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~6~


Los ojos del alfa empezaron a abrirse poco a poco cuando el sueño comenzó a dejar su organismo, probablemente ya había amanecido por lo que se levantó para ir a bañarse.

Cuando salió del baño, un olor fuerte se metió en sus fosas nasales y lo hizo gruñir levemente; sus pies se movieron un poco hasta encontrarse con Baekhyun en la cocina preparando el desayuno.

—Estás en celo, —dijo Chanyeol en un tono fuerte que asustó a Baekhyun. —No has tomado los supresores.

—¿Eh? ¿Celo? —su voz salió confundida y luego tocó su frente. —Pensaba que estaba resfriado.

—No, reconozco el aroma de tu celo. ¿Vas a tomar los supresores o buscarás a algún alfa para que te monte? —Dice serio, no estaba burlándose del omega. —Dime para poder saber si tengo que llevar a Chanhyun con mi hermana mientras no estás aquí.

—N-No, ya voy a tomarlos, —dice apresurado mientras toca su cabeza que había empezado a doler.

Baekhyun pone el desayuno de Chanyeol en un plato junto a una taza de café, —ya voy, hasta eso, come, —sugiere a lo que el otro asiente.

Los pies del omega fueron hasta la sala donde encontró la caja en el sofá, cogió el blíster con las pastillas para sacar una y llevársela a la boca, estaba un poco temeroso porque nunca antes había tomado aquella medicina, pero leyó las indicaciones la noche anterior, solo tenía que tomar una diaria mientras durará su celo y todo estaría bien.

Cuando volvió a la cocina, vio al alfa aún comiendo, se veía bastante agotado; tenía ojeras grandes y sus mejillas hundidas, su cutis estaba algo grasoso mientras que sus ojos estaban un poco apagados.

—Ten, —Baekhyun habla llamando la atención de Chanyeol, —es tu almuerzo, —le tendió una pequeña bolsa con una lonchera adentro.

El alfa masticaba lentamente mientras miraba a Baekhyun, el aroma de su celo había bajado bastante. Tomo la bolsa para ponerla a un lado.

—Gracias, —murmuro para luego seguir comiendo.

—Iré a ver a Chanhyun, —se quita su delantal para luego irse a la habitación de su hijo.

Baekhyun ve que su hijo estaba despierto, movía sus manos y sus pies inquieto, pero no lloraba. El omega lo levanta para cambiar su pañal que estaba sucio, luego se baja la camiseta para darle de comer. En ese momento se sentía bastante triste de haber rechazado a su hijo antes, era tan pequeño y tierno que derretía su corazón.

—Ya debo irme, si te sientes mal puedes ir a dónde mi hermana, —se escucha la voz de Chanyeol llamando la atención de Baekhyun.

—No te preocupes, estaré bien, los síntomas de mi celo ya disminuyeron. —Sonríe dejando en silencio a Chanyeol durante unos segundos.

El alfa odiaba admitir mentalmente que aún sentía como su corazón se aceleraba cada vez que veía a Baekhyun, su sonrisa era como manantial para él, pero sacude su cabeza intentando quitar esos pensamientos de su mente.

—Me alegro, entonces me iré a trabajar, —Chanyeol se acerca para dejar un beso en la frente de su hijo como solía hacerlo, pero sintió un cosquilleo en su cuerpo ya que Baekhyun seguía dándole de lactar a Chanhyun, hace mucho que el alfa no veía tan de cerca una parte desnuda de Baekhyun.

—Q-Qué tengas un buen día, —dice nervioso ya que también había sentido aquel cosquilleo caliente por tener al alfa tan cerca.

Chanyeol se da la vuelta para irse y luego Baekhyun puede escuchar como la puerta es cerrada; quería echarle la culpa a su celo por su temperatura corporal elevada, pero sabía que no era eso. Tener al alfa tan cerca lo había excitado.

En cuanto el bebé lleno su estómago, Baekhyun lo puso dentro de su cuna, pero el pequeño empezó a llorar hasta que lo tomo de nuevo en brazos provocando que se calmara.

—Estás muy mimado, —dice en tono dulce mientras frota la punta de su nariz con la de la del bebé. —¿Quieres ir a dar un paseo? —pregunta mientras rasca la barriguita del pequeño que empezó a reír.

Baekhyun busco una manta en el ropero, tomo una color celeste para envolver al pequeño y luego decidió salir de la casa, necesitaba algo de aire fresco.

