042 - Que viva el amor
La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.
...
Cuando despertamos nos damos cuenta que está lloviendo mucho y el arroyo ahora es imposible de pasar a pie sin tener problemas con la corriente, por suerte sellamos muchas de las ranuras de la cueva y el agua que entra es mínima.
- Me alegra que arreglaramos la cueva antes de que empezara a llover -dice Katniss aliviada.
- Soy genial ¿Verdad? -digo bromeando.
- Claro -,dice siguiéndome el juego.
Después de comer llenamos las botellas y nos relajamos un rato antes de que estemos aburridos de ver la lluvia.
- Katniss… -digo de repente- cuéntame algo alegre que te haya pasado, me gustaría conocerte mejor.
- Bueno -comienza a decir dudosa-, no tengo mucho de qué hablar que sea interesante.
- ¿Alguna vez supiste como conseguir nuestra cabra? -pregunta luego de considerar que no quiere hablar de su padre y no puede hablar de sus días en el bosque.
- No -respondo rápidamente-, pero de seguro que es interesante. Me fascinara escucharla.
Katniss procede a contarme que paso:
Cuenta que con un medallón de su madre, de sus tiempos en la zona comercial, fue a la tienda y lo vendió y le dieron suficiente dinero para comprarle algo increíble o que le fuera muy útil.
Había considerado comprar una buena tela para hacerle un vestido nuevo, de pero cuando está considerando cuál comprar vio pas aaa r al hombre de las cabras, un anciano acabado por el trabajo en las minas que tenía mal las articulaciones, pero fue lo bastante listo para ahorrar dinero, comprar un par de cabras y no morir de hambre o falta de dinero y ahora asta vende la leche de sus cabras cerca de la plaza.
Cuando se acercó a él le compró una taza de leche para compartir con Madge, que la encontró por casualidad al pasar enfrente de la tienda.
El viejo no quería venderlas ya que tenía un acuerdo con la carnicera, ya que la habían mordido e iba a ser carne para salchichas.
Cuando llegó la hija de la carnicera Liz el viejo le explicó que Katniss la quería y Liz al ver el estado de la cabra retira la oferta y dejando trato injusto a Katniss, momson antes cerrarle un ojo en complicidad.
Después de eso entre Katniss y Madge, principalmente la segunda, negociaron sobre el precio de la cabra, incluso se acercó más gente curiosa.
Al final fue una ganga porque si vivía realmente pagaron poco y la madre de Katniss podría curarla.
Prim estaba realmente contenta al verla con un moño rosa en su cuello y ella junto asuadre la curaron y engañaron para que se tomará la medicina, incluso a la hora de dormir no quiso separarse de la cabra.
Lo curioso y tierno a la vez, fue que, antes de irse a la cama, Katniss vio como la cabra le daba un beso de buenas noches.
Con el tiempo la cabra se acostumbró a Prim, siendo la única que puede ordeñarla y ella hace y vende quesos.
- Es una linda historia -digo pensando en la escena ya que no pude estar presente.
- La verás cuando regreses - asegura recostandose sobre mi pecho-, ahora tú cuéntame algo.
- No hay algo impresionante -digo algo triste-, la mayoría del tiempo hago pan y aparte de mi padre no me llevo bien con mi familia.
- En las entrevistas dijiste que estuviste enamorado de mi desde hace mucho -dice después de un rato- ¿Cuando fue eso exactamente?
Algo apenado le cuento todo:
El primer día de clases, mi padre me llevaba a la entrada cuando la vimos y me explicó que él estaba enamorado de su madre.
- ¿¡Estás bromeando!? -dice sorprendida.
- Es verdad -digo sonriendo-, recuerdo que ese día llevabas un vestido rojo de cuadros y dos trenzas en lugar de una.
- Recuerdo ese vestido -dice sonriendo-, Prim lo adoraba.
- Me imagino -digo riendo-, en clase de música la profesora preguntó que quién sabía la canción del valle' y tu alzaste la mano -aseguro-. Las aves se callaron para oírte. Tal como tu padre y al igual que tu madre, no pude dejar de verte después de eso.
Katniss se queda pensando un rato avergonzada y nostálgica.
- Tienes una memoria asombrosa-dice tratando de sonar tranquila.
- Supongo que si -digo orgulloso -, desde ese día traté de juntar el valor suficiente para hablarte, pero no pude hasta ahora -digo algo triste por la situación-. Tenía miedo de que me rechazaras. Al menos aquí no tengo competencia -digo riendo.
- No tienes competencia… ni aquí… ni algún otro lugar -*dice dame nerviosa y sonrojada acercándose a mi, sellando nuestros labios con su beso más tierno y lleno de emoción que me ha dado.
- [Que romántico -grita Alexa exageradamente - ¡Me derrito!]-grita y sin poder aguantar más se ríe.
En ese momento un rato ilumina todo y salgo a ver y en ese momento la canasta con comida pasa frente a mi y la tomo rápidamente.
- ¡Peeta! -me llama Katniss.
- Tranquila -digo entrando-, creo que se cansaron de vernos morir de hambre.
La canasta tiene el estofado de cordero que menciono Katniss, además de panes, queso, un poco de fruta, cubiertos, copas, platos y extrañamente vino.
- Esto debe ser de parte de Haymitch -digo riendo.
- Me detesta -dice sirviendo dos buenas porciones de estofado.
- Yo creo que son muy parecidos en su forma de ser-objeto con algo de gracia.
Katniss bufa y nos ponemos a comer. Realmente el estofado es delicioso. Disfrutamos de todo y con algo de curiosidad Katniss decide probar el vino.
- Entonces que decía Katniss -pregunto después de terminar el último bocado de estofado -: algo de no tener competencia y que era lo mejor que te ha pasado.
- No dije eso -dice metiéndose al saco, yo la sigo.
Platicamos un poco más hasta quedarnos dormidos y al día siguiente desayunamos lo que queda de la caza y rellenamos las botellas.
Cuando avisamos las heridas descubrimos que estaban en perfecto estado, ella prácticamente parece que no le pasó algo y yo solo debo cuidarme de no hacer mucha fuerza pero ya debería poder correr.
A la hora de la cena comemos una pequeña porción de estofado pero no es suficiente para ambos.
- Quiero más -digo viendo su anhelo.
- Yo también -dice derrotada-, qué te parece si esperamos una hora y si estamos bien comemos más.
Aceptado la idea esperamos, solo media hora antes de que empiece a servirnos más, debe quedar suficiente para desayunar.
- Debe ser hora de los anuncios -digo levantando me- iré a ver.
- Hoy no habrá muertes -dice confiada.
Al salir veo la cara de Thresh. Cuando se lo digo a Katniss ella no me cree y se asoma, debe estar triste, pero no puedo decirle la verdad.
- Alexa, todo salió bien ¿Verdad?-le pregunta tratando de confirmar lo que pasó.
- [Si, que casi le rompieras el brazo le hizo fallar la dirección y apuñaló a Thresh en el estómago ya que no pudo hacer el corte].
Aliviado voy a abrazar a Katniss ya para no parecer débiles, desviamos ese sentimiento a la pérdida de la oportunidad de agradecerle y pagaré el favor al dejar vivir a Katniss y por ende salvarme a mí.
- Quiero ir a casa Peeta -dice sin dar a entender al público sus verdaderos sentimientos.
- Te llevaré a casa -digo abrazándola más fuerte-, es una promesa.
...
Continuará...
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