Capítulo: 14
-Creo que acabo de recordar algo, creo que dejé el grifo abierto; ahora mis palabras se están llenando hasta el tope (...) Estoy cansada de ser cuidadosa, gentil; tratando de mantener el agua caliente. Déjame debajo de tu piel. Ahí va, he dicho demasiado, se sobre inundó ¿porque siempre me derramo?. Lo siento salir de mi garganta. Creo que mejor me lavo la boca con jabón. Dios desearía jamás haber hablado. Ahora tendré que lavarme mi boca con jabón. Lo siento salir de mi garganta. Creo que mejor me lavo la boca con jabón. Dios desearía jamás haber hablado. Ahora tendré que lavarme mi boca con jabón. Nunca debí de decir la palabra "amor". Tiré una tostadora en la bañera. Estoy enferma de los juegos que tengo que jugar.
Kelsey
Desperté más temprano de lo normal, solo quería salir un rato a pensar en el día de ayer.
"—Kelsey, mañana despertemos más tarde, será un día largo con un largo vuelo"
Recordé las palabras de Rubén, no debía preocuparme entonces porque se despertará y no me viera. Volvería antes de eso. Salí del edificio y me dirigí al parque más cercano. Miré a mi alrededor y había pocas personas, claro ¿quién sale a las cinco de la mañana a un parque?. Me quedé sentada en una banca, era todo lo que necesitaba, estar un rato sola y pensar que haría con mis padres, con mis amigas, con Rubén, que haría con "Kendall", ese personaje que me esforcé en crear, mantener y que las personas lo respetarán como si de una persona real se tratará, simplemente que haría con mi vida. He dedicado tanto tiempo a ser otra persona que creo que me perdí a mi misma, incluso cuando pretendía ser Kelsey, no lo era, solo era "La hija perfecta".
Poco a poco el parque se iluminaba más, y más gente llegaba. Mi atención se dirigió a una niña de unos seis o siete años que pasaba por todos lados diciendo "Buenos días, pastito, hola flores, buenos días, pasto. Hola, árbol, hace mucho que no te veo" la niña siguió así hasta que vino a saludar unas rosas que estaban junto a donde yo estaba.
—Hola, ros... — dejo de ver las rosas para verme confundida, como tratando de buscar alguna información en su cerebro relacionada a lo que sea que pensaba de mí— ¿Porque tienes esa cara laaaarga?— me preguntó e hizo una mueca divertida.
—Mi vida ha ido mal últimamente —. Sé que esto no era tema de conversación para hablar con un niño pero también sé que de todas las personas las cuales he conocido en toda mi vida, esta niña sería la única la cual no me juzgaría.
—Eres una exagerada — me sorprendí por el atrevimiento de la niña.
—¿Perdona?
—Se nota que no eres mayor que mi mamá, si la vida de mi mami va bien no veo porque la tuya no.
—Tal vez tenemos tipos de vidas diferentes, a lo mejor tu mami no ha tenido que pasar tantas cosas como yo...
—Patrañaaas — me interrumpió. — De verdad que serio se ponen los adultos, y con eso no quiero decir que tu seas una adulta, aun puedes ser feliz como yo o mi mami, solo tienes que dejar de actuar como una anciana aburrida y comportarte como una chica joven —. Justo lo que faltaba, que una niña supiera vivir una vida de adulto más que yo.
—Veamos sabelotodo, ¿no sabes mucho de adultos para tu edad?
—Si, y no es porque quiera. Mi mamá siempre se quejaba conmigo de sus problemas, era una tortura. Se mucho de los adultos, por ejemplo se que ustedes son muy inseguros y pesimistas. Espera un momento — se detuvo de repente, y me dejo ver su sonrisa — Ayude a mi mamá con sus problemas, tal vez te pueda ayudar con el tuyo, ¿no crees?
—No lo creo.
—Allí vas, BOOM pesimista, por eso no eres feliz — su expresión era de una persona cansada.
—Okay, okay. Te digo mis problemas y tu me das una solución para cada uno.
—Por fin haces algo bien.
—Hey, solo haremos esto si empiezas a respetarme un poco.
—Esta bien. Pero dime tus problemas.
—Mis padres me odian, ellos quieren que yo sea perfecta y no lo soy, los he tratado de convencer durante mucho y por eso abandoné el último año de medicina para estudiar algo que los hiciera feliz y no sirvió de nada porque al final soy una decepción. ¿Qué me dices a eso, pequeña?
—Mis abuelos también odian a mi mamá, ellos dicen que ella los decepciono. Es por mi culpa, yo no debí de nacer, fui un error, mi mami dice que me quiere y eso lo se pero también sé que por mi culpa mis abuelos no la quieren... bueno mía y de mi papá por nunca aparecer en mi vida. La verdad creo que es en lo único lo cual no te puedo ayudar, pero te ofrezco un reembolso y te daré dos consejos por el precio de uno. — No hacía falta que me dijera ningún consejo, creo que el hecho de saber que una chica de mi edad se la había pasado peor, no me ponía feliz, pero si ayudaba a darme cuenta de que todo podía ser peor.
—No estoy segura de mis amigas sean mis amigas, o al menos una de ellas. Siempre supe que no podía confiar mucho en Sophia pero sinceramente en estos últimos días que más he necesitado de mis amigas solo ha estado una de ellas.
—Eso es fácil, no le hables más a Sophia, si ella vuelve a ti suplicando tu amistad, si hace eso te aprecia por lo menos un poquito.
—Buen consejo, okay el siguiente. Este es más difícil. Nunca me he enamorado, la verdad le temo al amor pero mi loco corazón ha decidido enamorarse de un chico el cual es hermoso, encantador, respetuoso, se interesa en lo que le digo, no se queja de mi estupida actitud y...
—¿Me hablarás de lo perfecto que es tu novio o de el problema con él?
—Okay, lo siento. El problema es que no quiero hacerle daño, pero se que lo haré, soy así. El me dijo te amo, y yo le respondí y me arrepiento tanto porque ya no puedo echarme para atrás, es tarde y el es tan lindo que se que seguramente esta ilusionado con ese "Te amo", si volviera en el tiempo evitaría eso, eso que dije de más.
—Eso es aún más fácil, yo le dije a un niño te amo, pero luego me arrepentí porque soy muy joven para amar a alguien que no sea mi mamá, además, que asco con los niños. Lavate la boca con jabón.
—¿Y eso de que sirve?
—Cuando te ensucias las manos te las lavas con jabón y listo, como nueva. Lava tu boca con jabón y olvida que dijiste eso.
—Alejandra, ¿donde estás?, es hora de irnos cariño.
—Es mi mamá, me voy, no le gusta que hable con extraños. Hasta luego, se feliz.
—Hasta luego, Alejandra.
Wow, una charla con una niña me ayudó más de lo que pensé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro