Prólogo
Oigo la respiración entre cortada de Hoseok, la euforia que tenía se notaba desde lejos, sus ojos me miran con un brillo que no había podido ver en meses, reflejaban la felicidad y emoción que sentía en ese momento.
— Quiero pedirte que salgas de nuevo conmigo, por favor, acepta Yoongi —Por fin habla, con un tono nervioso y tartamudeando un poco.
Confundido, abrí los ojos de sorpresa, ¿Cómo era posible esto?. Si me hubieran dicho antes que esto pasaría, ahora, en este preciso momento, no lo hubiera creído jamás.
— ¿Qué?, ¿De qué estás hablando Hoseok? —Pregunté, realmente confundido con la propuesta que me estaba haciendo.
Este día si que era muy extraño, extremadamente extraño.
— Quiero que estés conmigo hasta mis últimos días de vida, ¿Puedo confiar en ti? —Hoseok se acercó a mí, con la intención de abrazarme.
Al darme cuenta de su intención, doy un paso atrás, alejándome de él, a pesar de ver su cara de sorpresa y hasta cierto punto, con algo de dolor, no podía permitir que me abrazara.
— Yoongi... ¿Ya no me quieres? —Preguntó Hoseok, con los ojos comenzando a humedecerse.
Mi corazón dio una pequeña punzada de dolor al ver su rostro, pero no quería retractarme, solo lo confundiría más.
— Sabes que siempre te voy a querer Hoseok... Pero ya no de la misma forma que antes.
Las lágrimas no tardaron en aparecer en los tristes ojos de Hoseok.
— ¿Por qué ya no?, Simplemente... ¿Perdiste todos los sentimientos que algún día dijiste que tenías por mí?, no puedo aceptarlo Yoongi.
Hago una mueca, no era una persona de hielo, por supuesto que me dolía ver a Hoseok triste, y más por mi culpa, sentía como en cualquier momento podía comenzar a llorar al igual que Hoseok.
— Lo siento Hoseok... Ya nada puede cambiar.
Hoseok se acercó a mí tan rápido que no pude detenerlo, a pesar de su estado, pudo abrazarme —No quiero que esto termine de esta manera... Por favor Yoongi, sé que puede haber una manera de resolver esto, por favor, sólo quiero estar contigo —Sus lágrimas comenzaban a empapar mi ropa.
Al principio quise apartarlo, terminé accediendo a su abrazo y consolarlo, pronto las emociones comenzaron a invadirme.
Porque aunque quiera negarlo, nunca olvidaremos nuestros primer amor.
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