demasiado joven y guapo, así hasta que Kobayashi cayó dormida.

- ¿Lucoa? -dice Ikal al comprobar que Kobayashi no se despertara en un buen rato.

- Estaba esperando que me hablarás… ¿Qué te hace estar tan feliz…?

Hasta el amanecer, Ikal, quién había esperado hablar con Lucoa toda la semana, le contó cómo le habían ido, Lucoa hizo lo mismo, recalcando su preocupación por una amiga suya que tenía dilemas existenciales y quería acabar con la humanidad…

...

Continuará...

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