Nota del autor:

Bueno, hola, hola. Este es en realidad un hilo fic que puedes encontrar en mi perfil de twitter.

Esto se inspiró en la serie "Razones del corazón" de msbytrash, pero lo llevé al extremo con el pensamiento "Koko es tan bonita en el arco de Bonten. Estoy seguro de que todos quieren un pedazo de ese culo". Y luego volví a leer el manga completo y me sentí muy mal por él y por cómo terminaron las cosas entre él e Inui.

En algún momento tal vez escriba sobre ellos en la forma que realmente se merecen: juntos y enamorados con un final feliz.

De todos modos, haz que Koko intente sentirse bien consigo mismo/olvídase de Inui teniendo sexo con sus compañeros de trabajo.

CW: este capítulo en particular incluye torceduras de tacones, torceduras de pies y lamidas de zapatos. Sí. Alguien lame los zapatos de Koko. Varias veces.

***

Rindou

Koko no solo es bueno para saber cómo hacer dinero de la nada (o la extorsión y la violencia), también es muy bueno para leer a la gente. Así es como aprendió a ganar tanto dinero, en realidad, pero eso no viene al caso.

Koko ve cómo lo miran los demás y sabe cómo explotar eso.

Solo tiene que llevar un par de tacones altos con Rindou. Muéstrarle un poco de su clavícula a Sanzu. Un poco de sus piernas para Ran. Bebe cualquier cosa con una pajita frente a Kakuchou.

Fácil.

Pero no barato.

Koko sabe que todo el mundo tiene un precio y no es tan cínico como para fingir que no tiene uno también. Hace unos años su precio era Inupi, pero el tiempo y la distancia han hecho bien su trabajo y ahora su precio es la soledad.

(Que, si lo piensa lo suficiente, todavía está conectado a Inui).

Así que va así:

RINDOU

Click

Click

Click

"Ugh".

Rindou levanta la vista de su teléfono y observa a Koko sentarse en la mesa con el ceño fruncido. "¿Mal día?" él pregunta.

"Estos..." Koko pone su pie sobre la mesa. "Los jodidos zapatos me están matando"

Rindou mira el tacón con ojos redondos, siguiendo la curva de la suela roja, cuán recto y delgado es el tacón real, el grosor de la plataforma y cómo encierra el delgado y pálido tobillo de Koko con un broche dorado.

Traga y luego mira a Koko. "Ellos... No parecen cómodos", dice torpemente.

"Lo sé, pero son tan bonitos. Nunca puedo usarlos y es una pena, fueron jodidamente caros".

"Ah".

"¿Te gustan?"

Una pausa.

"Sí, ellos..." Rindou traga saliva de nuevo. "Se ven bien", un suspiro tembloroso. "En ti."

"A veces quiero usarlos sin nada más". Tal vez sea demasiado arriesgado, tal vez lo esté presionando, pero Rindou, a pesar de toda su agresividad, en realidad puede ser bastante tímido a veces.

"N-Nada". El repite

"No quiero ocultarlos con pantalones o faldas largas, ya sabes".

"Sí, por supuesto..."

Las puertas se abren y el resto de la pandilla se dirige a la mesa.

"Pies fuera de la mesa, Koko", dice Ran como el hermano mayor que es. "Nosotros comemos aquí".

Koko se sienta correctamente, deja que los tacones golpeen el suelo de mármol de vez en cuando.

Un recordatorio para Rindou. Para que no los olvide.

***

Conoce su precio y sabe que no todos pueden pagarlo. Rindou mira sus zapatos todos los días, hace pequeños avances pero no le dará lo que quiere solo porque se lo pida.

Espera y un jueves en particular, se lo da.

Rindou le trae a alguien lo suficientemente tonto como para confiar en él y Koko hace una de sus mejores transacciones comerciales en semanas.

Koko no es tonto, sabe que no es todo fuerte y poderoso, a veces necesita la influencia de la pandilla y de los otros miembros. Sabe que necesita ayuda para hacer su trabajo.

Sabe que es prescindible.

"¿Asi que?"

La oficina de Rindou es pequeña pero bastante elegante. Muchos acentos morados y dorados aquí y allá, claramente tiene una marca propia. Koko se sienta en el escritorio con una sonrisa. "Tenías razón."

"Normalmente la tengo".

"Eso no es lo que piensa tu hermano", se burla.

Rindou pone los ojos en blanco y hace un movimiento para ponerse de pie, pero Koko lo detiene al poner su pie sobre su pecho. Mira el talón empujando contra él y luego a Koko, con un rosa sutil en su mejilla.

"¿Koko...?"

"Sabes que realmente necesitaba esa reunión", dice conversacionalmente. "No estamos perdiendo dinero, pero siempre es bueno saber que tenemos más ingresos para invertir en otro lugar".

"C-Correcto".

Koko se recuesta sobre sus manos detrás de él y deja que la bata de seda se acumule alrededor de su cintura y muñecas. "Y realmente quiero agradecerte, Rindou. Me ayudaste, así que tal vez haya algo que pueda darte".

Levanta la pierna lentamente, deja que el zapato siga su camino hasta la garganta del hombre, acariciando el tatuaje que pinta su piel.

Rindou agarra su tobillo, con urgencia pero con delicadeza, y besa suavemente la punta del zapato. Y luego, como si ese simple contacto ya lo hubiera llevado al borde, Rindou arrastra su lengua a lo largo del borde del zapato hacia la delgada tira que encierra el tobillo de Koko. Muerde el hueso, lo deja húmedo y brillante mientras su otra mano acaricia el talón con dedos temblorosos.

