Su cabello es de un intenso color rojo, su mirada es penetrante, sientes que quema como el fuego y sus palabras son ácidas y a veces son incómodas y dolorosas como el corte de un papel.

Su sonrisa refleja confianza, pero también "sadismo". Muestra el placer de alguien que disfruta el dolor ajeno, pero no cualquier dolor ajeno. Ella tiene un tarjet. 

¿A quién hace sufrir la Pelirroja Roxxane?

Ella ama fastidiar a las personas que considera crueles. Sus ojos resplandecen como estrellas cuando hace sentir dolor a aquel que lo infringe.

Ama la convertir a los victimarios en víctimas. Le gusta ser la abusiva de los abusivos. Eso la hace más feliz que cualquier otra cosa en el mundo.

Pandilleros, asesinos, acosadores, violadores, grupos de supremacistas, policías que abusan de su autoridad, políticos y empresarios corruptos. Su rango de "víctimas" es relativamente amplio y eso es lo que hace que la DIS no le quite los ojos de encima.

Rox no se considera a sí misma una heroína. Difícilmente la verás usando argumentos morales para justificarse. Al contrario, dice que es igual de malvada que aquellos a los que aflige y siempre nos insta a no ser como ella.

El asunto, es que tampoco consideramos que sea una villana. ¿Consideramos, quienes?

Barrio Esperanza.

Un barrio marginal al sur de la provincia. El Estado no tiene presencia allí, así que fue fácil de tomar por las pandillas armadas.

Estas cobraban un "tributo de guerra" para "mantenernos seguros". Eso es un eufemismo para decir que nos extorsionaban y obviamente, el que no pagaba recibía severas consecuencias.

Hace dos años, cuando mi familia no tenía dinero para pagar el tributo, ella decidió darle una golpiza a los recaudadores.

Como era de esperarse, los pandilleros enviaron refuerzos, pero ella estaba esperando con el Red Riot, su "agrupación terrorista".

Luego de sacarlos a la fuerza, reclamó el lugar como "territorio del Riot" y dijo que cualquiera que quisiera extorsionar de nuevo a los habitantes tendría que vérselas con ella.

Finalmente la esperanza fue algo más que un nombre.

Rox no cobra tributos. De hecho, asalta bancos y con el dinero ayuda a remodelar casas, a construir plazas y llevar diarios a las personas. Es una especie de Robin Hood.

La malvada asesina a la que las élites de este país le tienen miedo es sumamente amigable con los niños, ama los gatos, ayuda a las ancianitas a cruzar la calle y ha logrado que los camiones recolectores que antes no entraban al barrio hagan labores de limpieza.

Creo que por eso la Fiscalía se ha tardado en abrirle un expediente. Después de todo, ella es un "mal menor" en comparación a las pandillas que gobernaban antes.

Es por eso que algunos quieren que se convierta en la "líder de la mafia", pues tienen la ilusión de que si ella manda en toda la zona, será una especie de "pacificadora", a diferencia de Gamboa, —el principal narcotraficante del país—, quien durante muchos años ha gobernado con puño de hierro, involucrado civiles en las guerras por el control.

No obstante, Roxxane es bastante reactiva a esta idea, pues sabe que de hacerlo perdería la "agencia" y se vería consumida por la "dinámica del negocio", lo cual haría que a la larga termine volviéndose igual que Gamboa.

Pese a que ella dice que es igual que aquellos que odia, es mentira. Ella jamás toleraría volverse una sanguinaria como él.

...

Costa Este. Alguna bodega en un muelle a las afueras de la ciudad. 11 a.m.

...

—¿No será que te gusta esa tal Kath? —pregunta Roxxane de forma burlona—. ¿Esa era la chica pretenciosa número uno o la número dos?

—La número uno, y primero muerto —respondo de forma gruñona mientras dibujo.

—¿Qué dibujas? —inquiere curiosa.

Me quedo dubitativo pensando en qué responder.

—Gamboa ha matado amigos nuestros —le digo con pesadumbre—. Sueño con algún día volar su casa en pedazos.

Hay un breve lapso de silencio.

»Perdón —agrego algo apenado.

—Soy yo la que debería pedir disculpas —comenta mientras va al mini refrigerador a tomar un par de latas de cerveza—. Si yo hubiera sido más fuerte ellos estarían con nosotros. —Me avienta una lata.

Siento como un dolor en el pecho me ataca y una tristeza que no logro explicar me aflige.

—Rox, no —musito—. No me refería a eso. Tú no tienes la culpa de nada. —Abro la cerveza e intento beber rápido para calmar la sensación.

Decido dejar los planos y las estrategias de ataque para otro momento.

