La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Una desventaja de mi cuerpo, es que es muy peludo. Por fortuna Alexa puede controlarlo en cierta medida, logrando que sea muy fácil de quitar y no requiere mucha cera.

Piernas, brazos, pecho, abdomen, barba, cejas, pestañas, nariz y hasta las partes nobles no se salvan de la depilación, realmente es vergonzoso.

- Que bien lo estás haciendo chico -dice un hombre adulto del equipo de preparación -, si hay algo que no soportamos sin los llorones que siempre llegan. A veces hasta tenemos que atarlos.

- Pero no te preocupes -dice otro riendo levemente-, está tira es la última ¿Listo?

Asiento y me preparo para el incómodo tirón.

Después de eso se ponen a arreglar lo poco que les falta. Observan orgullosos su trabajo.

- Ya viéndote bien eres bastante atractivo -dice el tercer integrante de mi equipo-, seguramente tendrás varios patrocinadores.

- Gracias -digo con algo de vergüenza-, no hay muchas razones para arreglarse en el Distrito 12, así que no lo hago.

- Pobre chico -dice el otro y único hombre joven de la sala-, no te preocupes aquí tendrás motivos de sobra, pero primero deberá verte Portia, ella será tu estilista junto con su primo Cinna son equipo del doce.

Después de ponerme una bata y que platicaron entre ellos sobre su vida se retiran.

El cuarto donde me encuentro es prácticamente una estética. Una pequeña ventana me da a entender que estamos en el centro de tributos, es el edificio más alto. La puerta se abre y veo a una mujer bastante atractiva de piel oscura pero contrasta muy bien con su cabello rubio y ojos lilas, aunque no creo que sean naturales.

- Buenas tardes Peeta -saluda dulcemente- yo y Portia seré tu estilista, lamento tu situación pero te ayudaré en lo que pueda.

- Muchas gracias -digo agradecido realmente, la mayoría de los estilista se enfocan en su fama.

- Por favor quítate la bata -pide mientras deja su bolso en la mesa de la entrada.

Haciéndole caso me quitó la bata debajo de las lámparas en el centro del cuarto. Por su mirada debo decir que realmente debo ser atractivo, los estilista se fijan en el potencial para vestir pero noto algo más de ella, que rápidamente deja de lado.

- Realmente eres atractivo -comenta casualmente -, pensé que el equipo de preparación exageraba. Parece que Finnick Odair no será el rey por mucho más tiempo.

- Gracias por el algo -digo tranquilo.

Portia sigue revisando y me revuelve levemente el cabello, parece gustarle. Después de indicarme que terminamos me pongo la bata y la acompañó a un cuarto aparte.

- Toamasientonmietras comemos algo -dice tomando asiento.

Apretando un botón suspira y segundos después sale un pequeño banquete, similar al que describe Katniss: Pollo en salsa de naranja con arroz y pequeños panes que tiene forma de bolita.

- Debe parecerte algo desagradable -dice Portia.

- Un poco, pero me interesó más el pan -aclaró tomando uno-, debe de tener algo de naranja y hecho a base de hojaldre en su preparación.

Ella sorprendida lo toma y aunque no se si detecta el aroma a naranja ve el hojaldre.

- Mi padre tiene una panadería en el doce -digo para que no se sorprenda.

Se ríe levemente y disfrutamos un poco de la comida antes de hablar del traje.

- Antes pensaba ponerles un traje de cuerpo completo -empieza a decir-, pero con tu atractivo sería un desperdicio, sin embargo si lo hago la atención sobre ti no sería precisamente para patrocinarte ¿Que piensas sobre esto?

- [Dile que vayas desnudo Peeta -pide Alexa-, deben ver lonquebes un verdadero hombre en todo su esplendor].

- Ni lo sueñes -digo irritado.

- [Aguafiestas] - bufa Alexa.

- Esa decisión me gustaría dejarte la a ti -respondo a Portia-, aunque me gustan algunos vestuarios no conozco del tema.

- Bueno -acepta tomando un sorbo de té -, cada distrito se viste de acuerdo a la industria de su distrito. Al ser del doce, debe ser algo relacionado con el carbón -explica entusiasta - y... ¿Qué se hace con el carbón? ¡Se quema! -su sonrisa muestra el gusto en lo que hizo- ¿No le tienes miedo a las llamas verdad?

- Trabajo con hornos -respondo sonriendo-, el fuego y las quemaduras no son ajenas a mi vida y tampoco una fuente de miedo.

- Eso es conveniente...

Después de terminar el té me baño y me dirijo otro cuarto donde me espera Portiaby el equipo de preparación con el traje: negro, pero solo es el pantalón y una capa que se pega a mi cuerpo y una parte ondea cómo una capa por otro lado Katniss parece tener un traje de buceo debondejcir bastante ajustado, no es que tenga un cuerpo voluptuoso pero el traje la hace resaltar . Las botas son otra historia: las mías estilo militar, las suyas con un poco de tacón grueso. Realmente nos vemos muy bien.

- Bien, casi es el momento -avisa Cinna- ¡Suban a los carros!

- ¿Dónde está Haymitch? -pregunta Katniss algo nerviosa.

- Con suerte -respondo con gracias-, dormido.

- Se supone que debe evitar que nos pase algo -se queja con claro odio, el inicio de la enemistad-amistad de esos dos.

- Muy cierto -concuerdo con ella. Aunque no creo que sean malos, pero no puedo decir si están locos o no.

- ¿Crees que sea seguro?-pregunta en un susurro y temerosa.

- Te arrancaré la capa si me arrancas la mía-aseguró entre dientes.

- Trato hecho-susurra en respuesta -, aunque... no sé si sirva de algo, no tienes camisa.

- Señorita Everdeen -digo con todo sorprendido y elegante-, que observadora es ¿No cree?

El sonrojo tiñó su cara y no me dirigió la palabra mientras los demás carruajes se alistaban para salir.

La música suena marcando el inicio del desfile en ese momento Cinna y Portia se acercan con dos sopletes y prenden fuego a nuestros trajes.

- ¡Funciona! -grita y se felicitan. Me doy cuenta de que no lo habían probado apropiadamente.

El desfile comienza y Cinna grita algo que apenas escucho por mis sentidos: tomarnos de la mano.

Con algo de renuencia toma la mano de Katniss, somos la sensación, flores, besos, gritos, ovaciones, nos aman, de eso no hay duda.

Al detenernos frente al palco del presidente Snow noto su mirada de interés en nosotros, supongo que no esperaba ver a alguien prometedor de doce, no creo que seamos los favoritos.

- ¡Bienvenidos! -saluda con voz profunda -, ¡Tributos, sean bienvenidos! ¡Celebramos... su coraje y su sacrificio! -dice y la gente se vuelve loca- ¡Felices Juegos del Hambre! ¡Y que la suerte esté siempre de su lado!

...

Continuará...

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