Capítulo 21
Yoongi:
Estábamos listos, nuestras maletas, nuestra comida, dinero. Todo estaba listo. No me dio tiempo de enterrar el cuerpo de Seokjin. Solo lo dejamos allí tirado. Seguro lo vendrían a buscar en unos días.
Jungkook iba abrazado de Kookie, me miraba como si me temiera, ni siquiera sé por qué. Y Jimin ni siquiera me dirigía la mirada. Vaya día de mierda.
Encendí la radio para calmar el ambiente; apareció una canción pop en inglés. A Jungkook le gustaba mucho escuchar ese tipo de música, logré ver por el retrovisor cómo movía levemente la cabeza al ritmo de la canción.
Pareciera como si estuviera pensando en muchas cosas, lo veía muy decaído. No debí haberme bañado hace rato, seguro Jimin le habrá hecho sentir mal, de nuevo. Y hay veces en las que desearía nunca haberme escapado con Jimin o haber traído a Jungkook con nosotros.
No le he comentado a mi hermano lo de mis padres y tampoco a Jimin, si le digo a Jimin seguro se pondría muy enojado porque creería que quiero volver, y sinceramente sí quiero volver. Encuentro más seguras nuestras casas con nuestros padres que estando solos.
Solo he podido proteger a Jungkook de Jimin a base de amenazas. No quiero que mi novio le haga daño a su propio hermano.
—¿A dónde vamos? —me preguntó mi novio, mirando hacia la ventana.
—Les tengo dos opciones —ambos me miraron atentos—. Podemos seguir hasta llegar a otro lugar o regresar con nuestros padres.
—Habla por ti —dijo Jimin rodando los ojos—. Si regreso, mi madre querrá casarme o, conociéndola, ya ha formado su nueva familia. Esa mujer solo piensa en el dinero y en tener una clase social alta.
—Puedes vivir con nosotros. —le dije.
—Tu madre es una perra. No, gracias.
—Entonces regresemos para dejar a Jungkook.
Mi hermano me miró con su semblante triste. No quiero abandonarlo con mis padres, pero es más peligroso que esté aquí, hay menos probabilidades de vivir. Ni siquiera sé si nosotros viviremos.
—¿Me tienes miedo? —me preguntó Jimin.
—No, es solo que no quiero que a Jungkook le pase algo malo. Tú y yo somos pareja, podríamos hacer lo que siempre has querido.
—¿Formar una familia?
Asentí.
—Yo también soy familia. —comentó Jungkook triste.
—Si vienes con nosotros te irá mal. —le dijo Jimin.
—No quiero estar contigo —le contestó mi hermano con ceño—, quiero estar con mi hermanito.
—Él no quiere estar contigo, inválido de mierda.
—Deja de decirme así —soltó molesto—. Siempre arruinas todo.
—¡Jimin basta! —grité, no podía interponerme porque iba manejando en carretera. Mi novio se desabrochó el cinturón para poder discutir más agusto.
—No te quieras hacer el valiente, pedazo de escoria. Recuerda que tengo un arma, y si me haces enojar, voy a matarte y me va a importar una mierda todo.
—Sientate Jimin y cállate. —hablé, pero solo me estaban ignorando.
—Hazlo —le retó Jungkook—, mátame, igual esto no es una vida.
—Okay. —Jimin abrió la guantera y sacó el arma.
Di un frenón haciendo que él se golpeara con la guantera y diera un disparo al techo. Aquel disparo me aturdió. Me giré rápido a ver a Jungkook, él estaba asustado mirándome, y Jimin se quejaba por el dolor en su espalda y cuello.
Nadie salió herido. Le quité el arma.
—¡Deja de ser tan desgraciado con nuestro hermano!
—Para mí, él no es mi hermano. Solo es un estorbo. Es más sencillo si lo matamos de una vez y dejamos el cuerpo en casa de sus padres. ¿No habías pensado en que puede acusarnos?
No había pensado en eso. ¿Jungkook sería capaz de delatarnos? No pienso arriesgarme a nada.
—Entonces él viene con nosotros y no quiero más peleas de este tipo, le haces algún daño y olvídate de que tú y yo somos novios.
Jimin frunció el ceño.
—Tú lo eres todo para mí —me dijo—, ¿yo lo soy para ti?
—Sí amor, pero tenemos un hermano y debemos amarlo también.
Él resopló y rodó los ojos.
—Ni siquiera me amas como yo te amo a ti, solo piensas en tu estúpido hermano.
—Es porque él necesita de nosotros, ambos debemos preocuparnos. Es solo un niño.
