Cuando el recreo empezó, Aki decidió acercarse a Shoto, o ese era su plan porque para evitar ese pequeño momento no había parado de poner excusas, a ese punto tendría que terminar haciéndolo después de clases.

Ya había devuelto los libros que debía de la biblioteca, había comido, y había hablado con varios de la clase, los cuales todos la rechazaron porque ya habían aceptado la invitación de otra persona, un aspirante de héroe solo podía tener una cuenta, lo que reducía el número, hicieron eso para que no se repitiera el contenido o hicieran cosas muy similares.

–Entiendo, no pasa nada–dijo Aki con una pequeña sonrisa–, ¿De casualidad sabes dónde está Todoroki?

Aki le había pedido ayuda a Midoriya, su personalidad amable y cálida le había dado la suficiente confianza para poder hablar con él. Para su mala suerte ya había aceptado la propuesta de uno de sus compañeros.

No tenía nada en contra de Todoroki, incluso llegó a pensar que era bastante guapo, el problema es que al contrario de lo que pensaban las otra personas, hablar con personas nuevas era algo que le daba bastante nervios.

Midoriya asintió con la cabeza mientras señalaba un costado suyo.

–Kachan le pidió un jugo.

¿Kachan? Cuando escucho ese apodo Aki no pudo evitar sentir curiosidad, pero lo mejor fue ignorar eso y evitar preguntar o de lo contrario nunca iría a hablar con Todoroki, sabía perfectamente su habilidad para distraerse cuando no quería hacer algo.

Camino un poco siguiendo la vaga indicación de Midoriya, y terminó encontrando a Todoroki mientras veía con bastante atención una máquina expendedora de jugos, era como si intentará recordar cuál fue el que le pidió Kachan. No había nadie más cerca, perfecto para hablar sin que nadie interrumpa, ¿verdad? El problema es que en ese momento el cerebro de Aki había hecho un cortocircuito y no estaba muy segura de cómo avanzar, ¿con un hola? ¿O eso sería muy seco? ¿llamándolo por su apellido? ¿Y después que? ¿debería ser amable y decir cosas como qué lindo día o ir directamente a su pregunta?

–¿Quieres una bebida?

La voz de Shoto lo sacó de sus pensamientos y lo vio a sus ojos por unos segundos. Sostenía dos botellas en su mano y le estaba dando un espacio para que Aki pudiera elegir una, ¿Si no quería una bebida porque estaba ahí mirándolo fijamente? Lo único que se le ocurría es que quería sacar algo de la máquina antes de que el receso terminará.

–En realidad quería hablar contigo Todoroki–estaba un poco nerviosa y no pudo evitar apretar un poco los dedos de sus mano–, quería pedirte que fuéramos compañeros para un trabajo que tengo.

Shoto asintió con la cabeza, teniendo ya una gran idea de lo que iba a decirle, ya había escuchado a varias personas pedir ayuda para un trabajo en equipo que tenían que hacer con el curso de héroes. Aunque el receso pronto terminaría, escucharía lo que la chica tenía que decir. Estaba un poco sorprendido porque no esperaba que alguien le pidiera su ayuda, y eso en cierta forma le gustaba, no le interesaba en lo absoluto ese trabajo y no entendía cómo podía ayudarla. Solo la estaba escuchando porque no sabía cómo interrumpirla sin sonar maleducado, últimamente estaba intentando ser más amigable, y tampoco quería hacerlo porque su voz era agradable, todo lo contrario a los gritos de Bakugo que escucharía si volvía al comedor.

–Se que suena un poco complejo, pero es más sencillo de lo que parece.

Había una pequeña sonrisa nerviosa en su rostro mientras esperaba que su explicación no hubiera sido muy difícil de entender, o esperaba no haberlo asustado con todo lo que dijo. En realidad no era nada complejo, o al menos no para Todoroki, que solo tenía que hacer de modelo en algunas ocasiones,  dar su visto bueno a las publicaciones y editarlas un poco si él quería.

–No estoy interesado, pero, suerte buscando a alguien más.

Sin decir nada más se dió la vuelta para regresar a su salón, el receso pronto terminaría y Bakugo le gritaría muy fuerte si no le llevaba su bebida antes de clases. 

Aki lo miraba bastante sorprendida, no esperaba otro rechazo, en realidad no esperaba nada pero tenía la esperanza que aceptará o le diera otra excusa como todos hacían. Sin darse cuenta dió algunos pasos más mientras su mente estaba en blanco y no sabía muy bien que iba a decir, solo tocaba saltar al vacío improvisando y que pasará lo que tendría que pasar. 

–Si aceptas trabajar conmigo, te ayudaré a ser reconocido como héroe por tus méritos propios y no por ser simplemente el hijo de Endeavor.

Realmente no estaba segura de lo que decía. Sabía que Shoto era muy conocido por el simple hecho de ser el hijo del segundo héroe más conocido de todo Japón, pero ¿cómo se sentía Shoto respecto a ese tema? Era algo que desconocía completamente, no conocía a Shoto, no sabía si era un tema que le importaba o por el contrario lo ignoraba completamente y nunca pensó en eso. Sin embargo, decidió tirarse al vacío esperando que hubiera funcionado.

Por unos segundos se arrepintió de lo que dijo, tal vez lo mejor hubiera sido aceptar que tenía que buscar a otro compañero y listó. Ese pensamiento solo duró segundos, cuando vio como Shoto paraba de caminar, se daba vuelta y la miraba con curiosidad, decidió seguir adelante.

–Te ví en el festival deportivo, creo que tus habilidades son realmente impresionantes. No creo que solo tengas que depender de tu padre para hacerte visible, puedes hacerlo con tus propios méritos.

»Y yo puedo ayudarte a que eso sea más visible, ¿que dices ahora?

Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, no estaba segura de lo que decía pero eso no importaba, lo que importa es que la otra persona, Shoto, crea que estaba completamente convencida de sus palabras.

–Acepto.

Las palabras de Shoto si eran de completa seguridad, ya no tenía dudas. Hasta ahora todas las personas lo comparaban con su padre, o era famoso por ser su hijo, era el “hijo del héroe número dos Todoroki Shoto” no el, “Uno de los mejores alumnos de la clase 1A Todoroki Shoto.”

Aki estaba muy feliz, ya había podido avanzar un poco en ese trabajo que ya la estaba empezando a poner nerviosa, y sobre todo porque había servido arriesgarse. Aunque claro, no lo demostró para no parecer tan rarita al frente del chico tan serio y asustarlo. 

–Genial, ¿Te parece bien si intercambiamos números? Así podremos hablar mejor, hoy voy a hacerte la cuenta y tendré que preguntarte algunas cosas, no te preocupes no es nada muy personal.

Shoto simplemente asintió con la cabeza mientras le daba su celular para que escribiera su número y el hacía lo mismo con el suyo.

Después de eso se despidieron acordando que esa tarde Aki le mandaría mensaje para hacerle las preguntas necesarias y cada quien se fue rumbo a su curso.