Mientras caminaba por las calles del barrio que un día tanto desprecio, se puso a pensar que en realidad no era tan malo; es cierto que no era el barrio más lujoso del mundo, de hecho era la parte baja de la ciudad, pero podía caminar tranquilo ahí.

"—Entra, —se escucha la voz de un alfa.

—No, no quiero, no me siento bien, —dice entre dientes un Baekhyun que trastabillaba al caminar, —estoy muy mareado.

—Camina sino quieres que te golpee, estúpida puta, —toma el brazo de Baekhyun arrastrándolo por las calles del lujoso vecindario de Vitore.

—¿A dónde vamos? —pregunta mientras intenta coordinar sus pies.

—Que te importa, tú solo debes pórtate lindo, obedecer y abrirte de piernas, —se escucha su voz enojada mientras casi arrastra al omega.

—Y-Ya no quiero hacer esto, —susurra mientras mira la entrada brillante de una mansión.

—¿Crees que tu ropa de diseñador, tus joyas de oro y tú maquillaje caro caen desde el cielo? —Siguen caminando hasta estar delante de la puerta de la mansión, luego se da la vuelta y mira de frente a Baekhyun quien se encoge en sí mismo.

—N-No, pero estoy muy cansado… Recién estuve con esos alfas y-

—Entraras ahí y serás una buena puta complaciente, —empuja al chico hasta que está adentro de la mansión, —no me importa lo demás"

Baekhyun sacude su cabeza intentando sacar aquel recuerdo de su cabeza; se sienta en una banca de cemento que estaba dentro de un pequeño parque infantil del vecindario, levanta su brazo viendo un par de agujeros en la vena de la parte interna de su codo.

Chanhyun empezó a hacer pequeños ruiditos llamando la atención de su mamá quien salió completamente de sus pensamientos, su bebé estaba riendo al ver a unos niños jugar en un arenero del parque.

—Cuando seas un poco más grande podrás ir a jugar también, —besa la cabecita de Chanhyun. —Me pregunto si puedes comer helado. —Dice dubitativo al ver un carrito de helados más adelante. —Creo que no, —hace una mueca porque sabía que si compraba uno para él, el pequeño querría quitarle y no quería arriesgarse a enfermarlo.

Mientras jugaba con su bebé se dió cuenta que alguien se sentó junto a él, no le prestó atención y siguió haciendo reír a su pequeño con morisquetas, cosquillas y muchos besos.

—Vaya, no esperaba verte de nuevo por estos rumbos, Baekhyun, —dice en un tono profundo.

—¿Qué? —su cabeza gira hacia esa persona que estaba sonriendo mientras lo miraba fijamente. —¿Qué quieres? —dice molesto.

—Solo quería pasar a saludarte, las voces corren rápido y me enteré que volviste. —Su voz sale ronca mientras no quitaba los ojos de encima de Baekhyun. —¿Es tu hijo?

—Sí, es mi pequeño, ¿Por qué? —pregunta a la defensiva mientras intenta esconder a su bebé con sus brazos a modo protector.

—Oye ¿Por qué el miedo? No le haría daño al que podría ser mi hijo, —se acerca más hacia Baekhyun quien se levanta de la banca.

—Él no es tu hijo, es hijo de Chanyeol, —dice firmemente mientras sujeta bien a su bebé, —no vuelvas a hablarme.

—¿Por qué tan arisco? ¿No será que necesitas que recuerdes lo que hacíamos para ponerte de mejor humor? —sonríe de la hablando con un tono chulesco.

—No, déjame en paz. —Empieza a caminar yéndose de ahí bajo la atenta mirada del alfa.

Baekhyun puso una mano en su pecho mientras intentaba regular su respiración, ahora se sentía tan mal por las cosas que había hecho antes. Simplemente hubiese querido que nada de su pasado lo atormente como lo estaba haciendo ahora.

En cuanto entro a la casa pudo relajarse, sentía aquel lugar tan seguro, era como su castillo dónde sabía que no debía temer. Fue hacia el sofá dónde se dejó caer para luego mirar a su hijo que estaba jugando con sus propias manitos.

—Tu papi es Chanyeol, cariño. Que jamás nadie te haga pensar lo contrario, —susurra para luego dejar un largo beso en su pequeña cabeza.

Aunque una vez maldijo estar preñado de su novio, ahora agradecía mucho eso. Era feliz en aquella casa, cuidando de su pequeño y esperando a Chanyeol con una deliciosa cena. A pesar de que en realidad ya no tenía una relación con el alfa, igualmente era feliz viviendo bajo el mismo techo que él. Cuando se fue aprendió a valorar lo que tenía.

