–Kai, no pongas esa cara. Me haces pensar que hablas en serio.

El muchacho no cambió su expresión y Kyungsoo se puso extremadamente tenso. Quería insistir para que se le informara que todo se trataba de una broma de mal gusto, pero no parecía que eso fuera a suceder. Después de largos minutos de silencio y ansiedad, el chico volvió a hablar.

–¡Kai! Necesito que respondas, ¿a qué te refieres con esto?

–¿Recuerdas que te pedí que no hablaras con Jongin y que te explicaría todo después?

–Lo recuerdo– Kyungsoo entendió en ese momento por qué tanto misterio y tanta insistencia al respecto. En ese momento tenía sentido. –¿Me lo vas a explicar ahora?

–¿Puedo tener más tiempo?

–No– respondió de inmediato. –Se te acabó el tiempo, Kai. Debes decirme todo ahora, no podemos seguir jugando a los secretos.

–Mis ojos no tienen lentes de contacto.

–¿Qué?

Sin dudarlo, el dueño de casa se acercó a su extraño invitado para comprobar que lo que le había dicho era cierto. Y lo era. Kai incluso pasó su dedo por encima de su iris, algo que hizo que Kyungsoo sintiera empatía y hasta dolor de sólo verlo, pero no se movió. Efectivamente, esos ojos eran reales.

–¿Pero qué...?

–No puedo darte mucha información– aseguró Kai. –Temo que eso te ponga en peligro. En realidad, temo que cualquier cosa te ponga el peligro. Yo vine aquí para obtener algo de ti, pero no pude. No sé si es porque estuve demasiado tiempo, si por esto de experimentar emociones me dejé llevar... pero lo que dije de estar enamorado de ti es cierto.

–Por favor, Kai. ¿Me dices que eres una copia extraña de Jongin pero que me amas? ¿Cómo crees que me siento al respecto?

–¿Con hambre?

–¿Perdón?– Kyungsoo movió la cabeza e intentó comprender lo que acababa de pasar.

–Lo siento, pensé que un chiste ayudaría al ambiente.

Kai dejó ver una sonrisa tímida que enterneció a su acompañante y lo distrajo un poco. Al parecer, su táctica algún efecto había tenido, pero no el suficiente para distraer del tema principal.

–Necesito una explicación y que no esté a medias. No importa lo absurdo que sea, el hecho de tener un clon de ojos celestes de Jongin enamorado de mí que, literalmente, está viviendo conmigo... es una buena preparación.

–Hay cosas que no puedo decir, porque crearía caos. Arruinaría tu vida como la conoces y no quiero eso– admitió el chico, esta vez con aspecto sombrío.

–He sido demasiado paciente. Necesito saber qué demonios está pasando si quieres que, lo que sea que esto sea, progrese. Dices que eres un clon, que tus ojos son así naturalmente, que me proteges de un peligro. Nada suena lógico, pero que haya dos Jongins ya es suficientemente loco. Tendré la mente abierta, pero seguiré sacando mis propias conclusiones si no me das suficiente información.

Kai hizo una mueca, no le gustaba ser llamado Jongin. Pero, de todas formas intentó pensar en una manera de advertir el peligro y de protegerlo sin decirle que era una leyenda. Eso podría despertarlo y la magnitud de las consecuencias era inimaginable.

–Bien. Eres muy importante y tienes algo que un grupo de personas "malas" quiere. En realidad no se dejan llevar por los criterios morales de la sociedad, pero sería una buena forma de denominarlos. No eres el único, ya consiguieron de las otras once personas lo que querían. Soy el único que no ha cumplido su misión.

–¿Somos doce? Es decir... ¿hay once personas más el peligro?

–Sí. Bueno, faltaban sólo tres. Yo soy el resultado de la primera persecución.

–Déjame ver si entendí. Hay un grupo de personas malas que buscan a estos doce sujetos que son importantes, ¿para clonarlos?

–Sí.

Kyungsoo dejó salir una risa incrédula. Sonaba a tonterías, pero Kai las estaba diciendo con tanta seriedad, preocupación y sinceridad que no sabía cómo sentirse. Pero no es como si fuera una locura completa, efectivamente era un Jongin de ojos celestes y hasta había tenido un tiempo el cabello verde.

–¿Por qué no cumpliste tu misión? ¿Por qué mandaron un clon de Jongin a atraparme?

–Mi misión era secuestrar a Jongin y remplazarlo, ser cercano a ti y llevarte, no puedo decirte a dónde, porque ni yo mismo lo sé. La cuestión es que Jongin logró evadirme de una manera absurda, pero lo logró. De esa forma, intenté acercarme a ti fuera del trabajo y convencerte de que viajes conmigo.

