25. Luces apagadas
Jongin estaba solo en su departamento. Afortunadamente, había convencido a su madre y su hermana que podía hacer las cosas solo y ellas estaban en un lugar seguro, pero no dejaban de llamar. Les aseguró que sus amigos iban a recogerlo y llevarlo a un lugar donde todo estaría bien y que su casa no estaba cerca de las manifestaciones ni del horror.
Cuando unos suaves golpes se escucharon en su puerta, mientras su celular sonaba con el nombre de Kyungsoo en la pantalla, se sintió completamente aliviado. Abrió la puerta sin preguntar y se encontró con la persona que esperaba.
–Jongin, ¿estás bien?
–¡Viniste! Baek me llamó y me dijo que Chanyeol podría venir a recogerme porque no puedo conducir, pero luego supe que estaba estancado en el camino. ¿Cómo llegaste?
–Es algo que tengo que explicar. Quiero pedirte que tomes esto con mucha calma, porque es algo un poco...
–No importa, ven– Jongin lo tomó del brazo, lo metió dentro de su departamento y cerró la puerta.
Kai se quedó afuera, escondido e increíblemente molesto. Se supone que él era el medio de transporte y aún así Jongin había logrado excluirlo otra vez. No podía arriesgarse a que nadie le viera, consejo de Kyungsoo, así que se quedó donde estaba y esperó a que su novio le diera una señal para actuar.
–En serio, Jongin. Debemos irnos pronto a mi casa. Aquí estamos demasiado cerca de las manifestaciones y no podemos dejar que nadie de rojo se nos acerque.
–Entiendo, sé que hay muchas cosas importantes de las que debemos hablar, pero hay algo que me está volviendo loco, Kyungsoo. Y necesito hablarlo antes de que pase nada más.
–Te daré todo el tiempo del mundo si dejas que te lleve a mi casa ahora.
–¡Esto tomará demasiado tiempo!– se quejó el menor de los dos. –Esto es cuestión de una pregunta y una respuesta.
–Tomará menos de lo que crees...–Kyungsoo suspiró, pensando que Kai debía estar esperando para aparecer.
–Lo único que quiero saber es si vives con alguien. La última vez que fui a tu casa me dio la impresión de que tenías a alguien con quien compartías tu departamento y, si vives con alguien como tu pareja, eso quiere decir que me estabas dando falsas esperanzas. Yo en serio quiero intentarlo y quiero estar a tu lado, pero mientras no esté seguro de lo que tú sientes, me siento completamente perdido. Me has gustado desde siempre, Kyungsoo, desde el primer día. Fue doloroso ser rechazado y odiado injustamente y luego volver a verte y sentir que pierdo mi última oportunidad.
–Esto va a ser muy complicado y realmente siento mucho lo que está pasando y lo que va a pasar. Vas a estar muy confundido, pero en serio quiero que sepas que encontraremos la manera...
–¿De qué hablas?– quiso saber el dueño de casa.
–Quiero que conozcas a alguien– Kyungsoo se volteó y caminó hasta la salida para ir a buscar a Kai, pero no tuvo que hacer muchos esfuerzos. El clon había entrado y esperaba, con los brazos cruzados, parado en la puerta.
Jongin dio unos pasos para ir al encuentro del chico, pero algo lo asustó. Había otra persona en el departamento y le costó unos segundos darse cuenta que le resultaba increíblemente familiar. Su mente procesó lo que pasaba y era como verse a sí mismo. Un repentino recuerdo, borroso y extraño, regresó a su memoria. El espejo que había visto cuando llegó bebido a la casa de Kyungsoo. Era la misma expresión.
–Kyungsoo, ¿quién es esta persona?
–Jongin... él es Kai.
–Kai...– repitió incrédulo.
–Y debemos irnos– ordenó el recién llegado, se acercó y tomó a Jongin del brazo y él, por alguna razón cerró los ojos.
Se mantuvo así, porque un mareo intenso le impedía regresar a la normalidad. Fue hasta un poco después que escuchó la voz de Kyungsoo llamarlo. Le preguntaba si se sentía bien y si podía responder, pero Jongin negó con la cabeza y se desvaneció por un rato. Cuando se despertó de nuevo, lo primero que vio fue la expresión preocupada de Kyungsoo. Eso le hizo sonreír. Su brazo dolía un poco, pero era normal después de haber tenido un accidente. Aún así, todo a su alrededor se sentía extraño.
–Te traeré algo para beber, ¿está bien?– le ofreció el mayor de los dos.
–Los vasos están en el estante. Disculpa por las molestias– informó Jongin con voz ronca.
–En realidad... estamos en mi casa.
