Jongin no podía creer que había amanecido en el departamento de Kyungsoo. ¿Cómo había llegado? ¿Qué había pasado? Preguntas que nunca obtendrán respuestas. El cuarto estaba todavía cerrado, debía ser muy temprano en la mañana, estaba amaneciendo. Su primer instinto fue huir, pero en medio de su búsqueda de ropa (que para variar había dejado abandonada durante la noche y estaba apenas cubierto) se dio cuenta que era absurdo irse.

Revisó su teléfono y había llamado a su compañero muchas veces, por lo tanto seguramente había logrado comunicarse con él y entrar en la casa con permiso del dueño. Por lo tanto, irse sin avisar sólo empeoraba las cosas. Era suficiente el haber llegado borracho a su casa, para encima desaparecer sin decir ni gracias. Pensó en comprar algo para desayuno, pero no conocía los gustos del dueño de casa y no quería arriesgarse a algo más vergonzoso aún.

Intentó recordar lo que pasó. Era obvio que había bebido mucho. Logró recordar el viaje con el conductor designado. También golpear la puerta con insistencia. ¡Qué horror! También recuerda conversar con el chico y ver un espejo extraño en medio de la sala que lo veía con odio. Eso seguro había sido un sueño. Kyungsoo intentó hacerle café. Se acercó un poco a la cocina y ahí estaba la olla. Entonces recordaba más o menos bien.

¿Qué demonios le pasaba? ¿Esa era su forma de demostrar interés? Meterse en su casa a la fuerza, hacer un escándalo borracho y dormir en un sofá ajeno para despertar sin saber qué había pasado. Eso no era algo que haría normalmente, ¿por qué actuaba de esa manera? Kyungsoo seguramente pensaba que era un bobo, infantil y ridículo sujeto que no merecía la pena. Desde siempre, Kyungsoo jamás lo vio con buenos ojos, ¿qué podía cambiar ahora? Tal vez tenía demasiadas esperanzas en algo sin futuro. Pero no podía evitarlo, estaba tan tontamente ilusionado.

–Jongin...– le llamó el muchacho al verlo sentado en la sala, sin mucha ropa. –¿Te sientes bien?

–Sí, gracias– el intruso alzó la mirada y se encontró con Kyungsoo así que dio un pequeño grito por el susto.

Kyungsoo fue a su habitación y cerró la puerta, Jongin se dio cuenta que estaba desnudo. ¡Debió empezar por ahí! Se puso un poco de ropa e intentó lavarse un poco, pero se dio cuenta que el baño estaba seguramente en el cuarto principal. Esperó con paciencia, afortunadamente no tardó mucho en salir.

***

–Gritó porque me vio a mí, no a ti. No puedes salir, si te ve tendremos que dar demasiadas explicaciones– le retó Kyungsoo a Kai. –Ni se te ocurra.

–Está desnudo en tu casa, ¿qué esperas que haga?

–Esconderte, eso espero que hagas– respondió el chico.

–¿Eso harías tú, Kyungsoo?

–¿A qué te refieres?

–Si un tipo llegara a la casa de tu novio completamente ebrio, durmiera en la sala, y lo encontraras semidesnudo al siguiente día, tan cerca, ¿estuvieras feliz? ¡No! Quisieras sacarlo a patadas.

–¿Novio?– el dueño de casa se puso colorado. Kai lo consideraba su novio, su pareja, una persona importante en su vida.

–Por favor, deja que se vaya. No voy a aparecer... pero de alguna manera sácalo de aquí.

–Kai, escúchame. Sé que lo de Jongin es confuso, pero en parte eres responsable de esto. Voy a hablar con él, no salgas.

Kyungsoo se acercó y besó sus labios, Luego lo empujó para que cayera en la cama. Sonrió y prometió regresar enseguida. Como hacia un poco de frío, Kai se volvió a tapar con las mantas y se acurrucó con el ceño fruncido. Hasta mientras, el mayor de los tres salió de la habitación para encontrase a Jongin ya vestido.

–Lo lamento... yo fui a...–intentó justificarse.

–Es todo mi culpa, estaba esperando poder disculparme, pero no creo que sea suficiente. Estoy muy avergonzado.

–Pudo pasarle a cualquiera, lo importante es que estás a salvo. Tal vez es mejor si vas a casa y te das un baño. Es bastante temprano, podrás ir al trabajo a tiempo.

–¡El trabajo! Kyungsoo, en serio lo siento tanto.

–No lo sientas– comentó con amabilidad. –Hazme caso y ve a casa a comer, dormir y darte un baño. Lamento no poder ofrecerte nada ahora mismo.

–No, no. Además de mis tonterías, no debes hacer nada de eso por mí. Si me prestas el baño, me iré enseguida. Quiero lavarme un poco la cara.

–Claro– aceptó el chico y sonrió, pero enseguida se dio cuenta de su error. Kai estaba en la habitación donde estaba el baño.