»Los culpables son los que ordenaron el asesinato. —Intento consolarla.

Ella ríe, como si estuviera feliz. Está fingiendo. «Demonios».

»Esa chica Jensy, la chica pretenciosa número dos es linda, pero no me agrada. —No es que quiera hablar de esas tipas, pero debo cambiar el tema.

—Es una abusiva. Sería uno de mis tarjet si la encuentro —retoma ella con esa sonrisa viciosa que la caracteriza—, pero si le pones el ojo encima quizá sea amable con ella —agrega mientras levanta sus manos haciendo un ademán de corazón.

»Además, ya es hora de que tengas novia. —«Otra vez con eso», pienso. 

Para Roxxane soy demasiado apático y puede que tenga razón.

—Aunque quisiera hacer algo, me es más útil que salga con Tyrone —le explico a mi amiga.

—¿Tu amigo el rubio estúpido? —se burla.

—Sí. Ese mismo —respondo uniéndome a la broma—. Sé que es un imbécil, pero es de las pocas personas que llama a mi hermanita por su nombre —agrego con algo de nostalgia.

Ella va por su segunda cerveza yo apenas le he dado un par de tragos a la mía.

—Un día todos llamarán a tu hermanita por su nombre —me consuela, pero luego asume el tono de gamberra buscapleitos de siempre—, y si no lo hacen por las buenas, haré que lo hagan por las malas. —Se ríe de forma escandalosa.

Lleva cinco. Es un barril sin fondo.

—Tu idea es que Tyrone se distraiga con una chica para que olvide su lio con Axl, ¿cierto? —consulta.

—Lo sé no es un muy buen plan —le replico.

—Discrepo —sentencia con seguridad—. A mí me parece un buen plan. Es básico, pero Tyrone en sí es básico, así que está bien, pero eso hace que de igual si la chica es Jensy o cualquier otra. A lo que sé de tu amigo, se cogería lo que sea.

—Buen punto. Da igual si es Kath o Jensy para los efectos de Ty —reconozco.

—Entiendo que alguien como Jensy te parezca básica y es una soquete que de seguro merece que la metan en un casillero, pero... —Saca una botella de vodka y sirve dos tragos—, es normal que las personas a tu edad sean básicas.

»No todos han vivido las cosas que tú. —Me comparte una copa—. Si alguien como ella piensa solo en ropa y en popularidad, pero te parece guapa, no te sientas mal por ello.

»Estás joven. Algún día encontrarás a esa persona profunda que haga clic contigo. —Me acerca el vaso para brindar.

»Mientras ese momento llega, que tengas experiencias nuevas y conozcas personas, así sean las incorrectas, que te permitan aprender y madurar, no es algo que deberías reprimir. —Se toma todo el contenido de una sola sentada.

»¡Ara, ara! ¡Que rico es el vodka! —chilla contenta.

Así es ella. Siempre actúa como una hermana mayor con nosotros. Se preocupa por si comemos, si dormimos bien, porque hagamos ejercicio, por si tenemos vidas felices.

Las personas que ya no están con nosotros, estaban en el corazón de Rox. Ella hizo lo posible por no permitir que el conflicto los alcanzara, pero al igual que todo humano, comete errores. El problema es que ella ha tenido que cargar con el peso de la culpa sola.

Sé que su alma anhela la venganza, pero no lo hace porque sabe que si toma la ofensiva, la delicada paz que ha costado tanto construir en la región se destruirá.

—Lo pensaré —le digo antes de marcharme.

Ella sonríe poco convencida, pues sabe que lo digo para hacerla feliz.

»Asegúrate de no volar todo en pedazos y si lo haces, no olvides llamarme para ayudarte. —Es lo último que le digo antes de cerrar la puerta del lugar.

...

Me dirijo a la casa de Tyrone, Barrio Colina.

...

La puerta del garaje está abierta. Él está puliendo su motocicleta. La ama como si fuera su novia, pues gracias a ella ha logrado ligarse algunas chicas.

—Oye Ty —le digo mientras acaricio a Tamal, el gato de Tyrone— ¿Puedo pedirte un favor?

—Dime —replica absorto en el brillo de su vehículo.

—¿Podrías intentar no ser tan cruel con Mai? —pregunto.

—¿Quién es Mai? —responde. No, no está haciéndose el tonto. Molesta a tantas personas que de verdad no las recuerda— ¿La gorda? —inquiere.

«¿Es ofensivo si respondo que sí? En fin...», pienso.

—La chica de la bufanda —«Sí. Eso fue menos incorrecto».

—No me digas que te gusta —pregunta de forma burlona.

