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1.

El ambiente dentro del estudio de Chan era pesado y sumamente caluroso, a pesar de que el aire acondicionado estuviera en el número más bajo posible las gotas gordas de sudor recorrían la frente del chico que estaba sumido entre las hojas de borradores y los aparatos electrónicos. Eran las dos de la mañana y seguía allí dentro componiendo y produciendo acompañado de una botella de agua y las luces LED multicolores del techo, ya no recordaba si había comido o se había salteado más de tres comidas.

Suspiró agotado y se recostó por completo en el respaldo de la silla que ahora parecía la cosa más cómoda que había sentido pues su espalda estaba desde hace horas pidiendo a gritos que le diera un descanso. Miró al frente en el monitor de tamaño grande y frunció el ceño al no estar convencido de la pista que había creado, la verdad era que intentó hacer una canción diferente a las que el grupo venía mostrando y no se le ocurrió nada mejor que hacer algo sensual y sexy, los resultados deberían ser satisfactorios porque sabía que definitivamente ese estilo volvería locos a sus fans y aparte sería un desafío para él. Era un gran desafío ahora que se daba cuenta porque no tenía idea de carajos estaba haciendo, tenía un par de versos escritos y unas cuantas grabaciones suyas cantando, pero nada de ello le terminaba por cerrar.

Tomó el móvil cuando la pantalla de este se iluminó avisando que un mensaje le había llegado y lo desbloqueó abriendo así el chat con Hyunjin que estaba preocupado por las altas horas en las que su líder pasaba allí adentro. "Estoy atorado con una canción" tecleó rápidamente y vio como a los segundos su compañero le respondía, el menor seguía en la sala de prácticas y le ofreció irse al departamento juntos pero esa fue una oferta que el pelinaranja tuvo que declinar porque no se iba a permitir salir de esa habitación sin haber terminado con eso. Se sorprendió cuando los mensajes dejaron de llegar y casi manda uno nuevo si no hubiera sido porque unos golpes resonaron en la puerta.

―Chan, ábreme―la voz de Hwang sonó despacio y algo agitada detrás de la madera, el mayor negando con su cabeza y sonriendo lo dejó pasar―Si no piensas irte entonces yo tampoco, me quedaré contigo hasta que termines.

Era de público conocimiento entre los miembros de que a Hyunjin le atraía Bangchan, se notaba en como su sonrisa y atención eran solamente para líder, aparte de sus acciones provocativas. No supo cuando comenzó solo que cuando se quiso dar cuenta ya quería ser atendido y consentido por el mayor, quería esos labios sobre los suyos, aquellas manos tocándole, su voz en su oído. Lo quería a él.

―¿En qué estás trabajando?―le preguntó desde el sillón negro detrás de él, pasó sus manos por la gran espalda del mayor que en esos momentos estaba cubierta por una polera sin mangas. Frotó sus pulgares por encima de los hombros en un intento de relajarlo y sonrió cuando un suspiro tembloroso salió de los labios contrarios.

―Quise intentar un estilo nuevo pero no está funcionando―la voz del pelinaranja sonó cansada y algo decepcionada, Hwang sabía que este tipo de situaciones no le hacían bien a su compañero pues solía querer trabajar duro para poder dar siempre su cien porciento―¿Quieres escuchar lo que tengo avanzado hasta ahora? No es mucho pero seguramente puedes ayudarme en algo, sueles tener buenas ideas.

Bajó la mirada al sentir al otro moverse y mirarlo de costado atentamente, ese tipo de comentarios hacían que quisiera tirarse encima de él pero no podía y necesitaba de todo su autocontrol para no hacerlo, Chan lograba hacerlo sentir querido. Asintió levemente y esperó que la voz de su líder resonara por los parlantes, después de todo no eran muchas las veces en que podía escucharlo solo a él.

«No puedo respirar sin ti a mi lado, moriré» la pista sonaba lenta y muy atrayente para los oídos de Hyunjin, la rasposa pero aterciopelada voz de Chan lo hacía entrar en una especie de trance hipnótico que lo tenía con la cabeza dando vueltas. «Así que, ¿puedes acercarte más? Sostenme fuertemente» con esas líneas y las que le siguieron el menor jadeó de sorpresa recibiendo una que otra mirada del líder. La grabación terminó y el mayor se giró a ver por completo a su amigo que tenía las mejillas rosas y las manos sudadas.

―¿Y bien?―preguntó esperando alguna retribución que pudiera ayudarlo a seguir―Sé que no es lo mejor, es algo nuevo pero puedo mejorarlo...