–Gracias.

–¿Puedes esperar un momento? Quiero arreglar un poco mi cama. No quiero que veas un desastre.

Con desesperación, entró y obligó a Kai a esconderse en el armario. El muchacho estaba enojado y celoso, pero terminó de acceder con un poco de besos, era increíblemente fácil para Kyungsoo lograr que hiciera lo que quisiera. Le hizo entender que era la única forma de que Jongin se fuera. Así, Kai terminó escondido mientras el intruso se aseaba.

Jongin se limitó a lavarse la cara y enjuagarse un poco la boca para seguir el consejo de Kyungsoo e ir a casa, pero no pudo evitar notar algo que rompió su corazón. Kyungsoo estaba bastante nervioso y parecía que ocultaba algo. Tal vez a alguien, especialmente cuando habían dos cepillos de dientes, dos toallas y dos pares de zapatillas para baño. Alguien más vivía en esa casa.

***

–¿Puedo hablar contigo?

Baekhyun miró a Jongin y el pobre muchacho era un desastre completo. Se notaba que tenía una resaca monumental y que no había dormido en una postura cómoda. Incluso bañado y arreglado, era imposible no darse cuenta que había bebido y que no se sentía para nada bien.

–¿Estás bien?– quiso sabe el mayor de los dos. –Ya me sorprendió que me citaras a desayunar antes del trabajo, pero saber que bebiste me sorprende.

–¿Se nota demasiado?

–Se nota que intentas disimularlo. No todos son tan observadores, pero de todas formas quiero saber qué pasó. ¿Por qué quieres verme a solas? Eso sólo puede significar que algo malo está pasando y que quieres consejos.

–Voy a rendirme– aseguró Jongin, pero algo en su rostro hacía notar que eso lo destrozaba.

–¿A rendirte? ¿En qué sentido?– Baek se asustó por sus palabras. –¿Pasó algo malo con el trabajo? ¿O con Kyungsoo? ¿Peleaste con él?

–Tuve una reunión, bebí más de la cuenta sin darme cuenta y terminé en su casa anoche.

–¿ANOCHE?– sin evitarlo, lo preguntó casi en un grito, porque sabía que Kai estaba ahí.

–Sí, anoche– continuó con cierta sorpresa por la reacción de su amigo. –Cuidó de mí y fue muy lindo conmigo. Pero vive con alguien. Puede notarlo no sólo por sus nervios y sus ganas de sacarme de ahí, sino porque habían cosas dobles... es una casa para dos.

–Bien. Lo que necesitas es aclarar las cosas. Todo lo que has hecho ha sido demasiado ambiguo. Incluso si aceptas que te gusta, no te has declarado propiamente dicho. Además, Kyungsoo está pasando por un momento... extraño. Creo que deberías tener un poco de paciencia. Las cosas se van a resolver, pero debes tener la mente amplia.

–¿De qué hablas? ¿La mente amplia? Es obvio que tienes más información que yo y siento que me engañan y me dan esperanzas de algo que no puede ser. Si Kyungsoo está con otra persona, no tiene sentido que yo intente nada. Sé que eres un buen amigo y que intentas ayudarnos a los dos, pero puedes ser sincero conmigo. Si esto no va a funcionar y estoy metiéndome en un lugar donde no debo, creo que tengo la madurez y la inteligencia suficiente para aceptarlo.

–No lo dudo, Nini– aseguró el mayor de los dos. –Mira, no sé cómo hacer esto sin ser infidente. Hay cosas que no puedo decirte, porque no me compete. No te rindas, pero puedes intentar dejar las cosas claras, si esto realmente te importa.

***

Kyungsoo llegó al trabajo cinco minutos tarde. Se disculpó, pero no obtuvo mucha atención. El proyecto empezaba a llegar a una parte crítica donde todos estaban más ocupados que vivos. Él también tendría que pasarse hasta tarde ese día y su primer pensamiento fue que no había preparado nada para que Kai comiera en la noche, tendría que avisarle también que no lo esperara.

Cuando Jongin le respondió, sin mucho entusiasmo, que no pasaba nada si llegaba un poco atrasado, se dio cuenta que algo había pasado. Y por la cara de Baekhyun, se notaba que sabía algo. Y, por la cara de Chanyeol, el pobre estaba herido por ser excluido. En parte sí lo habían dejado de lado. Tal vez tenía buenos consejos para él y una perspectiva nueva y diferente.

–Chan, ¿quieres ir conmigo a comprar el almuerzo hoy?– le propuso Kyungsoo y el chico aceptó de inmediato, aunque un tanto sorprendido por el pedido.

"Debes explicarle todo a Jongin"

El mensaje de Baekhyun le hizo suspirar. Era cierto, pero no sabía cómo hacerlo. No estaba muy seguro de lo que era Kai, por lo tanto le resultaba imposible plantear la situación sin sonar como un loco. Tampoco quería forzar a Kai a ponerse en riesgo, teletransportándose para demostrar su poder. Además, una cosa era contarle todo a Baekhyun que sabía un poco la historia, y otra totalmente diferente era declararse diciendo que parte de su enamoramiento estaba centrado en su clon.