A veces la vida era una perra maldita que te obliga a darte cuenta de tus errores de maneras bastante crueles.

***

Chanyeol secó el sudor de su frente con su mano mientras terminaba de construir la pared de una casa; estaba en un grupo de albañiles que realizaban una construcción y él era ayudante de uno de ellos, su tío.

—¿Quieres algo de agua? Te ves cansado, —el alfa escucha la voz de un omega mientras le extiende un botella de agua.

—¿Quién eres? —pregunta arqueando una ceja ya que era un poco raro ver omegas en construcciones, pero igualmente acepta la botella para tomar un poco de su contenido.

El chico se ríe levemente y contesta de buen humor, —soy el hijo del dueño de la casa que están construyendo, —se acerca un poco más. —Mas bien mi casa, me la regaló por mi cumpleaños.

—Oh, ya veo, felicidades… por tu cumpleaños y la casa, —sonríe nervioso.

—Asegurate de que este bien hecha, quizás podrías acompañarme a comer un poco de pastel cuando esté terminada, —le guiña un ojo y pasa su dedo índice por el pecho descubierto del alfa.

—Yo… —Se aleja un poco, —tengo un hijo y-

—No te preocupes, me gustan los niños, —se acerca otra vez.

—D-Debo ir a terminar la pared del otro lado, —sonríe nervioso para luego darse la vuelta e irse a dónde dijo.

El omega se cruza de brazos y sonríe travieso para luego darse la vuelta e irse a su auto donde estaban sus amigos.

—¿Estabas coqueteando con tu albañil? —pregunta uno de ellos.

—Obvio que lo hacía, yo también lo haría si está como receta de doctor, para sanar todos los males. —Se escucha la voz de otro.

—Pero al parecer no te hizo mucho caso, ¿No? —pregunta burlonamente el primero.

—Pero lo hará, ese alfa ya tiene dueño, y soy yo, será mío, —sonríe maliciosamente mientras mira por la ventana la construcción. —Ya lo verán.

—Cuando te obsesionas, no hay quien te detenga, —suspira, —deberías dejar de ser tan mimado, la gente no es propiedad de otros. —Se ganó un par de miradas de disgusto por parte de los otros dos omegas así que solo rodó los ojos y guardó silencio dejándose caer en el espaldar de los asientos del auto.

El Maserati negro salió del lugar de la construcción, aunque el omega solo había ido porque su padre se lo pidió para ver cómo estaba yendo la casa, y el chico se enojo porque no quería, ahora agradecía a su padre el haberlo obligado a ir.

—¿Quién era ese omega? —pregunta el tío de Chanyeol cuando vio irse al auto.

—Es el hijo del dueño de esta casa, —dice mientras toma más del agua.

—Oh ya veo, espero que lo hayas tratado bien, el señor Do paga bastante por está casa enorme, —dice seriamente.

—Claro que sí, no soy un maleducado, —dice defendiendose, aunque bueno no sabía que tan bien se había portado con el omega.

Al llegar la noche Chanyeol cogió sus cosas para irse, el grupo tenía una camioneta así que lo llevarían a su casa, agradecía aquello porque realmente estaba muy cansado, casi no hacía las labores de albañil, de vez en cuando y construir aquella casa tan grande drenaba mucho su energía, suspira ya que tomaría bastante tiempo terminarla.

Al llegar, salta del balde de la camioneta despidiéndose de los otros alfas y agradeciendo a su tío. Cuando el carro se fue, se quedó mirando la puerta por un momento, inconscientemente le vino la imagen de aquel omega de la construcción, era bonito y se notaba a leguas que venía de una familia rica, pero no por eso significa que le iba a gustar, esperaba no encontrarselo de nuevo porque ya tenía suficiente con un omega como para tener que lidiar con otro.

Saco las llaves de su pantalón para abrir la puerta encontrandose la imagen de Baekhyun dormido en el sofá con su bebé también dormido junto a su pecho, el omega estaba abrazando al pequeño. Cierra la puerta lentamente para no despertarlos, aunque pensaba que debía poner a Chanhyun en su cuna porque se podría caer del sofá.

