Namjoon los esperaba despierto y con una muy mala cara, el palacio de otoño estaba en penumbras, pero aún así al poner un pie dentro del mismo, los candelabros iluminaron los pasillos.

—No sé que me molesta más— comenzó— si estar despierto a esta hora o que ni siquiera alguno de ustedes esté disculpándose por despertarme.

—¿Dónde está mi hija, Namjoon?

—Y tampoco te importa lo que estoy diciéndote, excelente— suspira, Johan sonríe con diversión brillando en sus ojos— está con Saru y Jimin en el salón principal— se detiene, señalando al fondo— conocen el camino, apenas se larguen le dicen a Saru que regrese a dormir— suspira, se había casado y ni así obtenía paz— Jimin tiene que ir con Taehyung.

Se despidió con una breve sacudida de mano, mientras Seokjin tomó a su hijo por los hombros y lo hizo caminar a su lado.

—Siento que ya vivimos esto antes— lo escuchó reír, estando de acuerdo con él—cuando Arxa cumplió los dieciocho años y le hiciste una fiesta gigantesca.

—Según Aria, debido a que eres tan amargado como yo...— sonrió, eso era algo que definitivamente su madre decía con frecuencia— no quisiste celebrar ninguno de tus cumpleaños, incluso cuándo cumpliste cuatro y Aria invitó a todos los niños en invierno, solo saliste a jugar media hora.

—Porque mamá me obligó.

—Luego Netza te dió aquella pila de libros con mil páginas cada uno.

—Y me enseñaste a leer— completó.

Llegaron al salón principal y para sorpresa de ambos, Arxa se levantó de su lugar, rodeó la mesa y corrió a los brazos de su padre, ignorando los llamados de un exhausto Jimin.

—Sácame de aquí— susurró, su rostro escondiéndose en el pecho de Seokjin— quiero irme.

Johan miró a su padre y viceversa, no sabiendo que decir ante la actitud de Arxa, por lo que solo dieron por sentado que lo que sea que hubiese planeado respecto a Jimin, no salió muy bien.

Agradecieron a la esposa de Namjoon y al mismo Jimin por haber cuidado de Arxa y no siendo más, abandonaron otoño.

🌸🌸🌸

—Otra vez tú alterando la vida de tu padre— Aria apartó los cobertores de la cama que compartía con Seokjin en el castillo que fue su regalo de bodas años atrás— vengan aquí.

Palmeó a su lado, Arxa no tardó en escabullirse hasta que los cálidos brazos de su madre la recibieron gustosa, Johan se quejó.

—¿Enserio vamos a dormir todos juntos otra vez?— resopló— es incómodo.

—Calla y sube— ordenó Seokjin, rendido, sus párpados pesados y sus ganas de poner al mundo en pausa lo llevaron a dejarse caer en el colchón— estoy harto.

Aria se rió con fuerza, viendo como Johan a pesar de quejarse tanto, se acomodó junto a su padre e incluso lo abrazó, siendo correspondido al instante, ambos hombres rindiéndose ante el inevitable sueño.

—Aveces siento que Johan ama demasiado a tu padre— comentó Aria, viendo a los ojos tristes de Arxa, suspiró, besando su frente— habla conmigo, que fue esta vez.

—Ya no insistiré nunca más— se removió, su cabello negro olía a rosas, aquello significaba que probablemente había estado por primavera con Jungkook y Yoongi— si él no quiere, ya no lo intentaré de nuevo.

Jimin y Arxa eran destinados.

Aquella vez, el día de su boda con Seokjin, Netza había dicho que tenía una especie de presentimiento o revelación y todo esto lo dijo mientras observaba con fijeza a Jimin, lo vio venir, era demasiado obvia la conexión de ambos.

—Dijo que no podía quererme porque no se sentía correcto— resopló— lo odio.

—¿Porqué ambos hijos salieron iguales a su padre y de mi no sacaron ni un pelo?— se cuestionó Aria en voz alta— que indignante, los tres odian todo, los tres son unos amargados, los tres aborrecen el dulce y para completar los tres son tan pálidos como la nieve. Siento que tuve copias de Seokjin.

Arxa la observó impasible.

—No soy tan amargada como papá y Johan, no me insultes así— abrazó la cintura de su madre y cerró los ojos— supongo que mañana podré quejarme con Netza.

Asintió, acariciando su cabello, ayudándola a quedarse dormida.

Viéndolos así, era inevitable que a su memoria llegarán los recuerdos de Johan y Arxa más pequeños, correteando tras Seokjin y siguiéndolo a todas partes solo para molestarlo.

Arxa más porque su hermano lo hacía, cuándo se aburría de seguirlos, regresaba con Aria esperando que pudiesen jugar y en caso de no encontrarla, se escapaba con Yoongi a verano para jugar con Taehyung.

Johan por su parte siempre buscaba a Seokjin para absolutamente todo, a dónde su padre fuera, él estaba siguiéndole el paso con sus cortos pies, por lo que terminaba en Seokjin llevándolo en brazos y en Johan aferrándose a su cuello, ese niño lo amaba con fuerza.

—¿A dónde vas, cariño?

Señaló la puerta, luego se agachó, colocándose sus zapatos.

—Papá se fue— gagueó, se acercó a la mesa de noche, tomando su bolso— voy con él.

Y se iba por su propia cuenta a buscarlo, mientras Arxa se quedaba con Aria, ambos se llevaban solo un año de diferencia, por lo que se entendían bastante bien y eran muy unidos.

Sobretodo, la hacían muy feliz.