"Sólo mira su expresión. Está destrozado por esto. Debes tomar una decisión"

Kyungsoo miró a su alrededor. La oficina decorada le hizo recordar todo de lo que Jongin era capaz. No se merecía esto. Pero no era su culpa, tampoco era culpa de Kai. Eran esas personas que experimentaban con ellos y que los perseguían. Reflexionó también sobre el hecho de que los cuatro eran especiales. Tenían algo que un grupo de peligrosos seres estaban buscando. Podría tratarse de una mentira y que Kai resultara ser el malo, todo era posible, pero por alguna razón ya no podía apartarlo de su vida, así eso fuera parte de un plan en su contra.

Los cuatro chicos organizaron el trabajo y repartieron tareas, además de terminar actividades que les consumió toda la mañana y, para cuando se dieron cuenta, debían comer algo antes de desmayar. Pidieron por teléfono y decidieron ir a recogerlo, para ahorra tiempo y continuar con su proyecto, cosa que era una lástima, porque a Kyungsoo le hubiera gustado tener más tiempo con Chanyeol.

–Si quieres voy sólo yo, para que puedas seguir– se ofreció el gigante, pero el chico negó con la cabeza.

–Me va a hacer bien despejarme y hablar contigo.

–Está bien.

Caminaron y cada paso, Kyungsoo pensó que debía hablar, pero no encontraba las palabras. Finalmente, fue el altísimo muchacho el que decidió romper el hielo. Con una sonrisa enorme le preguntó:

–¿Puedo ayudarte en algo? Te ves algo pensativo y preocupado.

–Chan, lamento haber estado tan ausente. Siento que te he dejado de lado y lo lamento tanto– se disculpó Kyungsoo.

–Todos tenemos nuestros momentos. No voy a presionarte a que me cuentes nada con lo que no te sientas cómodo, pero es bueno que sepas que siempre voy a estar aquí si lo necesitas.

–¡Eres demasiado bueno, no te merezco!- exclamó el menor de los dos.

–Calma, no es para tanto.

–Estoy en un lío enorme y no sé que hacer. Darte demasiados detalles es contraproducente. Ya me siento lo suficientemente mal por haber involucrado a Baek y no quiero hacerte lo mismo, pero necesito pedirte un favor.

–Vaya, no entiendo muy bien lo que pasa, pero mientras pueda ayudarte, lo haré sin problema.

–Pasó algo con Jongin. Hay otra persona que también está involucrada y no sé qué hacer. Por el momento, necesito saber si alguna vez Jongin se ausentó por mucho tiempo o empezó a actuar extraño. En cualquier época de su vida, tú lo conoces bastante bien.

El gigante parecía intrigado con la pregunta y tenía razones de sobra para sospechar que algo inusual pasaba, pero se limitó a responder lo que sabía. Jongin era un chico tranquilo y nunca había pasado por etapas rebeldes o malas, en general tenía sus malos momentos como todo el mundo, pero nada destacable. Eso preocupó a Kyungsoo. ¿Cuándo lo habían clonado y cómo? Baek y Chanyeol tampoco tenían recuerdos al respecto, eso quería decir que probablemente no podían recordarlo así quisieran.

–Soo, yo sé que tu relación con Jongin empezó mal, no continuó bien y ahora parece avanzar un poco. También sé que se gustan y que intentan algo, pero que tú has estado actuando extraño. Quiero pedirte algo también.

–Sí, por supuesto– aceptó de inmediato.

–Deja las cosas claras. Si quieres o si no quieres, debes ser sincero con él. Se está volviendo loco sacando conclusiones apresuradas en su mente y dudando de todo y de todos. Piensa que nos estamos burlando de él y que no está siendo tomado en serio. Es mi amigo y lo quiero mucho, no me gusta verlo sufrir así.

–Lo siento– Kyungsoo se tragó sus ganas de llorar, esas cosas casi nunca le pasaban y se sentía horrible. –Lo último que quiero es herirlo, pero estoy pasando por una crisis y no sé cómo resolverlo.

–Puedo entender eso, pero Jongin merece que seas honesto con él. Está tan preocupado que hasta piensa que vives con alguien.

–¿En serio?

–Sí.

Chanyeol entró en el local de comida a retirar el pedido y Kyungsoo se quedó afuera, sumido en sus pensamientos. Cuando el gigante salía, un hombre vestido de rojo lo golpeó y parte de las bebidas se regaron sobre él y en el piso. El chico intentó ayudarlo, pero no pudieron recuperar las bebidas, comprarían algo más. Pero ese no era el problema. Kyungsoo recordó súbitamente algo importante: había que cuidarse de la gente vestida de rojo.