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Capítulo 20

Yoongi:



Aún me sentía en ese estado de shock, pero no necesité pensármelo mucho para correr a la cocina y guardar toda la comida para poder llevárnosla. Jimin se quedó parado mirándome.

—¿Pensabas entregarme? —me preguntó.

Por supuesto que no quería entregarlo, solo no sabía qué hacer.

—Mejor mete tus cosas en una maleta para irnos de aquí. —le dije sin contestar su pregunta.

Se quedó un rato parado, y cuando vio que no le hice caso, se fue al cuarto azotando la puerta. A eso, salió Jungkook de su cuarto.

—Yoongi, ¿por qué el policía está en el suelo?

Metí la comida en una hielera y lo que era enlatado lo metí a una mochila. 

—En una maleta mete tus cosas. Nos iremos antes de que vengan a buscar al policía.

Mi hermano tragó saliva, miró al policía en el piso, y con mucho miedo en la mirada, asintió haciéndome caso.

Mi plan era subirnos a un barco e irnos del país o volver con mis padres. La madre de Jimin tiene bastante influencia en el área judicial. Esa señora sabe mucho de política y también es bastante corrupta. Lo malo, Jimin no querrá, estoy seguro de eso. Su madre le ha hecho tanto daño, y si regresa, lo obligaría a casarse. O él podría vivir con nosotros. Aunque ahora que lo pienso, nadie sabe que nosotros vivíamos en esta casa. Se sabe que rentaban la cabaña, pero no saben quiénes, espero que nuestro pellejo esté a salvo de la policía.

Fui hasta mi habitación y toqué la puerta de nuestro cuarto, se escuchaban los sollozos de Jimin. Bien, no quería ser cruel, pero siempre sucedía algo gracias a él. Aunque si hubiera sido yo al que se llevaran, Jimin daría hasta su vida para que no me hicieran nada.

Poco a poco me fui sintiendo como un idiota. 

—Amor, ábreme... —dije desde afuera. No me contestó— por favor.

La puerta se abrió un poco, y de ella, se asomó Jimin con sus ojos rojos de tanto llorar. Empujé la puerta encontrándome con que no había ninguna maleta hecha. Miré cómo las muñecas de mi novio dejaban salir grandes gotas de sangre. Siento que todo está atacándome ahora; el policía, mis padres, y ahora Jimin hacía esto.

Puede que me equivoqué muchas veces, pero también me gustaría que Jimin pensara en lo que yo quiero.

—Yoongi... —se acercó a mí acariciando mi rostro con delicadeza, manchando mi rostro de sangre— Te amo, te amo tanto. 

Y antes de que se acercara a besarme, alejé su mano de mi rostro agresivamente, y lo miré bastante molesto. Estaba harto de su comportamiento tan infantil.

—¡¿Qué es lo que te ocurre?! —grité molesto, asustándolo—. ¿Acaso tienes mierda en el cerebro? 

—Yo...

—Tú eres un estúpido, ¿te has preguntado si yo me siento bien? —no me contestó, solo se quedó sorprendido mirándome—. ¡Quiero que mi novio me escuche!

Jimin me abrazó llorando sin control, pensé en que quizás fui muy duro, pero no podía dar mi brazo a torcer. Él parecía aprovecharse de que yo fuera bastante sentimental; siempre le daba la razón y ahora no puedo.

—¡Lo siento! —dijo abrazándome más fuerte—. No quiero perderte, no quiero estar sin ti, no podría vivir sin ti.

—No mi amor —dije un poco más tranquilo—. No te dejaré.

—Entonces quédate. —murmuró.

—Nos van a matar si nos quedamos.

—Quiero morir junto a ti.

Otra vez volvió a pensar solo en él, y sin pensármelo, le solté un golpe con puño cerrado en la mejilla. Creo que nunca le había golpeado así de fuerte. Me miró molesto, tapándose la boca y mejilla. 

—¡Deja de ser tan egoísta! —le grité.

—Mi labio... Pensé que nunca me lastimarías así. —habló con su voz quebrada. Pude ver cómo un hilo de sangre caía de su labio que se puso de un color morado.

No tenía tiempo para eso. Saqué nuestras maletas y metí toda nuestra ropa en ellas. Jimin solo se sentó en la cama, mirándome con tristeza. Me hace sentir como un cobarde, pero hago esto por el bien de los tres. 

Una vez terminé, me acerqué a Jimin y lo abracé dándole besitos en su mejilla, eso le hacía sentirse mejor porque pude ver cómo sonreía; le besé bajando hasta su cuello. Dio un largo suspiro, nos besamos e hicimos el amor por última vez en esta casa.








●      ●     ●








Jungkook:



Terminé de guardar mi ropa, fue difícil, pero lo logré. Mis muñecas las metí en la maleta de mi ropa junto a mis cosas importantes. Tengo muy poquitas cosas y todo cabe en una maleta.

