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《9》

Varios años después

El pequeño Omega corría de un lado a otro, siendo perseguido por uno de sus hyungs. TaeHyung se comportaba de manera infantil, aún llevando varios milenios encima.

El pequeño bebé vampiro seguía durmiendo profundamente. Luego de qué YoonGi llevara a JungKook, el nombre que decidió ponerle al bebé vampiro, se la pasaba dormido. Habían pasado varios años luego de que al reunirse con los ancianos de las diferentes aldeas que el clan había formado, pasaran a ser uno solo con diferentes extensiones.

JiMin sin embargo era quien siempre estaba molestando a YoonGi, aunque claro el Omega no lo molestaba en sí, solo lo despertaba temprano llenando su rostro de besitos, que hacían feliz al líder. La anciana Omega recibía cartas de parte de su hijo y nuera, preguntandole por el pequeño JiMin, cómo estaba, sí estaba creciendo bien, y le mandaban muchos saludos.

A JiMin se le explicó que sus padres estaban de viaje por algunas manadas para que él viviera mejor. JiMin con lágrimas en sus ojitos dijo que eran muy valientes. Su abuela solo lo abrazó y asintió. Ella alejaría cualquier pensamiento que perturbara a su precioso nieto.

- ¡Yoonie!- gritó con emoción, al divisar al vampiro entrar a su hogar. Con una sonrisa linda se acercó al mayor quien rápidamente lo sostuvo entre sus brazos, el Omega reía tímidamente y besó la mejilla del vampiro haciendolo sonrojar.

- Hola pequeño bebé...- le sonrió, y JiMin hizo un puchero.

- Ya tengo diecisiete años, Yoonie...- le reprochó el Omega separandose del mayor que le miraba con una sonrisa.

- ¿Por qué no te quedaste cómo un bebé?- dijo drámatico, el pálido. Y volvió a abrazarlo haciendolo reír.

TaeHyung observó todo mientras la hija de SeokJin solo miraba sin comprender, rodaba los ojos y seguía leyendo sentada cerca a la ventana. La pequeña vampira había adoptado mucho de la personalidad del vampiro, era una niña muy tranquila a menos que la hicieran enojar. Jin Hee era una niña muy callada, pero una vez tuviera confianza con las personas le gustaba entablar una conversación con ellas, claro que debían tener algo interesante que decirle a la pequeña. Sino Hye se daba la vuelta, y los ignoraba. Aunque la pequeña amaba estar con SeokJin, el vampiro cocinaba y la pequeña disfrutaba cocinar con él.

- Dejen de restregarme lo mucho que se aman- dijo TaeHyung divertido viendo a los dos, vampiro y Omega, abrazados. La abuela Park rió de los sonrojos de los chicos, negó levemente y llevó las galletas hasta donde la pequeña se encontraba. Quien con una sonrisa las aceptó, llevaban trocitos de fresas, y aunque no le gustaban muchas frutas, esa era una de las pocas que disfrutaba comer.

JiMin, siendo un lobito Omega, sabía que era muy diferente a todos los que le rodeaban. Su abuela, sabía que era una lobo Omega, al igual que sus padres. Y apesar de ello nunca se sentía de lado, los amigos de su mayor favorito lo trataban muy bien, lo querían mucho y recibía las cartas de sus padres con frecuencia.

Él nunca se había puesto a pensar. Hasta ese comentario que TaeHyung había soltado. Ahora que lo meditaba, su lobito interno estaba complacido con la atención del vampiro peligris, y estaba seguro que no era la misma emoción.

Se emocionaba cuando veía a SeokJin, a TaeHyung y a HoSeok. Se emocionaba cuando veía a su abuela. Incluso cuando jugaba con Kook, el pequeño de tres años vampiros, él se asustó cuando el bebé no crecía. Pero luego que YoonGi le explicara todo tenía sentido. Un vampiro era diferente a un lobo.
Pero volviendo al punto. No era la misma emoción que cuando veía a YoonGi. Al verlo hasta el lobito interior, el cual su abuelita le explicó que tenía, saltaba de emoción al sentirlo venir. Y podía percibir su aroma delicioso a sangre, era una mezcla dulce y amentolada, muy refrescante y lo tranquilizaba de inmediato cuando no podía dormir.

- ¿Lobito?- la voz de YoonGi llamó su atención y sonrió sin poder evitarlo, haciendo al vampiro sonreír también. Su lobo interior levantó su cabecita emocionado y su cola agitandose feliz y enamorado.

TaeHyung observó al Omega, y aún si JiMin no entendía perfectamente el amor, sabía que el brillo de los ojos del menor y sus sonrojos eran mas que obvios. Se deletaban para demostrar el amor que le tenía a su hermano. Como todos los días se juntaban en la casa de los lobos para comer y pasar el rato.

