Jungkook siempre pensó que el tiempo era relativo. En cada uno de sus actos sucesivos, en los que se dividían la ejecución de sus cosas llegaba el instante en los que su mente no podía eludir el recuerdo de aquel alfa. Las personas eran enigmáticas para Jungkook, pero en su vida imaginó conocer a alguien tan complicado y misterioso como aquel hombre.

En un abrir y cerrar de ojos el viernes había llegado para un alfa que se encontraba muy nervioso, dicho sea de paso, temeroso, preparándose para lo que iba a suceder esa noche. Maldecía tanto a aquel alfa por ponerlo en una situación así, maldecía a Taehyung.

Su piel se sentía demasiado sensible mientras las omegas asistentes se encargaban de arreglarlo, depilarlo y dejarlo totalmente limpio para el alfa. Parecía un alma muerta en pena cuando las mismas chicas se encargaron de inmobilizarlo en la cama con aquellos artículos escogidos por ese señor.

Pasaron diez minutos en los que permaneció acostado con su vista al techo sin poder hacer nada. Sentía sus brazos doler por la incómoda postura en la que estaba sometido y sus piernas temblar al permanecer tan estiradas.

Ínterin escuchó el inigualable sonido de la puerta al ser abierta percibió el aroma de uvas y ambrette, y su cabeza se direccionó hacia la persona que aguardaba en la entrada.

En el umbral de la puerta se encontraba aquel hombre dueño de un porte envidiable, su rostro agraciado lucía una mandíbula apretada, una nariz suave, en conjunto de una mirada filosa que ponía en armonía unos labios deleitables.

Presumía un exquisito Martini entre sus largos dedos, su expresión permanecía pasiva e indescifrable en disyuntiva con la lumbre carmesí de sus ojos, el alfa hacía gala de su linaje, evidenciando ser un Kim.

Acontecieron pocos segundos en los que para ambos hombres a partir de sus sentidos resultó evidente el aura seductora y electrizante en la que se inundó aquel lugar. El recién llegado caminó con suavidad, motivado por una insidia actuación de una personalidad sosegada. El largo y la musculatura de sus piernas se manifestaba con gallardía, desfiló elegantemente hasta el otro hombre que permanecía inmovilizado en la cama, seduciéndolo con el deseo provocado en su aroma, mirada y presencia.

Finalmente sonrió ufano, lleno de malicia contemplando el hermoso panorama que sus ojos adoraron. Jungkook permanecía acostado en la lustre cama de sábanas de seda, luciendo débil y vulnerable mientras intentaba por todos los medios evitar incidir su mirada con sus ojos, sin importar que desde un principio no podía verlo.

Lucía pequeño e indefenso, atado de manos con aquellas esposas que permanecían en el cabezal de la cama, sus piernas siendo inmovilizadas por un tubo telescópico, su visión obstruída por un pañuelo negro de encaje y sus labios, sellados por una boca bola, esa maldita boca de perfil rojo.

No pudo escapar del hechizo de su dulzura.

— Entonces. ¿Quién decretó que yo no iba a ser dueño de ese cuerpo tuyo? ¿Quién se atrevió a decir que yo no te iba a follar?— el alfa acarició la entrepierna ajena por encima de la fina lencería que la cubría, mordiendo sus labios cuando los músculos de los muslos y el abdomen de Jungkook se tensaron y marcaron por consecuencia antes su experto toque. Tan bueno. — Dime cariño. ¿Quién se atrevió a pensar, que yo no me iba a comer ese maldito culo tuyo?

Maldito alfa, maldito Taehyung.

Esta vez no fallé en mis cálculos y fueron dos partes para entrar en el desarrollo😁💜💚 Entonces el próximo contenido que viene es explícito, espero lo disfruten.

Oh, por cierto, si gustan del contenido maduro, los invito a leer Sensitive Alpha, es la historia con más contenido adulto que tengo (hasta el momento en actualizaciones) al igual que Cipris. Aunque igual, casi todas mis historias tienen smut por el hecho de que me gusta escribirlo
🥰

mcridhe