🍃17🍃
Namjoon regresó a otoño más agotado que cuándo salió, después de asegurarse de que el rey de verano llegaría a salvo a su estación y de que la reina de primavera se encontraba más que bien... pudo darse el lujo de volver a su propio castillo.
Y alistarse para volver a irse.
Los pasillos a esta hora del día siempre estaban vacíos, más si se trataba del piso más alto dónde el rey dormía, allí habían solo dos habitaciones, la suya y la de su consejero.
—¡Namjoon!— su consejero, el tesoro del rey, salió a su encuentro, luciendo tan débil como siempre— ¡Haz regresado!
—Jimin— Namjoon lo observó detenerse para recuperar aire, se acercó con rapidez olvidando su propio cansancio para sostener al pequeño hombre evitando que se desplomara— ya hablamos de esto, no puedes correr así.
El rubio negó con la cabeza, aquello no parecía tener importancia.
—La reina— pronunció, Namjoon caminó y los llevó a ambos a su habitación, escuchando a Jimin en el proceso— ¿ella está bien?
—Si ¿porqué no lo estaría?— lo dejó sobre su cama y se arrodilló frente a él, quedando un poco a su altura— ¿viste algo?
Jimin descubrió que podía ver fragmentos de pequeños sucesos que ocurrirían en un futuro cercano, sonaba alocado, pero cuándo se lo contó a Namjoon y pudo probárselo, prometieron mantenerlo en secreto.
Hace años Namjoon decidió que mantendría a Jimin en secreto y así sería hasta que tomase una decisión distinta.
—Me preocupé, vi a la reina sintiendo mucho frío-
—No te preocupes, si pasó, se quejó todo el día de la boda— Jimin suspiró aliviado, bueno, no era malo entonces— ¿sólo eso?
—Algo sucedió con la luna, no sé exactamente que, pero si dices que todo está bien, no hay de que preocuparse— Namjoon volvió a asentir—te irás otra vez.
—Si... sobre eso...
—Tienes que llevarme contigo.
Aquella orden lo descoloco un poco, no podía cumplir aquello.
—Jimin, debo ir junto a los gobernantes a revisar las fronteras— negó con la cabeza— es un viaje de casi nueve meses, no puedo llevarte conmigo ¿como explico tu presencia? no resistirías los cambios de temperatura y-
—Puedo resistir, Nam, te prometo que podré— toma las manos de su rey entre las suyas, implorando— no podría estar aquí sin ti por tanto tiempo, he trabajado en las medicinas y puedo asegurarte que ya no tengo bajones de energía si las tomo.
—Te desplomaste en el suelo apenas corriste diez pasos.
—Porque no he tomado la dosis de hoy— sonríe, inocente— puedes decirles que soy tu consejero, aquello no sería raro, técnicamente lo soy.
No supo que responder, Namjoon sabía cuánto anhelaba Jimin poder salir del palacio, ciertamente no era mala idea, era súper inteligente y desde que lo conocía había estado empeñado en mejorar su condición física, aumentar sus defensas, alimentarse bien e intentar no enfermarse pues incluso un pequeño resfriado era fatal para su débil organismo.
Pastillas, jarabes, bebidas y todo medicamento existente, había consumido Jimin en un afán por ver mejoras en su salud y ciertamente los resultados podían verse ahora, antes no le era siquiera posible ponerse en pie.
—Lo hablaré con Seokjin— asiente— prepara todo lo que necesites, partimos en una semana.
🌸🌸🌸
Jungkook caminó con la cabeza en alto, devolviendo varios saludos que la gente le brindaba al verlo pasar, se encontraba dando rondas por su sector en la estación de invierno.
Una o dos veces a la semana, él junto a sus hombres se encargaban de... echarle un ojo a todo, proporcionando ayuda a la población en caso de que lo necesitasen, por supuesto, evitando alejarse mucho del palacio pues el rey era su prioridad.
—No puede ser— susurró—que mujer más terca.
A unos pasos, la costurera real y personal del rey Seokjin, cargaba con bultos más grandes que ella, desde su lugar, Jungkook bufó viéndola rechazar amablemente la ayuda que querían brindarle.
Jungkook pensó en dar la vuelta y volver al palacio pues no tenía mucho más que hacer, pero se molestó cuándo la vio arrastrar el bulto en la nieve y caminar, así que, maldiciendo su lado amable se acercó a zancadas, llamando la atención de todos y Hani al fin lo notó.
—J-Jungkook— bajó la cabeza e iba a mostrar su respeto ante el guardián del rey, pero al verlo tomar la bolsa llena de tela a cuestas, lo olvidó— no tiene que hacerlo, puedo sola.
Las personas murmuraban y hablaban mientras veían la escena, Jungkook era todo un caballero.
—Si sabe que le es difícil cargarlo ¿porqué no acepta ayuda?— y comenzó a caminar, Hani no tuvo otra opción más que seguirlo—¿Se dirige al palacio?— preguntó.
—S-Si, por favor.
Jungkook asintió, dejándola caminar a su lado y curioso por como jugaba con los dedos, era un poco incómodo.
—¿Puedo saber que lleva aquí?— preguntó, tal vez un poco de plática podría aminorar la actitud nerviosa.
Hani sonrió, colocándose el cabello tras las orejas y asintió.
—Debo preparar las prendas para la reina mientras está con nosotros en invierno— explica— así que he venido por tela.
—Debe ser un trabajo difícil.
—¡Lo es! pero está bien, me gusta mucho— viendo que la conversación iba por buen camino, se atrevió a sugerir— debería ir a verme cualquier día que tenga libre, tengo nuevos diseños para sus trajes también.
Jungkook frunció el ceño.
—¿Para mí?
Hani afirmó, sonrojada.
—Si, son trajes con diseños más modernos, sé que fui yo quién creó los que actualmente usa, pero me gustaría actualizarlos— carraspea— a decir verdad ya están listos, solo tiene que pasar a probárselos.
Era una pena, a Jungkook le encantaban los que siempre había estado usando, sin embargo, asintió, no quería ser grosero y rechazar una simple petición.
—Podemos ir justo ahora, entonces.
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