Escuché los sollozos de mi hermanito, no le gustaba que discutieramos por él, eso le hacía sentirse una carga, pero él no es una carga para mí, es parte de mi vida entera. Eso es lo que quiero que Jimin entienda, que a los dos los amo, pero la forma es distinta.
—Elige. —me pidió.
—No, a los dos los amo de diferente forma.
—Pues elige a uno.
No iba a elegir a ninguno, estaba loco.
—Te amo, Jimin —le dije dándole un beso—. Pero también amo a Jungkook. No puedo elegir.
Mi novio me miró furioso. Me arrebató el arma y se bajó del auto. Pensé que se bajaría para dispararle a Jungkook, pero se alejó hacia el pastizal que estaba a un lado de la carretera.
—Ahora vuelvo —le dije a Jungkook, y sin esperar su respuesta, me fui corriendo a perseguir a mi novio—. ¡Amor, ¿qué demonios haces?!
Jimin me miró sonriendo y se regresó corriendo al auto. Iba a matar a Jungkook. Me engañó. No puedo permitir que llegue antes que yo. En estos momentos lo creo capáz de todo, sabe que apesar de que le haga algo a Jungkook, no podré separarme de él. Mis lágrimas me cegaron, pero mis piernas seguían corriendo.
Me lancé sobre él, tirándolo al pasto seco.
Caí arriba de Jimin, le sostuve las manos con fuerza contra el piso, él hacía forcejeos, pero yo era más fuerte.
—¿Por qué, Yoongi? —me preguntó llorando—. He hecho todo por ti, y tú no quieres que mate a tu hermano. Se supone que debes amarme al cien porciento, no un cincuenta.
Cómo he detestado verle llorar.
Miró al cielo rojizo intentando calmarse, pero no podía dejar de llorar desconsoladamente.
—No es necesario que mates a alguien. Nadie me separará de ti, nadie nos hará daño, ¿me escuchaste? Nadie hará que deje de amarte como lo hago.
—Te amo... —dijo entre lágrimas— Lo eres todo para mí.
—Yo te amo más.
Le di un beso, y al momento de separarnos, logré ver lo hermoso que era tener a Jimin a mi lado. Esta vez quiero hacer las cosas bien, no como la última vez. Seremos nosotros tres contra el mundo. Solté las manos de mi novio y lo abracé.
—¿Listo para que podamos ser felices? —le pregunté acariciando su cabello.
Jimin comenzó a temblar y asintió con la cabeza.
—Te daré tu felicidad y libertad. —me dijo.
Me separé y lo miré extrañado. ¿Libertad?
Tomó el arma y me apuntó. Abrí mis ojos sorprendido, pero no lo detuve, en verdad me esperaba esto. Su cuerpo comenzó a temblar, me miró a los ojos y bajó el arma.
Suspiré. En verdad pensé que me dispararía.
—Subamos al auto y... —no pude terminar de hablar porque Jimin apuntó el arma hacia sí mismo y se disparó en la cabeza.
Su sangre me salpicó, y su cuerpo se desplomó en el suelo dejando un charco de sangre que brotaba de su cabeza.
No tenía idea de qué hacer. Yo no quería esto, yo quería formar nuestra vida juntos. Yo lo quería a él.
Abracé su cuerpo sin vida y lloré deseando que todo esto fuera un sueño, pero no lo era. Jimin estaba muerto y nada me lo podrá traer de vuelta.
Ignoré los gritos de mi hermano dentro del auto. No quiero irme y dejarlo aquí, tomé la decisión de llevarlo con nosotros.
Cargué su cuerpo sin vida como muchas veces lo he hecho y lo subí al auto. Estaba dejando salir mucha sangre, hice lo posible para limpiarlo, pero fue inútil. Jungkook comenzó a llorar y a gritar aterrado.
—Solo cubrete los ojos. —le sugerí en un hilo de voz.
Mi hermano miró hacia la ventana abrazándose a su muñeca mientras controlaba su llanto.
Miré al cuerpo de mi novio antes de arrancar el auto; cómo su sangre recorría su piel y manchaba su ropa y el asiento. Sus ojos medio abiertos mirándome me causaban escalofríos.
Mis manos temblaron al tomar el volante. Estas también estaban cubiertas de sangre. Di media vuelta y me dirigí de regreso a nuestra casa con nuestros padres.
Miré rápidamente el pastizal seco en donde se disparó Jimin, solo puede ver ese color que ahora lo veo en todos lados; en el rostro y ojos de mi hermano, en mis manos y ropa, y por supuesto, en Jimin. El color rojo.
Fin.
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