―Wow―lo cortó la voz de Hyunjin que seguía intentando asimilar la situación―Chan eso fue impresionante.

―¿En verdad lo crees?―los ojos del mayor viajaron a los del otro que solo asintió rápidamente. Le gustaban las sesiones en el estudio con Hwang porque sabía que no le mentiría y le daría las criticas constructivas que él necesitaba.

―Estoy siendo sincero contigo―le aseguró sonriendo y procedió a cantar una parte de la canción para demostrarlo―¡Dios! La parte de "Me estoy volviendo loco, fuera de control", a nuestros fans se les va a cortar la respiración.

Hyunjin soltó una pequeña risa por lo que había dicho y levantó la vista hacia Chan que se había quedado callado y solo lo miraba.

―¿Y a ti?―respondió tomando por sorpresa al menor que lo miró confundido―¿A ti te ha cortado la respiración la canción?

Si no lo había hecho la canción seguramente lo hacía ese comentario, el pelinegro tragó duro bajo la mirada oscura del líder y tardó en responder. ¿Qué estaba pasando? Miró a los ojos contrarios y esa oscuridad se había ido dejando de nuevo los brillosos orbes del mayor, que rio pasados unos segundos.

―¡Es broma! Deberías haber visto tu cara―se burló y el pelinegro sintió que podía volver a respirar―Ahora que lo pienso, ¿podrías intentar cantar una parte de la canción? Tu voz podría ser lo que me falta.

Hyunjin se señaló a él mismo asombrado, normalmente era quien resaltaba por su baile y pocas veces por su voz así que el que quisiesen que cantara en solitario era algo impactante. Chan le pasó un par de hojas con la letra garabateada y le indicó algunas cosas que debía tener en cuenta, minutos después el pelinegro se adentró en la sala de grabación. Habían hecho eso un montón de veces, pero el estar solo con Bang lo ponía nervioso y hacía que sus manos temblaran, sentía que estaba por desmayarse. Acomodó los papeles en frente suyo y respiró profundo cuando su compañero levantó sus pulgares anunciándole que podía empezar cuando quisiera, era su oportunidad y no iba a desaprovecharla. A parte de mostrarle a Bangchan que podía hacerlo iba a jugar un poco con él y llevaría sus provocaciones un poco más allá.

Asintió y comenzó a cantar la parte que le habían asignado.

―Ahora dime que me odias, que no puedes soportarme más―su voz salió al momento que fijaba sus ojos en los contrarios por detrás del vidrio, en la pausa lamió sus labios y volvió a cantar intentando demostrarle al otro que esa frase iba justo para él―Pero yo sé, que tú y yo no podemos evitarnos.

Por detrás del vidrio Chan tragó duro y maldijo entre dientes cuando se dio cuenta que ese concepto sensual y provocador le caía a Hyunjin como anillo al dedo, cortó la grabación y vio salir al menor atándose una pequeña colita en el pelo. El cabello le había crecido con el tiempo y le daba un aura mas libre y coqueta.

―¿Qué tal lo hice?―preguntó sonriendo inocentemente y esperando un cumplido, sus hoyuelos ocultando las verdaderas intenciones.

―Genial, lo hiciste genial―respondió Bang calmando su corazón acelerado―Sabía que tu voz sería perfecta para esto.

El pelinegro se posicionó detrás del otro y pasó sus manos por los hombros hasta llegar a su pecho donde las dejó quietas sin saber que a Bang la respiración se le había quedado atorada. Hyunjin amaba la anatomía de su líder, podría pasar horas acariciándolo y delineando cada musculo sobresaliente de él.

―¿Tienes otra parte para mí? Estoy emocionado por esto.

―Claro, estas partes son recientes, pero creo que puedes intentarlo―le dijo pasándole nuevas hojas para que mirara―En la última parte me gustaría agregar algo más grave, ¿sabes? Que tu voz venga cálida y fina para que en la última palabra suene más fuerte y tosca. ¿Puedes hacerlo para mí?

Hyunjin perdió la cabeza con el "¿Puedes hacerlo para mi?" pues Chan dándole órdenes era algo que lo ponía de rodillas muy fácil, aseguraba y podría apostar todo lo que tenia a que su compañero era todo un dom y él estaría mas que contento en someterse a él. Las órdenes lograban hacerle temblar las piernas y tuvo que apretarlas para no ser visto.

―Seguro―respondió corto para intentar sonar tranquilo y que su voz no saliera temblorosa y dejara al descubierto su nerviosismo―Tú dime cuando empiezo.