En cuanto se acercó al sofá, se puso de cuclillas y su mirada inmediatamente se poso sobre el rostro relajado de Baekhyun; su piel blanca aunque ya no era lisa como antes porque estaba algo grasosa con granitos y tenía ojeras aunque no tan pronunciadas como cuando recién llego, sus labios seguían igual de rosados y carnosos, pero estaban algo mordisqueados e incluso parecía tener pequeñas heridas y por último el cabello tan hermoso que tenía ahora estaba reseco. No sabía que había llevado al omega a regresar o que le había pasado en esos cuatro meses para dejarlo tan diferente, pero sinceramente tenía un poco de miedo saberlo.

Con cuidado intenta quitar a Chanhyun del abrazo de su madre, pero inmediatamente los ojos de Baekhyun comienzan a abrirse, Chanyeol se maldijo internamente por no haber sido más cuidadoso.

—Chanyeol regresaste, —quita su brazo de encima de Chanhyun y frota sus ojos mientras bosteza. —¿Tienes hambre? Te serviré la cena.

—No es necesario, se ve que tienes mucho sueño, —susurra Chanyeol para no despertar a su hijo y lo toma en brazos poniéndose de pie.

—No te preocupes, en seguida estará listo, solo hay que calentarla, —estira sus brazos y se levanta para ir a la cocina.

En cuanto dejo a Chanhyun en su cuna, lo arropó con su mantita de dinosaurios para luego dejar un beso en su frente e ir a la cocina encontrandose con Baekhyun sirviendo la comida y poniéndola en el mesón.

—¿Te sientes bien? —pregunta Chanyeol mientras se sienta frente a su plato.

—Uhm sí, ¿Te refieres a mi celo? —El alfa asiente, —pues sí, los supresores me han hecho bien así que no tengo ningún síntoma. Muchas gracias, Chanyeol. —Sonríe mientras lava las ollas dónde había preparado la comida.

—No hay de que, —se encoge de hombros y sigue comiendo.

—Chanyeol ¿Puedo preguntarte algo? —dice inseguro mientras seca sus manos con una pequeña toalla de la cocina.

—Sí.

—¿Tú… alguna vez has dudado de tu paternidad? —traga saliva con fuerza mientras mordisquea su labio inferior.

Chanyeol se queda en silencio por un momento y deja de comer, su cabeza recordaba pequeñas cosas que habría preferido olvidar; suspira con fuerza y mira al omega.

—¿Por qué preguntas eso? —frunce el ceño y mira con curiosidad al omega.

—Es solo una duda que tengo, —susurra mientras mira al suelo.

—Bueno, pues una vez lo hice, —dice tranquilamente ganándose una mirada extrañada de Baekhyun, —no me mires así, —se ríe, —tenía muchos motivos para desconfiar de tí, pero al nacer supe que era mío, olía a mi y de hecho sigue oliendo a mí con tu aroma claro. ¿Por qué? —entrecierra los ojos y sonríe burlón, —ahora me dirás qué no es mi hijo.

—No, no, no, nada de eso, —sacude sus manos rápidamente. —Tú eres su padre, es solo que tuve curiosidad.

—Bien, tu curiosidad ya fue resuelta, ¿Otra pregunta indiscreta o terminamos con esa? —arquea su ceja.

—No… ya no, —responde sacudiendo un poco su cabeza.

Luego de comer, Chanyeol fue a tomar un baño mientras que Baekhyun lavo los trastes y fue al sofá para dormir, se sentía un poco aliviado sabiendo que Chanyeol no tenía alguna duda de que Chanhyun era suyo.

Baekhyun se despertó un poco sudoroso por la mañana, su cuerpo temblaba y sentía los ojos vidriosos. Cuando quiso levantar su camiseta para sentir un poco de aire fresco, un gemido salió de sus labios ya que estaba demasiado sensible. Al sentarse se dió cuenta que su pene estaba erecto formando una tienda de campaña en sus pantalones y también en medio de sus nalgas la viscosidad de su lubricante natural estaba haciéndole sentir demasiado incómodo.

—No, mierda, —al levantar la mirada se fijó en que eran las nueve de la mañana, él debió haber tomado esa pastilla hace dos horas.

Cómo los efectos de su celo aún no eran tan fuertes, aún podía pensar con claridad así que se puso a buscar la caja con los supresores, pero no sé acordaba dónde la había dejado. A medida que buscaba por la casa, el tiempo pasaba haciendo que su celo sea más fuerte, decidió ir al baño para mojar su rostro y bajar un poco su temperatura para luego seguir buscando; entro al cuarto pensando que quizás el alfa ya se había ido, pero no, estaba aún dormido por lo que se acercó a él para levantarlo.

