Capitulo 1
"No, no, no dejes que su sonrisa te engañe tonto, no dejes que sus ojos te confunden. Los labios rojos, siempre mienten. Porque los labios rojos, tiene un precio muy sucio. Eso es un asesinato , en su paraíso. No, no los labios rojos, tiene un precio muy sucio . Eso es un asesinato , en su paraíso"
—Que no, que no se si pueda ir Miguel Ángel - no sabía cual era el empeño en obligarme a ir a una fiesta en la cual no conozco a nadie a excepción de una persona.
—Anda tío, no es primera vez que nos colamos a una fiesta.
-Lo se, pero no quiero ir, de echo creo que iré a Noruega la semana entrante y quiero empacar.
—Vamos Rubius, anímate.
—Que necio eres tío; esta bien iré, igual y me consigo a una tía que valga la pena.
—¡Eso es, ese es mi amigo! bueno alístate que en una rato paso por ti.
(...)
Ya estaba en mi séptima cerveza, en una rato me iba, solo vine por la insistencia de Mangel, realmente quiero estar en mi casa pero no podía dejar a mi mejor amigo venir solo a una fiesta en donde no conoce a nadie.
—Ve, esta guapo que vayas a hablar con él, tiene toda la fiesta solo no creo que venga con alguien.—Podía escuchar por completo la conversación que tenían las dos chicas que tenía a tres metros, estas chicas deben bajar la voz si no quieren que pronto ese dichoso chico se de cuenta de que hablan de él.
—Hola chicas. — ¿Quien es esa? no la vi en toda la fiesta; a la mierda, me quedaré aquí hasta saber quien es.
—Lips.— ¿Lips? que clase de nombre de pandillera es ese .— Pensé que no venias, ¿que te hizo cambiar de opinión?
—No se, tal vez encontrar a un chico que valga la pena. —Tal vez yo pueda ser ese chico.
—Dios, ¿no piensas en otra cosa que no sean chicos? - "Lips" soltó una carcajada a la cual las otras dos chicas respondieron con una mirada extraña.
—Bae tengo 25 años, ya tengo un título universitario en lo que amo hacer, se que soy hermosa, y el siguiente Tomorrowland es en 8 meses, ¿en que quieres que piense? —Esta es la chica de mis sueños, mi alma gemela, todo lo que quiero para la vida.... bueno, para la noche
*—Okay, okay ya entendí —. Red, sí decidí que le llamaría red ya que su nombre no me importa, se volteo y logre verla de frente, es hermosa, es perfecta y sus labios, dios, sus labios se ven tan provocativos, ya entiendo por que llamarla "Lips" ; vuelvo del trance en donde estaba porque me doy cuenta de que me mira fijamente; coño ¿que hago?, no le quitaré la mirada de encima, no soy la tía protagonista de algún libro juvenil, no quitaré la mirada y me sonrojaré, le dejaré la mirada encima, que ella la quite primero.
—Ya regreso —. Me dejo de mirar, eso es ¿bueno? no lo se, lo que sé es que luego de aquello se fue, iré detrás de ella, creo que eso es lo que quiere y de no ser así pues que mal porque de igual forma iré.
—¿A donde te fuiste?— Miraba por todas partes, no la encontraba, que tan lejos pudo haber ido en tan sólo 30 segundos.
—¿A quién buscas? —. Voltee rápidamente, era ella, si definitivamente quería que la buscara pero tenía algo diferente... sus labios eran más rojos la última vez que la vi y eso fue tan solo un minuto atrás.
—A una chica que tiene unos labios que me matan — sonríe, ¿por que coño sonríe?
—Tal vez esa sea yo, o tal vez no —. Se volvió a voltear y se fue ¿pero que coño?, la tendré que buscar de nuevo.
—¿Acaso me persigues?— Apareció justo frente a mi, como si supiera en que segundo exacto tenía que voltear la misma esquina que yo.
—Si, tu eres esa chica, y estoy dispuesto a todo por saber tu número de teléfono.
—¿Aparento ser la típica tía fácil?—. Debí de haber pensado que no sería tan fácil, se dio la vuelta ¿piensa dejarme solo otra vez?, no dejaré que pase así que la tome de la muñeca, me miró extrañada.
—¿Crees que puedes jugar conmigo?, me hiciste darle la vuelta a toda la fiesta buscándote, para que ni siquiera me des tu número, eso no pasará —. Me miró más extrañada aún y luego empezó a reír.
—Si, quería ver que tan... — No escuche lo demás que me dijo, lo siento, estoy muy perdido en sus labios moviéndose, es tan hermosa—Eres hermosa— lo dije sin pensar, pero que más, ya esta hecho.
—Lo se — dijo aquella Red.
—Que modesta.
—¿Que esperabas, que dijera? , ¿«Tío, no digas eso que me sonrojo»?, tampoco soy de ese tipo de tías, perdón — Y sin más se fue de nuevo
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