El muchacho abrió los ojos inmediatamente y miró a su alrededor. Efectivamente ese no era su cuarto. No podía creer lo que pasaba. ¿Serían los medicamentos para el dolor? Se había visto a sí mismo, muy enojado y ahora no recordaba todo el viaje desde su casa hasta la de su amigo. ¿Era eso normal? Tendría que consultarlo. También se había mareado mucho. ¿Efectos secundarios?
–¿Cuándo llegamos aquí?– quiso saber de inmediato.
–Yo te traje.
Kai seguía con el ceño fruncido y los brazos cruzados. No había sido un sueño o una pesadilla, era real. Kyungsoo presentándole a la persona que le gustaba no había sido su imaginación jugándole una mala pasada, sino una realidad dolorosa. Jongin no tuvo tiempo de preguntar nada, porque el dueño de casa empezó a dar explicaciones. Le contó todo, desde su primer encuentro en la oficina. Le relató el primer encuentro con Kai y el progreso de su relación a escondidas y fingiendo en el trabajo que no eran nada. Le habló de su confusión y de sus problemas intentando separar su vida laboral de su vida privada. Luego, cuando descubrió que no eran la misma persona, admitió que se había aprovechado de la situación y que prácticamente había estado saliendo con los dos al mismo tiempo y que se sentía muy miserable por eso, pero que intentaba resolver lo que pasaba. Luego empezó lo fuerte. ¿Quién era Kai? Pues todavía estaban intentando averiguarlo, pero la versión resumida de la historia es que era un clon, su clon. Por eso se veían exactamente iguales, excepto por los ojos. Habían podido llegar hasta ahí, porque los había teletransportado. Sí, era una locura enterarse que te habían clonado, que eras especial y que esa copia tuya estaba en una especie de relación con la persona que te gustaba. Todos sabían que era algo difícil de asimilar y le darían tiempo para que pudiera reflexionar. Lo importante en ese momento era mantenerse seguros.
–Entonces, ¿él es la persona con la que vives y con quien sales y por eso me has estado evitando?– quiso saber Jongin.
–¿Es en serio?– reclamó Baekhyun indignado. –¡Te hemos contado una historia que parece salida de una película de ciencia ficción y lo único que te preocupa es si Kai vive con Kyungsoo? ¿Qué demonios tienes en la cabeza?
–¡Esta cosa o lo que sea quiere ser pareja de Kyungsoo! ¿Cómo no voy a estar enojado? ¡Es muy frustrante!
–No soy una cosa– advirtió Kai en mal tono, mirando a la leyenda original con mucho fastidio.
–¿Entonces qué eres?
–Soy un clon, pero soy tan humano como lo puedes ser tú. No es mi culpa que no puedas enamorar a Kyungsoo en toda tu vida y yo sí pude en cuánto llegué.
–Lo que me faltaba, una telenovela con este par. ¡Como si uno no fuera suficiente dolor de cabeza!– volvió a intervenir Baekhyun. –Basta los dos. Este momento tenemos cosas mucho más importantes de qué preocuparnos, no tenemos tiempo para triángulos amorosos.
–¿Lograste comunicarte con Chanyeol?– le preguntó entonces Kyungsoo.
–Se va a demorar más. Si no llega en una hora, saldré a buscarlo.
–No es una buena idea. Es mejor si nadie de rojo nos ve, nos toca o se nos acerca. Mientras no se calme todo, es mejor estar seguros y alerta– explicó Kai.
–¿Por qué la manía con la gente de rojo? Eso es algo que nadie me explicó– se quejó Jongin.
–Ellos nos persiguen... quieren algo que no creo que podamos darles.
–Eso no responde a la pregunta que acabo de hacer, ¿qué pasa con el rojo?
–Es como si identificación– intentó explicar Kyungsoo. Quieren algo de nosotros, como te dije, al parecer somos especiales por alguna razón.
–Es verdad. Quieren hacernos daño para poder atraparnos. Están en búsqueda de esas personas especiales y ustedes cuatro son parte de ese grupo. Además, estamos aquí los dos y eso seguramente debió causar más problemas. Pero no importa, a mí sólo me interesa que Kyungsoo esté a salvo.
Kai tomó la mano del chico y lo miró con dulzura. Jongin hizo una mueca de disgusto e iba a quejarse cuando escucharon unos golpes fuertes en la puerta. No parecía algo normal. ¿Habían sido descubiertos? No parecía ser así, deberían haber entrado sin preguntar si fuera el caso. Pero de todas formas los tres muchachos salieron hasta la sala para volver a escuchar golpes. Uno especialmente fuerte los puso en alerta. Kyungsoo quiso ir, pero Kai no se lo permitió y así Baekhyun terminó abriendo lentamente la puerta. Cuando giró la manija, se sorprendió, porque el peso lo empujó de tal forma que no pudo hacer nada al respecto. El cuerpo cansado y herido cayó a sus pies y la sorpresa lo invadió.
–¡Chanyeol!
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