—En realidad no me gusta ni me disgusta —le contesto—. No me parece fea, se ve agradable y sus dibujos son geniales.

—De acuerdo —me avienta un casco—, pero a ese Axl sí nos lo vamos a rajar por entrometido. —Con "nos" se refiere a él y su combo.

Sonrío algo resignado.

Aún no he podido convencerlo de que no lo haga, así que me limitaré a mitigar daños.

—Que sea un uno a uno —le sugiero.

—¿Qué? —cuestiona.

—¿Acaso eres marica? —No tengo nada en contra de los gays, solo me aprovecho de que él sí y que por ello responderá a mi provocación.

—¿Crees que no puedo bajármelo peleando solo? —pregunta—. Pues te equivocas —«Genial. Mordió el cebo».

Posterior a eso Tyrone me cuenta cómo ganó el torneo de peleas callejeras del Liceo Nuevo —nuestro anterior colegio—, por enésima vez.

Una historia después...

—Y así, es como se le muestra a un colegio quién es el que manda —fanfarronea mientras se pone el casco. Yo me pongo el mío y subimos en la moto.

Tyrone ignora que soy más fuerte que él, y tampoco quiero que lo sepa. Sería demasiado molesto. Prefiero no dañar su orgullo.

El lío es que tampoco entiende bien la "escala de poder". Una escala que Jensy parece entender bien, o quizá solo es algo que imaginé.

...

Bar Stratos. Región Central. Cerca de las 12 a.m.

...

—Pareces conocer bien a Axl —le consulto a Jensy mientras estamos en la barra. Kath y Ty están bailando.

Ella sonríe con ironía.

—Siempre recabas información. Pareces un nerd —bromea—. Un nerd lindo —Se ríe mientras toma un mojito.

Su mirada es lujuriosa.

»Te dije que somos del mismo barrio —agrega con ironía.

Yo también decido probar un mojito.

—Pero pareces entender bien la diferencia de fuerza entre él y Tyrone. también noté que no te sorprendieron los movimientos de Axl. De hecho los seguiste ¿Eres un usuario tú también?

—Para ser honesta nunca me he puesto a pensar en eso —señala—, solo sé que noto cosas que otros no. Yo le llamo "perspicacia".

«Kansatsu-qi», pienso reflexionando sobre que lo que ella llama perspicacia es la capacidad de sentir el flujo de la energía. 

Algunas personas lo hacen de forma involuntaria. Parece que no lo imaginé. Si tiene algo especial.

—Por cierto ¿Qué se trae Kath con Tyrone? —inquiero curioso al notar que desde que llegamos la diva no para de coquetear con mi amigo.

—Que cruel eres —me reprocha con algo de humor haciendo un ademán de corazón roto— Puse mis ojos en ti y tú no quitas los tuyos de mi amiga Kath. —Se ríe.

Suelto una sonrisa.

—No me interesa Kath —explico aunque ella ya lo sabe—. Solo me parece curioso el repentino interés en mi amigo. Su opción A eras tú —agrego sin pena, pues a ella no le molesta que las personas sean directas.

—¿Piensas que está tramando algo? —consulta con picardía.

Espero un momento para ver si piensa agregar algo más, pero ella también está tanteando, esperando a ver qué respondo.

Mi teoria es que Kath quiere atizar el conflicto entre Tyrone y Axl para de esa forma obtener venganza de él. Después de todo, es el único chico que le habla con desprecio y para la reina del colegio eso es un crimen que no tiene perdón, pero...

Siento que algo no cuadra.

—Juguemos —me reta Jensy—. Si logras adivinar qué planea realmente Kath, te daré un premio —me guiña un ojo luego de saborear su trago.

Cuando digo que algo no cuadra es por que no creo que Kath sea tan simple. Así que dudo que instar al matón A para que pelée con el matón B sea su lógica.

—Let's play guys! —dice alegre y algo ebria una Kath que se aproxima tomada del brazo de Tyrone.

En cuanto se acerca, su expresión de ebriedad y vulnerabilidad cambia por una sonrisa viciosa que da la sensación de un depredador que busca una presa.

»Anda Juanca —me sonríe mientras surca con sus dedos el borde de la copa de mi trago y me mira directo a los ojos—. Adivina qué tengo planeado.

Se aleja un poco para ubicarse en el centro de nosotros tres. Luego pone la mano izquierda sobre su cintura, levanta su dedo índice y señala su rostro con la derecha. Como si fuera la presentadora de un programa de televisión.

—Si logras acertar qué es lo que piensa la maléfica Kath —dice refiriéndose a sí misma mientras me señala—. No solo tú tendrás un premio —arquea su cuello y espalda para volver a ver a Tyrone con un semblante seductor.