–¿Por eso insistías tanto con irte de vacaciones?– quiso saber el muchacho de inmediato.

–Me alegra que no hayas aceptado mientras yo estaba dispuesto a cumplir mi misión.

–Vaya, yo también– bromeó el mayor de los dos. –Pero todavía no me dices por qué eligieron a Jongin.

–Digamos que... estás destinado a tener una buena relación con él siempre.

Kyungsoo iba a hacer otra pregunta, cuando Kai se puso de pie. Miró para todos lados y se acercó para colocar una mano sobre su boca. Si hacían cualquier ruido, podrían ser descubiertos.

–Cierra los ojos– susurró y, en caso de que lo hiciera caso, usó su otra mano para cubrirlo y el chico se sintió muy mareado y luego algo de frío.

Cuando logró separarse un poco del otro chico, se dio cuenta que estaba en el mirador del monte Namsan. Le tomó un par de minutos darse cuenta que ya se encontraba en su casa, en su habitación. Estaba en otro lado.

–Kai...

–Ven, tenemos que mantenernos en movimiento– el más alto de los dos tomó su muñeca y lo jaloneó mientras avanzaba a paso rápido.

–¿Cómo llegamos aquí?– estaba aterrado y casi no logró articular su pregunta.

–Yo te traje.

–¿Esta es tu forma de convencerme de que esta es una completa locura?

–Corre.

–¿Por qué?– Kyungsoo intentó soltarse, pero no pudo.

–¿Confías en mí?

–¡No lo sé! No... no lo sé. ¿Qué significa esto? Sigo mareado, ¿cómo me trajiste hasta aquí? ¿Entre tus habilidades están las ilusiones ópticas?

–¿Confías en mí?– insistió Kai. –Dime si confías en mí, ¿esto no probaría que no miento?

–Esto es absurdo, sólo me hace preguntarme más y más cosas.

–Por ahora, debemos correr.

–¿De qué huimos?– preguntó Kyungsoo. –¿De los malos que mencionaste?

–Sí. Evita a cualquier persona vestida de rojo. Por ahora eso.

–¿De rojo?

***

–¿Le hiciste una escena de celos por Kai?– Baekhyun sonrió con malicia y Jongin se sintió estúpido.

–No fue una escena de celos, sólo le pregunté si lo prefería a él. ¿No es una pregunta válida? No puedo intentar algo con alguien que ya está en una relación previa.

–Me encanta que seas tan decente, Nini, pero te dije que te ibas a sentir avergonzado.

–¿Porque estoy siendo infantil?

–Eres infantil, pero también eres Kai.

Jongin dejó su taza de té y miró directamente a su amigo. ¿De dónde había sacado una tontería como esa? Kai era el amigo de Kyungsoo con el que pasaba tiempo, con quien salía por las noches y a quien invitaba a su casa con frecuencia. ¿Cómo podía ser él Kai?

–¿De dónde sacaste esa tontería?– quiso saber el líder del equipo. –¿Cómo puedo ser yo Kai?

–Kyungsoo me lo dio a entender. Mientras ustedes estaban en esa etapa de "pasamos del odio al amor en más de treinta pasos porque somos bobos", usamos el código Kai para referirnos a ti. ¿En serio no te diste cuenta?

–¿Cómo podría saberlo? Kyungsoo y tú hablaban de llamarlo a comer o de las cosas que habían hecho juntos cuando nosotros no hablábamos.

–No, no– intervino Baekhyun. –Hablo de cuando fuimos a la casa de Kyungsoo para invitarlo a salir y dijo que no podía y luego dijiste que tampoco podías, porque estabas descansando y te vimos salir de su departamento poco después. ¿Cómo desapareciste por ahí?

–Recuerdo eso. Fue cuando estaba diseñando la decoración de la oficina. Cuando dije que no podía, estaba en mi casa. La primera vez que fui a la casa de Kyungsoo fue mucho después. ¡Le pedí su dirección! Debo tener registrada la fecha en mi teléfono.

–Imposible. Te vimos salir, con tus lentes de contacto celestes y todo tu juego de rol ese extraño que tienes– comentó el mayor de los dos, pero cada vez más intrigado.

–¿Juego de rol? ¿Lentes de contacto celestes? Creo que mal entendiste todo. Seguramente él está con otra persona y no tiene el corazón para rechazarme. Yo tendré que aceptarlo con dignidad.

–No, no. ¡Jongin! Te vimos salir. Chanyeol también lo hizo. ¿Cómo que estabas en tu casa? ¿Entonces quién es la persona de la que habla Kyungsoo?

–¡Kai!– insistió el chico.

–Imposible.