JiMin como era su costumbre y como tampoco sabía lo que era la timidez en sí, se sentó sobre el regazo de YoonGi, queriendo que lo mimara y acariciara su cabello, como siempre hacía. YoonGi sonrió y lo recibió en sus brazos, acariciando sus cabellos, que con el tiempo se habían vuelto claros y muy suaves. El vampiro amaba olerlo cada mañana.

🔴

El festival de la luna roja se estaba acercando, era una de las festividades mas grande del clan. Llevaban varios días en la organización de dicha fiesta. Y hoy luego de varios meses sin saber de su hijo y nuera, podría verlos. La mujer estaba emocionada y muy contenta. Había hablado con SeokJin para poder ver a su hijo y nuera de nuevo, HoSeok era quien se encargaba de intercambiar las cartas entre la abuela Omega y los Alfas.

Pero las cosas no estaban tan bien para los alfas. Tenían miedo, el líder Lee había ordenado buscar al Omega cálico sin descanso alguno, durante todos esos años no habían rastro y de alguna manera eso aliviaba a los padres del pequeño. Y aunque Lee los azotó en algunas ocasiones ellos no dijeron nada, incluso quitandoles todo o mejor dicho lo poco que poseían, impidiendoles dejar la manada. Aunque los Alfas estaban pidiendo asilo en una manada mas cercana a la costa, allí quizás podrían ver a su hijo. Aun con todo eso, ellos sabían que JiMin estaba mejor en el lugar donde los vampiros lo tenían resguardado, y esperaban poder ver a su hijo antes de partir de este mundo.

Sabían que tanto la abuela Park como JiMin, eran bien cuidados gracias a las cartas que recibían. Le habían pedido al vampiro HoSeok que no dijera nada de lo que ellos estaban pasando. HoSeok prometió hacerlo y guardaba el secreto de los lobos, pero Min se dió cuenta de que algo no marchaba muy bien en la manada del líder Lee y decidió visitar a los Alfas dandose cuenta de la forma tan pobre en la que estaban viviendo sin tener acceso a alguno de los beneficios de la manada, el señor Park en ocasiones salía a cazar conejos y cuando tenía suerte algún jabalí o cervatillo, sin embargo Min no parecía contento por haberle guardado tanto.

Le ayudaban con algunas cosas para ayudarlos a subsistir.

- Tienes que evitar que encuentren a JiMin- le dijo el Alfa- Lo estan buscando en las manadas aledañas y con él también buscan a mi madre... Lee va a torturarla si la llega a ver... no podré soportar eso- le suplicó Wang.

- JiMin estará bien, su madre también, me aseguraré que tengan toda la protección del clan si es necesario...- le dijo Min seguro de que haría cualquier cosa para que su pequeño estuviera bien.- Pero señor Park espero no me este ocultando nada... si no me da toda la información no sabré como estar prevenido...

- Min...- HoSeok le llamó con un pequeño toque de reprensión en su voz. No era el momento. Ademas ellos podían investigarlo también.

- YoonGi tiene razón, sabes que Lee es capaz de cualquier cosa para complacer sus propios caprichos y sus deseos egoístas- habló la Alfa que había guardado silencio durante la conversación anterior- Lee esta pensando en atacar a los pueblos que se encuentran perdidos en el bosque... una Beta me lo comentó cuando estuvimos encerrados en el calabozo, no pueden permitir que mi niño salga, no voy a soportar perderlo así...- dijo con voz atropellada ocultando su rostro entre sus manos y llorando desconsolada. Park Ji Hee quería lo mejor para su cachorro y estar lejos de ellos era lo mejor.- Sabes que Lee es capaz de todo...- mencionó dirigiendose a su esposo- Sabes a cuantos Omegas y Betas a violado en su propia casa y luego los desecha entregandolos a los ministros y soldados quienes abusan de ellos hasta matarlos...

Min abrió los ojos, el simple hecho de pensar que alguien le haría daño a su pequeño le hacía herver la sangre. Ni siquiera él se había atrevido a tocarlo de alguna manera inadecuada o innecesaria. Había descubierto que podría ser feliz solo con escuchar la risa del Omega toda su vida. Imaginar que alguien lo tocara y lastimara le hizo despertar a su ser sediento de sangre dormido en su interior. Sus ojos cambiaron a un tono rojizo con coloración violeta y comenzó a caminar en círculos a una rapidez desesperada y airada.

HoSeok les hizo señas a los Park para que no hablaran.