¿Por qué mi hermano querrá que nos vayamos? ¿Será por el policía que está en el suelo? ¿Él estará muerto?

Es muy probable. Salí de la habitación y, otra vez, está la cama de mis hermanos rechinando. Jimin estaba llorando, ¿Yoongi lo estaba lastimando? 

Después de todo, me siento mal por pensar que mi hermano era el malo en todo esto. Y la verdad me avergüenza decir que me gustaba Jimin. Es que él es bastante bonito, pero es mi hermano y eso estaba mal.

Me acerqué al cuarto de mis hermanos y me asomé poquito. Nunca había visto esa posición, pero parece que es cansado para ambos. Yoongi estaba cargando a Jimin, apretando su trasero, subiendo y bajándolo; desde aquí podía ver cómo el amiguito de mi hermano entraba y salía de la colita de Jimin. Ambos estaban gimiendo, en especial Jimin. Mi hermano le besaba el cuello y mi otro hermano le rasguñaba la espalda; sus muñecas estaban vendadas y su labio morado. 

Creo que a los inválidos solo nos tratan bien, no creo conocer a alguien para hacer eso. Abrí mis ojos sorprendido, el cuerpo de mis hermanos tembló mucho, pensé que se iban a desmayar.

—¡Aaaaagh! —gritó Jimin, y de su colita salió una cosa blanca transparentosa. ¿Pero qué es eso? Y esa misma cosa salió de su cosita y manchó a Yoongi. 

—Te amo —le dijo mi hermano besando sus labios; ellos estaban en su burbuja de amor. Siempre me gustó ver que se dijeran lo mucho que se aman, aunque pelean bastante, pero supongo es normal, porque el amor siempre gana o eso creo yo—. Perdón por el golpe. —dijo dejando a Jimin en la cama. 

—Perdón yo por hacer que te preocuparas, no volveré a hacerlo. Te lo prometo. —respondió señalando su muñeca vendada.

¿Hacer qué?

Jimin acarició el torso de mi hermano, dándole muchos besitos en su boca. Ambos se miraban felices. 

Hasta que moví poquito la silla por error y golpeé la puerta.

—¡Jungkook! —dijo sorprendido mi hermano. Con sus manos tapó el miembro de Jimin; el suyo no, porque a veces nos bañamos juntos.

—Muy inocente, pero en realidad es un cerdo. —comentó Jimin muy molesto.

—No le llames así. —murmuró mi hermano.

—Ay Yoongi, ¿otra vez lo vas a defender por espiarnos?

Yo no quería que discutieran. Me gusta que se hablen bonito. Siempre que estaba yo, discutían. Solo soy una molestia en esta pequeña familia. 

Jimin me miraba muy enojado, seguro querrá hacerme daño. No sé qué pasará después, pero algo me dice que no tendremos final feliz.

Ellos terminaron de discutir. Yoongi se levantó y se fue a bañar muy enojado. Jimin me miraba desde la cama sin despegarme la vista. Qué miedo.

—Eres un estorbo, te odio tanto. Siempre haces que todo vaya mal. Te mereces lo que tienes. 

Mis ojitos se pusieron llorosos, me di la vuelta dispuesto a irme, pero Jimin detuvo mi silla; lo miré confundido.

—¿Por qué me odias tanto? —le pregunté ya sin poder retener mis lágrimas.

—Tú me quitaste lo que más quería —me dijo—. Mi familia, mi novio, me has arruinado la vida.

—¿Por qué dices? —pregunté aun sin poder contener el llanto—. Yo no he hecho nada, solo vivir así... —dije señalando mis piernas.

—Mi padre dejó de prestarme atención para estar cuidando de ti, porque no le gustó la familia que formó con mi madre, eso hizo que ella tuviera depresión. Yo solo tenía a Yoongi, pero él tenía que estar contigo. ¡Maldito inválido de mierda! —empujó mi silla. Por suerte no me caí, pero casi.

—¡No es mi culpa ser así! —le contesté a gritos.

Jimin estaba con la respiración muy agitada, y después, se echó a reír a carcajadas.

—Tienes razón —dijo acercándose. Él estaba desnudo, para mí no era algo incómodo porque es como cuando Yoongi se baña conmigo; ambos tenemos lo mismo, no entiendo por qué mi hermano le cubrió los genitales hace rato. Se puso de cuclillas y acarició mi pierna, no podía sentir eso—. Si no es tu culpa, ¿entonces de quién es?

—Un accidente en auto fue.

—¿Quién te dijo eso? ¿Yoongi? —asentí—. Yoongi te disparó en la cabeza. La bala no atravesó tu cerebro, pero sí golpeó un nervio. Ese disparo te dejó en coma, ese disparo te dejó sin poder sentir las piernas, y ese disparo lo provoqué yo. 













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