Estados Unidos, New York.

La luna brillaba como nunca en la hermosa ciudad, la gente caminaba por las calles mientras la nieve empezaba a caer por las fechas navideñas.

Cuatro días antes del 24 de diciembre, para ser exactos. Los edificios y casas brillaban con luces navideñas.

Pero fuera de ello, un chico rubio de ojos marrones tomaba una copa de vino mientras veía la ciudad.

- Señor Lee, el cargamento de diamantes se ha entregado - notifica uno de sus empleados.

- Bien, nada puede salir mal, lo sabes muy bien - dice el rubio - Retírate - ordena.

- Señor antes de irme, alguien llamado Jackson ha estado pidiendo verlo.

- ¿Jackson? - pregunta a su empleado, este asiente - Hazlo pasar - ordena.

- Sí señor.

Lee Félix , ese era el nombre del rubio de ojos marrones y piel hermosa. Un empresario de diamantes y uno de los mafiosos más buscados en Corea y Estados Unidos.

- Pase por favor - pide el empleado al pelinegro.

- ¿Cómo está el hombre más buscado? - pregunta sarcástico Jackson entrando al lugar.

Félix giró su rostro y río - Con mucho dinero - presume - Pero bien - dice levantándose de su lugar.

Ambos chicos sonríen y se abrazan, pues para ser exactos no se veían desde que tenían 22 años.

- Tanto tiempo sin verte Jackson - dice alegremente el rubio - ¿Cómo está Mark?

- Pues diría que bien pero tiene muchas náuseas porque le hice un mini-jackson.

Félix abrió sus ojos impresionando - ¡Vaya vas a ser papá ya y yo ni novio tengo! - dice con burla - Felicidades hyung- dice alegre por él - Y dime para qué viniste, aparte de decirme que seré el tío soltero- dice directamente.

- ¿Nunca se te quitará lo directo, no? - pregunta con burla Jackson.

- Sabes muy bien que soy así desde... - hizo una pausa - Bueno ya sabes.

Jackson asiente - A veces pienso que ambos fueron idiotas.

Félix suspira - Fue mi decisión, sabes muy bien que cuando me enteré de la verdad lloré mucho porque... - el rubio levantó su vista a la ciudad - Pensé que me amaba - murmura finalmente.

Jackson escuchó en total silencio aquello, en cierta parte entendía a su amigo.

- Pero bueno, dime que necesitas - dice mirando a Jackson.

- Se trata de algo importante pero espero no te lastime - advierte Jackson - Se trata de alguien.

- ¿De quién? - pregunta Félix de brazos cruzados.

- De Jeon - responde finalmente.

Félix agachó su mirada.

- Si no quieres ir, esta bien solo necesito que me mandes a algunos de tus hombres y...

- Iré - interrumpe Félix.

- Sabes muy bien que si vas, él estará allá probablemente ¿No? Es el hermano de Jungkook.

Félix asintió - Jungkook a pesar de ser hermano de... Hyunjin - dijo finalmente- Me ayudó mucho y le debo un favor.

Jackson asintió muy poco convencido, porque sabía que aquello abriría heridas viejas en su amigo.

- Bien, porqué tenemos que reunir el grupo.

Félix sonrió - Minho estará alegre - Jackson sonrió - ¿Qué hay que hacer?

Jackson lo mira fijamente- Recuperar a Dahyun de esa vieja loca.

El rubio ladeó su cabeza - Adivino, a Jeon ya le gustan más las pollas - dice burlón.

- Sí, aunque ambos sabemos que siempre prefirió las pollas - Félix asiente riendo - Dime, tú eres el jefe mafioso ¿Qué haremos?

Félix sonrió malvadamente - Tengo mi Mustang negro, vámonos en él para buscar a mi banda.

Jackson sonrió.

Oh si.

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Corea del Sur, Busan.

Hacía frío, era de noche y llovía. Las calles estaban solas por aquella lluvia, los edificios alumbraban con adornos navideños.

Un peligris de piel un poco pálida, ojos marrones y pelo largo caminaba entre la lluvia mientras fumaba su cigarro, sostenía un paraguas y caminaba tranquilamente.

Levantó su vista a la luna, aquella que lo conectaba con la persona que siempre amará y por la que se odia tanto.

Humo salió de su boca, paró su camino en una cafetería.

Pasos se escucharon detrás de él, siguió fumando su cigarro tranquilamente.

- ¿No compartirás, hermano? - dijo una voz a su lado, el peligris se giró su rostro viendo a Jungkook.

- Tanto tiempo sin verte hermanito - dice extendiéndo le su cigarro, Jeon lo toma y sonríe sarcástico - ¿Cómo me encontraste?

Jeon fumó un poco del cigarro y luego se lo entregó al peligris.

- Siempre me dijiste que te gustaba Busan, por qué tú y Félix habían decidido mudarse aquí cuando salieran de la universidad- recuerda, Jeon se gira para ver a su hermano.

Jeon Hyunjin, ese era el nombre de su hermano, un chico que era todo lo contrario a Jungkook, se metía en peleas y participaba en carreras clandestinas.

Y se dedicaba a vender droga, pero su pasión siempre fue pintar.

Algo que los padres de ambos rechazaron.

- ¿Para que me buscaste? - dice directamente.

- Dijiste que cuando te necesita te buscará - Hyunjin asiente recordando aquello -Essta es la emergencia en donde te necesito.

El peligris suspiró sin mirarlo, tomó una calada de cigarro nuevamente para luego soltarla de su boca - ¿Qué tengo que hacer y quién es? - dice sin mirar a su hermano.

- Se trata de Dahyun.

Hyunjin paró de fumar inmediatamente y giró su rostro preocupado - ¿Qué pasó con mi pequeña sobrina? - pregunta preocupado.

Jungkook suspiró - Desde hace tiempo como sabrás, no he estado bien con So-hee, hace unos meses conocí al profesor de Dahyun, él y yo empezamos a tener un amorío al punto en que me enamoré de él y él de mí. Hace unos días decidí pedirle el divorcio a So-hee, ella ha cambiado mucho y sé que se debe a un hombre pero no se quién, el punto es que le dije que no le dejaría ni un dólar y eso la alteró y se robó a mi pequeña y no se donde está.

Hyunjin abrazó a Jungkook y este aceptó aquello.

- Para serte sincero, So-hee nunca me cayó bien - dice alejándose un poco de su hermano - Tienes mi apoyo hermano.

Jungkook asintió feliz - Pero hay algo que no te he dicho.

- ¿Qué cosa?

- Jackson buscó a Félix y estoy seguro que él estará allá cuando nos reunamos todos - advierte.

Hyunjin asintió comprendiendo - Es más importante la vida de mi sobrina, que lo que hice en el pasado - lo miró fijamente- Vamos por mi sobrina y si es necesario matar a esa perra.

Jungkook sonrió, asintiendo.

Su grupo de juventud se reuniría

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