- Escuchen...- les susurró- No se asusten, Min ha vivido lo que se siente perder al ser mas importante de su vida, en estos momentos el que menos dañado podría resultar sería JiMin, ya que su interior y su mente lo reconocen solo con olfatearlo... si YoonGi mira a Lee sus instintos determinaran matarlo en ese momento, a él y a todos los que lo defiendan...- finalizó y miró al peligris conteniendo sus deseos de estrangular a quienes estaban a su alrededor. HoSeok sabía que YoonGi había sufrido al perder a su pareja. Su humano era tan cuidadoso con ellos, con el tiempo aprendió a no tenerles miedo, hacía dramas exagerados al notar heridas en sus cuerpos y trataba de curarlos pero con admiración veía como ellos en su naturaleza se curaban con rapidez sin dejar marcas visibles. Al menos con las heridas pequeñas.

Los Alfas asintieron y se quedaron mirando la silueta de Min yendo de un lado a otro. En esos años se cuestionaban si haber dejado a JiMin al cuidado de un clan de vampiros había sido la decisión correcta, a ellos los llenaba de consuelo el saber que su pequeño lobito era querido por quienes le rodeaban, hasta el pequeño JungKook lo quería. La abuela Park les contaba con ilusión lo mucho que JiMin había crecido, con sus cabellos rubios y castaños combinandose muy elegantemente, con esa sonrisa que le recordaba a la Alfa y con los ojos identicos al Alfa. Ellos sabían que su hijo era cuidado con mucho amor y dedicación, su corazón tan noble ayudaba a los vecinos que tenía, ya sea regando las plantas o sembrando mas.
Se cuestionaban mucho pero en el fondo ambos lobos sabían que era la mejor decisión que pudieron haber tomado...

- Perdón- se escuchó la voz de YoonGi y volvió a sentarse haciendo ejercicios de respiración para terminar de calmarse.- Hay otro asunto por el cual yo mismo me presente para poder verles y sensorarme de que se encuentran bien... su madre, señores Park, desea verlos, SeokJin lo arregló todo.

- Pero...- Wang lo miró con miedo en sus ojos, si veía a su madre podría ponerla en peligro.

- Según su madre me dijo que hay un lugar sagrado para la manada Park, solo su instinto sabe la locación del lugar. Dijo que confiaba en que podrían encontrarlo, será un día antes de nuestra fiesta por la Luna roja, tanto lobos como vampiros lo celebran pero en fechas diferentes así que no deben temer por ese hecho- explicó YoonGi.

- Una escolta llevará a su madre hasta el lugar, aunque una vez ella se convierta en lobo para encontrar la exactitud del lugar, se creara una defensa para que ustedes puedan hablar, es un lugar sagrado para una familia de lobos no podemos acercarnos sin permiso previo- habló HoSeok. Los alfas cabizbajos sujetaron sus manos tratando de darse fuerza entre ellos.

- De acuerdo...- hablaron al mismo tiempo- Iremos.

🔴

- Todo esta listo abuela Park- dijo SeokJin entrando al hogar de los lobos. JiMin estaba entretenido jugando con JungKook quien al fin despertaba de su sueño profundo de bebé.

La Omega asintió y se ajustó un poco mas el abrigo. Luego de que Min concediera el permiso para ver a su hijo y nuera, estaba emocionada. JiMin al ver a su abuela salir se levantó junto con Kookie y la miró con confusión.

- ¿A dónde vas, abuela? No me dijiste que saldríamos...- reprochó el lobito y JungKook miraba todo serio y un diminuto gesto ofendido.

- Esta vez voy sola, Minnie- le sonrió y acarició los cabellos del Omega menor- Quiero caminar, luego podrás venir conmigo, además debes cuidar muy bien de Kookie, ese vampirito da guerra...- besó la frente de su nieto y salió luego de que JiMin asintiera. SeokJin sonrió y acarició los cabellos del pequeño vampiro travieso y apresó la mejilla de JiMin dejandola roja, cerrando la puerta y yendo junto a la Omega mayor.

- La escolta esta lista, por favor no se aleje y si se siente mal, volveremos de inmediato- habló SeokJin y con su mano al aire daba órdenes a los soldados que hicieron un escudo de protección para la loba Omega- De acuerdo, saben cual es el entrenamiento y los pasos a seguir en caso de alguna emergencia- habló dirgiendose a los soldados, que respondieron con un "sí, señor".

YoonGi salió a verla partir de la fortaleza del clan. SeokJin se colocó junto a la Omega y la tomó en sus brazos. El castaño al mirar a YoonGi entendió el mensaje.

"Regresen con vida, todos, ni una pérdida"

SeokJin asintió y dió la orden para salir. Se movían con rapidez y la anciana agradecía darle las direcciones a SeokJin días antes, no eran las coordenadas exactas pero sí acercaban al lugar del santuario familiar de los Park.