Se pierde acariciando la suela roja, respirando contra la piel del pie de Koko y luego lame el cuero negro por segunda vez con un gemido ahogado.

Koko lo mira directamente a los ojos, con una suave sonrisa que se extiende tortuosamente. "Úsalos solo para ti..."

Los ojos de Rindou giran en su cráneo y Koko acuna su rostro entre sus manos para que se levante. Luego pone ambos pies sobre los hombros de Rindou, los talones brillan bajo las luces bajas y abre las piernas. "¿Me vas a follar, Rindou? ¿Quieres follarme usándolos?"

"Sí..." Su voz está tan llena de deseo que parece que podría estallar en lágrimas si Koko decide que no es digno.

"Dámelo, entonces."

Así es como lo quiere, cómo lo anhela: duro, sucio y rápido.

Rindou se desabrocha la camisa lila y Koko aprovecha ese momento para sentarse y lamerle el pecho mientras abraza su cintura con las piernas. Clava uno de los tacones en la espalda del hombre y se regocija con su gemido.

"¿Lo quieres duro?" Rindou no espera una respuesta, empuja a Koko contra el escritorio y se maravilla de la forma en que su cabello platinado refleja la luz, cómo sus ojos oscuros, siempre delineados en rojo, suplican y exigen al mismo tiempo.

Saca su polla y no rompe el contacto visual. Está embrujado, capturado. Toma las piernas de Koko y obliga al hombre a hacer una prensa de apareamiento. Para hacer eso, también se subio al escritorio y tiene la vaga idea de agradecer a su yo del pasado por permitirse un escritorio gigantesco.

'¿Por qué diablos necesitas un escritorio tan jodidamente grande?' había dicho su hermano. Bueno, no había tenido una respuesta válida en ese momento además de 'para enojarte, hermano mayor', pero podría dar más detalles sobre la robustez y el espacio para follar cómodamente la próxima vez que su hermano venga aquí para ser una molestia.

De esta manera, las rodillas de Koko enmarcan su hermoso rostro y sus pies (los tacones) también están en la imagen. Quiere verlos temblar y colgar inútilmente mientras se folla a esa belleza.

"Vamos..." Koko gime y sacude sus caderas tanto como puede debajo de él "Fóllame..."

Y luego se pone un zapato en la cara y Rindou lo pierde. Busca entre las piernas de Koko y desciende con cuidado hasta encontrar su agujero. Ya está húmedo y suave, Rindou se pregunta si está más excitado por la seguridad de Koko de que lo follarían o por los tacones.

"Te pusiste los tacones para mí", presiona dos dedos dentro de él. "Te abriste para mí. ¿Algo más?"

Koko gime y deja escapar un suspiro entrecortado cuando roza su próstata. "Nngh... Obtienes lo que pagaste".

Rindou saca los dedos y lleva su polla al agujero que revolotea antes de enderezarse un poco para besar la suela de los tacones. "Dios, estos jodidos tacones..."

Se rompe y se instala dentro de él en un solo empuje, entra suavemente y aloja su polla en las tripas de Koko mientras lame el costado de su pie. El gemido de Koko es lascivo y fuerte. Arquea la espalda y echa la cabeza hacia atrás, una cascada de plata cae sobre el borde del escritorio.

Y luego Rindou comienza a golpearlo como si fuera un muñeco de trapo.

"Ah, ah, ah sí"

Sin restricciones, solo el apretado calor del culo de Koko alrededor de su polla, sus manos agarrando el borde de la mesa y sus pies colgando inútilmente para que Rindou los disfrutara. Koko piensa por un segundo que esto podría haber sido un error, pero el sonido (y la sensación) de las caderas de Rindou chocando contra su trasero lo convence de lo contrario. "¡Más duro!"

Rindou obedece, agarra sus caderas con fuerza, acelera el balanceo de sus caderas. Demonios, Koko cree que podría ordenarle que le ponga la polla más dura y lo haría.

"Eres un maldito perro, Haitani Rindou". dice entre exhalaciones ásperas "Solo se necesita un lindo par de zapatos ah".

Rindou ajusta la posición, se sienta en cuclillas y arrastra a Koko a su regazo, descansando sus piernas rectas contra su abdomen y pecho, el ángulo perfecto para mantener los talones cerca de su boca.

"¡Estás jodidamente desesperado por ellos!" Koko chilla con absoluta alegría. El ángulo no es tan profundo como antes pero el ritmo es perfecto. Un escalofrío recorre su columna cuando Rindou lame su tobillo antes de volver a lamer la punta del talón.

"J-joder..." dice su voz tartamudeante, sus ojos fijos en el rostro de Koko.

"¿Sí? ¿Estás cerca?" él se burla de él.

Rindou asiente temblorosamente, su flequillo pegado a su frente, su lengua aún presionada contra el cuero negro que envuelve el pie de Koko.

"¿Vas a correrte, cariño? ¿Vas a correrte dentro de mí?"

Rindou tiembla y gime, sus caderas se tambalean por un segundo, su otra mano agarra las caderas de Koko y se pone de rodillas. "Voy a correrme jodidamente...", susurra.

"¡Vamos, dámelo...!" Ese ángulo, esa velocidad. Koko se siente apretado alrededor de la polla de Rindou, su gemido es desagradablemente fuerte. "Ngh ah, sí sí, ¡vamos! Lléname ah".

Unas cuantas embestidas poderosas, la punta de su polla golpeando su punto dulce con cada una de ellas, el aliento de Rindou abanicando su piel. Koko viene con un gemido por todo su cuerpo y dentro de la túnica.

Sus piernas tiemblan incómodamente contra los hombros de Rindou cuando el hombre empuja por última vez y se corre dentro de él.