La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Los días pasan con relativa calma, el no cazar a nadie en un día pone muy nervioso a Cato, por no matar, a los demás por qué pueden provocar un evento para entretener.

Curiosamente solo las chicas han hablado mucho, de cierta forma se parecen a sus mentoras,

Glimmer no me lo ha dicho como tal, pero debió ser voluntaria para escapar de algo en su distrito, si regresa eso quedará en el olvidó y si no lo hace, será un golpe más fuerte para los involucrados, Clove es algo diferente, no es buena en pelea y no sabe manejar muy bien una espada, solo sabe usar cuchillos, por ser fan de los gemelos del Distrito 1, fue básicamente humillada por usar cuchillo y no algo más letal y llamativo, supongo que tiene una meta clara. Doris no habla mucho pero no tiene nada ni a nadie por lo que regresar a casa, solo está aquí por dar un giro a la ruleta de la vida y probar suerte, pero siendo sincero, no se le ve la voluntad de ganar, ni siquiera su aura, apenas y hay una fina capa azul, Glimmer es amarilla y Clove es igual pero con lamas rojas por aquí y por allá.

Extrañamente también admiraron mi trabajo con la forja de mi arma. Un bastón no es típico en la arena, de hecho lo tuve que cortar un poco para facilitar el movimiento y quedó muy bien.

- Para haberlo hecho ayer  está bien hecho -dice Marvel.

- No estoy acostumbrado a las armas además esto es más cómodo… además -digo dándole vueltas y colocándolo en la punta de dos de mis dedos- ¡Perfectamente equilibrado!

- [No sigas por favor] -me pide Alexa, algo agobiada.

- Cómo sea -dice Cato-  ¡Vamos a cazar!

- Si -dice Clove-, ayer no cazamos a nadie.

Nos preparamos nuevamente y no disponemos a buscar a los demás, está vez la ruta es ligeramente diferente, por este sitio está la guarida de la comadreja, de hecho se que está escondida por aquí gracias a Alexa, no la mataré, gracias a ella Katniss descubre la trampa explosiva.

Los ánimos se van apagando y se sustituyen por un mal humor general.

Glimmer práctica tiro con arco con unos conejos que amarró a un árbol, Clove lanza cuchillos a un ave y Cato y Marvel practican entre ellos, parece divertido hasta que de la nada la pared de fuego viene hacia nosotros.

- ¡Corran! -gritó Cato huyendo del lugar.

Por mi lado espero a que las chicas estén listas y corro a su lado, la cantidad de animales que huyen es enorme: lagartijas, aves, conejos, ardillas e incluso algunos ciervos.

- ¡Sigan a los animales! -les gritó a las chicas.

Ellas me hacen caso y después de un rato nos detenemos para tomar aire, lo poco que se podía porque el humo era agobiante. Rápidamente me quitó la sudadera y luego la camisa, la primera la meto a la mochila mientras saco una botella de agua. Rompo mi camisa y saco cuatro trozos para taparnos la boca y nariz.

- Tomen esto -digo con los trapos ya húmedos.

Ellas los toman y se los ponen rápidamente, en ese momento oigo el sonido de las bolas de fuego.

- ¡Muévanse! -les gritó galandolas.

La bola de fuego choca donde antes estaba Doris. El impacto destruye la roca. Los restos golpean a las chicas, mayormente a Glimmer y a Doris. Ahora entiendo porque no pudieron huir tan rápido como los demás aparte de lo que hicieron de pelear con las rastrevíspulas; salieron muy heridas con quemaduras y golpes.

Sin más opción y con el fuego a pocos metros subo a Doris a mi espalda, a Glimmer la cargo como costal de papas y a Clove como princesa, son alrededor de doscientos kilos si contamos sus armas y mochilas.

- ¡Glimmer! la llamo - ¡Dime si otra bola de fuego se acerca!

- ¡De acuerdo pero corre más rápido! -,grita en respuesta.

- Alexa por favor dime hacia donde moverme, tanto para salvarnos y para esquivar las bolas -le pido a mí más confiable aliada.

- [¡Cuente conmigo capitán!-dice Alexa de manera divertida.

En los próximos minutos esquivo unas cuatro bolas de fuego, las más nerviosas son Doris, porque le pueden dar más fácilmente y Glimmer que ve todo.

Después de un rato oigo las toses de Cato y Marvel y si mi oído no me falla, hay un riachuelo cerca. Katniss debe estar allí.

- Eso fue intenso -digo bajando a todas.

- Si, cómo sea -dice Clove.

- Vamos -dice Cato algo recuperado.

Al entrar a los límites del riachuelo en una pequeña laguna inicio de este.

- ¡Ahí está ella! -grita Marvel con los ánimos de regreso.

- ¡Señorita Everdeen! -gritó Cato con acento del Capitolio.

En estampida todos corren hacia ella, Katniss en pánico huye con una muñeca de dolor.

- ¿A dónde vas Katniss? - pregunta Clove demasiado alegre.

Me sorprende su velocidad con la herida que tiene, a unos metros de atraparla se pone a trepar un árbol enorme.

- ¡Eso no te va  a servir Katniss! -grita Glimmer.

Al llegar a la base ella ya está muy arriba. Al igual que en el libro nos miramos y parece realmente molesta conmigo por estar en l 'manada' de profesionales.

- ¿Cómo están? -pregunta burlándose al entender que no podemos subir fácilmente.

- Muy bien  -pregunta Cato - ¿Tú qué tal?

- Muy cálido para mí gusto -respondió burlona-, aquí arriba se respira mejor ¿Porque no suben?

- Creo que lo haré -dice Cato.

Cato trata de subir con la espada a pesar de las insistencias de Glimmer para que tome el arco. Al caer no se rompe nada pero si se queda sin aire un buen rato.

Glimmer trata de subir pero se detiene al oír crujir las ramas así que baja e intenta con el arco, realmente es mala. Intentó no reír con la burla de Katniss y funciona debido a que todos se ven enfadados.

- Mejor hay que esperar -sugiero y todos me miran-, tiene que bajar en algún momento o morirá de hambre, mañana podemos pensar en un plan.

- Hecho, hagan una fatal -dice Cato- tengo hambre y quiero descansar un poco.

Voltea a ver a Katniss y cierro un ojo, ella, cómo de costumbre frunce el ceño pero asiente.

Por desgracia a las chicas les gusta bromear y , para molestar a Katniss, lo hacen en voz alta. Ella no presta mucha atención, y al no notar interés desisten.

Las rondas de vigilancia empiezan y todos duermen. Claro, tienen el sueño ligero pero lo que haré no requerirá mucho movimiento.

Hago un paquetito con una botella con pildoras analgesicas y con uno de los cuchillos que tome me dispongo a lanzarlo, es complicado dada la distancia pero baja a unos veinte metros del suelo. Lo lanzó con mucho cuidado y acabó un metro por debajo de ella. Al verlo me busca con la mirada y una pequeña sonrisa decora su rostro.

Los demás me llaman para comer, aunque ya es algo tarde pero no importa

No tendré que preocuparme de nada hasta que tire el panal de rastrevíspulas.

...

Continuará...

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