»Tu lindo amigo rubio tendrá cinco minutos en el cielo conmigo. —Tyrone obviamente se alegra de oír esto y acepta.

Entiendo. Si acierto, sin importar qué tan despreciable sea su idea, mi amigo saldrá "premiado", de modo que le será indiferente el contenido de lo que planea.

—Quieres seducir a Tyrone para vengarte de Axl —digo de forma seca. 

Tyrone sonríe. Mi amigo se alegra con mi respuesta, pues a él no le molesta que Kath lo use, y en realidad tiene sentido si lo analizamos en términos utilitaristas, pues él de todos modos tenía planeado luchar contra Axl, así que si Kath se "lo presta" es un "extra".

Jensy hace una mueca de incredulidad. Posiblemente sabe que menti. No creo que esa sea la finalidad última de Kath.

—Exaclty! —responde afirmativamente Kath pese a que estoy seguro de que ella también sabe que mentí.

La diva se lleva a mi amigo para darle su premio y yo quedo a solas con Jensy.

—¿Y bien? —me pregunta ella de forma curiosa.

—Kath sabe que Ty perderá con Axl —teorizo—. Así que busca golpear su mente. La idea es que sea la escalada de conflicto y no el conflicto en sí lo que destruya psicológicamente a Axl.

—Exactly —responde Jensy imitando el acento de su amiga.

—¿Por qué me lo dices? —le consulto sin tener mucha idea de lo que puede responder—. El hecho de que yo sepa esta información podría afectar negativamente el plan.

—Claro que lo haría —contesta—. ¿Nunca pensaste que quizá esa es la idea? —inquiere mientras se me acerca y me acaricia el pecho con los dedos.

Jensy deja el trago y se me acerca. Transcurren algunos minutos y sin darme cuenta estoy bailando despacio con ella. La piel se me eriza. Ella no me agrada, pero a mi cuerpo sí y ella lo sabe. Lo disfruta.

Pasan un par de canciones...

Sonríe de forma pícara, mientras nos trae de vuelta. Pide otro trago y pasa algunos minutos callada, esperando a que sea yo quien la descifre. Cuando se cansa de jugar asume de nuevo una expresión seria.

—No tengo un esquema de valores como tú, ni soy recta y honorable como Axl —me dice mientras estamos a las afueras del bar. Yo prendo un cigarro.

Me sorprende oír eso. Es una reflexión bastante profunda para alguien a quien consideré tan banal.

»Pero aún una escoria como yo es capaz de sentir lealtad. Lealtad hacia su única amiga —continúa—. Kath odia con intensidad, más de la que su corazón soporta, pero es como un huracán. Es imposible detenerla, se manda sola, nadie puede controlarla, ni decirle qué hacer. Ni siquiera yo.

»Sé que cuando el odio la consume hace cosas que la llevan a resoluciones caóticas. Un día desatará el armagedón en su vida y no seré capaz de detenerla.

¿Entonces lo que ella quiere es que alguien evite el conflicto?

Sabe que ella no es capaz de hacerlo, ya que Kath no se deja influenciar por nadie ¿Así que de forma sutil me dice lo que planea su amiga para que me anticipe?

Valoro la posibilidad de que esté mintiendo. Supongo que es 50/50.

—Entonces quieres evitar que esto escale a un conflicto armado, no porque te importe Tyrone o Axl. Sino simplemente porque quieres evitar que a tu amiga la consuman sus propias sombras —concluyo mientras majo el cigarrillo terminado.

Ella hace una mueca que me da a entender que tengo razón, pero que no quiere afirmarlo.

—¿Y bien? —me vuelve a decir con picardía—. Ya hice mi buena acción del día. Para que veas que no soy tan superficial. —«Nunca le dije que pensaba eso de ella. Eso lo infirió por su cuenta», pienso.

Vuelve a acercarse como si fuera una serpiente. Esta vez no puedo quitar la mirada de su cuerpo. «Está muy bien proporcionada. Demonios».

—¿No vas a premiarme por ser una niña buena? Eso es lo que te gusta ¿No? Las chicas amables que ayudan al prójimo —«¿Cómo llegó a esa conclusión?», pienso mientras me roba un beso. No puedo escapar de ella.

Luego de eso sonríe de forma victoriosa.

Recuerdo las palabras de Roxxane.

Quizá sea una abusiva, algo vacía, pero la juventud trata de dar pasos hacia adelante, vivir experiencias, tener aciertos, cometer errores, rectificar.

Estoy seguro de que es la persona incorrecta, pero equivocarse no sienta mal de vez en cuando.