- Estamos aquí, usted nos dirá hasta donde podemos avanzar y procuraremos estar alertas- habló SeokJin a la vez que organizaba a todos los demás- Sin embargo voy a pedirle algo Jun- la Omega lo miró a los ojos, sorprendida, era la primera vez que el vampiro la llamaba por su nombre- No importa, no importa cuanto pase allá, si hay peligro usted debe correr hasta acá, soy directo porque JiMin solo la conoce a usted como cercana y familia, no le arrebate eso a JiMin.- terminó de decir y la mujer asintió con dolor. Ella sabía que incluso su hijo y nuera le pedirían que cuidara su vida por sobre todo.

Caminó unos cuantos metros y gruñó al sentir a los vampiros acercarse mas. SeokJin miró a la loba marcar su territorio y entendió que no debían caminar mas. Los soldados pusieron el muro de defensa y sabiendo que HoSeok junto a otro grupo se encontraban del otro lado con los lobos alfas.

La Omega comenzó a correr y a perderse en una niebla densa, sintiendose libre y con los olores conocidos de su alrededor. La tierra húmeda, los tallos de los árboles, el sonido de las hojas y ramas bajo sus patas. Todo era satisfactorio.
Siguió su camino hasta llegar al pequeño santuario levantado, donde se encontraban ya esperandola dos lobos de los cuales ya conocía sus aromas a la perfección. Con regocijo aullaron al encontrarse.

La Omega los dirigió dentro del santuario, que era una casa pequeña que solo tenía una habitación y una sala de estar donde se encontraba el incienso.
La abuela les indicó entrar a la habitación para cambiarse y poder hablar en su forma humana. Y la Omega hizo lo mismo.
En la antigüedad, mucho antes de que ella se naciera, allí vivía siempre el sabio de la familia Park, era un hombre lobo que llevaba varios años encima, pero con las guerras y los ataques los santuarios de cada familia fueron recluidos a la naturaleza lobuna de cada integrante de la familia, siendo posible transformarse y volver a su forma humana una vez dentro del campo creado para proteger esas pequeñas casas.

- Madre...- dijeron ambos Alfas lanzandose a los brazos de la Omega quien los recibió entre lágrimas de felicidad.

- Wang... JiHee- dijo con emoción.

Luego de maravillarse por su encuentro. Comenzaron a platicar.

- Madre, nosotros estamos bien...- dijo la Alfa- Pero dínos cómo está nuestro cachorro...

- JiMin está muy bien, es un lobo muy hermoso, juega, aprende, es curioso y travieso. Ha crecido, y sabe que ustedes no estan junto a él porque desean protegerlo...- habló y miró a los alfas frente a ella- Se transforma con frecuencia, y YoonGi junto con todo el clan lo cuidan mucho, lo sobreprotegen diría yo...

Los Alfas rieron, sabiendo que su cachorro podría ser algo terco y berrinchudo.

- Min YoonGi... él, ¿lo cuida mucho?- preguntó el alfa con cierta duda.

- Si supieran lo mucho que cuida de JiMin se asombrarían. Al igual que nosotros en la celebración de Luna roja, los vampiros escogen pareja en esa fecha, dejando que su instinto decida...- narró la Omega- YoonGi lleva a JiMin y a mí a una casa lejos de todo el clan, ya que puede resultar peligroso para nosotros como lobos estar con vampiros que desean aparearse- explicó y los alfas la miraron asombrados- JiMin sabe que una vez por año visita esa cabaña... que creo fue el hogar de la pareja humana de YoonGi, del chico que vivió allí hace mas de mil años... esa noche YoonGi se queda junto a nosotros y vigila que nadie intente entrar y sobrepasarse con alguno de nosotros dos, aunque...

- ¡¿Ha hecho algo?!- el Alfa se sobresaltó. Y la Omega negó.

- Cuando la luna está en su punto máximo, YoonGi entra a la casa y va hasta JiMin, solo pidiendole que acaricié sus cabellos hasta caer dormido... en ese momento yo no puedo acercarme... pero al verlos, JiMin es feliz muy feliz con todos ellos...

Los Alfas asintieron, platicaron de la tensa situación que se había creado por la desaparición de JiMin, eran vigilados a cada instante y solo de noche habían podido salir de la aldea, y sobre el asilo que estaban pidiendo a una manada que vivía cerca de las costas, aún no tenían respuestas y estaban ansiosos.

La Omega notó sus rostros cansados, angustiados y temerosos, pero debían ser fuertes. No podían derrumbarse, no despúes de todo lo que habían atravesado.

Iban a ser mas fuertes.

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