—Chanyeol, —con cuidado toca su hombro para despertarlo. —Chanyeol, —vuelve a moverlo provocando que el alfa despierte poco a poco hasta que sus ojos se abrieron de golpe, pero estaban rojos. —Chanyeol ¿Qué sucede?

—¿Por qué no te has tomado la maldita pastilla? —le regaña mientras se levanta de la cama para alejarse y controlar sus propios instintos tapándose la nariz.

—No encuentro la caja, estaba buscándola, —se aleja también de la cama, —te desperté porque ya son las nueve.

—Está bien, tengo que estar allá a las once, pero busca la maldita caja. —Su voz sale un poco extraña ya que seguía tapando su nariz, —sal de aquí sino quieres que te termine montando. —Con su mano señaló la salida mientras se denotaba en su cara que estaba molesto.

—Bueno… eso no sería tan malo, —susurra casi inaudible para que el alfa no lo escuche.

—¿Quieres que te tome acaso? —levanta sus cejas ampliando sus ojos.

Baekhyun camina lentamente hacia Chanyeol quien empezó a retroceder, el alfa nunca se había esperado una reacción así del omega por lo que en ese momento no sabía muy bien que hacer, supuso que era parte de su celo…

—Te ayudaré a buscar tus pastillas, —soltó su nariz ya que se estaba ahogando, pero al dar una respiración profunda, el aroma a celo del omega entro de golpe. —Por favor, Baekhyun alejate.

—¿Por qué no? —hace un puchero mientras se sube a la cama gateando encima, —no encuentro las pastillas y me siento muy mal, me duele… Alfa ayúdame por favor. —Dice en un tono de súplica con un tinte meloso mientras infla sus mejillas mirando hacia el alfa.

—Te dije que no me llames así, no soy tu alfa. —Vuelve a tapar su nariz y empuña su mano sacando sangre su palma por la fuerza con la que la apretaba intentando no lanzarse encima de Baekhyun. —Iré a buscar la caja, quédate aqui.

Chanyeol camino de lado, con la espalda pegada a la pared para poder estar lo más alejado de Baekhyun que podía, aunque el omega no se lo estaba poniendo fácil al estarse acercando más y más.

Baekhyun no entendía bien lo que estaba sintiendo, solo sabía que cada golpe de calor que venía provocaba una excitación insana en todo su cuerpo. Aunque en realidad si quería estar con el alfa, pensaba que está no era la manera adecuada, pero no podía controlarse, era como si alguien más manejara su cuerpo volviendolo un caliente desvergonzado.

El alfa fue a la sala para empezar a buscar las pastillas, pero no halló nada, siguió en la cocina y luego al baño, pero no había nada. Cuando estaba agachado buscando debajo del sofá sintió un peso muy caliente en su espalda lo que le hizo girarse encontrandose con la cara enrojecida y jadeante de Baekhyun.

—Cha-Chanyeol, duele, —gime mientras restriega su rostro en el pecho del alto.

Los ojos del alfa volvieron a tomar aquel tono carmesí de cuando despertó, su respiración era errática, pero no podía moverse. No sabía porque la vida lo estaba castigando de esa manera, realmente no quería hacer eso. No quería volver a estar con un Baekhyun en celo o sin él, no quería estar con el omega o algún otro.

—B-Baekhyun, por-por favor alejate, —susurra en un hilo de voz intentando apartar al omega con sus manos, pero Baekhyun abrazo al alfa no queriendo irse.

—Chanyeol, por favor, tómame, —lo mira a los ojos para luego llevar su mano a su camiseta para bajarla un poco mostrando parte de su pecho desnudo. —Hazme sentir bien, como antes. —Mira travieso como el alfa no apartaba sus ojos enrojecidos de sus pezones hinchados. —¿Te gusta lo que ves?

—Baekhyun esto está mal, —susurra para luego poner lentamente una mano sobre la cadera del omega.

—¿Por qué? Ya lo hemos hecho antes e incluso tenemos un hijo ¿No quieres preñarme de nuevo? —sonríe travieso mientras habla en un tono de suma excitación.

—No sería algo bueno económicamente hablando, —dice intentando tomar el control de su propio cuerpo.

Baekhyun se encoge de hombros y luego se para sobre las puntas de sus pies para llevar su boca al oído de Chanyeol, —alfa, montame hasta que no pueda levantarme de la cama, —susurra para luego poner su mano sobre la erección del alfa sobre su pantalón.


***
Estaba pensando en hacer unos capítulos dónde se cuente la historia de ambos y lo que sucedió con Baekhyun cuando se fue.

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