Volvió a adentrarse a la sala y esperó la señal del pelinaranja ya con los audífonos puestos, cuando esta llegó comenzó a cantar de nuevo, su voz resonando entre las cuatro paredes y lentamente volviendo loco a la persona fuera de la habitación. Una, dos, tres veces se grabó esa parte, pero Hyunjin sentía que le faltaba algo, hasta que decidió intentar algo descabellado.

―¿Chan es posible que dejes grabando y vengas a ayudarme? Tengo entendido que después puedes cortar las partes y unirlas.

El nombrado frunció el ceño confundido, pero igualmente se levantó dejando todo como le habían pedido, entró por la puerta y se colocó los audífonos.

―¿Qué es en lo que querías que te ayude?―le cuestionó aún desconcertado por la petición del pelinegro.

Hyunjin tomó la mano del mayor y la llevó lentamente hacía su cuello, apretó suave y lo miró fijo a los ojos.

―Necesito que me ahorques.

La mano de Chan se soltó del agarre inconsciente que tenía sobre la anatomía del otro y sus ojos se abrieron en demasía, volvió a tragar duro y habló volviendo a su faceta seria.

―¿Qué? Hyunjin, no creo que sea momento de hacer bromas.

Hwang lo tomó de los hombros evitando que saliera por esa puerta y lo mantuvo en el lugar mientras le explicaba el porqué de ese pedido.

―No puedo alcanzar un rango tan bajo al tiempo que rompo mi voz para poder hacer lo que me dijiste―le aclaró y lentamente sin que el otro lo notara llevó sus manos a los lados de la cabeza justo por debajo de sus orejas casi en su cuello en un gesto de seguridad―Necesito de tu ayuda para esto, por favor.

Chan lo meditó, pero eso sonaba como una completa locura y no pudo no evitar negar con su cabeza en desacuerdo. Se negaba a la posibilidad de lastimar al menor, no se lo perdonaría. Resistió ante la necesidad de volver a poner sus manos en el cuerpo del contrario, sus palmas picando por tocarlo.

―Hyunjin, esto es peligroso, podemos simplemente cambiar esa parte.

El pelinegro suspiró fuerte y apretó el agarre que tenía en el otro.

―Christopher no me mientas―le dijo sorprendiendo al mayor por el tono y el uso de su nombre completo―Sé que sabes de este tema, sé que sabes cómo y dónde presionar, no soy tonto. También sé de tus prácticas de shibari*, por favor.

Sus conocimientos secretos habían salido a la luz y Bang se vio atrapado, no tenía excusas para seguir negando el pedido del menor así que simplemente asintió lento, Hyunjin saltó a sus brazos agradeciendo y luego se posicionó de espaldas. El mayor se tomó un tiempo para respirar profundo y calmar su alocado corazón.

―Tienes que avisarme si te duele o te falta demasiado el aire, ya sea con un gesto o simplemente saliéndote de mi agarre―la voz de Chan sonaba seria y eso hacía que las piernas del menor temblaran ansiosamente.

―Lo sé, lo sé, no tienes que preocuparte tanto―rió suave el pelinegro―Sé que no serías capaz de lastimarme, además es solo por unos segundos para poder lograr esa parte que ambos queremos que salga.

Bangchan salió para ponerle play a la grabación y a la pista para después volver a entrar y posicionarse detrás de su compañero, las manos le sudaban y seguía repitiéndose que eso era una mala idea.

La canción comenzó y cuando estaban cerca de la parte que debían hacer, Chan colocó su mano derecha en el cuello contrario, asombrándose de lo bien que este encajaba entre sus dedos y palma, esperó mientras escuchaba al menor cantar y sintió una mano en su pierna que lo acercaba más. Hyunjin lo apegó más a su cuerpo atrayéndolo hacia su espalda mientras su mano seguía en su cuello, quería sentirlo cerca y sonrió cuando chocó con el duro pecho de su líder, sentía el golpetear de su corazón bombeante y la respiración pesada en su oído.

«Sé que no puedo dejarte solo» resonó entre las paredes de la habitación con la voz del bailarín y en la última palabra la mano de Chan hizo presión cortando parte de la entrada de aire a los pulmones del menor. El tono de Hyunjin sonó más bajo y ahogado, logrando que la grabación saliera tal como se deseaba. El menor al terminar de cantar se dejó caer hacia atrás, apoyándose sobre el pecho contrario y jadeando fuertemente cuando pudo volver a respirar por completo, llevó su mano hacia la de Chan que ahora acariciaba su cuello y entrelazó sus dedos, ambos rodeados de la luz roja que emanaban las luces LED del estudio.

―¿Estás bien?―Bangchan preguntó serio y preocupado, dejando caricias en los largos pero pequeños dedos del otro, su mano izquierda tomando de la cintura a su compañero.

―Lo estoy.

Eso había sido...excitante. Una experiencia totalmente nueva pero gratificante para ambos, Hyunjin aún podía sentir el agarre del mayor y Chris seguía sorprendido por la facilidad en la que el menor se amoldaba a él. Se sacaron los audífonos para dejarlos acomodados en sus lugares y antes de salir Hwang lo paró tomándolo de la muñeca. El líder no creía poder seguir allí con el otro porque estaba seguro de cometer alguna locura y que lo haya parado le ponía las cosas muy difíciles.

―Chan...―le llamó suave el pelinegro logrando que el otro lo mirara con las cejas alzadas―Quiero que me beses.

Hyunjin sabía que pedía demasiado pero estaba seguro que se volvería loco si es que luego de esa situación sumamente caliente no pudiera probar los labios contrarios. Lo necesitaba y era capaz de rogarle que estampara sus belfos juntos.

Y aunque Bangchan se lo quedó mirando fijamente, ¿quién era él para negarle algo a su menor?

Tiró del brazo del pelinegro atrayéndolo más cerca para luego poner una mano en su nuca y estampar sus labios en un beso necesitado, la otra mano viajó a la cintura delgada y la rodeó con fuerza. Hyunjin subió los brazos desde el pecho contrario hasta la parte de atrás de la cabeza y tiró de los pequeños cabellos logrando que un suspiro de satisfacción se escuchara entre medio del beso. Sus labios se movían frenéticamente, manteniendo contacto en todo momento, se querían, se deseaban y se necesitaban.

―Mierda, Jinnie―susurró con los ojos cerrados Chan cuando se separaron del beso, frentes juntas y respiraciones entrecortadas. Las manos del nombrado recorrieron su rostro dejando leves caricias hasta llegar nuevamente a sus labios.

―Dilo de vuelta―pidió casi jadeando el menor, necesitaba escucharlo de nuevo―Llámame.

―Jinnie―murmuró el pelinaranja disfrutando de como el apodo brotaba de sus labios, siguió llamándolo necesitado―Hyunjin, Jinnie.

El pelinegro sonrió mostrando sus hoyuelos y tiró del cuello contrario para volver a besarlo, más lento, más caliente, más provocativo. Chan volvió a apresar la cintura contraria entre sus manos y lo apegó tanto como el espacio entre sus cuerpos se los permitía, lo acorraló entre su pecho y la pared, dejándolo inmóvil. Mordió sus labios hasta dejarlos hinchados y brillantes, exploró su boca y jugueteó con su lengua sumiéndose en una candente batalla, el contrario solo se dejaba hacer disfrutando de todo lo que una vez había deseado.

―Chan―jadeó cuando una de las grandes manos se abrió paso entre su abdomen y la camiseta.

―¿Mhm? Dime―le respondió juguetón el otro mientras bajaba sus besos por el cuello contrario y subía su mano para apresar uno de los rosados pezones.

Hyunjin gimió cuando los dedos del mayor tironearon de su tetilla y sus dientes mordieron la piel de su cuello suavemente, erizando cada uno de sus vellos. Chan estaba tocando los lugares correctos y solo podía gemir e intentar no caer al piso del placer. Una mano traviesa se adentró a sus pantalones y por instinto Hwang separó las piernas dejándole mas espacio al otro, ganándose una risa.

―Que rápido te abres para mi, Hyunjin―dijo el pelinaranja tentándolo y pasando los dedos por encima de su miembro cubierto por el bóxer.

―Cállate―le escupió sonrojado y apoyando su cabeza en el hombro contrario cuando un espasmo lo recorrió.

De repente dejó de sentir las manos del mayor en su cuerpo y jadeó lastimosamente por la falta de contacto. Bang se había separado para agarrarlo del mentón y obligarlo a que lo mirara mientras delineaba sus pomposos labios con su pulgar.

―No podemos hacer mucho aquí, Jinnie―habló y el nombrado solo gimoteó.

El pelinegro agarró los brazos contrarios y volvió a llevarlos a su cuerpo a la vez que rodeaba la cadera del otro con una de sus piernas, acercándolo más. No importaba que no pudiera tomarlo en ese estudio solo necesitaba que lo acariciara como nadie lo hizo.

―Tócame, solo tócame por favor.

Chan miró al menor y se lanzó a sus labios cuando vio aquellos ojos lagrimosos y ese puchero que rogaba por ser besado. Sus lenguas se encontraron como si estuvieran destinadas a hacerlo, sonidos mojados se escuchaban entre esas paredes y sus manos no paraban de descubrirse. Los dedos de Chris volvieron a los pantalones contrarios pero esta vez para tomar firmemente el miembro contario y comenzar a bombearlo con rudeza.

―¡Bangchan! ―gritó el pelinegro dejándose caer nuevamente en el hombro contrario y apretar con sus pequeñas manos los fuertes brazos que lo rodeaban.

El pelinaranja estaba maravillado con los sonidos que salían de la boca del contrario y cuando pasó el pulgar por la punta del glande estos se volvieron sollozos. Luego de unos segundos el menor solo pronunciaba su nombre mezclado con "más, más".

―¿Estás cerca? ―le preguntó altanero y rio cuando la cabeza de su compañero se movió frenéticamente de arriba hacia abajo―¿Tanto quieres correrte? Qué dirían los chicos si te vieran frotándote contra mi mano como un necesitado, ¿huh?

Ver a Hyunjin desesperado era una obra de arte y a la vez un sufrimiento para la erección atrapada en sus pantalones sentía su pene palpitar respondiendo a los llamados lastimeros del menor.

―Aquí, aquí―la voz ida del pelinegro lo sacó de su mente para verlo tomar su mano y llevarla nuevamente hacia su cuello.

Hyunjin estaba cegado de placer y su cordura se iba con cada bombeo de la mano de Chan en su pene, así que solo quiso que volviera a apretarle el cuello como lo había hecho antes. Necesitaba correrse con urgente bajo esas manos grandes.

―Por favor, Chris...Yo...

El líder asintió ante el pedido de su menor, subió la mano al delicado cuello y cambio la velocidad con la que masturbaba el miembro del otro, logrando llevarlo al límite con sus toques y un par de palabras sucias al oído.

Hyunjin rodó los ojos y gimió ahogado por última vez el nombre de su compañero mientras se dejaba ir, explotando en sus pantalones y mojándolos. Sus piernas perdieron fuerza y de no ser por los brazos de Bangchan hubiera caído directo al suelo del estudio.

―Te tengo, tranquilo―le murmuró el pelinaranja acariciando sus cabellos y dejando pequeños besos en su cabeza.

Hwang parecía perdido con su vista en cualquier lugar de la sala así que el mayor lo tomó en estilo nupcial para sacarlo de allí y dejarlo en el sillón, acción que se vió interrupida ya que su compañero no parecía querer soltarlo y lo obligó a sentarse con él en su regazo.

―Realmente eres muy sensible―dijo riendo al ver que el cuerpo contrario seguía teniendo ligeras contracciones durante algunos segundos―Lo cual me viene perfecto, pues amo el aftercare.

Ah, ahí estaba, pensó Hyunjin y sonrió escondido en el cuello contrario, su líder era un posible dom que amaba el aftercare, tal vez debería haber apostado.

―¿Saldrá la canción oficialmente?―preguntó luego de un rato Hyunjin mientras estaba sentado en las piernas de Chan que arreglaba las pistas en su computadora.

El mayor despegó su vista de la pantalla y miró al pelinegro, subió una mano para correrle un par de cabellos del rostro y finalizó con un largo beso que el otro correspondió placenteramente.

―Lo más probable es que si, solo faltan un par de cosas, como adlibs y coros―respondió finalmente dejando pequeños besos en la cara del menor.

En cuestión de minutos Chan había cambiado por completo su actitud con Hyunjin y este no podía estar más que satisfecho con ello, estaba siendo consentido como siempre había querido. Le robó los auriculares y escuchó lo que era la pista hasta el momento y para cuándo terminó ya sabía que era lo que le faltaba.

―Chan―se relamió los labios―Ya sé que es lo que necesita la canción.

El mayor negó riendo al ver la mirada oscura del otro y lo atrajo a su pecho, apretando entre sus dedos la carne de los muslos del pelinegro.

―Dime.

El nombrado tomó el control de las luces LED y cambió el color a uno rojo, sumiendo el cuarto en un ambiente totalmente nuevo.

―Necesita gemidos.

Capítulo sin editar.
13/09/2021.
Capítulo editado
01/01/2023

def. ( *shibari ; es la inmovilización de una persona mediante cuerdas o sogas, es parecido al bondage pero se diferencian en varias cosas. )

ⓘ Esta es una versión actualizada de Red Lights, si has leído la anterior realmente espero que esta sea de tu agrado y si esta es tu primera vez, ¡dime qué tal te pareció!

La parte 2 y última es definitivamente distinta a la que estaba antes y sigue la trama de esta parte. Esperenla con ansias por favor ♡.

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